Declaración de la AMM sobre la Protección y la Integridad del Personal Médico en los Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia


Adoptada por la 62ª Asamblea General de la AMM, Montevideo, Uruguay, octubre 2011
Y revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

INTRODUCCION

El derecho a la salud y a la asistencia médica es un derecho humano básico que debe ser garantizado en todo momento: los principios éticos de atención médica se mantienen los mismos en tiempos de emergencias y en tiempos de paz. El personal de salud debe ser protegido debidamente.

Diversos acuerdos internacionales, incluidos los Convenios de Ginebra (1949), los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales (1977, 2005) y los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por los Funcionarios de la ONU Encargados de Hacer Cumplir la Ley, deben garantizar un acceso seguro a la asistencia médica y también a la protección del personal de salud.

La Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU (2016) condena los ataques y amenazas contra el personal de la salud, exige terminar con la impunidad de los responsables y que todas las partes del conflicto armado cumplan cabalmente con sus obligaciones con el derecho internacional.

A pesar de los estándares internacionales reconocidos y de la movilización de interesados humanitarios y en derechos humanos en los últimos años que denuncian el aumento de la violencia contra la salud en el mundo, la AMM observa con gran preocupación ataques persistentes y uso indebido de hospitales y otras instalaciones médicas, al igual que amenazas, asesinatos y otras violencias a pacientes y personal de la salud durante las emergencias.

La AMM condena enérgicamente el azote de la violencia contra el personal de salud y sus establecimientos con consecuencias humanitarias desastrosas e impactos importantes en la capacidad del sistema de salud para proporcionar la atención necesaria, con sufrimiento y muertes injustificables. La violencia contra el personal de la salud constituye una emergencia internacional que requiere medidas urgentes.

Recordando su Declaración sobre los Conflictos Armados, la AMM reafirma que los conflictos armados siempre deben ser un último recurso y que los Estados y otras autoridades que entran en un conflicto armado deben aceptar la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones.

La seguridad personal de los médicos y otro personal de la salud es esencial para que puedan prestar atención médica y salvar vidas en las situaciones de conflicto. Siempre deben ser respetados como neutrales y nunca se les debe impedir cumplir con sus deberes. El personal y los establecimientos de salud nunca deben ser utilizados como un medio de guerra.

Recordando sus Regulaciones en Tiempos de Conflicto Armado y otras Situaciones de Violencia, la AMM reafirma que la principal obligación de los médicos y de otro personal de la salud siempre es para con sus pacientes. Tienen las mismas responsabilidades éticas en situación de violencia o conflictos armados que en tiempos de paz, el mismo deber de preservar la salud y salvar vidas, deben en todo momento actuar conforme a los principios éticos de la profesión, la legislación internacional y nacional pertinente y su conciencia.

RECOMENDACIONES

La AMM llama a todas las partes involucradas en situaciones de violencia a:

