Adoptada por la 66a Asamblea General de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015
y revisada por la 76.ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre de 2025
INTRODUCCION
- Las personas LGBTQIA+ (lesbianas, gais, bisexuales, trans, queer, intersexuales, asexuales y otras identidades) representan un espectro de orientaciones sexuales, identidades de género, expresiones de género y características sexuales naturales. Si bien las personas LGBTQIA+ pueden compartir experiencias y objetivos comunes de justicia y equidad frente al trato discriminatorio e incluso la violencia, se trata de comunidades diversas que enfrentan desafíos distintos y necesidades específicas en la atención médica y otros ámbitos.
- Esta declaración se centra específicamente en los desafíos y necesidades de las personas transgénero. El término «trans» se utiliza a lo largo de este documento en consonancia con su uso cada vez más frecuente en la literatura científica, la labor de incidencia política y los espacios sociales. Los niños y adolescentes que experimentan incongruencia de género requieren un enfoque sensible y comprensivo, así como una atención individualizada y basada en la evidencia que tenga en cuenta sus necesidades específicas.
- En la mayoría de las culturas, el sexo de una persona se asigna al nacer según sus características sexuales físicas primarias. La identidad de género es la experiencia individual de género de una persona, que puede coincidir o no con el sexo asignado al nacer. Esto, junto con la expresión de género, la forma en que las personas presentan su identidad de género al mundo, contribuye al concepto mismo de género.
- A las personas que experimentan incongruencia de género, o una incongruencia marcada y persistente entre su género experimentado y el sexo asignado, se les denomina con el término general “trans”. La incongruencia de género puede expresarse de diversas maneras.
- Bajo el término general de “trans” (o “transgénero”), hay personas que, a pesar de tener un sexo anatómicamente identificable distinto, buscan cambiar sus características sexuales primarias y secundarias para afirmar su identidad de género (anteriormente conocido como “transexual”) [1]. Algunos experimentan que su género queda fuera del binario de sexo/género de masculino o femenino o no se ven exclusivamente a sí mismos como masculinos o femeninos (genderqueer o no binarios). El término general “trans” representa un intento de describir a estos grupos sin una caracterización patológica y, en cambio, como un término de autoidentificación positiva. Esta declaración no se refiere explícitamente a las personas que se visten con un estilo o manera tradicionalmente asociada con un sexo/género diferente del sexo asignado al nacer ni a las personas que nacen con variaciones de las características sexuales (p. ej., las personas intersexuales); sin embargo, existen personas que son trans. Además, algunas culturas han reconocido históricamente tres o más identidades de género que encarnan creencias y tradiciones socioculturales distintas. Es importante señalar que la identidad trans, así como la identidad no binaria, se relacionan con la identidad de género, que debe considerarse por separado de la orientación sexual de una persona.
- Ser trans no constituye un trastorno ni una enfermedad. Al mismo tiempo, las personas trans pueden requerir atención interdisciplinaria de afirmación de género (p. ej., hormonas de afirmación de género, cirugías, atención de salud mental) y terapia para ayudarles a comprender su género y abordar los complejos problemas sociales y relacionales que este conlleva.
- La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) trasladó los términos “Incongruencia de género en la adolescencia y la edad adulta” e “Incongruencia de género en la infancia” del capítulo “Trastornos mentales y del comportamiento” a un nuevo capítulo titulado “Afecciones relacionadas con la salud sexual” para reflejar que las identidades de género diversas ya no deben clasificarse como trastornos de salud mental.
- Dado que se trata de un tema complejo, ética y socialmente relevante, la AMM desea reconocer el papel crucial que desempeñan los médicos de diversas especialidades médicas al asesorar y consultar con las personas trans y sus familias sobre los riesgos y beneficios de la atención deseada, especialmente en un momento de amplia difusión de información errónea y desinformación sobre el tema. Como posible primer punto de contacto, los médicos deben comprender los desafíos sociales y políticos que enfrentan las personas trans y ser conscientes de las consecuencias de la discriminación para la salud, así como de la importancia de brindar apoyo a las personas que experimentan incongruencia de género según sus necesidades. La AMM pretende que esta declaración sirva de guía para las relaciones médico-paciente y fomente una mejor formación, permitiendo a los médicos aumentar su conocimiento y comprensión de las personas trans y los problemas de salud específicos que enfrentan.
- La atención interdisciplinaria de afirmación de género, que incluye terapia farmacológica o intervenciones quirúrgicas, puede ser beneficiosa para las personas con incongruencia de género que buscan intervenciones médicas. Sin embargo, a las personas trans a menudo se les niega el acceso a una atención médica de afirmación de género adecuada y asequible, o se les priva de ella, debido, entre otras cosas, a las políticas de las aseguradoras de salud y los sistemas nacionales de prestaciones de la seguridad social, la falta de competencia clínica y social relevante entre los profesionales de la salud y el temor a la discriminación en relación con una o varias facetas de su identidad. Estas situaciones demuestran cómo los médicos y profesionales de la salud desempeñan un papel importante en la creación de un entorno de atención médica seguro, respetuoso e inclusivo para las personas trans que buscan atención.
