Adoptada por el 220º Consejo de la AMM, París (híbrido), abril 2022
Y revisada y adoptada como Resolución por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

Recordando que la Asociación Médica Mundial se fundó teniendo como telón de fondo las atrocidades de la guerra y cómo se abusaba de la profesión médica por violar los derechos humanos y la dignidad;

Reafirmando la Declaración de Ginebra de la AMM como un modelo de principios fundamentales con los que están comprometidos los médicos del mundo;

Profundamente conmocionada por los bombardeos del ejército ruso contra civiles y hospitales ucranianos, incluidas las salas de maternidad, lo que infringe la neutralidad médica en las zonas de conflicto. La AMM y sus miembros expresan su solidaridad con el pueblo ucraniano y brindan su apoyo a los trabajadores de la salud ucranianos e internacionales movilizados en condiciones extremadamente difíciles;

Recordando la Declaración de la AMM sobre la Cooperación de las Asociaciones Médicas Nacionales durante o después de los Conflictos, la Declaración sobre Conflictos Armados, la Normativa en Tiempos de Conflicto Armado y Otras Situaciones de Violencia, la Declaración sobre la Protección e Integridad del Personal Médico en Conflictos Armados y Otras Situaciones de Violencia, la Declaración sobre la Protección del Personal Médico en Situaciones de Emergencias y la Declaración sobre la Atención Médica de los Migrantes;

Enfatizando la necesidad de respetar los Convenios de Ginebra y sus protocolos como núcleo del derecho internacional humanitario, así como la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas;

Considerando el sufrimiento y la tragedia humana causados por la invasión rusa a Ucrania, incluida una crisis de refugiados a gran escala;

 

RECOMENDACIONES 

  1. Los Miembros Constituyentes de la AMM se solidarizan con la Asociación Médica Ucraniana y con todos los profesionales de la salud.
  2. La AMM condena la invasión rusa a Ucrania y pide el cese de las hostilidades.
  3. La AMM considera que el liderazgo político y las fuerzas armadas de Rusia son responsables del sufrimiento humano causado por el conflicto.
  4. La AMM llama a los médicos rusos y ucranianos a mantener en alto los principios de la Declaración de Ginebra de la AMM y otros documentos que sirven como guía para el personal médico en tiempos de conflicto.
  5. La AMM exige que las partes en conflicto respeten la Ley Humanitaria pertinente y no utilicen las instalaciones de salud como cuarteles militares, ni ataquen a instituciones, trabajadores y vehículos de salud, ni restrinjan el acceso de heridos y pacientes a la atención médica, como se establece en la Declaración de la AMM sobre la Protección de los Trabajadores de la Salud en Situaciones de Violencia.
  6. La AMM destaca que las partes en conflicto deben esforzarse por proteger a las poblaciones más vulnerables.
  7. La AMM subraya que es fundamental que se garantice el acceso a la atención médica a todas las víctimas, civiles o militares, de este conflicto, sin distinción.
  8. Los médicos y todo el resto del personal médico, tanto ucraniano como internacional, involucrado en las ONG, bajo ninguna circunstancia debe ser obstaculizado en el ejercicio de su deber inquebrantable, de acuerdo con las recomendaciones internacionales proporcionadas en la declaración de la AMM sobre la protección de los trabajadores de la salud en situaciones de emergencia, la declaración de la AMM sobre la protección e integridad del personal médico en conflictos armados y otras situaciones violentas y en la declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los derechos y responsabilidades de los individuos, grupos y órganos de la sociedad para promover y proteger los derechos humanos derechos y libertades fundamentales universalmente reconocido
  9. La AMM pide a las partes que aseguren que se brinden servicios esenciales a quienes se encuentren en áreas dañadas y perturbadas por el conflicto.
  10. La AMM llama a la comunidad internacional y a los gobiernos a acudir en ayuda de todas las personas desplazadas por este conflicto que puedan elegir su país como destino tras su salida de Ucrania.
  11. La AMM insta a todas las naciones que reciben personas que huyen del conflicto a garantizar el acceso a condiciones de vida seguras y adecuadas y servicios esenciales para todos los migrantes, incluida la atención médica adecuada, según sea necesario.
  12. La AMM hace un llamado a las partes en conflicto, así como a la comunidad internacional, para garantizar que cuando termine el conflicto, se debe dar prioridad a la reconstrucción de la infraestructura esencial necesaria para una vida saludable, que incluye vivienda, alcantarillado, suministro de agua potable y provisión de alimentos, seguida por la restauración de oportunidades educativas y laborales.