  1. Respetar plenamente sus obligaciones bajo el derecho internacional, incluido la legislación de derechos humanos y el derecho internacional humanitario, en particular con sus obligaciones con los Convenios de Ginebra de 1949 y las obligaciones aplicables por los Protocolos Adicionales de 1977 y 2005.
  2. Asegurar la independencia y seguridad personal de los funcionarios de salud en todo momento, incluso durante los conflictos armados y otras situaciones de violencia, de acuerdo a los Convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales.
  3. Respetar y promover los principios del derecho internacional humanitario y de derechos humanos que protegen la neutralidad médica en situaciones de conflicto.
  4. Proteger las instalaciones y el transporte médico y a las personas atendidas allí, proporcionar el entorno laboral más seguro posible para el personal de la salud y protegerlos de amenazas, interferencias y ataques.
  5. Nunca hacer un mal uso de los hospitales y otros establecimientos de salud con fines militares y dedicarlos exclusivamente a la atención médica.
  6. Permitir que el personal de la salud trate a los pacientes heridos o enfermos, independientemente de su papel en un conflicto y realizar sus deberes médicos con libertad e independencia, conforme a los principios de su profesión y sin temor a castigos o intimidación.
  7. Asegurar que los heridos y otros que necesiten atención médica tengan un acceso seguro a los establecimientos de salud y que no sea impedido indebidamente.
  8. Asegurar que el equipo, incluido el de protección personal, necesario para la seguridad del personal de la salud, esté disponible cuando sean necesarios y que el personal sea el adecuado.
  9. Respaldar y respetar estrictamente las reglas éticas de la profesión médica definidas, entre otros documentos, en la Declaración de la AMM sobre Principios éticos de atención médica en tiempos de conflicto armado y otras emergencias y en las Regulaciones de la AMM para Tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia y nunca pedir a los médicos o forzarlos a incumplir o renunciar a estas reglas, en particular:
  • Los privilegios y facilidades otorgados a los médicos y otros profesionales de la salud en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia nunca deben ser utilizados para otros fines que no sean la atención médica.
  • Los médicos deben en todo momento demostrar respeto apropiado por la confidencialidad médica.
  • Los médicos nunca deben aceptar torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes en ninguna circunstancia, nunca deben estar presentes o participar en dichos actos.
  • Los médicos tienen el deber de reconocer y apoyar a las poblaciones vulnerables, incluidos mujeres, niños, refugiados, discapacitados y desplazados.
  • Los médicos y los miembros constituyentes de la AMM deben alertar a los gobiernos y a los actores no estatales sobre las consecuencias de la guerra para el ser humano.
  • Cuando el conflicto parezca inminente e inevitable, los médicos deben asegurarse que las autoridades planifiquen la protección de la infraestructura de salud pública y cualquier reparación necesaria en el período inmediato después del conflicto.

La AMM llama a los gobiernos a:

  1. Establecer mecanismos de información eficaces, seguros e imparciales con los recursos suficientes para recolectar y divulgar los datos sobre agresiones a médicos, otro personal de la salud y establecimientos médicos.
  2. Proporcionar a la OMS el apoyo necesario para cumplir su papel de liderazgo en la documentación de los ataques al personal de la salud y los establecimientos[1].
  3. Promover mecanismos de investigación y presentación a la justicia a los responsables de las violaciones informadas de los acuerdos internacionales relativos a la protección del personal de la salud en los conflictos armados y otras situaciones de violencia y de aplicación de sanciones cuando éstas se hayan decidido.
  4. Elaborar e implementar una protección legal más eficaz para el personal médico y de salud, de manera que quien agreda a una enfermera, médico u otro personal de la salud sepa que dichas acciones serán penalizadas fuertemente

La AMM llama a los gobiernos, sus organizaciones miembros y organismos internacionales apropiados a:

  1. Crear conciencia de las normas internacionales sobre la protección del personal de la salud y cooperar con los diferentes actores para identificar las estrategias para enfrentar las amenazas a la salud y reforzar el mecanismo para investigar las violaciones informadas.
  2. Crear conciencia a nivel nacional y local de la importancia fundamental de proteger al personal de la salud y de mantener su neutralidad en tiempos de conflicto.
  3. Respaldar la educación de pregrado, postgrado y continua del personal de salud para asegurar sus competencias y seguridad cuando se vean enfrentados a conflictos armados y otras situaciones de violencia.

 

 

[1] La AMM reconoce que en algunas circunstancias la documentación y la denuncia de actos de torturas u otra violencia puede representar para el médico y sus cercanos un gran riesgo. En consecuencia, hacerlo puede tener efectos personales excesivos. Los médicos deben evitar poner a las personas en peligro cuando evalúen, documenten o informen los signos de torturas y tratos y castigos crueles, inhumanos y degradantes.

Declaración
Ataques, Conflictos armados, Convención de Ginebra, Derechos Humanos, Guerra, Neutralité, NU, Personal médico, Violencia

Declaración de la AMM sobre los conflictos armados

Adoptada en la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados...

Declaración de la AMM en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia

Adoptada por la 10ª Asamblea Médica Mundial, La Habana, Cuba, oc...