- Las personas trans suelen verse en desventaja profesional y social, y sufren una tasa relativamente alta de discriminación directa e indirecta, así como de violencia física. Además de la negación de la igualdad de derechos civiles, la legislación antidiscriminación, que protege a otras comunidades marginadas, puede no aplicarse a las personas trans. Estar en desventaja o ser discriminado puede tener un impacto negativo en la salud física y mental. Estos resultados negativos pueden verse exacerbados por otros factores interseccionales, como el origen nacional, la raza, la etnia, el género, la orientación sexual, la edad, la religión, el nivel socioeconómico o las discapacidades.
- Además, la psicopatologización de las personas trans las expone al riesgo de ser forzadas o coaccionadas a someterse a los llamados procedimientos de «conversión» o «reparativos». Estas prácticas dañinas y poco éticas, también conocidas como Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual e Identidad de Género (SOGICE), buscan suprimir o cambiar la orientación sexual o la identidad de género natural de una persona. Estas prácticas carecen de fundamento empírico, no tienen indicios médicos de su eficacia y representan una grave amenaza para la salud y los derechos humanos de quienes las sufren. Pueden provocar ansiedad, depresión, baja autoestima, abuso de sustancias, suicidio, y deterioro de la salud cardiovascular y otros problemas de salud somáticos.
- Las experiencias negativas en la atención médica afectan la relación médico-paciente, lo que lleva a las personas trans a evitar el acceso a la atención, incluso cuando está disponible. Cuando las personas trans se sienten seguras y confiadas de que su identidad de género será reafirmada en un entorno respetuoso y confidencial, es más probable que compartan sus experiencias personales abiertamente. Esta transparencia permite a los médicos brindar atención específica que aborde las necesidades de salud específicas de los pacientes trans.
- Los médicos, estudiantes de medicina y otros profesionales de la salud trans también se enfrentan a discriminación, desventajas, marginación y acoso en el ámbito laboral, escolar, en organizaciones profesionales y en otros entornos. Los ambientes laborales y de aprendizaje perjudiciales pueden provocar estrés, aislamiento social y agotamiento, especialmente entre las personas marginadas.
Principios Generales
- La AMM enfatiza el derecho de todas las personas a determinar y vivir su propio género y reconoce la diversidad de género.
- La AMM afirma firmemente que la incongruencia de género (CIE 11) no representa una enfermedad ni un trastorno mental; sin embargo, puede provocar incomodidad, angustia o el deseo de transición para vivir y ser aceptado como una persona del género experimentado.
- La AMM condena todas las formas de discriminación, estigmatización y violencia contra las personas trans y pide medidas legales apropiadas para proteger sus derechos civiles iguales.
- La AMM afirma que, en general, cualquier procedimiento relacionado con la salud o atención de afirmación de género relacionada con la identidad trans de una persona (por ejemplo, intervenciones quirúrgicas, terapia hormonal o atención de salud mental), requiere la entrega de información científica precisa sobre las consecuencias de la atención de afirmación de género y el consentimiento libre e informado del paciente.
- La AMM condena rotundamente las llamadas prácticas de «conversión» o «reparativas» (SOGICE). Estas constituyen violaciones de los derechos humanos y son prácticas injustificables que deben ser denunciadas y sancionadas. Es contrario a la ética que los médicos participen en cualquier etapa de estos procedimientos. Los sistemas de salud deben aspirar a que las personas trans tengan la mejor calidad de vida posible.
- La AMM afirma su postura de que ninguna persona, independientemente de su edad, condición médica, enfermedad o discapacidad, credo, origen étnico, género, nacionalidad, afiliación política, raza, cultura, orientación sexual, posición social o cualquier otro factor, debe ser sometida a esterilización forzada u obligada de ningún tipo (de acuerdo con la Declaración de la AMM sobre la Esterilización Forzada u Obligada). Esto también incluye la esterilización como condición para la rectificación del sexo registrado en documentos legales, independientemente de la reasignación de género.
RECOMENDACIONES
- La AMM insta a que se hagan todos los esfuerzos posibles para que la atención médica individualizada, multiprofesional, interdisciplinaria y asequible que reafirme el género (incluido el asesoramiento, la depilación, la terapia del habla, el tratamiento hormonal, las intervenciones quirúrgicas y la atención de la salud reproductiva y mental) esté disponible para todas las personas que experimentan incongruencia de género. A fin de reducir las posibles consecuencias negativas para la salud, esta atención debe guiarse por la debida consideración de la evidencia científica disponible y adaptarse a las necesidades y objetivos de cada individuo.
- La AMM pide a todos los médicos:
- Respetar el derecho de cada persona a la autoidentificación con respecto a su género.
- Garantizar que los niños y adolescentes reciban una consideración especial y una evaluación individual que reconozca su vulnerabilidad específica antes de iniciar cualquier forma potencial de atención médica.