Adoptada en la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

INTRODUCCIÓN

1.      Los deberes del médico en tiempos de conflicto armado están establecidos en la Declaración de la AMM sobre los Principios éticos de la asistencia de salud en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de emergencia y las Regulaciones de la AMM en Tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia.

2.      Los médicos deben instar a los políticos, gobiernos y otros que tienen el poder a ser más conscientes sobre las consecuencias, incluido el impacto en la salud,  de sus decisiones en el inicio o continuación de un conflicto armado.

3.      Los conflictos armados perjudican la salud de las personas y las poblaciones, al igual que la infraestructura importante, incluidos los establecimientos de salud, la vivienda, redes de agua potable y alcantarillado. También llevan a una degradación del medio ambiente. Esta destrucción de infraestructura importante puede tener consecuencias adversas para la salud, como la desnutrición y enfermedades infecciosas  o transmitidas por el agua, como el cólera y la tifoidea. La guerra también destruye la infraestructura laboral, incluidas las fábricas, centros de producción y la agricultura. Reparar la infraestructura dañada no se puede realizar hasta el cese del conflicto.

4.      Las guerras comienzan por muchas razones diferentes. Los esfuerzos para evitar los conflictos a menudo son insuficientes e inadecuados, los líderes de los países puede que no busquen todas las alternativas. Siempre es deseable evitar la guerra y buscar soluciones constructivas.

5.      Es esencial que los que afirman que una guerra es una “guerra justa” entiendan que esto es una circunstancia rara y extrema que no debe ser sobredimensionada. El concepto de “guerra justa” no debe utilizarse para legitimar la violencia.

6.      Es probable que la guerra y otras formas de conflicto armado empeoren el sufrimiento de los más pobres y contribuya a producir una gran cantidad de personas desplazadas internamente y refugiados.

7.      Durante los conflictos, los médicos deben tratar de influenciar a las partes, a fin de aliviar el sufrimiento de las poblaciones.

RECOMENDACIONES

8.      La AMM considera que los conflictos armados siempre deben ser el último recurso. Los médicos y las AMNs deben alertar  a los gobiernos y actores no gubernamentales sobre las consecuencias humanas de la guerra.

9.      Los médicos deben instar a los políticos, gobiernos y otros que tienen el poder a ser más conscientes sobre las consecuencias de sus decisiones en relación con el conflicto armado.

10.    La AMM reconoce que los conflictos armados siempre causarán muchísimo sufrimiento humano. Los Estados y otras autoridades, incluidos los actores no gubernamentales que entran en un conflicto armado, deben aceptar la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones y estar preparados para responder por ellas, incluso ante tribunales de justicia y cortes internacionales y recomienda que las autoridades reconozcan y cooperen para asegurar que esto suceda.

11.    La AMM reconoce que el impacto de los conflictos armados será más importante para las mujeres y poblaciones vulnerables, incluidos los niños, jóvenes, ancianos y los más pobres de la sociedad. Los médicos deben tratar de asegurar que la asignación de los recursos de salud no tenga un impacto discriminatorio.

12.    Los médicos deben recordar continuamente a las personas en el poder la necesidad de proporcionar estos servicios esenciales a las personas en las zonas afectadas y perturbadas por el conflicto.

13.    Una vez terminado el conflicto, se debe dar prioridad a reconstruir la infraestructura esencial necesaria para tener una vida saludable, incluidos vivienda, alcantarillado, suministro de agua potable y alimentos, seguido  del restablecimiento de oportunidades de educación y trabajo.

14.    La AMM exige que las partes del conflicto respeten el Derecho Humanitario  y no utilicen los establecimientos de salud como cuarteles militares ni dirijan sus ataques a instituciones, personal y vehículos de salud, respeten el Derecho Humanitario Internacional (DHI) establecido, ni restrinjan el acceso de los heridos y pacientes a la salud, como se estipula en la Declaración de la AMM sobre la Protección del personal de salud en situaciones de violencia.

15.    Los médicos deben cooperar con los organismos de ayuda y otros, a fin de tratar de asegurar que las partes protejan la integridad de las familias y cuando sea posible alejar a la gente del peligro directo e inmediato.

16.    Los médicos deben ser conscientes de la probable prevalencia del síndrome de estrés postraumático (SEPT) y otros problemas psicológicos y psicosomáticos post conflicto y prestar una atención y tratamiento apropiados a los combatientes y civiles.

