Adoptada por la 49ª Asamblea Médica Mundial, Hamburgo, Alemania, noviembre 1997
enmendada por la 60ª Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y reafirmada con cambios menores por la 213ª Sesión del Consejo, Tiflis, Georgia, octubre 2019

 

INTRODUCCION

La finalidad de la atención médica es prevenir, diagnosticar o tratar las enfermedades, y mantener y promover la salud de la población. El objetivo de la revisión de la calidad de la atención médica es el mejoramiento continuo de la calidad de los servicios que se entregan a los pacientes y a la población, y de las maneras y medios para producir estos servicios. El objetivo final es mejorar los resultados en los pacientes y la salud de la población.

La obligación de mejorar continuamente la capacidad profesional y de evaluar los métodos utilizados ha sido por mucho tiempo un principio fundamental de los códigos de ética de los médicos. Estos estipulan que el médico tiene que mantener y mejorar sus conocimientos y experiencia. El debe recomendar sólo exámenes y tratamientos que se creen que son eficaces y adecuados, de acuerdo a la disponibilidad de la medicina basada en evidencias.

Los médicos y los establecimientos de atención médica tienen la obligación ética y profesional de esforzarse por tener un mejoramiento continuo de los servicios y de la seguridad del paciente, como se estipula en particular en el Código Internacional de Etica Médica, la Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente y la Resolución sobre la Estandarización en la práctica médica y la seguridad del paciente. Estas normas buscan reforzar las revisiones de la calidad y crear fundamentos éticos para dichas prácticas.

Estas normas éticas de mejoramiento continuo de la calidad se aplican a todos los médicos, los establecimientos que ofrecen servicios de atención médica a los pacientes y los que ofrecen los servicios de mejoramiento continuo de la calidad para ayudar a los médicos y organizaciones, los que pagan y regulan la atención, pacientes y otros implicados en el sistema de salud.

Obligación de establecer normas para un trabajo de buena calidad

Los profesionales, por definición, son responsables de especificar las normas que constituyen un trabajo de buena calidad y los procesos necesarios para la evaluación de dicha calidad. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben definir la atención de alta calidad y determinar los mejores métodos para medir la calidad de la atención prestada.

Obligación de recolectar información

A fin de evaluar la calidad de la atención, es necesario obtener información fidedigna sobre los pacientes y las poblaciones y también los procesos y resultados de la atención. La información de los pacientes, registrada por escrito, en el computador o de otra manera, debe ser escrita y preservada cuidadosamente, se deben tomar en cuenta las obligaciones del secreto, conforme con la Declaración de Taipei de la AMM. Los procedimientos, decisiones y otros asuntos relacionados con los pacientes deben ser anotados de manera que la información pueda servir para medir condiciones específicas disponibles cuando se necesiten.

Función de la educación profesional

Los profesionales de la salud deben tener posibilidades adecuadas de mantener y aumentar sus conocimientos y experiencia a través de la participación en educación médica continua o desarrollo profesional continuo. Las normas clínicas basadas en estándares profesionales para una atención de alta calidad deben ser elaboradas y estar a disposición fácilmente de los que las necesitan. La formación en salud debe incluir instrucción específica en técnicas de mejoramiento de la calidad, incluidas oportunidades de práctica para medir y mejorar la calidad. Los establecimientos de salud necesitan crear sistemas de calidad para uso propio y asegurar que se sigan las instrucciones contenidas en dichos sistemas.

El trabajo de buena calidad necesita recursos. Se deben realizar todos los esfuerzos para asegurar que se cuenta con el tiempo adecuado y los medios económicos para un trabajo de calidad.

Atención al uso inapropiado de los servicios

El uso inapropiado de los servicios de salud incluye el uso excesivo, subutilización y mal uso. La evaluación de la calidad en salud debe incluir un conjunto equilibrado de medidas en estas tres áreas.

El uso excesivo de los servicios ocurre cuando los servicios de salud se entregan, por ejemplo, en circunstancias en las que el potencial de daño excede el posible beneficio. Los médicos pueden mejorar la calidad al disminuir el uso excesivo y así evitar a los pacientes riesgos innecesarios que resultan de servicios de salud inapropiados.

La subutilización de los servicios es la falta de prestación de servicios de salud cuando es probable que produzcan un resultado favorable en el paciente. Los médicos deben esforzarse para ampliar el uso de los servicios de salud necesarios que son subutilizados.

El mal uso de los servicios ocurre cuando se realiza un diagnóstico incorrecto o cuando se ha seleccionado el servicio apropiado para un diagnóstico correcto, pero el paciente no recibe todo el beneficio potencial debido a un incidente adverso evitable. El mal uso de los servicios se puede disminuir en gran parte con la utilización de estrategias de manejo de riesgos y prevención de errores.

Control de la calidad: auditoría clínica

La participación activa en una autoevaluación crítica, a menudo a través de programas de auditoría clínica, es un mecanismo útil para los profesionales de la salud, incluidos los administradores de salud y médicos, y los establecimientos en los que trabajan, para mejorar la calidad de su trabajo. Las evaluaciones de revisión externa independiente y acreditación de la institución también se pueden utilizar cuando se realizan de manera apropiada y con debida atención a los potenciales efectos no deseados.

Los profesionales de la salud y las instituciones deben registrar sistemáticamente y reflexionar sobre incidentes adversos y errores médicos con el propósito de aprender y mejorar la calidad. Esto debe ocurrir en un ambiente de confianza (y confidencialidad cuando sea apropiado) y para evitar activamente una cultura de la culpa.

Evaluación interna y externa de la calidad

A nivel individual, todo médico debe actualizar continuamente sus conocimientos y experiencia y autoevaluar de manera crítica su capacidad.

En las organizaciones, la calidad de la atención médica puede ser evaluada con métodos internos y externos.

Cada establecimiento de salud debe establecer sistemas internos de mejoramiento de la calidad para su propio uso y asegurarse que se sigan las instrucciones de dichos sistemas, los que deben incluir como actividades continuas una revisión clínica interna de los pares, revisión y aprendizaje de los incidentes adversos, revisión de los métodos de examen y tratamiento y sus resultados, observación de la capacidad de la organización para tomar medidas y observación de la información que entregan los pacientes.

Las iniciativas de revisión externa de la calidad, como una revisión externa y auditoría, deben hacerse con una frecuencia que corresponda a la evolución del campo y cada vez que exista una razón especial. Toda revisión debe considerar el ajuste de riesgo de la población de pacientes que se estudia.

Ya sea interna o externa, si los resultados de cualquier evaluación de calidad tienen oportunidades importantes de beneficio o amenazas de daño para la organización o las personas evaluadas, se debe poner atención a las potenciales consecuencias peligrosas y no intencionales de dicha evaluación. Es muy importante el monitoreo de los resultados de la evaluación del mejoramiento de la calidad y las estrategias de intervención en el tiempo, se debe poner atención a sus efectos en las poblaciones de pacientes vulnerables.

Los protocolos a usarse en la revisión de la calidad deben poder copiarse y ser transparentes. Los mecanismos de llamado deben formar parte de los protocolos.

Secreto de la historia clínica de los pacientes

La historia clínica de los pacientes es un accesorio inestimable en el mejoramiento continuo de la calidad. Al igual que con todos los otros accesos a la información basada en los pacientes, es necesario el consentimiento del paciente. Si no se puede obtener el consentimiento, se debe hacer todo lo posible para asegurar que la historia clínica de los pacientes sea anónima o tenga un seudónimo para el uso en el mejoramiento de la calidad. De todas maneras, la historia clínica de los pacientes utilizada para el mejoramiento de la calidad debe ser accesible sólo para los que necesitan verla para el mejoramiento de la calidad.

Secreto de la revisión

Para que una revisión sea exitosa todas las partes involucradas deben participar y reconocer su importancia. Se recomienda obtener un consentimiento informado voluntario de los que serán revisados. En un equipo de salud, debe poderse evaluar el trabajo de cada médico. La información sobre la evaluación de un médico no debe ser publicada sin su consentimiento. Se recomienda obtener el consentimiento antes de publicar información sobre la evaluación de un médico.

Los establecimientos que prestan servicios pueden informar a sus pacientes sobre los resultados de la revisión de la calidad.

Si las revisiones se dan a conocer al público, se debe monitorear cuidadosamente para constatar los efectos, propuestos o no propuestos, de dicho informe público de los datos de desempeño.

Revisión ética de las actividades del mejoramiento de calidad

Se deben respetar los códigos nacionales de ética médica y los principios y normas éticos relativos al mejoramiento continuo de la calidad, auditoría y revisión clínica.

El mejoramiento de la calidad debe ser parte integral de las operaciones de cada organización de salud. Como tal, la mayoría de los proyectos de revisión del mejoramiento continuo de la calidad no necesitan la aprobación de un comité de ética. Sin embargo, si surgen dudas sobre asuntos específicos o si un proyecto presenta un riesgo mínimo comparado con los procedimientos existentes para la atención, entonces el proyecto se debe presentar a un comité de ética o consejo de revisión institucional apropiados. Si dicha revisión ética formal es necesaria, la debe realizar un comité cuyos miembros conozcan las técnicas de mejoramiento de la calidad.

Competencia e imparcialidad del revisor

El revisor tiene que ser experimentado en técnicas de mejoramiento y en auditoría clínica, como también en el campo relativo a la revisión. Cuando se revise la atención médica, el revisor debe ser un médico cuyos conocimientos y experiencia son aceptados por los que se sometan a la revisión.

El revisor debe ser imparcial e independiente. Debe conocer las actividades de los que serán revisados, debe ser objetivo en su informe y las conclusiones deben basarse en una evaluación crítica de las observaciones y hechos. No se debe permitir que asuntos comerciales o competitivos tengan alguna influencia en el contenido del informe del revisor.

Separación de las revisiones de la calidad y la supervisión de las autoridades

El mejoramiento de la calidad de los servicios y de los sistemas de atención médica es un requisito para todo médico y establecimiento. No es supervisión de las actividades profesionales y se debe mantener separada de esto. Los resultados de la revisión o auditoría de las actividades de los médicos deben ser utilizados por las autoridades supervisoras sólo previo acuerdo separado entre ellas y los médicos involucrados, a menos que la legislación nacional estipule otra cosa. Estas actividades deben realizarse dentro del marco legal local y no deben exponer a los médicos participantes a litigios.

Adoptada por la 60a Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y cancelada y archivada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

INTRODUCCION

Durante más de 150 años, la existencia de desigualdades en salud ha sido reconocida en todo el mundo. El informe final de la Comisión de la OMS sobre los Determinantes Sociales de la Salud, publicado recientemente, destaca la gran importancia de las igualdades en salud para  la cohesión sanitaria, económica y social de todos los países. Está claro que mientras existen grandes diferencias entre los países, en especial entre los desarrollados y en vías de desarrollo, hay disparidades substanciales en los países debido a diversas medidas de diversidad socio-económica y cultural. Las disparidades en salud se pueden definir como disparidades en acceso a la atención médica, en la calidad de la atención recibida o ambas. Las diferencias se manifiestan en una amplia variedad de medidas de salud, como la esperanza de vida y mortalidad infantil. Algo que es especialmente inquietante es la evidencia del aumento gradual y actual de las disparidades específicas.

La raíz de este problema es la atención médica que prestan los médicos. Las asociaciones médicas nacionales deben tener un papel activo en el combate de las desigualdades en salud, a fin de permitir que sus médicos miembros presten un servicio igual y de calidad a todos.

La función del sistema de salud:

Aunque las causas principales de las disparidades en salud están en la diversidad socio-económica y cultural de los grupos de población, el sistema de salud tiene una función muy importante en su prevención y disminución. Esta función se puede resumir así:

Evitar los efectos en salud de las desigualdades socio-económicas y culturales, en  especial a través de actividades de promoción de salud y prevención de enfermedades (prevención primaria).

Identificar, tratar y disminuir las desigualdades existentes en salud, por ejemplo, diagnóstico temprano de enfermedades, manejo de calidad de las enfermedades crónicas, rehabilitación (prevención secundaria y terciaria).

RECOMENDACIONES

Los miembros de la profesión médica, enfrentados a los resultados de esta desigualdad, tienen una gran responsabilidad y llaman a las asociaciones nacionales miembros a::

Reconocer la importancia de las desigualdades en salud y la necesidad de influenciar la política y acción nacionales para lograr su prevención y disminución

Identificar el factor de riesgo social y cultural al que están expuestos los pacientes y sus familias y planificar sus actividades clínicas (diagnóstico y tratamiento) para combatir sus consecuencias.

Defender la eliminación de las barreras financieras para obtener la atención médica necesitada.

Defender el acceso igual para todos a los servicios de salud, sin consideración de las diferencias geográficas, sociales, de edad, sexo, religión, etnia y económicas u orientación sexual.

Pedir la inclusión de estudios sobre desigualdades en salud (incluidos el alcance, gravedad, causas, consecuencias sanitarias, económicas y sociales), al igual que el suministro de instrumentos de competencia cultural en todos los niveles de formación médica académica, incluida más formación  para los que ya realizan la práctica clínica.

Adoptada por la 60a Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y revisada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, octubre 2019

 

La AMM reafirma la Declaración de Seúl sobre la autonomía profesional y la independencia clínica de los médicos

La profesión médica debe tener un papel central en la regulación de la conducta y actividades profesionales de sus miembros, velando para que su ejercicio profesional sea en beneficio de los intereses de los ciudadanos.

La regulación de la profesión médica desempeña un papel esencial en asegurar y mantener la confianza pública en las normas de atención y de conducta que pueden esperar de la profesión médica. Esta regulación requiere una participación profesional independiente muy fuerte.

