Declaración de la AMM sobre los conflictos armados


Adoptada en la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

INTRODUCCIÓN

1.      Los deberes del médico en tiempos de conflicto armado están establecidos en la Declaración de la AMM sobre los Principios éticos de la asistencia de salud en tiempos de conflicto armado y otras situaciones de emergencia y las Regulaciones de la AMM en Tiempos de conflicto armado y otras situaciones de violencia.

2.      Los médicos deben instar a los políticos, gobiernos y otros que tienen el poder a ser más conscientes sobre las consecuencias, incluido el impacto en la salud,  de sus decisiones en el inicio o continuación de un conflicto armado.

3.      Los conflictos armados perjudican la salud de las personas y las poblaciones, al igual que la infraestructura importante, incluidos los establecimientos de salud, la vivienda, redes de agua potable y alcantarillado. También llevan a una degradación del medio ambiente. Esta destrucción de infraestructura importante puede tener consecuencias adversas para la salud, como la desnutrición y enfermedades infecciosas  o transmitidas por el agua, como el cólera y la tifoidea. La guerra también destruye la infraestructura laboral, incluidas las fábricas, centros de producción y la agricultura. Reparar la infraestructura dañada no se puede realizar hasta el cese del conflicto.

4.      Las guerras comienzan por muchas razones diferentes. Los esfuerzos para evitar los conflictos a menudo son insuficientes e inadecuados, los líderes de los países puede que no busquen todas las alternativas. Siempre es deseable evitar la guerra y buscar soluciones constructivas.

5.      Es esencial que los que afirman que una guerra es una “guerra justa” entiendan que esto es una circunstancia rara y extrema que no debe ser sobredimensionada. El concepto de “guerra justa” no debe utilizarse para legitimar la violencia.

6.      Es probable que la guerra y otras formas de conflicto armado empeoren el sufrimiento de los más pobres y contribuya a producir una gran cantidad de personas desplazadas internamente y refugiados.

7.      Durante los conflictos, los médicos deben tratar de influenciar a las partes, a fin de aliviar el sufrimiento de las poblaciones.

RECOMENDACIONES

8.      La AMM considera que los conflictos armados siempre deben ser el último recurso. Los médicos y las AMNs deben alertar  a los gobiernos y actores no gubernamentales sobre las consecuencias humanas de la guerra.

9.      Los médicos deben instar a los políticos, gobiernos y otros que tienen el poder a ser más conscientes sobre las consecuencias de sus decisiones en relación con el conflicto armado.

10.    La AMM reconoce que los conflictos armados siempre causarán muchísimo sufrimiento humano. Los Estados y otras autoridades, incluidos los actores no gubernamentales que entran en un conflicto armado, deben aceptar la responsabilidad por las consecuencias de sus acciones y estar preparados para responder por ellas, incluso ante tribunales de justicia y cortes internacionales y recomienda que las autoridades reconozcan y cooperen para asegurar que esto suceda.

11.    La AMM reconoce que el impacto de los conflictos armados será más importante para las mujeres y poblaciones vulnerables, incluidos los niños, jóvenes, ancianos y los más pobres de la sociedad. Los médicos deben tratar de asegurar que la asignación de los recursos de salud no tenga un impacto discriminatorio.

12.    Los médicos deben recordar continuamente a las personas en el poder la necesidad de proporcionar estos servicios esenciales a las personas en las zonas afectadas y perturbadas por el conflicto.

13.    Una vez terminado el conflicto, se debe dar prioridad a reconstruir la infraestructura esencial necesaria para tener una vida saludable, incluidos vivienda, alcantarillado, suministro de agua potable y alimentos, seguido  del restablecimiento de oportunidades de educación y trabajo.

14.    La AMM exige que las partes del conflicto respeten el Derecho Humanitario  y no utilicen los establecimientos de salud como cuarteles militares ni dirijan sus ataques a instituciones, personal y vehículos de salud, respeten el Derecho Humanitario Internacional (DHI) establecido, ni restrinjan el acceso de los heridos y pacientes a la salud, como se estipula en la Declaración de la AMM sobre la Protección del personal de salud en situaciones de violencia.

15.    Los médicos deben cooperar con los organismos de ayuda y otros, a fin de tratar de asegurar que las partes protejan la integridad de las familias y cuando sea posible alejar a la gente del peligro directo e inmediato.

16.    Los médicos deben ser conscientes de la probable prevalencia del síndrome de estrés postraumático (SEPT) y otros problemas psicológicos y psicosomáticos post conflicto y prestar una atención y tratamiento apropiados a los combatientes y civiles.

17.    Los médicos, incluidos los especialistas forenses, deben ayudar a las familias a asegurarse que los esfuerzos para identificar a los desaparecidos y muertos no sean utilizados por los servicios de seguridad.

Conflictos armados, Derecho humanitario, Guerra, Violencia

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