17.    Los médicos, incluidos los especialistas forenses, deben ayudar a las familias a asegurarse que los esfuerzos para identificar a los desaparecidos y muertos no sean utilizados por los servicios de seguridad.

Adoptada por la 42ª Asamblea Médica Mundial Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
y eliminadas en la Asamblea General de la AMM, Santiago 2005

La Asociación Médica Mundial llama la atención de la profesión médica a través de todo el mundo sobre los peligros que presentan las armas químicas y biológicas. Entre otros peligros más obvios se destacan:

  1. La utilización de dichas armas tendría un efecto devastador sobre la población civil, además del personal militar, no sólo en el área afectada por el impacto, sino que también en lugares a gran distancia, tal vez fuera de los límites nacionales de los combatientes.
  2. Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas representan una continua amenaza para la salud del ser humano, a largo plazo que causen posiblemente enfermedades, heridas y defectos en la población por un largo tiempo.
  3. Los efectos de exposición a las armas químicas y biológicas también pueden tener como resultado cambios impredecibles, complejos y permanentes en el ambiente natural, incluyendo animales, plantas y fuentes de agua, destruyendo así el origen de los alimentos para el ser humano, lo que tendría como consecuencia una gran mortalidad.
  4. Los servicios de atención médica existentes, la tecnología y el personal médico pueden ser insuficientes para aliviar el sufrimiento causado por la exposición a las armas químicas y biológicas.

La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial llama a los médicos a consagrar sus vidas al servicio de la humanidad, a prometer que la salud del paciente estará ante todo y que no empleará sus conocimientos médicos en contra de las leyes humanas.

La Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial estipula que la misión del médico es velar por la salud de la humanidad. Sus conocimientos y su conciencia deben estar dedicados al cumplimiento de esta misión.

La Declaración de Tokio de la Asociación Médica Mundial comienza con el siguiente párrafo:

«Es el privilegio del médico practicar la medicina al servicio de la humanidad, preservar y restablecer la salud mental y corporal sin distinción de personas, aliviar el sufrimiento de sus pacientes. Mantener el máximo respeto por la vida humana, incluso bajo amenaza, sin hacer jamás uso de sus conocimientos médicos en contra de las leyes humanas.»

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial considera que es contrario a la ética de los médicos, cuya misión es prestar atención médica, participar en la investigación y producción de armas químicas y biológicas, y utilizar su conocimiento personal y científico en la concepción y fabricación de dichas armas:

Además, la Asociación Médica Mundial:

  1. Condena la producción y utilización de armas químicas y biológicas.
  2. Pide a todos los gobiernos que se abstengan de producir y utilizar armas químicas y bilógicas.
  3. Pide a todas las asociaciones médicas nacionales que se sumen a la AMM y apoyen activamente esta Declaración.

Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016.
y reafirmada con cambios menores por la 218ª sesión del Consejo (en línea), Londres, Reino Unidooctubre 2021 

 

La Asociación Médica Mundial (AMM) observa con gran preocupación y repetidos ataques a los establecimientos de salud, personal de salud y pacientes desde el comienzo de la guerra en Siria en el 2011. Estos ataques han matado y herido a civiles y los más vulnerables entre ellos, niños y pacientesLa AMM recuerda que los establecimientos y el personal de salud, conforme al derecho internacional, deben ser protegidos por todas las partes del conflicto. 

Por lo tanto, la AMM: 

  • Lamenta profundamente y condena los constantes ataques a los establecimientos de salud, al personal de salud y los pacientes y los considera una violación a los derechos humanos. 
  • Llama a todos los países a implementar plenamente la Resolución 2286 de la ONU (2016) que exige a todas las partes de conflictos armados cumplir totalmente con sus obligaciones del derecho internacional, asegurar el respeto y la protección de todo el personal de salud y humanitario que trabaja de manera exclusiva en las tareas médicas, de sus medios de transporte y equipos, como también hospitales y otros establecimientos de salud. 
  • Exige una investigación inmediata e imparcial de los ataques contra los establecimientos y el personal de salud y que se tomen medidas con los responsables, conforme a la legislación nacional e internacional. 

 

 

Adoptada en la 203ª Sesión del Consejo de la AMM, Buenos Aires, abril 2016 como la resolución de consejo,
adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016,
y cancelada y archivada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

INTRODUCCION 

En la actualidad, un gran número de personas busca de refugio o asilo, algunos huyen de las zonas de guerra u otros conflictos, otros huyen desesperados de la pobreza, la violencia y las injusticias y abusos, con potenciales efectos muy perjudiciales para la salud mental y física.