Los médicos aspiran a la creación o mantenimiento de sistemas de regulación que protejan de la mejor manera los más altos estándares posibles de atención para todos los pacientes. Los modelos profesionales pueden constituir el marco para realzar y asegurar el derecho del médico de tratar a sus pacientes sin interferencia, basado en su mejor opinión clínica. Por lo tanto, la AMM insta a sus miembros constituyentes y a todos los médicos a trabajar con los organismos reguladores y a tomar medidas apropiadas para asegurar que sistemas eficaces estén implementados. Estas medidas deben ser informadas por los siguientes principios:

  1. A los médicos se les confiere un alto grado de autonomía profesional e independencia clínica, por lo que pueden hacer recomendaciones basadas en sus conocimientos y experiencia, evidencia clínica y comprensión holística de los pacientes, incluido lo mejor para ellos sin influencia externa indebida o inapropiada. Esto se explica con más detalles en la Declaración de Seúl.
  2. La regulación de la profesión debe ser proporcional y facilitadora y no ser engorrosa y estar basada en un modelo que se aplique a cada médico por igual, que proteja y beneficie a los pacientes, que está basado en un código ético. La planificación y la prestación de todos los tipos de atención médica están basados en un modelo ético y conocimientos médicos en base a evidencia actual que rigen a todos los médicos. Este es un elemento principal de profesionalismo y protege a los pacientes. Los médicos son los mejores cualificados para juzgar las acciones de sus pares frente a estas normas, si se consideran las circunstancias locales pertinentes.
  3. La profesión médica tiene una responsabilidad continua de estar fuertemente regulada o de autorregularse. La autoridad del control final y la toma de decisiones debe incluir al médico, basada en su formación médica específica, conocimientos y experiencia. En los países con autorregulación profesional, los médicos deben asegurarse que esto mantenga la confianza del público. En los países con un sistema de regulación mixto, los médicos deben asegurarse que se mantenga la confianza profesional y del público.
  4. A los médicos en cada país se les insta a considerar establecer, mantener y participar activamente en un sistema proporcionado, justo, riguroso y transparente de regulación profesional. Estos sistemas están destinados a equilibrar los derechos del médico a dar su opinión médica libremente con obligación de hacerlo sensata y moderadamente.
  5. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible para promover y apoyar el concepto de regulación bien informada y eficaz entre sus miembros y el público. A fin de evitar cualquier potencial conflicto de intereses entre su representante y los roles de regulación, se debe asegurar la separación de los dos procesos y prestar una atención rigurosa a un sistema de regulación transparente y justo que garantice al público su independencia e imparcialidad.
  6. Todo sistema de regulación profesional debe realzar y asegurar:
    • la entrega de alta calidad de la atención médica segura  y competente para los pacientes
    • la competencia del médico que presta la atención
    • la conducta profesional, incluida la ética, de todos los médicos y
    • la protección de la sociedad y los derechos del paciente
    • la promoción de la confianza de los pacientes, sus familias y el público
    • la garantía de la calidad del sistema de regulación
    • la mantención de la confianza de los pacientes y la sociedad
    • la solución de los potenciales conflictos de intereses
    • el compromiso con las responsabilidades profesionales generales
  7. A fin de asegurar que se ofrece al paciente una atención continua de calidad al paciente, los médicos deben participar activamente en el proceso de desarrollo profesional continuo, incluida la práctica reflexiva, para actualizar y mantener sus conocimientos clínicos, experiencia y competencia. Los empleadores y la administración tienen la responsabilidad de permitir que los médicos cumplan con este requisito.
  8. La conducta profesional de los médicos siempre debe estar dentro de los límites del código de ética en vigor en cada país. Las asociaciones médicas nacionales deben promover entre los médicos una conducta profesional y ética para beneficio de sus los pacientes y las violaciones a la ética deben ser reconocidas rápidamente, informadas a las autoridades reguladoras pertinentes y aplicar medidas. Los médicos están obligados a intervenir de manera oportuna para asegurar que los colegas afectados no pongan en riesgo a los pacientes o colegas y reciban asistencia apropiada con un programa de salud para médicos o una formación apropiada que les permita un regreso a la práctica activa segura.
  9. Cuando los procesos judiciales o casi judiciales terminen, y si el caso es adverso para el médico, el organismo regulador debe publicar los resultados e incluir información sobre las medidas correctivas adoptadas. Las lecciones aprendidas de cada caso se deben en lo posible considerar y utilizar en los procesos de educación profesional. El proceso de regulación debe asegurar que la incorporación de dichas lecciones sea fluido, en lo posible.
  10. Instar a las asociaciones médicas nacionales a ayudarse mutuamente para enfrentar los nuevos, desafíos, incluidas las potenciales amenazas para la regulación profesional. Es esencial para beneficio de los pacientes el intercambio de información y experiencia entre las asociaciones médicas nacionales.
  11. Cualquiera sea el proceso judicial o regulador establecido por un país, toda opinión sobre la conducta profesional del médico debe tomar en cuenta la evaluación de los colegas médicos, quienes por su formación y experiencia, comprenden la complejidad de los asuntos médicos en cuestión.
  12. Un sistema eficaz y responsable de regulación profesional no debe servir o proteger internamente a la profesión. Las asociaciones médicas nacionales deben ayudar a sus miembros a comprender que la regulación profesional, en los países donde exista debe mantener la seguridad, apoyo y confianza del público en general, incluidos sus derechos relacionados con la salud, como también el honor de la profesión.

Adoptada por la 48ª Asamblea General, Somerset West, Sudáfrica, octubre 1996,
revisada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008
 por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, octubre 2019

INTROCUCCION

La RA es una amenaza creciente para la salud pública en el mundo que trasciende las fronteras nacionales, las divisiones socio-económicas. La RA pone en peligro la salud humana, animal y ambiental. Esto es un problema multifacético con proporciones de crisis que tiene importantes consecuencias a nivel económico, sanitario y humano.

La lucha contra la resistencia antimicrobiana se ha convertido en una prioridad de salud fundamental a nivel mundial y es responsabilidad de todos los países.

Los medicamentos antimicrobianos son un componente esencial de la medicina moderna ya que aseguran que los procedimientos complejos, como la cirugía y la quimioterapia, puedan realizarse con pocos riesgos.

La RA amenaza la prevención y el tratamiento eficaces de una creciente variedad de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos.

La RA aparece cuando los microorganismos desarrollan una capacidad de resistencia a la acción de los medicamentos antimicrobianos (como los antibióticos, antimicóticos, antivirales, antipalúdicos y antihelmínticos).

Hay cada vez más informes sobre las infecciones causadas por las bacterias resistentes a las múltiples clases de antibióticos.

Aunque la RA es un fenómeno natural de la evolución, es acelerado por el uso excesivo y abuso de los antimicrobianos en la medicina, en la práctica veterinaria y la agricultura, que es exacerbado por su empleo como promotor del crecimiento o agente de prevención de enfermedades en animales sanos.

La aparición y propagación de la RA se intensifica por la falta de acceso a medicamentos efectivos, acceso a antibióticos “de venta libre” en algunos países, comercialización de productos falsificados y no conformes a las normas aplicables, abuso de antibióticos en la producción de alimentos, el aumento de viajes en el mundo, el comercio médico y el turismo de salud y por la poca aplicación de medidas de control de infecciones.

Otra causa principal de la RA es la diseminación de antibióticos en el medio ambiente. Esto puede ser por malas prácticas de fabricación, eliminación inadecuada de medicamentos no utilizados, excreciones humanas y animales y eliminación inapropiada de cadáveres humanos y animales.

En muchos países, en particular en los de ingresos bajos y medios, el acceso a los medicamentos antimicrobianos eficaces y a tecnologías complementarias, incluidas vacunas y diagnósticos, sigue siendo un desafío importante, lo que agrava la RA.

Las consecuencias de la RA no se miden sólo en el impacto en la salud humana, sino también en altos costos económicos potenciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que la resistencia a los antimicrobianos ha llegado a niveles alarmantes en varias regiones del mundo y que el continuo aumento causará la muerte de 10 millones de personas cada año y una disminución de 2 a 3,5% del PIB mundial en 2050.

El ritmo en que aumenta la RA en el mundo, representa una importante amenaza para lograr con éxito los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y afecta los esfuerzos para disminuir las desigualdades en salud. Sin una acción transversal armonizada y coordinada a nivel mundial, el planeta avanza hacia una era post antibiótica, en la que las infecciones comunes y heridas menores pueden nuevamente producir la muerte.

La RA es parte de las prioridades al más alto nivel político, incluida la asamblea general de la ONU y también está en la agenda del G7 y del G20.

Es necesario un enfoque eficaz de “una salud” para disminuir al mínimo el uso innecesario o inapropiado de los medicamentos antimicrobianos y para prevenir y controlar la transmisión de la resistencia existente. El enfoque de “una salud” reconoce que se necesita una acción concertada que incluya la medicina humana y veterinaria y la agricultura.

 

RECOMENDACIONES

1. A nivel mundial

a. La prevención primaria de infecciones comunitarias y relacionadas con la atención médica es necesaria para reducir la demanda de antibióticos. Abordar los determinantes sociales de las enfermedades infecciosas, como las malas condiciones de vida y la higiene, tendrá beneficios colaterales para reducir las desigualdades en la salud y abordar la RA.

b. Las naciones tienen diferentes recursos para luchar contra la resistencia antimicrobiana y deben cooperar con la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de Sanidad Animal que respaldan el plan de acción mundial de la OMS sobre RA que sirve de marco para los planes de acción nacionales.

c. La Asociación Médica Mundial y sus miembros constituyentes deben defender lo siguiente:

  • La inversión en el control de las infecciones resistentes a los medicamentos en la salud humana, medicina veterinaria, agricultura industria pesquera y producción de alimentos y una cooperación internacional en materia de procedimientos de intercambio de información para mejorar las respuestas a nivel mundial.
  • Que la OMS y los otros organismos de la ONU examinen el factor de viajes internacionales y acuerdos de comercio en el desarrollo de la resistencia antimicrobiana y promover medidas en dichos acuerdos para protegerse de la generalización de los patógenos resistentes a los antimicrobianos en los productos alimentarios.
  • La OMS debe continuar a instar a utilizar las flexibilidades de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC) para ayudar a asegurar el acceso a medicamentos de calidad y oponerse a la proliferación de estipulaciones “ADPIC-plus” en los acuerdos de comercio que restringen el uso de las flexibilidades ADPIC y limitan su eficacia.
  • Que exista una amplia aplicación de tecnología verificable, como los sistemas de trazabilidad, para asegurarse de la autenticidad de los productos farmacéuticos.
  • Un acceso igualitario y un uso apropiado de los medicamentos antimicrobianos de calidad existentes y nuevos. Esto necesita aplicar eficazmente las listas de la OMS de los medicamentos esenciales para acceso, observación y reserva. Para que el plan de acción de la OMS y los planes nacionales sean eficaces, es vital el acceso a los establecimientos de salud, a los profesionales de la salud, a los veterinarios, a los conocimientos y a la información.
  • Un mayor uso de vacunas, lo que permitirá reducir el peso de las enfermedades infecciosas y en consecuencia disminuir la necesidad de los antimicrobianos y así limitar la aparición de la resistencia.
  • Que las organizaciones mundiales de salud y los gobiernos intensifiquen su acción y coordinación en la promoción del uso apropiado de antibióticos y cooperen en un enfoque “una salud” para disminuir la RA, que reconoce que la salud humana, animal y ambiental tienen un nexo inextricable para limitar la propagación de la resistencia.

d. La Asociación Médica Mundial y sus miembros constituyentes deben instar a sus gobiernos a:

  • Financiar una investigación más básica y aplicada dirigida a la producción de agentes y vacunas antimicrobianas innovadoras y al uso apropiado y seguro de dichas herramientas terapéuticas.
  • Asegurar la paridad entre los recursos financieros y técnicos para el desarrollo de medicamentos antimicrobianos innovadores, vacunas y diagnósticos, así como métodos innovadores de control y prevención de infecciones en los sectores de salud humana, veterinaria y agrícola.
  • Apoyar los esfuerzos de investigación y desarrollo de nuevos agentes y vacunas antimicrobianos y métodos de diagnóstico rápido que correspondan a las necesidades y conforme a los principios establecidos en la Declaración de la ONU sobre la resistencia a los antimicrobianos, adoptada en septiembre de 2016, que incluyen la asequibilidad, eficacia, eficiencia y equidad.
  • Iniciar medidas reguladoras para controlar la contaminación ambiental que permite la diseminación de genes resistentes a los antibióticos en el suelo, el agua y el aire.
  • Educar a una cantidad suficiente de especialistas clínicos en enfermedades infecciosas en cada país, que es un requisito fundamental para enfrentar la resistencia antimicrobiana y las infecciones adquiridas en hospitales.

2. A nivel nacional

a. Las asociaciones médicas nacionales deben instar a que sus gobiernos:

  • Exijan que los agentes antimicrobianos estén disponibles sólo con prescripción de los profesionales de salud o veterinarios y dispensados y vendidos por profesionales.
  • Inicien una campaña nacional para concienciar al público sobre las peligrosas consecuencias del abuso y mal uso de los antibióticos. Esto debe apoyarse a través de la introducción de objetivos nacionales para aumentar la concienciación de la población.
  • Apoyen a las asociaciones profesionales, la sociedad civil y los sistemas de salud para supervisar la adopción de comportamientos adecuados, a fin de asegurar una utilización apropiada de los antibióticos.
  • Aseguren el acceso a las herramientas de diagnóstico adaptadas y adecuadas en hospitales y clínicas para apoyar el proceso de decisiones y evitar la prescripción inapropiada de antibióticos.
  • Encarguen la recopilación de información sobre el uso de antibióticos, las prescripciones, los precios, los patrones de resistencia y el comercio en los sectores de la salud y la agricultura. Esta información debe estar a disposición de la opinión pública.
  • Promuevan programas eficaces de gestión antimicrobiana y de formación sobre el uso adecuado de los agentes antimicrobianos y la lucha contra las infecciones.
  • Traten activamente de crear un sistema nacional de vigilancia de la resistencia antimicrobiana y la provisión de medicamentos antimicrobianos. La información de este sistema debe estar relacionada o contribuir con la red mundial de vigilancia de la OMS.
  • El monitoreo del uso de antimicrobianos en animales productores de alimentos debe ser lo suficientemente detallado para garantizar la responsabilidad.

b. Las asociaciones médicas nacionales deben:

  • Instar a las escuelas de medicina y los programas de educación médica a renovar esfuerzos para enseñar a los médicos, que a su vez pueden informar a sus pacientes, el uso apropiado de los agentes antimicrobianos y prácticas adecuadas de control de infecciones, incluido el uso de antibióticos en pacientes ambulatorios.
  • Respaldar la educación de sus miembros en áreas de la RA, incluida la administración de antimicrobianos, el uso racional de los antimicrobianos y las medidas de control de infecciones, incluida la higiene de las manos.
  • Abogar por la publicación y comunicación de información local relacionada con los patrones de resistencia, las guías clínicas y las opciones de tratamiento recomendadas para los médicos.
  • Instar a sus gobiernos, en colaboración con las autoridades veterinarias, a introducir regulaciones para reducir el uso de agentes antimicrobianos en la agricultura, en particular animales para la producción de alimentos, incluidas las restricciones sobre el uso rutinario de los antimicrobianos para la profilaxis y el estímulo del crecimiento y el empleo de categorías de antimicrobianos muy importantes para la medicina humana.
  • Respaldar la regulación que evite conflictos de intereses en los veterinarios, como cuando ellos prescriban y vendan antibióticos.
  • Considerar el uso de las redes sociales para educar y promover el uso y la eliminación adecuados de los medicamentos antibióticos.
  • Instar a los padres a cumplir con los programas nacionales de vacunación recomendados para niños. Los adultos también deben tener fácil acceso a las vacunas contra la influenza y las infecciones neumocócicas, entre otras.