- Clasificar las enfermedades físicas y los problemas de salud mental según los síntomas clínicamente relevantes, según los criterios de la CIE-11, independientemente de la identidad de género, y brindar atención de calidad de acuerdo con los tratamientos y protocolos reconocidos internacionalmente y de conformidad con los principios establecidos en el Código Internacional de Ética Médica de la AMM.
- Proporcionar un entorno de atención médica seguro, respetuoso e inclusivo para las personas trans.
- Cuando corresponda, derivar a las personas trans a médicos con mayor conocimiento y experiencia en temas de salud trans para garantizar que se les brinde la más alta calidad de atención.
- Fomentar entornos de trabajo y aprendizaje seguros, respetuosos e inclusivos para médicos, estudiantes de medicina y otros profesionales de la salud trans.
- Participar en la educación médica continua y el desarrollo profesional con el fin de fomentar un mayor estudio y comprensión de las necesidades de salud específicas de las personas trans y los beneficios o riesgos de ciertos tratamientos.
- Cuando corresponda, involucrar a las personas cercanas al paciente en las conversaciones sobre su atención médica, de acuerdo con sus preferencias, respetando su consentimiento y respetando debidamente la confidencialidad del paciente.
- Denunciar la legislación y las prácticas que violan los derechos humanos de las personas trans.
- Rechazar y negarse a participar en cualquier etapa de las llamadas prácticas de «conversión» o «reparativas».
- La AMM pide a los miembros constituyentes y asociaciones profesionales:
- Adoptar medidas para identificar y combatir las barreras a la atención médica que enfrentan las personas trans.
- Promover entornos laborales y de aprendizaje seguros e inclusivos para médicos, estudiantes de medicina y otros profesionales de la salud trans.
- Establecer y aplicar políticas no discriminatorias de conformidad con la Declaración de la AMM sobre la No Discriminación en la Afiliación y las Actividades Profesionales de los Médicos.
- Crear directrices para médicos que describan los desafíos específicos de salud física y mental que enfrentan los pacientes trans, cuando corresponda.
- Siempre que sea posible, promover cambios en la educación médica, la formación especializada y los planes de estudio de CME/CPD para apoyar la prestación de atención que afirme el género y para ayudar a los médicos a prestar una atención adecuada que satisfaga las necesidades de salud específicas de los pacientes trans y a reconocer y evitar prácticas discriminatorias.
- Promover el establecimiento de canales para que los médicos trans denuncien incidentes de discriminación o prejuicios contra ellos mismos o contra pacientes trans.
- En entornos donde se garantice la confidencialidad y la seguridad del paciente y no se pueda abusar de los datos, fomentar la recopilación voluntaria de datos en el ámbito clínico y la presentación de informes periódicos sobre los resultados de salud de los grupos de pacientes trans, considerando también la interseccionalidad, para garantizar y mejorar aún más la prestación de atención médica específica y apropiada.
- Condenar activamente las llamadas prácticas de “conversión” o “reparativas” como contrarias a la ética.
- La AMM pide a los gobiernos:
- Adoptar e implementar un marco legal integral para proteger a las personas trans de la discriminación y la violencia, y para apoyar su plena participación en la sociedad, incluido el acceso a una atención médica asequible y de calidad que reafirme su género.
- Esforzarse por garantizar que los procesos administrativos, los registros médicos y las vías de atención respeten y reflejen el nombre y el género autoidentificados del paciente, evitando prácticas que afecten su dignidad o seguridad.
- Mantener un interés continuo en los derechos de las personas trans en materia de salud mediante la investigación de servicios de salud a nivel nacional y la utilización de estos resultados en la elaboración de políticas sanitarias y médicas. El objetivo debe ser un sistema de salud receptivo y adaptado a cada paciente.
- Rechazar y derogar la legislación anti-trans.
- Condenar y prohibir las llamadas prácticas de «conversión» o «reparativas».
- Promover políticas que contrarresten las desigualdades en salud y otras desigualdades causadas por la discriminación manifiesta e implícita contra las personas trans.
- Fomentar la educación sobre las diversas manifestaciones de la identidad y la expresión de género para aumentar su aceptación y con el objetivo final de promover una mejor salud física y mental para todas las personas.
- Promover y financiar más investigación en este ámbito para lograr el mejor estándar de atención basado en la evidencia para las personas trans y combatir la censura de la investigación sobre las personas trans.
- Proteger a los médicos y otros profesionales de la salud que prestan atención que afirma el género y ofrecer protecciones adicionales contra la discriminación y la violencia.
- Involucrar a las organizaciones que representan a las personas trans como como actores clave valiosos y colaboradores expertos en la elaboración de políticas de salud, protocolos clínicos, materiales educativos y modelos de atención.
[1] Aunque el término “transexual” está desactualizado e inapropiado, y su uso se ha descontinuado en el ámbito médico, se hace referencia a él aquí porque todavía se utiliza a veces en disposiciones legales relacionadas con las personas trans.