La comunidad mundial está mal preparada para enfrentar la crisis de refugiados, incluidas las necesidades de las personas que buscan refugio.

La AMM reconoce que la migración masiva continuará a menos que la gente esté feliz de quedarse en su país de nacimiento, porque ven oportunidades para vivir su vida en relativa paz y seguridad y ofrecerse a sí mismos y sus familias la capacidad para vivir una vida con oportunidades para el cumplimiento de varios tipos, incluido la mejora económica. La comunidad mundial tiene la responsabilidad de tratar de mejorar la situación de todos los pueblos, incluidos la de los países con las economías más pobres en la actualidad y otros factores clave. El desarrollo sostenible dará a todas las poblaciones mejor seguridad y opciones económicas.

La AMM reconoce que la guerra y otros conflictos armados, incluso los enfrentamientos civiles continuos, disturbios y violencia, conducirán inevitablemente al movimiento de personas. Mientras peor sea el conflicto, mayor es el porcentaje de personas que querrán dejar la zona de conflicto. Hay una responsabilidad de la comunidad mundial, los líderes políticos, especialmente, para tratar de apoyar el proceso de paz y la solución de conflictos.

La AMM reconoce y condena el fenómeno de la migración forzada, que es inhumano y debe ser detenido. Estos casos deben ser considerados para remitirlos a la Corte Penal Internacional.

PRINCIPIOS

1. La AMM reitera la Declaración de la AMM sobre Atención Médica para refugiados adoptada originalmente en Ottawa, Canadá en 1998 que estipula lo siguiente:

  • Los médicos tienen el deber de prestar atención médica apropiada sin considerar el estado civil o posición política del paciente y los gobiernos no deben negar al paciente el derecho de recibir dicha atención, ni deben intervenir con el deber del médico de cumplir con su obligación de aplicar un tratamiento sólo en base a la necesidad clínica.
  • Los médicos no pueden ser obligados a participar en ninguna medida de castigo o judicial hacia los refugiados, incluidos los que piden asilo, los que tienen asilo rechazado, migrantes indocumentados o personas desplazadas internamente, o a aplicar un tratamiento o medida que no esté médicamente justificado, como el uso de calmantes para facilitar una fácil expulsión del país o una reubicación.
  • Se debe permitir que los médicos tengan suficiente tiempo y recursos para evaluar la condición física y psicológica de los refugiados que solicitan asilo.
  • Las asociaciones médicas nacionales deben apoyar activamente y promover el derecho de todos a recibir atención médica sólo en base a la necesidad clínica y pronunciarse contra la legislación y prácticas contrarias a este derecho fundamental.

2. La AMM insta a los gobiernos y autoridades locales a asegurar el acceso adecuado a la salud, al igual que a las condiciones de vida seguras y apropiadas para todos independientemente de la situación legal.

Adoptada por la 10ª Asamblea Médica Mundial, La Habana, Cuba, octubre 1956,
Editada por la 11ª Asamblea Médica Mundial, Estambul, Turquía, octubre 1957,
Enmendada por la 35ª Asamblea Médica Mundial, Venecia, Italia, octubre 1983 y por la 55a Asamblea General de la AMM, Tokio, Japón, octubre 2004,
Revisada en su redacción por la 173ª Sesión del Consejo, Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2006
,
Enmendada por la 63ª Asamblea General de la AMM, Bangkok, Tailandia, octubre 2012
y por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023*


* Las Regulaciones de la AMM en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia adoptadas en 1956 fueron reclasificadas como «
Declaración » por la 63ª Asamblea General, Kigali, Ruanda, octubre de 2023.

 

INTRODUCCION

La tarea principal de la profesión médica es promover la salud y salvar la vida, la obligación principal de los médicos es con sus pacientes; en todas sus actividades profesionales, los médicos deben adherirse a las convenciones internacionales sobre derechos humanos, al derecho internacional humanitario y a la Declaración de Ginebra de la AMM, el Código Internacional de Ética Médica y otras declaraciones pertinentes de la AMM sobre ética médica[1], en cuanto a los Principios Éticos de la Atención de la Salud en Tiempos de Conflicto y Otras Emergencias, elaborados por organizaciones de salud civiles y militares, incluida la AMM, bajo la iniciativa del Comité Internacional de la Cruz Roja.

 En situaciones de conflicto armado y otras situaciones de violencia, los gobiernos, las fuerzas armadas beligerantes y otros en posiciones de poder deben cumplir con sus obligaciones de acuerdo con el derecho internacional, incluidos y aplicables los Convenios de Ginebra (1949) y los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra (1977, 2005).