3. A nivel local

a. Los profesionales de la salud y los sistemas de salud tienen un papel vital en la preservación de los medicamentos antimicrobianos.

b. Los médicos deben:

  • Tener acceso a información fiable y de alta calidad, en base a evidencia y libre de todo conflicto de interés y participar activamente y dirigir programas de gestión en sus hospitales, clínicas y comunidades para optimizar el uso de antibióticos.
  • Crear conciencia entre sus pacientes sobre la terapia antimicrobiana, sus riesgos y beneficios, la importancia de respetar la prescripción, prácticas de prevención de infecciones y el problema de la RA.
  • Promover y asegurar el cumplimento de medidas de higiene (en especial la higiene de las manos) y otras prácticas de prevención de infecciones.

Adoptada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008
y reafirmada con una revisión menor por la 210ª sesión del Consejo de la AMM en Reikiavik, Islandia, octubre 2018

 

Introducción

El mercurio es un metal pesado que se produce de forma natural y que es una neurotoxina potente. Las vías más probables de exposición humana en la población son la ingestión de metilmercurio a través de peces contaminados. Menos común, las personas están expuestas por la inhalación de vapor de mercurio inorgánico después de un derrame o durante un proceso de fabricación.

El mercurio ha sido la elección ideal para uso de los aparatos médicos de medición de temperatura y de la presión. Por lo tanto, un gran hospital puede tener fácilmente más de 45 kilos de mercurio contenido en cientos de aparatos diferentes y en lugares distintos.

Los hospitales y las clínicas pueden evitar los riesgos ocupacionales o ambientales del mercurio si utilizan productos con tecnología sin mercurio. Los grandes establecimientos de salud en el mundo han demostrado que existen soluciones alternativas seguras, eficaces que pueden ser utilizadas en forma segura en casi todas las situaciones, como los termómetros electrónicos, aparatos aneroides calibrados recientemente y baterías sin mercurio.

Incluso si motivos de tipo sanitario y ambiental son la causa de muchas decisiones voluntarias de reemplazar el mercurio, la motivación más importante para abandonar el mercurio en el hospital es de tipo financiero. La eliminación de los desechos peligrosos, la obligación de señalar el mercurio derramado, la perturbación en los servicios y la formación del personal tienen un alto costo. Limpiar los derrames de mercurio puede resultar mucho más caro que pasar a soluciones sin mercurio.

La implementación de un método de gestión optimizado para la utilización del mercurio puede permitir evitar a futuro la necesidad de otras medidas de regulación gubernamentales, las que pueden ir acompañadas de cambios de alto costo que algunos establecimientos tal vez no puedan financiar.

La Asociación Médica Mundial (AMM) recuerda su declaración sobre Degradación ambiental y buen manejo de los productos químicos que proporciona recomendaciones para medidas de defensa y aumento de la capacidad, a fin de enfrentar este problema.

RECOMENDACIONES

Las recomendaciones siguientes están basadas en la necesidad urgente de disminuir el suministro y la demanda de mercurio en el sector de la salud:

A nivel mundial

La Asociación Médica Mundial y sus asociaciones médicas nacionales deben pedir que se tomen las siguientes medidas:

  • Cooperación entre las Naciones Unidas y los gobiernos para la implementación de puntos clave del Programa de Mercurio de la PNUMA que proporciona un marco para disminuir el uso, extracción, comercialización y riesgo del mercurio.
  • Aumentar la actividad de las colaboraciones existentes.

A nivel regional/nacional

Las asociaciones médicas nacionales deben pedir a sus gobiernos que trabajen para disminuir los riesgos relacionados con el mercurio en el medio ambiente al:

  • Disminuir la extracción de mercurio en beneficio de fuentes de mercurio sin riesgo para el medio ambiente, como por ejemplo el mercurio reciclado.
  • Desarrollar opciones y planes científicamente validados para asegurar el almacenamiento a largo plazo del excedente de mercurio.
  • Pedir a los Estados miembros ratificar e implementar el Convenio de Minamata sobre Mercurio adoptado en 2013 y elaborado para proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones antropogénicas y de mercurio con sus componentes.
  • Instar la eliminación de mercurio en el sector de la salud.
  • Elaborar e implementar regulaciones o exigencias destinadas a disminuir significativamente las emisiones de mercurio provenientes de la combustión de carbón y la producción de cemento, a través de controles específicos de emisiones de mercurio.

A nivel local

Los médicos deben:

  • Tratar de eliminar el uso de productos a base de mercurio en sus consultas y clínicas, incluidos los termómetros, esfigmomanómetros, tubos gastrointestinales, pilas, lámparas, generadores eléctricos, termostatos, manómetros y otros reactivos y dispositivos de laboratorio.
  • Asegurar que los hospitales y establecimientos de salud locales tengan un plan para identificar las fuentes de mercurio en los lugares de trabajo, compromiso para disminuir el mercurio y una política de gestión del mercurio en materia de reciclaje, eliminación y formación.
  • Instar a los hospitales y establecimientos de salud locales a suprimir los productos a base de mercurio y a pasar a equivalentes sin mercurio.
  • Aconsejar a los pacientes sobre directivas locales y nacionales relacionadas con el consumo de pescado destinadas a limitar la exposición al mercurio en niños y mujeres en edad fértil.

Adoptada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008
y revisada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, octubre 2019

 

Introducción

La sal de mesa alimenticia es un compuesto iónico constituido de cloruro de sodio, 40% de sodio (Na+) y 60% de cloruro (Cl-). Existen pruebas abrumadoras que demuestran que el consumo excesivo de sal es un factor de riesgo para el desarrollo o empeoramiento de la hipertensión, principal factor de riesgo cardiovascular. La hipertensión también puede ser un factor de riesgo independiente para las enfermedades cardiovasculares y todas las causas de mortalidad. El efecto del consumo de sal en la presión sanguínea es influenciado por diversos factores demográficos, como la edad y el origen étnico.

El consumo de sal también es un factor de riesgo para el cáncer gástrico [1].

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo diario de sal promedio en los adultos (mayor de 16 años) debe ser menos de 2.000 mg (5gr. de sal). Para los niños (2-15 años), el consumo límite para adultos de 2 gr/día se debe ajustar en disminución, en base a los requerimientos energéticos de los niños relativo a los de los adultos. [2]

La mayoría de la población mundial consume demasiada sal -3,95 (3,89-4,01) gr/día, equivalente a un nivel de sal de mesa de 10,06 (9,88-10,21) gr/día. Estos niveles de consumo son mucho más altos que el límite recomendado. [3]

La principal fuente de sal es el consumo de alimentos, 90% en forma de sal [4], ya sea sal añadida cuando se cocina o se come, en alimentos procesados como las sopas en tarro, condimentos, comidas comerciales, bicarbonatos, carnes procesadas (jamón, tocino, bologna), queso, snacks salados, fideos instantáneos entre otros. En los países de ingresos altos, la sal añadida durante el procesamiento de alimentos puede llegar a 75%-80% del total del consumo de sal [5].

El Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las enfermedades no transmisibles (NCDs) 2013-2020 está constituido de 9 objetivos globales, incluida un 30% de reducción relativa en el consumo de sal de la población. La OMS ha creado el paquete técnico S.H.A.K.E. para ayudar a los Estados miembros con el desarrollo, implementación y monitoreo de las estrategias de reducción de la sal.

La OMS reconoce que aunque la reducción de la sal es recomendada globalmente, existe preocupación porque los trastornos por carencia de yodo (IDD) pueden volver a surgir, ya que la sal yodada es el principal medio de consumo de yodo a través de alimentos enriquecidos. Por esto, la OMS, en reconocimiento de la importancia de la reducción de la sal y el enriquecimiento en yodo, insta a la coordinación de los dos programas [6].

Se pueden lograr importantes beneficios incluso con una pequeña disminución de la presión sanguínea de la población. Los esfuerzos para disminuir el consumo de sal en la alimentación de la población son una buena manera de bajar los niveles de hipertensión y enfermedades cardiovasculares. La evidencia demuestra que al mantener el consumo de sal en el nivel de referencia podría evitar aproximadamente 2,5 millones de muertes prematuras cada año en el mundo [7].

Recomendaciones

La AMM y sus miembros constituyentes deben:

  1. Instar a los gobiernos a reconocer que el consumo de sal es un problema grave de salud pública y dar prioridad a la prevención como un gran enfoque igualitario, rentable destinado a preservar vidas en la población para abordar el alto consumo de sal y la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares asociadas.
  2. Trabajar en cooperación con las organizaciones de salud nacionales e internacionales, para la educación de los consumidores desde la niñez sobre los efectos del consumo excesivo de sal para la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares y sobre los beneficios de una disminución del consumo de sal a largo plazo y sobre las fuentes dietéticas de sal y cómo pueden disminuirse.
  3. Instar a los gobiernos y otros interesados a trabajar juntos para lograr los objetivos establecidos en el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las NCDs 2013-2020.
  4. Reconocer la importante función de la industria de procesamiento y servicios alimentarios en la reducción del consumo de sal y apoyar los esfuerzos regulatorios para los objetivos obligatorios en el procesamiento de alimentos, contenido de sal en los alimentos y el etiquetado claro. Los esfuerzos de reformulación de los alimentos deben estar dirigidos a los productos más consumidos por la población.

Los miembros constituyentes de la AMM deben:

  1. Instar a sus gobiernos a aplicar rigurosamente las leyes que regulan en contenido de sal en los alimentos procesados.
  2. Adoptar un enfoque de múltiples interesados para trabajar por la reducción del consumo excesivo de sal en la población, incluida la promoción activa del conocimiento del médico sobre los efectos del uso excesivo de la sal en los alimentos.
  3. Reconocer que los programas sobre la reducción de sal y la yodación de la sal tienen que ser compatibles y apoyar las estrategias de reducción de sal que no comprometen el contenido de yodo que aumentan o empeoran los trastornos por carencia de yodo, en especial en los lugares de bajos ingresos.
  4. Contribuir a hacer que el público tome conciencia de las consecuencias potenciales de los bajos niveles de yodo por un consumo restringido de sal yodada.
  5. Instar a sus miembros a contribuir con la investigación científica sobre las estrategias de reducción de sal.
  6. Instar a la iniciación del etiquetado de alimentos, campañas en los medios de comunicación y políticas generalizadas, como la reformulación obligatoria para lograr mayores reducciones en el consumo generalizado de sal, en lugar de intervenciones enfocadas individualmente.

El médico debe:

  1. Informar a los pacientes sobre las principales fuentes de sodio en su alimentación y cómo disminuir el consumo de sal, incluida la disminución de la cantidad de sal utilizada para cocinar en casa, uso de los substitutos de la sal y abordar cualquier práctica o creencia local que contribuya a un alto consumo de sal.

Referencias:

  1. World Cancer Research Fund / American Institute for Cancer Research. Food, Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Cancer: a Global Perspective. Washington DC: AICR, 2007
  2. Guideline: Sodium intake for adults and children. Geneva, World Health Organization (WHO), 2012.
  3. Mozaffarian, Dariush, Fahimi, Saman, Singh, Gitanjali M., Micha, Renata, Khatibzadeh, Shahab, Engell, Rebecca E., Lim, Stephen, Danaei, Goodarz, Ezzati, Majid and Powles, John (2014) Global sodium consumption and death from cardiovascular causes. New England Journal of Medicine, 371 7: 624-634. doi:10.1056/NEJMoa1304127
  4. J. He, N.R.C. Campbell, G.A. MacGregor. Reducing salt intake to prevent hypertension and cardiovascular disease. Rev. Panam. Salud Publica, 32 (4) (2012), pp. 293-300
  5. World Health Organization Regional Office for Europe Mapping salt reduction initiatives in the WHO European Region (Web. 10 May 2014.) http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0009/186462/Mapping-salt-reduction-initiatives-in-the-WHO-European-Region.pdf (2013)
  6. Salt reduction and iodine fortification strategies in public health. 2014. http://www.who.int/nutrition/publications/publichealth_saltreduc_iodine_fortification/en/
  7. McLaren L, Sumar N, Barberio AM, Trieu K, Lorenzetti DL, Tarasuk V, Webster J, Campbell NRC.Population-level interventions in government jurisdictions for dietary sodium reduction. Cochrane Database of Systematic Reviews 2016, Issue 9. Art. No.: CD010166.DOI: 10.1002/14651858.CD010166.pub2.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, septiembre 1992,
enmendada por la 58a Asamblea General de la AMM, Copenhague, Dinamarca, octubre 2007
y reafirmada con una revisión menor por la 207ª sesión del Consejo de la AMM en Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

Introducción

Dada la creciente conciencia y conocimiento ambientales del impacto del ruido en la salud, la psiquis, el rendimiento y el bienestar, el ruido ambiental es una seria amenaza para la salud pública. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe al ruido como la primera molestia ambiental en los países industrializados.

El ruido afecta a las personas de diversas maneras. Sus efectos están relacionados con la audición, el sistema nervioso vegetativo, la psiquis, la comunicación oral, el sueño y el rendimiento. Puesto que el ruido es un factor estresante, una carga mayor para el cuerpo produce un mayor consumo de energía y más desgaste. Se sospecha que el ruido puede favorecer principalmente las enfermedades en que el estrés tiene una función importante, como las enfermedades cardiovasculares, que se pueden manifestar en la forma de hipertensión, infarto de miocardio, angina de pecho o incluso apoplejía.

Los efectos para el campo psicológico también son graves. El estrés producido por ruido ambiental es una preocupación principal, no sólo en los países industrializados, sino también cada vez más en las naciones en desarrollo. Debido al continuo y masivo aumento de los volúmenes de tráfico, tanto vial como aéreo, el estrés causado por el ruido ambiental ha tenido un incremento constante en su duración y en el área afectada.

De igual manera, el ruido en el trabajo produce cada vez más una discapacidad auditiva relacionada con esta función.

El daño auditivo producido por el ruido relacionado al ocio también es preocupante. La fuente más común de ruido en este contexto es la música, a la cual el oído está expuesto por distintos medios de audio en lugares diferentes (reproductores de música portátiles, sistemas estéreos, discotecas, conciertos). La mayoría de la gente subestima el riesgo de sufrir daño auditivo o incluso lo niega conscientemente. El mayor problema (o aspecto) es crear conciencia en el grupo de mayor riesgo, por lo general los jóvenes. En este respecto, se llama a los legisladores a intervenir y disminuir el potencial de daño con la introducción de limitadores de nivel de sonido en las unidades reproductoras de audio y niveles de sonido máximos permitidos en los eventos musicales o prohibir los juguetes que son muy ruidosos o que producen niveles de ruido excesivamente altos.

La Asociación Médica Mundial, de acuerdo con sus objetivos médico-sociales, llama la atención sobre el problema de la contaminación acústica con el fin de contribuir a la lucha contra el ruido ambiental a través de mayor información y más conciencia.

