Líderes médicos mundiales expresan indignación por torturas en Uganda


La Asociación Médica Mundial denunció informes que indican que detenidos en Uganda son torturados y se les niega el acceso a una atención médica especializada.

El Presidente de la AMM, Dr. Yoshitake Yokokura, afirmó: “Hemos recibido terribles informes sobre una cantidad de detenidos en Uganda que son torturados en detención y a los que se les niega atención médica, incluso cuando la Asociación Médica de Uganda ha ofrecido ayudarlos”.

“Estas actividades son especialmente decepcionantes, ya que Uganda es uno de sólo 10 países africanos con una legislación contra la tortura y que ha firmado el Convenio de la ONU contra la Tortura”.

El Dr. Yokokura ha escrito al Primer Ministro de Uganda para expresar la indignación de la AMM sobre lo que describió como “la generalizada práctica de la tortura en los lugares de detención de Uganda”. La carta incluye detalles sobre la violencia y violaciones que descubrió la Comisión de Derechos Humanos de Uganda cuando visitó los centros de detención.

La carta refuerza el llamado de la Asociación Médica de Uganda a respetar los derechos de los pacientes y proteger a los médicos que documentan y denuncian la tortura en Uganda. “La tortura y otros tratos crueles o degradantes son unas de las más graves violaciones del derecho internacional de derechos humanos. Destruyen la dignidad, la esencia del ser humano. Como médicos, estamos indignados por las devastadoras consecuencias de esta práctica para las víctimas, sus familias y la sociedad toda, que incluyen graves lesiones físicas y mentales.

“La tortura está incondicionalmente prohibida por el Convenio de la ONU contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes que Uganda ratificó en 1987, que establece la obligación de respetar el convenio. Ninguna circunstancia excepcional, ya sea estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquiera otra emergencia pública, puede ser invocada para justificar la tortura”.

La carta llama al Primer Ministro de Uganda a tomar medidas inmediatas y eficaces para “evitar y detener estas prácticas vergonzosas intolerables” y ser un modelo que inspire a otros países.

Se concluye: “Lo instamos a toma medidas en prioridad para asegurar un acceso efectivo a la atención médica completa a los que la necesiten y permitir y asegurar que los médicos puedan aplicar sus deberes éticos de prestar atención médica de manera profesional sin perturbaciones, sin intimidación ni represión”.