Esta obligación incluye el requisito de proteger al personal y las instalaciones de atención médica (véase, por ejemplo, la Declaración de la AMM sobre la protección e integridad del personal de salud en conflictos armados y otras situaciones de violencia, 2022), incluido cualquier medio de transporte dedicado a los heridos y enfermos, al personal de salud o al equipo médico.

Esta obligación también incluye condenar los ataques contra las instalaciones y el personal de atención médica y el uso de la denegación de servicios médicos incluidos como táctica o estrategia en la guerra, por cualquiera de las partes, donde sea y cuando sea que ocurra.

La AMM apoya mecanismos de denuncia eficientes, seguros e imparciales con recursos suficientes para recopilar y difundir datos sobre agresiones a médicos, otro personal e instalaciones de salud, y brindar a la OMS y otros organismos pertinentes el apoyo necesario para cumplir con su función en documentar los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias.

Las agresiones contra el personal de salud deben ser investigadas y los responsables deben ser llevados ante la justicia; con este fin, se deben usar o cuando sea pertinente elaborar mecanismos de aplicación adecuados y se deben garantizar los recursos necesarios.

 Los médicos deben tener acceso a todas las personas que necesitan atención, incluidas las privadas de libertad.

Los médicos tienen la responsabilidad de presionar a los gobiernos y otras autoridades para que proporcionen la infraestructura y el equipo que es un requisito previo para la salud y la atención médica, incluidos el agua potable, alimentos y alojamiento adecuados, infraestructura apropiada, equipo clínico y personal de salud disponible, y equipo de protección personal (EPP) necesario.

Cuando el conflicto parezca inminente e inevitable, las autoridades pertinentes son responsables de garantizar la protección de la infraestructura de salud y de planificar cualquier reparación necesaria en el período inmediatamente posterior al conflicto.


Respeto de las reglas de ética profesional

En tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia, las normas éticas de la profesión médica se aplican como en tiempos de paz. El deber profesional de tratar a las personas con humanidad y respeto se aplica a todos los pacientes. El médico debe actuar siempre de acuerdo con neutralidad médica y prestar la atención necesaria con imparcialidad y sin discriminación.

 Los médicos nunca deben ser perseguidos por cumplir con cualquiera de sus obligaciones éticas, y no pueden ser obligados por gobiernos, fuerzas armadas u otros en posiciones de poder, a realizar cualquier acción que contravenga las reglas éticas de la profesión médica.

Siempre se debe respetar la privacidad de los enfermos, heridos y muertos y la confidencialidad debidamente respetada.

La atención médica prestada a los enfermos y heridos, civiles o combatientes, no puede ser utilizada para publicidad o propaganda.

Los médicos no deben difundir desinformación ni manipular hechos para el público, los medios de comunicación o las redes sociales.

La formación ética sobre el tema del tratamiento médico de los prisioneros de guerra y los detenidos se debe proporcionar en las escuelas de medicina y durante la educación de posgrado.

 

RECOMENDACIONES

En situaciones de conflicto armado y otras situaciones de violencia, el medico debe:

Principios generales

  1. No tomar parte en ningún acto de hostilidad y rechazar cualquier orden ilegal o poco ética;
  2. No cometer ni asistir en violaciones de leyes internacionales;
  3. No abandonar a los heridos y enfermos mientras se considera la propia seguridad y competencia del médico y la disponibilidad de otras opciones viables de atención;
  4. Promover la neutralidad médica al abogar y brindar atención efectiva e imparcial al paciente sin discriminación; no se debe hacer distinción entre pacientes excepto en base a hechos clínicos;
  5. Prestar especial atención a las partes más vulnerables o marginalizadas de la población que necesitan atención (p. ej., mujeres, niños, ancianos, personas con necesidades específicas de atención médica y desplazados) y a sus necesidades específicas de atención médica al cumplir con los principios del triaje;
  6. Respetar a la persona herida o enferma, su autonomía, confianza y dignidad;
  7. Respetar la confidencialidad, de conformidad con la Declaración de Ginebra (“Juramento de los médicos”) y el Código Internacional de Ética Médica;
  8. Considerar detenidamente cualquier doble obligación a la que pueda estar vinculado el médico o conflictos de interés que puedan presentarse.