Recomendaciones

La Asociación Médica Mundial exhorta a las asociaciones médicas nacionales a:

  1. Informar al público, en especial a las personas afectadas por el ruido ambiental y también a los que elaboran políticas y toman decisiones, sobre los peligros de la contaminación acústica.
  2. Llamar a los ministros de transporte y planificadores urbanísticos a idear conceptos alternativos que puedan combatir el creciente nivel de contaminación acústica ambiental.
  3. Defender las regulaciones estatutarias para combatir la contaminación acústica ambiental.
  4. Respaldar el cumplimiento de la legislación sobre contaminación acústica y observar la eficacia de las medidas de control.
  5. Informar a los jóvenes sobre los riesgos de escuchar música excesivamente fuerte como la que emana, por ejemplo, de los reproductores de música portátiles, uso de sistemas estéreo con audífonos, sistemas de audio en automóviles y asistencia a conciertos rock y discotecas.
  6. Instar a las autoridades educacionales a informar a los estudiantes en una etapa temprana sobre las consecuencias del ruido en las personas, cómo se puede combatir el ruido ambiental, la función de la persona en la contribución a la contaminación acústica y los riesgos de escuchar música demasiado fuerte.
  7. Entregar información sobre los riesgos de daño auditivo que se produce en el sector privado, como resultado de trabajar con maquinaria pesada o utilizar vehículos motorizados demasiado ruidosos.
  8. Enfatizar a las personas expuestas a altos niveles de ruido en el trabajo la importancia de protegerse contra el ruido que no se puede disminuir.
  9. Llamar a los responsables de la seguridad laboral y la salud en las empresas a tomar medidas para disminuir la emisión de ruidos y hacer obligatorio la protección de los oídos en trabajos de alto riesgo, a fin de asegurar la protección de la salud de los empleados en los lugares de trabajo.

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y revisada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016.

 

Introducción

Las drogas opiáceas y psicotrópicas son herramientas terapéuticas valiosas cuando se utilizan de manera apropiada, cuando son indicadas médicamente, para una variedad de síntomas y condiciones. La AMM ha pedido una mayor prestación del tratamiento del dolor en su resolución sobre el Acceso a un Tratamiento Adecuado del Dolor (Montevideo, Uruguay, octubre 2011). Lamentablemente, el uso no clínico de estas substancias adictivas es un grave problema en todo el mundo. La adicción a las drogas es un problema social, económico y legal complejo y también una amenaza para la salud pública y la seguridad en el planeta. Afecta a gente de todas las clases sociales y esferas económicas. Además de exponerse a riesgos directos para la salud relacionados con el uso inapropiado de estas substancias, las personas adictas a las drogas pueden tener una conducta de alto riesgo, como el compartir agujas y tener actividad sexual sin protección, muchos recurren a acciones delictivas para financiar su cara adicción. Estos factores aumentan la transmisión de infecciones virales, como la hepatitis B y C y el VIH/SIDA, tanto para los adictos como para los que no se drogan. Otras consecuencias de la adicción incluye la incapacidad de mantener un empleo o funcionar en la vida social o familiar.

Las ramificaciones del consumo no médico de drogas, que es ilegal en la mayoría de los países, por lo general ayuda muy poco a los adictos a liberarse de su adicción. A pesar de los programas de drogas que existen en muchos centros correccionales, los reclusos muy a menudo tienen acceso a substancias ilegales y en realidad algunos usuarios comienzan su adicción en esos establecimientos. Por lo tanto, la sociedad y la profesión de la salud deben abordar este tema.

La Asociación Médica Mundial, preocupada por el mal uso generalizado de las drogas psicotrópicas u opiadas, insta a los médicos a dar prioridad a este problema en la práctica de la medicina y ha elaborado las siguientes normas:

Principios

Prácticas de Prescripción Responsables

Los médicos deben conocer las propiedades adictivas de ciertas drogas psicotrópicas y opiáceas, que deben ser prescritas con la mayor moderación y observando las indicaciones médicas más estrictas posibles. Los médicos deben tomar todas las medidas necesarias para asegurarse que estén totalmente informados sobre los efectos de estas drogas. Esto incluye la revisión de la investigación actualizada sobre la dosis, eficacia potencial para condiciones específicas, posibles efectos secundarios e interacciones farmacológicas y frecuencia del mal uso.

Cuando estas drogas son prescritas médicamente, su uso debe ser controlado con cuidado para asegurarse que el paciente sigue estrictas instrucciones sobre la dosis, frecuencia y cualquier otro factor asociado con el uso seguro de la droga específica. Se deben tomar todas las medidas adecuadas a fin de evitar el almacenamiento, la reventa u otro uso ilícito de la droga.

Los pacientes deben ser ampliamente informados de todos los efectos terapéuticos y no terapéuticos potenciales de las drogas psicotrópicas y opiáceas, incluida la posibilidad de adicción y deben tomar la decisión de usarlas. Ningún paciente debe ser forzado a tomar una droga psicotrópica contra su voluntad.

Los médicos deben conocer los factores no médicos que pueden predisponer a los pacientes a la adicción. Estos pueden incluir, entre otros, la historia familiar, adicciones pasadas, traumas emocionales, depresión u otras condiciones mentales y presión de los pares, en especial entre los jóvenes.

Los médicos deben aprender a reconocer a los «buscadores de droga», pacientes adictos que tratan de obtener drogas psicotrópicas y opiáceas bajo pretextos médicos falsos. A menudo los buscadores de droga consultan a más de un médico a fin de obtener varias prescripciones. En casos extremos, los buscadores de droga pueden producirse daños para crear síntomas y obtener una prescripción. Todas las condiciones y síntomas de un paciente deben verificarse clínicamente, hasta donde sea posible, y deben mantenerse registros meticulosos sobre el historial de medicamentos de los pacientes. Si se dispone de bases de datos con información de las drogas del paciente y sus prescripciones, deben ser consultadas.

Cuando los médicos prescriban substancias psicotrópicas u opiáceas a menores, deben asegurarse que los padres o responsables del paciente sean informados del posible mal uso de la droga e instarlos a vigilar al niño para estar seguros que se siguen las instrucciones del médico. Se debe informar a los padres o responsables que en algunos países es cada vez más habitual que los niños vendan las drogas a sus pares.

Terapia sin fármacos para los adictos a drogas opiáceas y psicotrópicas

Los médicos deben conocer todas las opciones de tratamiento sin fármacos para los adictos a las drogas opiáceas y psicotrópicas, incluidos los programas con hospitalización y ambulatorios y las comunidades terapéuticas, en las que los adictos que se recuperan viven en un entorno sin drogas. La mayoría de los programas de tratamiento están enfocados en interrumpir el ciclo de dependencia de la droga a través de la desintoxicación, consejos – incluido el apoyo constante de los pares – y una abstinencia permanente del uso de toda substancia adictiva opiácea o psicotrópica, incluido el alcohol. Algunos ofrecen programas educacionales o vocacionales para facilitar una reintegración exitosa en la vida comunitaria.

Los médicos deben instar a sus pacientes a participar en programas de tratamiento de drogas en la etapa más temprana posible de la adicción.

Se debe hacer todo lo posible para respetar la dignidad y la autonomía de los pacientes adictos. El tratamiento involuntario de las personas adictas en establecimientos debe ser el último recurso, conforme a las normas establecidas y, cuando corresponda, a la legislación nacional.

Terapia farmacológica para los adictos a las drogas opiáceas

En algunos casos, las personas adictas a las drogas opiáceas pueden ser tratadas con medicamentos que alivian los síntomas de retiro y ansiedad por las substancias adictivas sin producir la «subida» asociada a las opiáceas. Estos medicamentos también producen una tolerancia a otras opiáceas.  El objetivo del tratamiento con medicinas es el término inmediato del uso de las drogas opiáceas.

La terapia farmacológica puede ayudar al paciente dependiente de opiáceas a funcionar en su entorno normal y actividades mientras se esfuerza por vencer la adicción a las opiáceas. Sin embargo, siempre debe ser parte de un enfoque multidisciplinario que incluya elementos probados de tratamiento sin fármacos, como los consejos y el apoyo de los pares.

La terapia con medicamentos debe ser aplicada conforme a las normas establecidas basadas en evidencia y supervisada por médicos con formación especial junto a un equipo de apoyo apropiado.

Concienciación y Políticas

Las asociaciones médicas nacionales (AMNs) deben participar en los esfuerzos a distintos niveles nacionales para dar a conocer los riesgos que implica el abuso de las drogas opiáceas y psicotrópicas y para asegurar la disponibilidad de opciones de tratamiento apropiadas para las personas adictas. Las AMNs deben instar a sus miembros a participar en programas similares en la comunidad.

Las AMNs deben promover programas apropiados de prevención de drogas en todos los niveles del sistema educacional y reconocer que el consumo de drogas es cada vez más frecuente entre los jóvenes.

Las AMNs y los médicos deben participar en la elaboración de normas basadas en evidencia que sirvan de apoyo a un enfoque multidisciplinario del tratamiento de la drogadicción, incluidas las estrategias para disminuir las consecuencias, como los programas de intercambio de agujas.

Las AMNs deben participar en la elaboración de procedimientos legales relativos al uso de drogas ilegales para asegurarse que las personas adictas sean reconocidas como que tienen derecho a recibir una atención médica y de rehabilitación apropiadas, incluso en las instituciones correccionales.

Conclusión

Los médicos tienen una función importante que cumplir en la lucha contra la drogadicción, como médicos y también como defensores del tratamiento, los derechos y la dignidad de las personas adictas a estas substancias peligrosas. El tratamiento de la adicción, al igual que el tratamiento de cualquier enfermedad o condición, se debe efectuar en el interés superior del paciente y conforme a los principios de ética médica establecidos.

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
Revisada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
y derogada y archivada por la 76.ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre de 2025

 

Introducción

La obesidad es uno de los problemas más importantes en salud que el mundo tiene en el siglo XXI, que afecta a todos los países y grupos socio-económicos y representa un uso importante de los recursos de salud.

La obesidad infantil es una preocupación creciente y se está convirtiendo en una epidemia en aumento.

La obesidad tiene causas complejas que están relacionadas con los cambios económicos y sociales producidos en la sociedad, incluido el ambiente proclive a la obesidad en el que vive la mayoría de la población.

Por lo tanto, la AMM insta a que los médicos utilicen su papel de líderes para defender que las autoridades nacionales de salud reconozcan que la disminución de la obesidad debe ser una prioridad con políticas apropiadas a la cultura y la edad con la participación de médicos y otros sectores clave.

La Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos:

  • Lideren un cambio en la sociedad que ponga el debido énfasis en contextos que promuevan la alimentación sana y la actividad física regular para todos, con un enfoque especial en los niños.
  • Expresen preocupación, en forma individual y a través de sus asociaciones médicas, ya que el exceso de televisión y de juegos de video son impedimentos para la actividad física de los niños y adolescentes en muchos países.
  • Insten a las personas a optar por lo sano y aconsejen a los padres a ayudar a sus niños a hacer lo mismo.
  • Reconozcan la función de toma de decisiones personales y la influencia adversa ejercida por el ambiente actual.
  • Reconozcan que la recopilación y evaluación de información puede contribuir al manejo basado en evidencia y que debe ser parte de exámenes y evaluación médica de rutina durante toda la vida.
  • Promuevan el desarrollo de aptitudes que insten a estilos de vida sanos en todas las personas y contribuyan a un mejor conocimiento de dietas saludables, ejercicio y los peligros del consumo excesivo de tabaco y alcohol.
  • Aboguen para incluir a profesionales con formación adecuada en establecimientos educacionales para destacar la importancia de la educación sobre estilos de vidas sanos desde una edad temprana.
  • Contribuyan al desarrollo de mejores instrumentos de evaluación y bases de datos que permitan intervenciones mejor dirigidas y evaluadas.
  • Asegurarse que la obesidad, sus causas y manejo son parte de programas de desarrollo profesional continuo para el personal de salud, incluidos los médicos.
  • Utilicen terapias con medicamentos y cirugía bariátrica consistentes con las normas basadas en evidencia y una evaluación de los riesgos y beneficios asociados a dichas terapias.

Adoptada por la 52ª Asamblea General de la AMM Edimburgo, Escocia, Octubre 2000,
y revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, Octubre 2006,
y eliminadas por la 65a Asamblea General de la AMM, Durban, Sudáfrica, Octubre 2014

  1. Introducción

    1. Los avances de las ciencias médicas, en especial las técnicas quirúrgicas, la clasificación de tejidos y los medicamentos inmunodepresivos han hecho posible un aumento importante de las estadísticas de trasplantes de órganos exitosos. Frente a estos avances, es necesaria una reflexión renovada sobre los problemas éticos relativos a la donación y al trasplante de órganos, a fin de solucionarlos. Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial ha iniciado una revisión de los problemas y principios relacionados con el trasplante y ha preparado este texto para orientar a las asociaciones médicas, médicos y otros proveedores de atención médica, como también a los que elaboran políticas y protocolos sobre estos problemas.
    2. Esta Declaración se basa en los principios de la ética general y médica. En los asuntos de ética, los conflictos de valores y de principios no se pueden evitar; por ejemplo, existe una tensión entre el deseo de obtener órganos para proporcionar tratamientos médicos importantes, por un lado, y la mantención de la decisión y la libertad personal, por otro. A lo largo de esta Declaración se hace referencia a principios aplicables cuando pueden ayudar a aclarar y explicar el razonamiento de ciertas frases.
  2. Obligaciones Profesionales de los Médicos

    1. La primera obligación de los médicos es con sus pacientes, ya sean donantes potenciales o receptores de órganos trasplantados. En conjunto con esta obligación, los médicos también pueden tener responsabilidades con los familiares y amigos cercanos de sus pacientes, por ejemplo, solicitar y considerar sus opiniones sobre la recuperación de órganos de sus parientes o amigos fallecidos. La obligación ante el paciente prima sobre toda obligación que pueda existir en relación con sus familiares. Sin embargo, esta obligación no es absoluta; por ejemplo, la responsabilidad del médico por el bienestar del paciente que necesita un trasplante no justifica la obtención ilegal o contraria a la ética.
    2. Los médicos tienen responsabilidades ante la sociedad, que incluyen la promoción de un uso justo de los recursos, la prevención del peligro y la promoción de los beneficios de la salud para todos; esto puede incluir la promoción de la donación de órganos.
    3. Los cirujanos que realizan trasplantes deben asegurarse que los órganos que trasplantan hayan sido obtenidos de acuerdo a lo estipulado en esta Declaración. El médico no trasplantará órganos que sabe o sospecha que no hayan sido obtenidos de manera legal y ética.
  3. Obtención de Organos: Aspectos Sociales

