Declaración de la AMM sobre la Atención médica para la salud mental de los médicos

Adoptada por la 76ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre de 2025
INTRODUCCION
La buena salud mental de los médicos y otros profesionales de la salud y de cuidados es un requisito previo para la alta calidad de la atención médica y la seguridad de los pacientes.
El Plan de Acción Trabajando por la Salud 2022-2030 de la OMS enfatiza los desafíos a que se enfrenta el personal de salud y de cuidados en todo el mundo, incluidos las fallas y una subinversión sustancial del mercado laboral que tienen un “efecto directo en la salud física y mental y en el bienestar de los trabajadores ya que menoscaban su contribución sanitaria, social y económica a la sociedad”.
Los médicos y otros profesionales de la salud pueden tener condiciones de salud mental relacionadas con el agotamiento, largas horas de trabajo, toma de decisiones de alto riesgo y cargas emocionales específicas a su profesión. Si no se abordan a tiempo, las condiciones de salud mental pueden convertirse en crónicas y tener graves consecuencias en todos los ámbitos de la vida. Incluso pueden conducir a un mayor riesgo de ideación suicida entre los médicos.
La prevalencia de problemas de salud mental entre médicos y otros profesionales de la salud y de cuidados en todo el mundo resalta la necesidad de prestar mayor atención a su bienestar psicosocial.
La presión de los empleadores, las jornadas laborales prolongadas o las experiencias de violencia, combinadas con un acceso a las drogas y los medicamentos, pueden dar lugar a situaciones en las que los médicos necesiten ayuda y apoyo. Estos y otros factores también pueden contribuir a un mayor riesgo de abuso de sustancias entre los profesionales médicos. Puesto que la salud mental de los médicos impacta en la calidad de la atención médica de calidad y en la seguridad del paciente, asegurar el bienestar mental de los médicos es esencial.
La promoción de la salud mental del médico requiere una actuación integral que garantiza un tratamiento y una rehabilitación adecuados sin estigmatización.
Varios países han implementado programas específicos que han demostrado su eficacia en la atención integral a médicos afectados por condiciones de salud mental.
Un historial de problemas de salud mental no impide intrínsecamente que un médico brinde una atención valiosa y de alta calidad al paciente. Los médicos deben recibir apoyo mediante programas de reincorporación laboral y adaptaciones razonables en el lugar de trabajo para garantizar su reintegración exitosa y su contribución continua a la atención al paciente.
Es necesario más investigación sobre la salud mental de los médicos para entender mejor el problema e identificar las mejores prácticas sobre la promoción y los tratamientos para la salud mental, incluida la atención a la diversidad y equidad entre las poblaciones de médicos.
RECOMENDACIONES
La Asociación Médica Mundial reafirma su Declaración sobre el Bienestar de los Médicos, llama a las autoridades competentes y a colaborar con las organizaciones de los profesionales de la salud sobre de la salud mental de los médicos e insta a sus miembros constituyentes y a los médicos a:
- Abogar por la elaboración de políticas eficaces para proteger la salud mental de los médicos. Deben garantizarse recursos suficientes que permitan una atención adecuada.
- Fomentar esfuerzos concertados para la prevención y detección temprana de problemas de salud mental entre los médicos y garantizar el acceso confidencial a la evaluación, el tratamiento y el seguimiento sin temor a repercusiones profesionales. Promover el bienestar físico y mental de los médicos mediante estrategias específicas, incluso durante la educación superior y la formación de posgrado. Estas estrategias deben brindar apoyo a quienes padecen trastornos mentales y garantizar que los recursos para promover la salud mental positiva estén disponibles para todos los profesionales clínicos, incluidos aquellos en riesgo.
- Impulsar el desarrollo de programas y protocolos de intervención sobre la salud mental de los médicos que aborden el problema desde el punto de vista asistencial, social y profesional, con confidencialidad y sin estigma y estimulen la completa rehabilitación física y psíquica. Esto debe incluir programas para ayudar a los médicos a superar adicciones, que podría estar causada por factores de riesgo laboral-psicológicos. Las asociaciones médicas deben promover programas específicos para ayudar a los médicos a volver a ejercer al final de su tratamiento y recuperación.
- Garantizar la desestigmatización de los trastornos de salud mental o uso de sustancias en los médicos al asegurar tratamiento y seguimiento sin un riesgo desproporcionado de acciones adversas de licencia o certificación. Cualquier restricción a la práctica médica debe basarse en una evaluación objetiva, caso por caso, en la que participen los organismos reguladores pertinentes, teniendo plenamente en cuenta la seguridad del paciente, la recuperación clínica y los derechos del médico.
- Considerar debidamente la experiencia adquirida por los médicos recuperados de trastornos mentales en los esfuerzos para superar el estigma, la discriminación y reducir la desigualdad.
- Apoyar y ampliar la investigación y la educación sobre la salud mental de los médicos para identificar y aplicar las mejores prácticas.
- Aumentar la conciencia y promover la capacitación integral sobre la salud mental de los médicos en los entornos sanitarios, académicos e institucionales y en todos los niveles de la educación médica.
- Fomentar la investigación sobre la prevalencia y el impacto de los riesgos psicosociales en la profesión médica.
- Las asociaciones médicas deben promover la creación de mecanismos como los observatorios o iniciativas de seguimiento dedicadas a reconocer, evaluar y hacer un seguimiento de los problemas de salud mental entre los médicos, y a desarrollar propuestas basadas en evidencia para su prevención y resolución.
- Considerar y promover medidas para crear culturas laborales positivas y de apoyo que fomenten la comunicación abierta, el trabajo en equipo y un sentido de pertenencia donde los médicos se sientan valorados y respetados, incluida la capacitación en liderazgo, iniciativas de apoyo entre pares y canales confidenciales para plantear inquietudes sin temor a represalias.