Detención

  1. Prestar atención médica a toda persona tomada como prisionera;
  2. Abogar por visitas periódicas a las prisiones y presos por parte de los médicos.
  3. Nunca tolerar, facilitar o participar en la práctica de la tortura o cualquier forma de trato cruel, inhumano o degradante, ni en ninguna forma de abuso, incluida la alimentación forzada, la trata de personas o el tráfico de órganos humanos;
  4. En línea con el Código Internacional de Etica Médica, la Declaración de Tokio, la Declaración de la AMM sobre la Responsabilidad de los Médicos en la Documentación y Denuncia de Actos de Tortura o Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, el Protocolo de Estambul y las Reglas Mínimas Estándares de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Reclusos (Reglas Nelson Mandela), denunciar actos de tortura o tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes

Actividades prohibidas

  1. Nunca utilizar la situación y la vulnerabilidad de los heridos y enfermos para beneficio personal;
  2. Nunca usar los privilegios y facilidades de la salud contrarios a los fines destinados.

Salud Pública

  1. Informar a las autoridades correspondientes si no se satisfacen las necesidades de atención médica;
  2. Respetar las obligaciones legales de informar a las autoridades correspondientes en materia de epidemiología;
  3. Respetar las Declaraciones de la AMM de Helsinki y de Taipei sobre investigación y gestión de datos;
  4. Denunciar e intervenir en contra cualquier práctica inescrupulosa, incluida la distribución de medicamentos y materiales de mala calidad o falsificados;
  5. Ser consciente de los traumas de salud mental relacionados con la guerra cuando atienda a pacientes, personas desplazadas internamente y refugiados.

 

[1] Declaración de la AMM sobre la Protección y la Integridad del Personal Médico en los Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia / Declaración de la AMM sobre los Conflictos armados

Adoptada por la 62ª Asamblea General de la AMM, Montevideo, Uruguay, octubre 2011
Y revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

INTRODUCCION

El derecho a la salud y a la asistencia médica es un derecho humano básico que debe ser garantizado en todo momento: los principios éticos de atención médica se mantienen los mismos en tiempos de emergencias y en tiempos de paz. El personal de salud debe ser protegido debidamente.

Diversos acuerdos internacionales, incluidos los Convenios de Ginebra (1949), los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales (1977, 2005) y los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por los Funcionarios de la ONU Encargados de Hacer Cumplir la Ley, deben garantizar un acceso seguro a la asistencia médica y también a la protección del personal de salud.

La Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU (2016) condena los ataques y amenazas contra el personal de la salud, exige terminar con la impunidad de los responsables y que todas las partes del conflicto armado cumplan cabalmente con sus obligaciones con el derecho internacional.

A pesar de los estándares internacionales reconocidos y de la movilización de interesados humanitarios y en derechos humanos en los últimos años que denuncian el aumento de la violencia contra la salud en el mundo, la AMM observa con gran preocupación ataques persistentes y uso indebido de hospitales y otras instalaciones médicas, al igual que amenazas, asesinatos y otras violencias a pacientes y personal de la salud durante las emergencias.

La AMM condena enérgicamente el azote de la violencia contra el personal de salud y sus establecimientos con consecuencias humanitarias desastrosas e impactos importantes en la capacidad del sistema de salud para proporcionar la atención necesaria, con sufrimiento y muertes injustificables. La violencia contra el personal de la salud constituye una emergencia internacional que requiere medidas urgentes.

Recordando su Declaración sobre los Conflictos Armados, la AMM reafirma que los conflictos armados siempre deben ser un último recurso y que los Estados y otras autoridades que entran en un conflicto armado deben aceptar la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones.

La seguridad personal de los médicos y otro personal de la salud es esencial para que puedan prestar atención médica y salvar vidas en las situaciones de conflicto. Siempre deben ser respetados como neutrales y nunca se les debe impedir cumplir con sus deberes. El personal y los establecimientos de salud nunca deben ser utilizados como un medio de guerra.

Recordando sus Regulaciones en Tiempos de Conflicto Armado y otras Situaciones de Violencia, la AMM reafirma que la principal obligación de los médicos y de otro personal de la salud siempre es para con sus pacientes. Tienen las mismas responsabilidades éticas en situación de violencia o conflictos armados que en tiempos de paz, el mismo deber de preservar la salud y salvar vidas, deben en todo momento actuar conforme a los principios éticos de la profesión, la legislación internacional y nacional pertinente y su conciencia.