    1. La AMM insta a sus miembros a apoyar la elaboración de amplias estrategias nacionales coordinadas relativas a la obtención de órganos, en consulta y cooperación con todos los copartícipes pertinentes. Al elaborar la estrategia se deben considerar debidamente los derechos humanos, los principios éticos y la ética médica. Los problemas éticos, culturales y de sociedad que surjan en relación con dicha estrategia, y con el tema de donación y trasplante en general, se deben resolver, cuando sea posible, en un proceso abierto con debate público e informado con evidencia sólida.
    2. Se han establecido algunos tipos de trasplante de órganos y servicios de atención médica importantes. Hasta el punto que la falta de órganos constituye una barrera para proporcionar el tratamiento que se necesita, la profesión médica tiene la obligación de promover políticas y protocolos para obtener órganos para tratamientos necesarios, que sean consistentes con los valores de la sociedad.
    3. Es importante que las personas tengan la oportunidad de tomar conocimento de la opción de la donación, como también de la oportunidad de optar en todo caso por la donación (por ejemplo, una elección facilitada). El conocimiento y la decisión se deben facilitar con un enfoque multifacético coordinado por una variedad de copartícipes y de medios, incluidos los medios de comunicación y las campañas públicas. Los médicos deben dar a sus pacientes la oportunidad de tomar una decisión con respecto a la donación de órganos, idealmente en el contexto de una relación activa con el paciente y en anticipo de cualquier crisis que convierta la decisión en urgente.
    4. La AMM apoya la decisión infomada del donante. Las asociaciones médicas nacionales de los países que han adoptado o consideran una política de «consentimiento supuesto», en la que existe presunción que el consentimiento se ha otorgado, a menos que haya evidencia de lo contrario, o una «decisión por mandato», en la que a todas las personas se les pediría declarar si desean donar, deben hacer todo lo posible para asegurar que estas políticas no afecten la decisión informada del donante, incluido el derecho del paciente a negarse a donar.
    5. Se debe considerar la creación de un registro nacional de donantes para elaborar y mantener una lista de los ciudadanos que han optado donar o no sus órganos. Todos estos registros deben proteger la vida privada de la persona y la capacidad de ésta para controlar la recolección, utilización, entrega y acceso a la información sobre su salud para otros fines independientes del registro. Se deben tomar medidas para asegurar que la decisión sea informada adecuadamente y que los inscritos puedan retirarse del registro sin sanciones.
  4. Obtención de Organos a Niveles Institucional e Individual

    1. Se puede aumentar la donación a través de políticas y protocolos locales. La AMM recomienda que los programas de obtención de órganos, hospitales y otras instituciones donde se obtienen órganos deben:
      1. elaborar políticas y protocolos que insten a la obtención de órganos que sean consistentes con el contenido de esta Declaración. Dichas políticas deben ser consistentes con las obligaciones profesionales del médico y los valores de la sociedad, incluidas la toma de decisión libre e informada, privacidad y acceso igualitario a la atención médica que se necesita;
      2. dar a conocer estas políticas y protocolos a los coordinadores de trasplantes, médicos y otros proveedores de atención médica en la institución;
      3. asegurar que se disponga de los recursos adecuados para apoyar la implementación correcta de las políticas y protocolos.
  5. Donación después de la Muerte

    1. Los médicos tienen la obligación de asegurar que las interacciones a la cabecera, incluidas las conversaciones sobre donación de órganos, sean sensibles y consistentes con los principios éticos y con sus obligaciones fiduciarias ante sus pacientes. Esto es particularmente cierto dado que las condiciones en la cabecera de los pacientes moribundos no son ideales para el proceso de toma de decisión libre e informada. Los protocolos deben especificar que cualquiera que se acerque al paciente, a su familiares u otro representante designado, en relación con la donación de órganos debe tener la combinación apropiada de conocimientos, capacidades y sensibilidad para tener dichas conversaciones. Los estudiantes de medicina y los médicos en ejercicio deben adquirir la formación necesaria para esta tarea y las autoridades correspondientes deben proporcionar los recursos necesarios para asegurar la formación. Es obligatorio que la persona que se acerca al paciente o a la familia con respecto a la decisión de donación no sea un miembro del equipo de trasplante.
  6. Toma de Decisión Libre e Informada sobre la Donación de Organos

    1. La AMM considera que los deseos de los donantes potenciales son importantísimos. En el caso de que desconozcan los deseos del donante potencial sobre la donación y éste haya muerto sin expresar su voluntad, la familia u otra persona especificada puede servir como representante y puede tener derecho a dar o negar autorización para la donación, a menos que existan deseos de lo contrario expresados con anterioridad.
    2. Se debe establecer evidencia de la decisión libre e informada del donante potencial, o cuando corresponda legalmente, del representante, antes de comenzar la obtención del órgano. En los países donde el consentimiento supuesto es legal, el proceso de obtención de órganos debe incluir etapas razonables para saber si el donante potencial no desea donar.
    3. El éxito para lograr este resultado no debe interpretarse como un criterio para medir la calidad del proceso de toma de decisión libre e informado. La calidad de este proceso depende de si la decisión fue adecuadamente informada y libre de presiones, y no de si el resultado es la decisión de donar.
    4. La toma de decisión libre e informada es un proceso que requiere del intercambio y comprensión de la información y de voluntariedad. Puesto que los presos y otras personas en custodia no pueden dar un consentimiento libre y pueden estar bajo presión, sus órganos no se deben utilizar para trasplante, excepto para los miembros de su familia directa.
    5. A fin de que la decisión de donar órganos sea debidamente informada, los posibles donantes o sus representantes deben contar, si lo desean, con información significativa y pertinente. Normalmente, esto debe incluir información sobre:
      1. en caso de donantes vivos, los beneficios y los riesgos del trasplante
      2. en caso de donantes muertos, los procedimientos y definiciones para certificar la muerte
      3. probar los órganos para determinar si son adecuados para el trasplante, lo que puede revelar riesgos de salud insospechados en los posibles donantes y sus familias
      4. en caso de donantes muertos, medidas que puedan ser necesarias para preservar la función del órgano hasta que se certifique la muerte y se pueda realizar el trasplante
      5. en caso de donantes muertos, qué pasará con el cuerpo una vez que se certifique la muerte
      6. qué órganos acuerdan donar
      7. el protocolo que se aplicará en relación con la familia, en el caso que ésta se oponga a la donación y
      8. en caso de donantes vivos, las consecuencias de vivir sin el órgano donado.
    6. Los posibles donantes deben ser informados que las familias a veces se oponen a la donación, por esto, se les debe aconsejar comunicar su decisión a sus familias para evitar conflictos.
    7. Los posibles donantes o sus representantes deben tener la oportunidad de hacer preguntas sobre la donación y se les debe contestar de manera sensible y clara.
    8. Cuando se conocen los deseos del paciente y no existe razón para creer que la decisión de donar no ha sido voluntaria, no ha sido informada adecuadamente o ha cambiado, se deben realizar los deseos. Esto debe aclararse en la legislación, la política y los protocolos. En estas circunstancias, se debe aconsejar a las familias que respeten los deseos expresados claramente por el paciente.
    9. Cuando no se conocen los deseos del paciente o existe una incertidumbre sobre éstos, debe prevalecer la legislación nacional vigente.
    10. También se deben seguir los protocolos de toma de decisión libre e informada en el caso de los receptores de órganos. Normalmente, esto debe incluir información sobre:
      1. los riesgos del procedimiento
      2. la sobrevivencia probable a corto, mediano y largo plazo, la morbilidad y la calidad de vida
      3. alternativas de trasplante y
      4. cómo se obtienen los órganos
    11. En el caso de los donantes vivos, se debe tratar en especial de asegurar que la decisión sobre la donación sea voluntaria. Los incentivos económicos para proporcionar u obtener órganos para trasplantes pueden ser coercitivos y deben estar prohibidos. Las personas que no pueden tomar una decisión informada, por ejemplo, los menores o las personas incapacitadas mentalmente, no deben ser consideradas como donantes vivos potenciales, excepto en circunstancias extraordinarias, conforme a las revisiones de los comités de ética o los protocolos establecidos. A fin de evitar un conflicto de intereses, el médico que obtiene el consentimiento informado del donante vivo no debe formar parte del equipo de trasplante del receptor.
  7. Certificación de la Muerte

    1. La AMM considera que la certificación de la muerte es un asunto clínico que se debe llevar a cabo conforme a normas ampliamente aceptadas, establecidas por grupos médicos expertos y estipuladas en la Declaración de Sidney de la AMM sobre la Certificación de la Muerte y la Recuperación de Organos.
    2. Se deben elaborar protocolos y procedimientos para educar y ayudar a los pacientes y familias sobre los procedimientos de diagnóstico de la muerte y las oportunidades de donación después de la muerte.
    3. Para evitar un conflicto de intereses, el médico que certifica la muerte de un donante potencial de órganos o tejidos no debe participar en la extirpación del órgano, en los procedimientos subsiguientes al trasplante, tampoco debe ser responsable de la atención de los receptores potenciales de esos órganos.
  8. Justicia en el Acceso a los Organos

    1. La AMM considera que deben existir políticas explícitas, que sean de conocimiento público, que regulen todos los aspectos del trasplante y la donación de órganos, incluido el manejo de las listas de espera de órganos, a fin de asegurar un acceso justo y apropiado.
    2. Las políticas que regulen el manejo de las listas de espera deben asegurar eficacia y justicia. Los criterios que se deben considerar en la asignación de órganos incluyen la gravedad médica, tiempo en la lista de espera, probabilidad médica de éxito, medida por factores como el tipo de enfermedad, otras complicaciones y compatibilidad de tejidos. No debe haber discriminación basada en, la posición social, estilo de vida o comportamiento.
    3. Los llamados especiales para obtener órganos para un receptor específico deben estudiarse más y ser sometidos a un examen ético a fin de evaluar el impacto potencial en una distribución justa.
    4. El pago por órganos para donación y trasplante debe estar prohibido. El incentivo económico compromete el carácter voluntario de la decisión y la base altruista de la donación de órganos. Además, el acceso al tratamiento médico necesario, basado en la capacidad de pago, es inconsistente con los principios de justicia. Los órganos que se sospeche hayan sido obtenidos a través de una transacción comercial no se deben aceptar para un trasplante. Además, se debe prohibir la publicidad sobre órganos. Sin embargo, se permite el reembolso razonable de los gastos como los de la obtención, transporte, procesamiento, preservación e implantación.
    5. El médico al que se le solicita trasplantar un órgano que ha sido obtenido a través de una transacción comercial debe negarse a hacerlo y debe explicar al paciente por qué dicho acto médico sería contrario a la ética: porque la persona que proporcionó el órgano puso en riesgo su salud futura por motivos más bien económicos que altruistas y porque esas transacciones son contrarias al principio de justicia en la distribución de órganos para trasplantes.
  9. Procedimientos de Trasplantes Experimentales y Nuevos

    1. La AMM considera que, aunque muchos procedimientos para trasplantes se han convertido en atención médica estándar para una gama de condiciones médicas, otros son experimentales o moralmente controversiales y necesitan más investigación, protección, normas y debate público.
    2. Los procedimientos experimentales requieren protocolos, incluida la revisión ética, que son distintos y más estrictos que los que se aplican a los procedimientos médicos estándares.
    3. El trasplante entre distintas especies plantea problemas especiales, en particular en lo que respecta al riesgo de transmisión inadvertida entre especies de los virus y otros agentes patógenos. Se necesita con urgencia un amplio debate público sobre los trasplantes entre distintas especies a fin de asegurar que los avances en este campo son consistentes con los valores de la sociedad. Se deben elaborar normas internacionales que regulen estas prácticas.
    4. Los trasplantes que utilicen tejidos obtenidos con la tecnología de reemplazo del núcleo celular necesitan una revisión científica, debate público y normas apropiadas antes de que sean tratamientos aceptados.

Adoptada por la 46ª Asamblea General de la AMM Estocolmo, Suecia, septiembre 1994
revisada por la 57Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017
y cancelada y archivada por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

 

INTRODUCCIÓN

1.      Según la Federación Internacional de la Soiedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) una catástrofe es un suceso repentino y desastroso que altera profundamente el funcionamiento de una comunidad o sociedad y produce pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales que exceden la capacidad de la comunidad o la sociedad de enfrentarlo con sus propios recursos. Aunque a menudo las catástrofes son causadas por la naturaleza, pueden ser de origen humano.

Esta definición excluye las situaciones causadas por conflictos y guerras, sean internacionales o internos, lo que produce otros problemas, además de los mencionados en este documento.

2.      Las catástrofes a menudo producen mucha destrucción material, importante desplazamiento de población, muchas víctimas y significativa desorganización social. Una preparación adecuada tendría consecuencias menos graves y probables y protegería especialmente a los más vulnerables.

Este documento se centra particularmente en los aspectos médicos de las catástrofes. Desde el punto  de vista médico, estas situaciones van acompañadas de un desequilibrio fuerte e imprevisto entre los recursos y las posibilidades de intervención de los médicos y las necesidades de los sobrevivientes heridos o cuya salud está amenazada, en un tiempo dado.

3.      Las catástrofes, sin considerar sus causas, tienen diversos elementos en común:

3.1    El carácter imprevisto e inesperado, pero a menudo previsible que necesita una acción rápida.

3.2    Los daños materiales o naturales que hacen difícil o peligroso el acceso a los sobrevivientes.

Desplazamiento o movimiento con frecuencia de gran cantidad de gente ;

3.3    Efectos adversos para la salud, debido a varias razones, como las lesiones físicas y grandes traumas, consecuencias directas e indirectas de la contaminación, los riesgos de epidemia y los factores emocionales y sicológicos, también el acceso reducido a alimentos, agua potable, albergue, atención médica y otros determinantes de la salud.

3.4    Un contexto de inseguridad que a veces necesita medidas policiales o militares para mantener el orden.

3.5    El aspecto de los medios de comunicación y el uso de las redes sociales.

4.      Las catástrofes necesitan una reacción multidisciplinaria que pone en marcha numerosos tipos de ayuda, que van desde los transportes y aprovisionamiento de alimentos hasta la atención médica. Es posible que los médicos formen parte de operaciones coordinadas con otros agentes, como el personal que vela por el cumplimiento de la ley. Estas operaciones necesitan una autoridad eficaz y centralizada que coordine las acciones públicas y privadas.

Los servicios de rescate y los médicos que se enfrentan circunstancias excepcionales que necesitan la necesidad continua de un estándar de atención profesional y ético. Esto es para asegurar que el tratamiento de los sobrevivientes de catástrofes corresponda a los principios éticos básicos y no se vea influenciado por otras motivaciones. Los escasos recursos médicos o la desorganización en terreno y el aumento de heridos en poco tiempo crean desafíos éticos específicos.

 

RECOMENDACIONES

5.      La profesión médica está al servicio de los pacientes y la sociedad en todo momento y todas las circunstancias. Por lo tanto, los médicos deben estar firmemente comprometidos a abordar las consecuencias sanitarias de las catástrofes, sin excusas o atrasos.

6.      La Asociación Médica Mundial (AMM) reafirma su Declaración de Montevideo sobre la Preparación para Catástrofes y Respuesta Médica (octubre 2011) y recomienda la formación adecuada de médicos, información cartográfica sobre los activos del sistema de salud y defensa ante los gobiernos, a fin de asegurar la planificación de la atención médica.

7.      La AMM recuerda la primera necesidad de asegurar la seguridad personal de los médicos y otros socorristas durante las catástrofes (Declaración sobre la Declaración sobre la Protección del Personal de Salud en Situaciones de Violencia, 2014).