RECOMENDACIONES

La AMM llama a todas las partes involucradas en situaciones de violencia a:

  1. Respetar plenamente sus obligaciones bajo el derecho internacional, incluido la legislación de derechos humanos y el derecho internacional humanitario, en particular con sus obligaciones con los Convenios de Ginebra de 1949 y las obligaciones aplicables por los Protocolos Adicionales de 1977 y 2005.
  2. Asegurar la independencia y seguridad personal de los funcionarios de salud en todo momento, incluso durante los conflictos armados y otras situaciones de violencia, de acuerdo a los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales.
  3. Respetar y promover los principios del derecho internacional humanitario y de derechos humanos que protegen la neutralidad médica en situaciones de conflicto.
  4. Proteger las instalaciones y el transporte médico y a las personas atendidas allí, proporcionar el entorno laboral más seguro posible para el personal de la salud y protegerlos de amenazas, interferencias y ataques.
  5. Nunca hacer un mal uso de los hospitales y otros establecimientos de salud con fines militares y dedicarlos exclusivamente a la atención médica.
  6. Permitir que el personal de la salud trate a los pacientes heridos o enfermos, independientemente de su papel en un conflicto y realizar sus deberes médicos con libertad e independencia, conforme a los principios de su profesión y sin temor a castigos o intimidación.
  7. Asegurar que los heridos y otros que necesiten atención médica tengan un acceso seguro a los establecimientos de salud y que no sea impedido indebidamente.
  8. Asegurar que el equipo, incluido el de protección personal, necesario para la seguridad del personal de la salud, esté disponible cuando sean necesarios y que el personal sea el adecuado.
  9. Respaldar y respetar estrictamente las reglas éticas de la profesión médica definidas, entre otros documentos, en la Declaración de la AMM sobre Principios éticos de atención médica en tiempos de conflicto armado y otras emergencias y en las Regulaciones de la AMM para Tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia y nunca pedir a los médicos o forzarlos a incumplir o renunciar a estas reglas, en particular:
  • Los privilegios y facilidades otorgados a los médicos y otros profesionales de la salud en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia nunca deben ser utilizados para otros fines que no sean la atención médica.
  • Los médicos deben en todo momento demostrar respeto apropiado por la confidencialidad médica.
  • Los médicos nunca deben aceptar torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en ninguna circunstancia, nunca deben estar presentes o participar en dichos actos.
  • Los médicos tienen el deber de reconocer y apoyar a las poblaciones vulnerables, incluidos mujeres, niños, refugiados, discapacitados y desplazados.
  • Los médicos y los miembros constituyentes de la AMM deben alertar a los gobiernos y a los actores no estatales sobre las consecuencias de la guerra para el ser humano.
  • Cuando el conflicto parezca inminente e inevitable, los médicos deben asegurarse que las autoridades planifiquen la protección de la infraestructura de salud pública y cualquier reparación necesaria en el período inmediato después del conflicto.

La AMM llama a los gobiernos a:

  1. Establecer mecanismos de información eficaces, seguros e imparciales con los recursos suficientes para recolectar y divulgar los datos sobre agresiones a médicos, otro personal de la salud y establecimientos médicos.
  2. Proporcionar a la OMS el apoyo necesario para cumplir su papel de liderazgo en la documentación de los ataques al personal de la salud y los establecimientos[1].
  3. Promover mecanismos de investigación y presentación a la justicia a los responsables de las violaciones informadas de los acuerdos internacionales relativos a la protección del personal de la salud en los conflictos armados y otras situaciones de violencia y de aplicación de sanciones cuando éstas se hayan decidido.
  4. Elaborar e implementar una protección legal más eficaz para el personal médico y de salud, de manera que quien agreda a una enfermera, médico u otro personal de la salud sepa que dichas acciones serán penalizadas fuertemente

La AMM llama a los gobiernos, sus organizaciones miembros y organismos internacionales apropiados a:

  1. Crear conciencia de las normas internacionales sobre la protección del personal de la salud y cooperar con los diferentes actores para identificar las estrategias para enfrentar las amenazas a la salud y reforzar el mecanismo para investigar las violaciones informadas.
  2. Crear conciencia a nivel nacional y local de la importancia fundamental de proteger al personal de la salud y de mantener su neutralidad en tiempos de conflicto.
  3. Respaldar la educación de pregrado, postgrado y continua del personal de salud para asegurar sus competencias y seguridad cuando se vean enfrentados a conflictos armados y otras situaciones de violencia.

 

 

[1] La AMM reconoce que en algunas circunstancias la documentación y la denuncia de actos de torturas u otra violencia puede representar para el médico y sus cercanos un gran riesgo. En consecuencia, hacerlo puede tener efectos personales excesivos. Los médicos deben evitar poner a las personas en peligro cuando evalúen, documenten o informen los signos de torturas y tratos y castigos crueles, inhumanos y degradantes.