Los médicos  y otros  intervinientes deben tener acceso a un equipamiento apropiado y funcional, médico y protector.

8.      Además, la AMM recomienda los siguientes principios y procedimientos éticos en relación a la función del médico en situaciones de catástrofe.

8.1    Puede ser necesario un sistema de selección para determiner las prioridades de tratamiento. A pesar de que a menudo la selección permite que los heridos más graves reciban solo un control de síntomas, como analgesia, estos sistemas son proporcionados con ética y respnden a criterios normativos. Demostrar atención y compasión , a pesar de la necesidad de asignar recursos limitados, es un aspecto esencial de la selección.

Lo ideal es que la selección sea confiada a médicos o equipos médicos autorizados y experimentados, asistidos por personal competente. Puesto que los casos pueden evolucionar y así cambiar de categoría, es esencial que la persona a cargo de la selección evalúe regularmente la situación.

8.2    Los siguientes puntos se aplican al tratamiento de urgencias sobrepasadas:

8.2.1      Es una actitud ética para el médico no insistir a cualquier costo y tratar a personas en urgencias sobrepasadas y así desperdiciar recursos escasos necesarios para otras víctimas. La decisión de no tratar a una persona herida, por las prioridades que establece la catástrofe, no puede ser considerada como una falta médica o ética en la ayuda a una persona en peligro de muerte. Es justificado cuando se intenta salvar la máxima cantidad de personas. Sin embargo, el médico debe tener compasión por esos pacientes, ayudarlos y respetar su dignidad, por ejemplo, aislándolos y dándoles calmantes apropiados, además si es posible pedir que alguien se quede con el paciente y no lo deje solo.

8.2.2      El médico debe actuar conforme a las necesidades de los pacientes y a los recursos disponibles. El médico debe organizar sus prioridades para tratamientos que salven el máximo de vidas y limitar la morbilidad al mínimo

8.3    Relaciones con los pacientes

8.3.1      Al seleccionar a los pacientes que pueden ser salvados, el médico debe considerar sólo el estado médico y respuesta previsible al tratamiento y no debe tomar en cuenta ninguna consideración basada en criterios no médicos.

8.3.2      Los sobrevivientes de una catástrofe tienen derecho al mismo respeto que otros pacientes y el tratamiento más apropiado disponible debe ser aplicado con el consentimiento del paciente.

8.4    Consecuencias de una catástrofe

8.4.1      Después de una catástrofe se deben considerar las necesidades de los sobrevivientes. Muchos pueden haber perdido a familiares y pueden sufrir lesiones sicológicas. La dignidad de los sobrevivientes y de sus familias debe ser respetada.

8.4.2      El médico debe esforzarse por respetar las costumbres, ritos y religión de los pacientes y mantener su imparcialidad.

8.4.3      En lo posible, se deben mantener registros detallados, incluida la información de las dificultades en terreno.  La identificación de los pacientes, incluidos los fallecidos, debe ser registrada.

8.5    Medios de comunicación y terceros

Los médicos deben considerar que en todas las catástrafos están presente los medios de comunicación. El trabajo de los medios debe ser respetado y facilitado según las circunstancias. Si es necesario, los médicos deben poder restringir la entrada a periodistas y otros representantes de los medios a los establecimientos médicos. El personal con formación adecuada debe manejar las relaciones con los medios.

El médico tiene el deber con su paciente de ser discreto y tratar de asegurar la confidencialidad cuando enfrente a terceros y debe ser cauto y objetivo y respetar el clima emocional y político que a menudo se vive en las situaciones de catástrofes. Cualquier y todos los medios, en especial la filmación, sólo se debe permitir con el consentimiento explícito de cada paciente que es filmado. Con respecto al uso de las redes sociales, los médicos deben observar las mismas normas de discreción y respeto por la privacidad del paciente.

8.6    Deberes del personal médico asistencial

Los principios éticos que se aplican a los médicos en situaciones de catástrofes también se aplican a otro personal de salud.

8.7    Educación

La Asociación Médica Mundial recomienda que la educación sobre la medicina de catástrofes sea incluida en los estudios universitarios y en los currículos médicos de los cursos de postgrado.

8.8    Responsabilidad

8.8.1      La Asociación Médica Mundial solicita a los gobiernos cubrir la responsabilidad civil y los daños personales que puedan producir los médicos cuando prestan atención médica en las situaciones de catástrofe o urgencia. Esto también debe incluir la cobertura de vida y discapacidad para los médicos que mueren o que sufren lesiones por su trabajo.

8.8.2      La AMM solicita a los gobiernos que:

  • Aseguren la preparación del sistema de salud para enfrentar situaciones de catástrofes.
  • Compartan toda la información sobre salud pública de manera oportuna y precisa.
  • Acepten la presencia de médicos extranjeros y, cuando sea demostrablemente calificada, su participación sin discriminación de la base de factores como afiliación (por ejemplo, Cruz Roja, Creciente Rojo, CICR y otras organizaciones calificadas), raza o religión.
  • Den prioridad a los servicios médicos sobre cualquier otra cosa que pueda retrasar el tratamiento necesario de los pacientes.

 

 

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y revisada por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

INTRODUCCIÓN

1.      La educación médica consiste en la enseñanza médica universitaria, de postgrado y desarrollo profesional continuo. La enseñanza médica es un proceso dinámico que comienza al principio de la enseñanza médica universitaria (escuela de medicina) y continúa hasta que el médico se retira del ejercicio activo. Su objetivo es preparar a los médicos en ejercicio para aplicar los últimos descubrimientos científicos en la prevención y tratamiento de enfermedades que afectan al ser humano y en el alivio de los síntomas. Todos los médicos tienen una responsabilidad consigo mismo, la profesión y sus pacientes para mantener un alto nivel de la educación médica.

 

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA EDUCACIÓN MÉDICA

2.      La educación médica consiste en una formación destinada a asegurar que los  médicos adquieran las competencias, habilidades y aptitudes que les permitan ejercer profesional y éticamente al más alto nivel. Todos los médicos, la profesión como un todo, las facultades de medicina y otras instituciones docentes, así como el Gobierno, comparten la responsabilidad de garantizar el alto nivel y la calidad de la enseñanza médica a lo largo de este proceso.

I.       EDUCACIÓN MÉDICA UNIVERSITARIA

3.      La finalidad de la educación médica universitaria es asegurar que los  estudiantes en medicina hayan adquirido los conocimientos, experiencia y conducta profesional que los preparen para elegir entre una gran variedad de carreras que incluye, aunque sin restricción, la atención de pacientes, la investigación clínica fundamental, liderazgo y gestión o la docencia médica. Cada una de estas carreras exige una formación complementaria a la requerida para el primer diploma profesional.

4.      En la escuela de medicina, los conocimientos, experiencia y conducta profesional que los estudiantes deben adquirir deben estar basados en la opinión profesional de la facultad y consejos de acreditación y responder a las necesidades de salud de la región o el país. Estas decisiones  tendrán un impacto en  la selección de estudiantes, la elaboración y contenido del currículo, el sistema de evaluación de estudiantes y la apreciación de si la escuela ha logrado sus objetivos. Estas decisiones también deben estar sujetas a las normas pertinentes, las necesidades de  equidad y accesibilidad y la diversidad y la inclusión en la fuerza laboral médica.

 

II.     SELECCIÓN DE ESTUDIANTES

5.      Antes de ingresar a la escuela de medicina, los estudiantes de medicina deben haber adquirido una amplia educación idealmente con una base en las artes, humanidades y ciencias sociales, al igual que la biología y la física. La selección de estudiantes de medicina debe hacerse de acuerdo con su capacidad intelectual, motivación por la medicina,  formación previa pertinente, personalidad e integridad. El proceso de selección para los estudiantes no debe ser discriminatorio y debe reflejar la importancia de la creciente diversidad en la fuerza liberal médica. La escuela de medicina también debe considerar su misión en la elaboración de los requisitos de admisión.

6.      En un determinado país o región, debe haber una cantidad suficiente de estudiantes de medicina para satisfacer las necesidades locales y regionales. Las asociaciones médicas nacionales (AMNs) y los gobiernos nacionales deben colaborar para limitar las barreras económicas que impiden que personas cualificadas ingresen a una escuela de medicina y terminen sus estudios.

7.      Currículo y evaluación

         7.1     El programa educacional de una escuela de medicina debe estar basado en los objetivos de programa educacional elaborado en respuesta a las necesidades en salud de la región o el país. Estos objetivos deben utilizarse en la selección del contenido del currículo, la creación de un sistema de evaluación de alumnos y las apreciaciones de si la facultad ha logrado sus objetivos educacionales, sujeto a las normas reguladoras y educacionales pertinentes.

         7.2     El currículo médico debe equipar al estudiante con una amplia base de conocimientos médicos. Esto incluye las ciencias biológicas y del comportamiento, como también las socio económicas de la salud, los determinantes sociales de la salud y la salud pública y de la población. Estas disciplinas, junto con la ciencia médica básica,  son centrales  para comprender y practicar la medicina clínica. La AMM recomienda que el contenido relacionado con la ética médica y los derechos humanos debe ser un requisito principal del currículo médico . El estudiante también debe ser introducido a los principios y la metodología de la investigación médica y cómo se utilizan los resultados de la investigación en la práctica clínica. Los estudiantes deben tener oportunidades, si lo desea o requiere la escuela de medicina, para participar en investigación. Las aptitudes cognitivas del aprendizaje autónomo, la reflexión crítica y la solución de problemas de medicina deben incluirse tempranamente en el currículo médico para preparar a los estudiantes a la formación clínica.

         7.3     Antes de comenzar su práctica independiente, todo médico debe completar un programa formal de educación clínica supervisada. En la educación médica universitaria, las experiencias clínicas deben ir de atención primaria a terciaria en un contexto hospitalario y ambulatorio, como los hospitales universitarios, hospitales comunitarios, clínicas, consultas médicas y otros establecimientos de salud. El componente clínico de la educación médica universitaria debe utilizar un modelo de formación con objetivos definidos y debe incluir experiencias directas en el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, con un aumento gradual en la responsabilidad del estudiante, basada en su demostración de los conocimientos  y experiencia pertinentes. Las experiencias y formación en equipos interprofesionales que prestan atención colaborativa a pacientes es importante en la preparación de los estudiantes de medicina para la práctica.

         7.4     La facultad de la escuela de medicina tiene la responsabilidad de asegurar que los estudiantes que se han graduado y recibido su primer grado profesional hayan adquirido una comprensión básica  de la medicina clínica, tengan las destrezas básicas necesarias para evaluar problemas clínicos y tomar medidas apropiadas y demuestren actitudes y carácter para ser un médico con ética. El sistema de evaluación en una escuela de medicina debe incluir métodos apropiados y válidos para asegurarse que todos los graduados hayan logrado cada una de estas expectativas. Sería útil que las escuelas de medicina tuvieran acceso a personas con experiencia en la evaluación de estudiantes, ya sea de la escuela de medicina o de otros sectores.

8.      Apoyo al estudiante

         8.1     Los estudiantes de medicina deben recibir apoyo académico y social, como orientarlos en problemas personales y programas de apoyo al bienestar,  para ayudarlos a cumplir con las exigencias de la escuela de medicina. El apoyo académico incluye la tutoría y orientación para administrar el estudio y el tiempo. El apoyo social incluye el acceso a actividades que promuevan su bienestar físico y mental, al igual que a servicios de salud general y mental. Se debe disponer de tutores y consejeros para ayudar a los estudiantes a elegir su especialidad y planificar su carrera.

9.      La Facultad y recursos institucionales

         9.1     La formación médica universitaria debe ser impartida por personal apropiado, incluida una facultad que tenga calificaciones académicas adecuadas que solamente pueden obtenerse a través de la formación profesional y la experiencia. Debe existir una cantidad suficiente de facultades para  cumplir con la misión educacional, investigativa y otras de la escuela de medicina. El proceso de la selección de la facultad no debe ser discriminatorio. La facultad debe tener un compromiso formal con la escuela de medicina, como el nombramiento de la facultad, y ser parte y estar sujeta a la gobernanza de la escuela de medicina y sus estructuras departamentales.

         9.2     La facultad de una escuela de medicina tiene la responsabilidad de elaborar el currículo médico y el sistema de evaluación de los estudiantes. Como tal, los objetivos del programa educacional, el contenido y el formato del currículo y la evaluación del currículo son responsabilidades de la facultad. La facultad debe revisar el currículo con frecuencia, idealmente con las estadísticas de los resultados de los estudiantes y el aporte de los estudiantes, graduados y la comunidad en ejercicio. Por otro lado, la facultad debe evaluar de manera regular la calidad de cada elemento del programa educacional  y del programa como un todo a través  de los comentarios de los estudiantes y los pares. Las escuelas de medicina deben ofrecer oportunidades de desarrollo de la facultad para apoyar la adquisición y mantenimiento de competencias en enseñanza y evaluación, de manera que puedan cumplir con sus responsabilidades en el programa de educación médica y las habilidades de diseño del currículo.

         9.3     Las escuelas de medicina deben asegurar un ambiente académico en el que el aprendizaje y las exigencias sean alentados, incluidos programas de investigación institucional activos para avanzar en los conocimientos médicos y la calidad de la atención. Las escuelas de medicina deben prestar apoyo para enriquecer sus competencias y participar en la investigación independiente o colaborativa.

         9.4     Además de una cantidad suficiente de facultades bien preparadas, las escuelas de medicina deben asegurarse que existan recursos de bibliotecas y de tecnología de información, salas de clases, laboratorios de investigación, clínicas y salas de estudio en cantidad suficiente para responder a las necesidades de todos los estudiantes.  Se debe contar con una estructura administrativa de apoyo para cosas como mantenimiento y registro de los expedientes académicos.

10.    Financiamiento de la educación médica

         10.1   Los gobiernos nacionales y las escuelas de medicina colaboran para crear mecanismos de financiamiento que apoyen la educación médica universitaria. Es necesario el apoyo a cada estudiante y a las escuelas de medicina. Deben existir recursos económicos suficientes para que las escuelas de medicina eduquen a la cantidad de estudiantes de medicina requerida para satisfacer las necesidades en salud a nivel nacional o regional.

III.   EDUCACIÓN MÉDICA DE POSTGRADO

11.    El estudiante graduado de una institución que imparte educación médica universitaria debe  seguir  un programa de formación avanzada con base clínica antes de ser autorizado legalmente a ejercer independientemente la medicina y si lo requiere obtener su licencia para ejercer. La educación médica post universitaria, segunda fase de la educación médica, prepara al médico para ejercer una disciplina o especialidad médica y se centra en competencias específicas necesarias para la práctica en dicha especialidad.

12.    Los programas de educación médica post universitaria, también llamados programas de residencia, incluyen experiencias educacionales que apoyan la adquisición de conocimientos y experiencia características de la especialidad. Según la especialidad, los programas de postgrado utilizan una variedad de contextos clínicos hospitalarios y ambulatorios, incluidos hospitales, clínicas y otras instituciones de salud. La educación de los residentes debe combinar un currículo didáctico estructurado con actividad clínica que incluya el diagnóstico y la gestión de pacientes bajo niveles apropiados de supervisión. Un programa de residencia debe asegurar que cada residente tenga oportunidad de tratar a una cantidad adecuada de pacientes, a fin de adquirir experiencia en las condiciones que caracterizan la especialidad. Estas experiencias clínicas deben darse en establecimientos con  atención de  alta calidad, ya que la calidad de la educación y la calidad de la atención de pacientes son interdependientes y se deben buscar de manera que se realcen entre ellas.

13.    Se debe mantener un equilibrio justo de manera que los residentes no deban satisfacer las necesidades del servicio a costa de su educación. El programa de residencia debe aumentar la enseñanza del residente y su experiencia de liderazgo, como su capacidad de contribuir al mejoramiento continuo. El programa de residencia también debe ofrecer oportunidades para una actividad escolar destinada a favorecer el pensamiento científico y crítico, la solución de problemas clínicos y la aptitud de continuar a aprender durante toda la vida. Estas oportunidades serán introducidas durante la educación médica universitaria y deben reforzarse en la residencia, a fin de preparar y motivar al residente a ejercer sus competencias durante la práctica.  Además, se debe mantener un equilibrio adecuado entre el trabajo clínico, la educación y la vida personal.

14.    Durante el programa de residencia el residente asume progresivamente más responsabilidad en la atención de pacientes basada en su crecimiento individual en experiencia clínica, conocimientos y aptitudes. Permitir que el residente asuma más responsabilidad requiere un sistema de evaluación para monitorear el aumento de conocimientos y aptitudes del residente en el tiempo. También es necesario un proceso para determinar de forma concluyente que un residente está preparado para comenzar su práctica médica independiente.

15.    La educación médica de postgrado se debe dar en instituciones acreditadas o con calidad revisada.

 

IV.    DESARROLLO PROFESIONAL CONTINUO

16.    El desarrollo profesional continuo* (DPC) se define como las actividades que mantienen, adquieren o aumentan los conocimientos, la experiencia y el rendimiento profesional y las relaciones que el médico utiliza a diario para prestar servicios a los pacientes, al público o a la profesión. El DPC puede incluir actividades como participación en asociaciones médicas nacionales o regionales, trabajo en comités de hospitales o prácticas de grupo, enseñanza, tutorías y participación en educación en su especialidad elegida o más ampliamente en la medicina.

17.    Uno de los componentes de la DPC es la educación médica continua (EMC) en la que el médico participa en actividades educacionales relacionadas con la medicina. El médico debe continuar su educación médica a lo largo de su carrera, incluida la adquisición de nuevos conocimientos y experiencia en respuesta a descubrimientos científicos y la introducción de nuevos tratamientos. Estos programas educacionales son indispensables para que el médico esté al corriente del progreso de la medicina clínica y de la atención médica y siga manteniendo los conocimientos y la experiencia necesarias para prestar una atención de alta calidad. En muchas jurisdicciones la EMC se define como una especialidad y puede ser requisito para la licencia médica.

18.    El objetivo de la educación médica continua es mantener en general al médico competente. Las escuelas de medicina, los hospitales y las sociedades profesionales comparten la responsabilidad de desarrollar programas de desarrollo profesional continuo, incluida la educación médica continua, y de ponerlos a disposición de todos los médicos.

 

RECOMENDACIONES

19.    La demanda para que los médicos presten atención médica, realicen prevención de las enfermedades y proporcionen asesoría en materia de salud a los pacientes, al público y los legisladores exige el más alto nivel de enseñanza médica universitaria, post universitaria, así como de desarrollo profesional continuo. Las recomendaciones son las siguientes:

19.1  Que la AMM inste a las AMNs, gobiernos y otros grupos de interesados a participar en la planificación de una educación médica permanente de alta calidad a nivel nacional informada y que responda a las necesidades en salud de la población.

19.2  Que la AMM inste a las AMNs a trabajar con las escuelas de medicina en la planificación y promoción de creación de facultades, a fin de aumentar las competencias de los profesores y los investigadores.

19.3  Que la AMM inste a las AMNs y los gobiernos a dialogar para financiar las escuelas de medicina y los programas post universitarios, a fin de disponer de una cantidad suficiente de médicos bien formados que respondan a las necesidades en salud del país.

19.4  Que las AMNs y los gobiernos colaboren para limitar las barreras económicas que impiden a las personas cualificadas ingresar a una escuela de medicina y completar sus estudios.

19.5  Que la AMM inste a las AMNs a ofrecer oportunidades, de manera individual o colectiva, a los médicos de desarrollo profesional continuo y educación médica continua.

 

* Nota sobre terminología: Hay diferentes usos del término “Desarrollo profesional continuo” (DPC). Una manera de describirlo es: son todas las actividades que contribuyen al desarrollo profesional de un médico, incluida la participación en medicina organizada, trabajo de comité en hospitales o prácticas de grupo, enseñanza, tutoría y lectura, para nombrar sólo algunas. Uno de los componentes del DPC debe ser la Educación Médica Continua que en muchas jurisdicciones se define de manera especial y posiblemente es necesaria para la licencia.

Adoptada por la 36ª Asamblea Médica Mundial, Singapur, octubre 1984
y enmendada por la 41ª Asamblea Médica Mundial, Hong Kong, septiembre 1989
la 42ª Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
la 44ª Asamblea Médica Mundial, Marbella, España, septiembre 1992
la 47ª Asamblea General de la AMM, Bali, Indonesia, septiembre 1995
la 57e Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
y revisada por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

Principio General

1.     El bienestar del niño[1] es importantísimo. Los profesionales de la salud deben tener presente el bienestar del niño como elemento central en todo tipo de decisiones relativas al niño y obrar en el interés superior del niño en todas sus interacciones con niños, jóvenes, familias, legisladores y otros profesionales.

Introducción

2.     Una de las manifestaciones más destructivas que presentan los problemas y la violencia dentro de la familia es el maltrato del niño en todas sus formas. La prevención, protección, temprana detección, intervenciones adecuadas y tratamiento comprensivo de los niños víctimas de maltrato, siguen siendo desafíos para la comunidad médica mundial. La Asociación Médica Mundial (AMM) ha pedido un mayor apoyo en salud para los niños que viven en las calles en su Declaración sobre el Apoyo a la Salud de los Niños de la Calle, pero también es importante abordar las causas fundamentales del maltrato del niño en todas sus formas.

3.     Las definiciones del maltrato del niño varían de una cultura a otra. Desafortunadamente, los razonamientos culturales por la conducta dañina hacia los niños pueden ser aceptados, con demasiada ligereza, como prueba de que el trato de los niños no es abusivo ni dañino. Por ejemplo, la contribución del trabajo de los niños en la vida diaria de las familias y la sociedad debe ser reconocida y motivada, solamente si también ayuda al desarrollo del propio niño. Por otra parte, la explotación de niños en el mercado laboral les priva de su niñez y de oportunidades educacionales y pone en peligro su salud actual y futura. La AMM considera esta explotación de niños una forma grave de maltrato del niño en todas sus formas.

4.     Para los efectos de esta Declaración, el abuso emocional, sexual, físico, el tráfico de niños, la explotación de niños y el abandono del niño son diversas formas de maltrato al niño. El descuido de un niño representa el fracaso de sus padres o de otra persona legalmente responsable de su bienestar, para satisfacer las necesidades básicas y proporcionarle un nivel adecuado de atención.

Recomendaciones

La AMM reconoce que el maltrato del niño en todas sus formas es un problema de salud mundial y recomienda que las asociaciones médicas nacionales adopten las siguientes normas para los médicos:

5.     Los médicos tienen una función única y especial en la identificación y ayuda a los niños maltratados y a sus familias.

6.     Se debe enseñar a todos los médicos que el bienestar del niño es importantísimo.

7.     Los médicos deben conocer la legislación local sobre el consentimiento para examinar a niños y deben obrar en el interés superior del niño en todas sus interacciones con niños, jóvenes, familias, legisladores y otros profesionales.

8.     La colaboración con un equipo multidisciplinario es muy recomendado para el médico. Es posible que el equipo cuente con médicos, asistentes sociales, siquiatras de adultos y niños, especialistas en desarrollo, sicólogos y abogados. Cuando la participación en un equipo no sea posible o el equipo no esté disponible, el médico debe consultar en forma individual con otro personal médico, social, legista y de salud mental apropiado.

9.     Los médicos de atención primaria, médico de familia, internistas, pediatras, especialistas en medicina de urgencia, cirujanos, siquiatras y otros especialistas que tratan niños, deben adquirir conocimientos y habilidad en la evaluación física, psicológica y emocional del maltrato del niño en todas sus formas, en la evaluación de su desarrollo y de las facultades de los padres, en la utilización de los recursos de la comunidad y sus responsabilidades legales.

10.  Todos los médicos que atienden niños y los adultos que los cuidan deben conocer los principios de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, como también las estipulaciones legales protectoras pertinentes que se aplican a los niños y a los jóvenes.

11.  La evaluación médica del niño que se sospecha ha sido maltratado debe ser realizada por médicos con conocimientos de pediatría y evaluación de maltrato. La evaluación médica debe ser adaptada a la edad, lesiones y condición del niño y puede incluir, examen de sangre, examen con rayos x para buscar traumatismos, observación del desarrollo y comportamiento. Se recomienda el seguimiento con radiografías en los niños con lesiones graves de aparente maltrato.

12.  La evaluación y el trato de niños que han sufrido abusos sexuales incluyen un historial completo y físico, ya que los abusos físicos y sexuales a menudo van juntos, examen físico de los genitales y del ano, la recolección y el procesamiento de evidencia, incluidas fotografías y el tratamiento o la prevención del embarazo y enfermedades venéreas. Se debe prestar atención específica al derecho del niño a la privacidad.

13.  Es esencial que los médicos comprendan y sientan cómo las relaciones, entre cuidadores, medidas o estilos disciplinarias aplicadas en el hogar del niño, presiones económicas en la familia, problemas emocionales o, problemas mentales experimentados por los miembros de la familia, violencia entre los cuidadores u otros miembros de la familia, y el abuso del alcohol, drogas y otras sustancias legales e ilegales, además de otras formas de estrés, que pueden estar relacionadas con el maltrato del niño en todas sus formas.

14.  Todos los médicos deben saber que se puede dar todas las formas de maltrato de niños por otros niños. El médico debe reconocer que esto puede ser el resultado de maltrato anterior o actual del supuesto maltratador cuando sospeche o constate esta situación.

15.  Los signos del maltrato con frecuencia son impalpables y el diagnóstico puede necesitar entrevistas detenidas con el niño, los padres, sus cuidadores y hermanos. Las inconsistencias entre las explicaciones y las características de las lesiones, como la gravedad, tipo y edad, deben ser documentado y más investigado.

16.  Con todo niño que ingrese a un establecimiento hospitalario, se debe evaluar primero las necesidades médicas y de salud mental. Si se sospecha un maltrato, se deben tomar medidas de seguridad antes de autorizar su salida del establecimiento. Estas medidas deben incluir:

  • informar sobre todos los casos sospechosos a los servicios de protección del niño;
  • hospitalizar a todo niño que haya sido víctima de maltrato y que necesite protección durante el período de evaluación inicial;
  • informar a los padres la sospecha de maltrato o su diagnóstico, si es seguro hacerlo y
  • informar a los servicios de protección las lesiones del niño o a otras autoridades pertinentes.

17.  Si el niño es hospitalizado, es necesario hacer una pronta evaluación de sus problemas físicos, emocionales y de desarrollo. Esta evaluación completa debe ser realizada por médicos con experiencia o por un equipo multidisciplinario de expertos que tengan conocimientos especializados sobre maltrato de niños.

18.  Si hay sospechas de maltrato, el médico debe discutir con los padres el hecho de que el maltrato al niño aparece en el diagnóstico diferencial del problema de su hijo. Puede ser necesario la opinión de los servicios de protección del niño.

19.  Durante la discusión con los padres o cuidadores, es esencial que el médico mantenga la objetividad y evite emitir juicios o declaraciones acusatorias en las conversaciones con los padres o las personas responsables del cuidado del niño.

20.  Es esencial que el médico registre la información sobre historia y examen en la hoja médica al mismo tiempo durante el proceso de evaluación. Las lesiones deben ser documentadas con fotografías, ilustraciones y descripciones detalladas. El registro médico a menudo proporciona evidencia crucial en los tribunales de justicia.

21.  Los médicos deben participar en todos los niveles de la prevención proporcionando asesoramiento pre y post natal a la familia, identificando los problemas de formación del niño y aconsejando sobre la planificación familiar y el control de natalidad.

22.  Los médicos deben estimular las medidas de salud pública, como visitas a domicilio de enfermeras y otros profesionales de la salud, orientación temprana por los padres y buenos exámenes a los infantes y niños. Los médicos y sus organizaciones representativas deben apoyar los programas que mejoran la salud general del niño y que ayudan a evitar el maltrato del niño en todas sus formas.

23.  Los médicos deben reconocer que el maltrato y abandono del niño es un problema complejo y que puede haber necesidad de recurrir a otro tipo de tratamiento o atención para ayudar a los niños maltratados y a sus familiares. El desarrollo de un tratamiento adecuado requiere la contribución de muchas profesiones, incluidas la medicina, derecho, enfermería, educación, sicología y asistente social.

24.  Los médicos deben promover el desarrollo de programas innovadores que hagan avanzar el conocimiento y la capacidad médica en el campo del maltrato y abandono del niño. Es crucial incluir en los programas educacionales profesionales revisiones actuales de conocimientos, habilidades y competencias relativos a la protección de los derechos del niño y del joven, la promoción de su salud y bienestar y el reconocimiento y respuesta a sospechas de maltrato y abandono del niño. Los médicos deben recibir educación sobre maltrato y abandono del niño en todas sus formas durante su formación como estudiantes de medicina.

25.  Por el bien del niño, el secreto profesional puede suspenderse en caso de maltrato del niño. El primer deber del médico es proteger a su paciente si sospecha que ha sido víctima de maltrato. Se debe hacer un informe oficial a las autoridades correspondientes, no importa qué tipo de abuso (físico, emocional, sexual, tráfico, explotación o abandono).

26.  La inclusión de revisiones en curso de los conocimientos, habilidades y competencia en relación con la protección de los derechos del niño y del joven, promoción de su salud y bienestar y reconocimiento y respuesta a sospechas de maltrato y abandono del niño es crucial en los programas de educación profesional.

27.  El programa médico de pregrado debe incluir un curso obligatorio sobre maltrato del niño en todas sus formas en el curso de pediatría, que puede ser elaborado en la educación médica continua y de postgrado para los que quieren trabajar en esta especialidad.