Adoptada por la 54a Asamblea General de la AMM, Helsinki, Finlandia, septiembre 2003,
Enmendada por la 64ª Asamblea General de la AMM, Fortaleza, Brasil, octubre 2013 y
Reafirmada con una revisión menor por el 224º Consejo de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

 

INTRODUCCION

En los últimos treinta años, las investigaciones forenses sobre el paradero y el destino de las personas asesinadas y desaparecidas como resultado de conflictos armados, otras situaciones de violencia y catástrofes se han convertido en una contribución importante a la acción humanitaria por las víctimas, incluidos los muertos y las desoladas familias, Las investigaciones forenses también han ayudado a obtener justicia y reparación para las víctimas.

En 2003, la Conferencia Internacional sobre los Desaparecidos y sus Familias, organizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), adoptó una serie de recomendaciones para ayudar a evitar que la gente desaparezca y resolver los casos de desaparecidos en conflictos armados y otras situaciones de violencia. Las recomendaciones incluyen incluidos los principios éticos, científicos y legales aplicables a las investigaciones forenses para la búsqueda, recuperación, manipulación e identificación de los restos humanos. Estos principios se han vuelto a elaborar en mayor profundidad y sirven como marco para la acción forense humanitaria en situaciones de conflictos armados, otras situaciones de violencia y en catástrofes [1]. Los principios también aseguran la gestión digna y profesional de los muertos [2], adherencia a las prácticas culturales y religiosas, y ayudan a dar respuestas a los deudos.

La AMM y sus miembros constituyentes tienen un rol en la promoción de estos principios y la motivación de su cumplimiento, a fin de asegurar las normas éticas, científicas y legales más altas posibles en las investigaciones forenses destinadas a abordar las consecuencias humanitarias de los conflictos armados, otras situaciones de violencia y catástrofes.

RECOMENDACIONES

  1. La AMM hace un llamamiento a sus miembros constituyentes para que:
    • Llamen la atención de los médicos sobre las normas de buena práctica producidas por el CICR, las Naciones Unidas e Interpol y recomienden o cuando sea posible exijan el cumplimiento de dichas normas.
    • Ayuden a asegurar que cuando sus médicos miembros participen en una investigación forense con fines humanitarios y de derechos humanos, la investigación se realice con un mandato claro y en base a las normas éticas, científicas y legales más altas posibles, conforme a los principios y práctica de la acción forense humanitaria elaborados por el CICR [3] y las Naciones Unidas [4].
    • Adquieran conocimientos respecto de los principios reunidos por las diferentes autoridades de investigación forense para la acción humanitaria, incluidos los elaborados por el CICR y las Naciones Unidas para evitar nuevos casos y resolver los casos existentes de desaparecidos y para ayudar a que sus miembros apliquen estos principios a las investigaciones forenses en todo el mundo.
    • Difundir los principios y apoyar a los médicos que se nieguen a tomar parte en investigaciones que son éticamente o de otra manera inaceptables.
    • Ayuden a asegurar que los médicos forenses cumplan con los principios establecidos en el derecho humanitario internacional para la manipulación digna y profesional de los muertos, incluida la adopción de todas las medidas para asegurar su identificación y el respeto de sus familiares.
  1. La AMM invita a sus miembros constituyentes a ser cuidadosos con las cualificaciones académicas y comprensión ética, y asegurar que los médicos forenses ejerzan con competencia e independencia.

 

[1] El CICR define las catástrofes como desastres más allá de lo esperado. Véase: M. Tidball-Binz, Managing the dead in catastrophes: guiding principles and practical recommendations for first responders. International review of the Red Cross, Vol 89 Number 866 June 2007 p.p. 421-442

[2] La gestión de los muertos (MotD) se refiere a un proceso que tiene diferentes etapas que comienza con la información o informe de la Muerte y finaliza con la entrega del cuerpo a los deudos, entrega de un certificado de defunción y disposición final.

[3] ICRC Guiding Principles for Dignified Management of the Dead in Humanitarian Emergencies and to Prevent them Becoming Missing Persons; Forensic Identification of Human Remains; Management of dead bodies after disasters: A manual for 1st responders; Guidelines for the use of Forensic Genetics in Investigations into Human Rights and International Humanitarian Law Violations

[4] UN Minnesota protocol applicable a la MotD en el context de violaciones de derechos humanos e investigaciones de delitos.