[1] La Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño define al niño como alguien que no cumplido 18 años

Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial, Viena, Austria, septiembre 1988,
revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y reafirmada por la 203ª Sesión del Consejo de la AMM, Buenos Aires, Argentina, abril 2016
Cancelada y archivada por la 76ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre 2025

 

Introducción

  1. La práctica efectiva de la medicina exige que los médicos y sus asociaciones profesionales aborden los asuntos ambientales que puedan influir en el estado de salud de los individuos y de las grandes poblaciones.
  2. Más que nunca, debido a la disminución de los recursos naturales, estos problemas tienen relación con la calidad y la protección de los recursos que son necesarios para la mantención de la salud y por último, de la vida misma. En concreto, los problemas ambientales clave son los siguientes:
    1. La degradación del ambiente, que debe ser detenida en forma urgente, de manera que los recursos esenciales para la vida y la salud, por ejemplo, agua y aire puros, puedan estar disponibles para todos.
    2. La persistente contaminación de nuestras reservas de agua pura con hidrocarburos y metales pesados, junto con la contaminación de la salud ambiental e interior con especies tóxicas, que tiene graves consecuencias médicas, en especial en las regiones más pobres del planeta. Además, el efecto invernadero con su consecuente alza de temperatura nos debe hacer avanzar en nuestros debates y prepararnos para serias consecuencias ambientales y en salud pública.
    3. La necesidad de controlar el uso de los recursos no renovables, por ejemplo, la capa vegetal superior, que debe estar constantemente en nuestras mentes, y la importancia de proteger este legado vital, de manera que puedan ser utilizados por futuras generaciones.
    4. La necesidad de utilizar métodos de planificación familiar universales, de modo de mantener una sociedad sostenible y que pueda disponer de recursos médicos para todos.
    5. La necesidad de movilizar los recursos a través de fronteras nacionales, a fin de crear amplias soluciones a nivel internacional para el planeta como un todo, de manera de formular una estrategia unificada para enfrentar estos grandes problemas médicos y económicos mundiales.
    6. El objetivo principal es aumentar la conciencia para mantener el equilibrio vital entre los recursos ambientales por un lado y las exigencias biológicas para la salud de todos y en todas partes, por otro.
  3. No obstante, nuestros mayores conocimientos de estos problemas hoy en día no han evitado un aumento del impacto negativo para nuestras sociedades en el medio ambiente, por ejemplo, el derretimiento de los glaciares y una mayor desertificación, tampoco ha detenido la sobreexplotación de los recursos naturales, por ejemplo, la contaminación de ríos, mares y del aire, deforestación y disminución de la tierra arable. En este contexto, la migración de gentes de países con desventajas o en desarrollo, junto con la aparición de nuevas enfermedades, aumenta la falta de políticas socioeconómicas en muchas partes del mundo. Desde el punto de vista médico, el crecimiento de la población y la destrucción irresponsable del medio ambiente son inaceptables, las organizaciones médicas del mundo deben redoblar sus esfuerzos, no sólo para tratar estos problemas, sino que también para sugerir soluciones.

Principios

  1. En representación de los médicos, las asociaciones médicas deben considerar estos asuntos ambientales. Tienen el deber de realizar estudios analíticos que incluyan la identificación de los problemas y de las regulaciones internacionales actuales sobre asuntos ambientales y también su impacto en la salud.
  2. Como los médicos funcionan dentro del marco de la ética y la deontología médica, las regulaciones ambientales no deben tratar de limitar la autonomía individual, sino más bien mejorar la calidad de vida para todos y perpetuar las formas de vida en el planeta.
  3. Por lo tanto, la AMM debe servir como una plataforma internacional para la investigación, educación y defensa para ayudar a mantener el medio ambiente y su potencial para promover la salud.
  4. Así cuando se identifiquen nuevos síndromes o enfermedades ambientales, la AMM debe ayudar a coordinar los debates científicos/médicos con la información disponible y sus consecuencias para la salud humana. Debe promover el logro de un pensamiento de consenso en la medicina y ayudar a estimular medidas preventivas, diagnóstico preciso y tratamiento de estos nuevos trastornos.
  5. Por lo tanto, la AMM debe servir como foro internacional para la coordinacióin de asociaciones médicas, ONGs, médicos investigadores, organizaciones internacionales de salud, personas que toman decisiones y entidades de financiamiento en la evaluación de los efectos que presentan los problemas ambientales para la salud humana, su prevención, sanación y tratamiento para las personas y las comunidades.

Adoptada por la 43ª Asamblea Médica Mundial Malta, noviembre 1991
y revisada su redacción por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, septiembre  1992
y revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

INTRODUCCION

1.      Las huelgas de hambre se producen en diversos contextos, pero presentan principalmente dilemas en establecimientos donde la gente está detenida (prisiones, cárceles y centros de detención de inmigrantes). Por lo general son una forma de protesta de las personas que no tienen otras maneras de dar a conocer sus demandas. Al rechazar los alimentos durante un período importante, los presos y detenidos esperan lograr ciertos objetivos con una publicidad negativa para las autoridades. El rechazo de alimentos por un período corto raramente plantea  problemas éticos, en cambio un ayuno prolongado tiene riesgo de muerte o de daños permanentes para las personas en huelga de hambre y puede crear un conflicto de valores para los médicos. Estas personas casi nunca desean morir, pero algunas pueden estar preparadas para hacerlo con el fin de lograr sus objetivos.

2.      El médico necesita comprobar la verdadera intenci6n de la persona, en especial en huelgas o situaciones colectivas en las que la presión de los pares puede ser un factor. El desafío emocional se plantea cuando una persona en huelga de hambre, que aparentemente ha dado instrucciones claras de no ser reanimada, alcanza un estado de deterioro cognitivo. El principio de beneficencia insta al médico a reanimarla, pero el respeto de la autonomía individual le impide intervenir cuando se ha expresado un rechazo válido y formal. Esto ha sido bastante considerado en muchas otras situaciones clínicas, incluido el rechazo del tratamiento para salvar la vida. Una dificultad más se agrega en los establecimientos de custodia porque no siempre queda claro si la persona en huelga de hambre expresó sus instrucciones anticipadas en forma voluntaria y con la información apropiada sobre las consecuencias.

PRINCIPIOS

3.      Deber de actuar de manera ética. Todos los médicos están comprometidos con la ética médica en su contacto profesional con gente vulnerable, incluso cuando no prescriben una terapia. Cualquiera sea su función, el médico debe protestar si se produce coerción o maltrato de detenidos y debe tratar de evitarlos.

4.      Respeto de la autonomía. El médico debe respetar la autonomía de la persona. Esto puede incluir una evaluación difícil, ya que los deseos reales de la persona en huelga de hambre puede que no sean tan claros como parecen. Toda decisión pierde fuerza moral si se toma bajo amenazas, presión o coerción de los pares. No se debe obligar a las personas en huelga de hambre a ser tratadas si lo rechazan. Aplicar, dar instrucciones o ayudar a la alimentación forzada contra un rechazo informado y voluntario es injustificable. La alimentación artificial con el consentimiento explícito o necesariamente implícito de la persona en huelga de hambre es aceptable éticamente.

5.      «Beneficio» y «daño». El médico debe poner en práctica sus conocimientos y experiencia para beneficiar a las personas que atiende. Este es el concepto de «beneficencia» que se complementa con el de «no maleficencia» o Primun non Nocere. Estos dos conceptos necesitan estar equilibrados. «Beneficio» incluye el respeto de los deseos de la persona y también promover su bienestar. Evitar el «daño» no sólo significa disminuir al mínimo el daño a la salud, sino que también no forzar un tratamiento en gente competente ni presionarlos para que terminen el ayuno. La beneficencia no incluye prolongar la vida a cualquier costo, sin respeto de otros determinantes.

Los médicos deben respetar la autonomía de las personas que están con sus capacidades, incluso cuando esto cause daño, como es de esperar. La pérdida de las capacidades no significa que un rechazo de tratamiento previo en capacidad, incluida la alimentación artificial, debe ser ignorado.

6.      Equilibrio de doble lealtad. El médico que atiende a las personas en huelga de hambre puede experimentar un conflicto entre su lealtad a la autoridad que lo emplea (como la administración de una prisión) y su lealtad al paciente. En esta situación, el médico con doble lealtad está comprometido con los mismos principios éticos que los otros médicos, es decir la primera obligación es para con el paciente. Se mantiene independiente de su empleador, con respecto a las decisiones médicas.

7.      Independencia clínica. El médico debe permanecer objetivo en sus evaluaciones y no permitir que terceros influyan en su opinión médica. No debe permitir que sea presionado para intervenir por razones que no sean médicas o para transgredir los principios éticos.

8.      Confidencialidad. El deber de confidencialidad es importante para crear confianza, pero no es absoluto. Puede ser dejado de lado si el hecho de no hacer una revelación pone en serio e inminente peligro a otros. Al igual que otros pacientes, la confidencialidad y la privacidad de la persona en huelga de hambre debe ser respetada, a menos que se acepte la revelación o a menos que sea necesario compartir información para evitar un daño serio. Si la persona acepta, sus parientes y representante legal deben mantenerse informados de la situación.

9.      Establecer la confianza. Crear confianza entre el médico y las personas en huelga de hambre con frecuencia es clave para lograr una resolución en la que ambos respeten los derechos de la persona en huelga de hambre y disminuyan al mínimo el daño. La obtención de la confianza puede crear oportunidades para solucionar situaciones difíciles. La confianza depende de que el médico dé un consejo apropiado y sea franco con la persona en huelga de hambre sobre lo que  puede o no hacer, incluso en situaciones cuando el médico no pueda mantener la confidencialidad.

10.    El médico debe evaluar la capacidad mental de la persona que va a comenzar una huelga de hambre. Esto incluye controlar que el individuo que quiere ayunar no tenga un deterioro mental que afecte su capacidad para tomar decisiones informadas sobre su salud. Los individuos que tienen un deterioro grave de su capacidad mental puede que no sean capaces de apreciar las consecuencias de sus acciones si comienzan una huelga de hambre. Los que tienen problemas de salud mental tratables deben ser derivados a una atención apropiada para su condición mental y recibir un tratamiento adecuado. Los que no pueden ser tratados o tienen una demencia avanzada deben recibir tratamiento y apoyo para permitirles que tomen las decisiones dentro de sus capacidades.

11.    A la brevedad posible, el médico debe obtener el historial médico preciso y detallado de la persona que desea iniciar una huelga de hambre. Las consecuencias médicas de cualquier condición existente deben ser explicadas a la persona. El médico debe cerciorarse que las personas en huelga de hambre comprenden las posibles consecuencias del ayuno para su salud y advertirles con palabras simples las desventajas. El médico también debe explicarles cómo se pueden disminuir los daños para la salud o retardarlos, por ejemplo, al aumentar el consumo de líquidos y tiamina. La decisión de una persona de iniciar una huelga de hambre puede ser momentánea, es crucial que el paciente comprenda perfectamente las consecuencias médicas del ayuno. Conforme a las mejores prácticas en material de consentimiento informado en la atención médica, el médico debe asegurarse que el paciente entiende las informaciones transmitidas al preguntarle lo que ha comprendido.

12.    Se debe realizar un examen minucioso al comienzo del ayuno, incluido tomar el peso de la persona. Se debe discutir con la persona en huelga de hambre el manejo de los síntomas futuros, incluidos los que no están relacionados con el ayuno. Se debe tomar nota de sus valores y deseos sobre cómo debe ser atendida en caso de una huelga prolongada. Si la persona en huelga de hambre acepta, los exámenes médicos se deben hacer con regularidad para determinar los tratamientos necesarios. El entorno físico debe ser evaluado para dar recomendaciones y evitar los efectos negativos.

13.    La comunicación continua entre el médico y las personas en huelga de hambre es esencial. El médico debe cerciorarse a diario si las personas quieren continuar con la huelga de hambre y qué desean que se haga cuando ya no puedan comunicar de manera comprensible. El médico debe identificar si la persona está dispuesta, sin que sus exigencias sean aceptadas, a continuar con el  ayuno incluso hasta la muerte. Esta información debe registrarse apropiadamente.

14.    Algunas veces, las personas en huelga de hambre aceptan una transfusión intravenosa de una solución u otras formas de tratamiento médico. El rechazo de aceptar ciertas intervenciones no debe ir en prejuicio de cualquier otro aspecto de la atención médica, como el tratamiento de infecciones o del dolor.

15.    El médico debe conversar en privado con la persona en huelga de hambre y fuera del alcance de escucha de otras personas, incluidos otros detenidos. Una comunicación clara es esencial y cuando sea necesario se debe disponer de intérpretes que no estén relacionados con las autoridades carcelarias y ellos también deben respetar la confidencialidad.

16.    Los médicos deben convencerse de que el rechazo de alimentos o tratamiento es una elección voluntaria de la persona. Las personas en huelga de hambre deben ser protegidas de la coerción. Con frecuencia, los médicos pueden lograr esto y deben saber que la coerción puede venir de las autoridades, del grupo de pares u otros, como los familiares. Los médicos o el personal de la salud no pueden aplicar una presión indebida de ningún tipo sobre la persona en huelga de hambre con el fin de interrumpir la huelga. El tratamiento o la atención a una persona en huelga de hambre no debe estar relacionado con la suspensión de la huelga de hambre. Toda restricción o presión, incluida pero no limitada a poner esposas, aislamiento, atar a la persona a la cama o cualquier tipo de restricción física debido a la huelga de hambre, no es aceptable.

17.    Si el médico no puede aceptar por razones de conciencia el rechazo del paciente a tratamiento o alimentación artificial, el médico debe dejarlo claro al principio y  debe asegurarse de derivar a la persona en huelga de hambre a otro médico que pueda aceptar su rechazo.

18.    Cuando un médico se hace cargo del caso, la persona en huelga de hambre puede que ya haya perdido su capacidad mental, de modo que no hay oportunidad de discutir sobre su reanimación o sus deseos. Se deben considerar y respetar las instrucciones anticipadas expresadas por la persona en huelga de hambre. El rechazo anticipado de tratamiento debe seguirse si refleja el deseo voluntario del individuo cuando está en un estado competente. En los establecimientos de custodia, es necesario considerar la posibilidad que las instrucciones anticipadas hayan sido entregadas bajo presión. Cuando el médico tenga serias dudas sobre las intenciones de la persona, todas las instrucciones deben ser tratadas con mucha cautela. Sin embargo, si las instrucciones anticipadas han sido entregadas con buena información y de manera voluntaria, por lo general pueden ser dejadas de lado si son invalidadas porque la situación en que se tomó la decisión ha cambiado radicalmente desde que la persona perdió su competencia.

19.    Si no es posible hablar con la persona y no existen instrucciones anticipadas o ninguna otra evidencia o nota en el historial clínico de una conversación, el médico debe hacer lo que estime que es mejor para su paciente. Esto significa considerar los valores personales y culturales de la persona en huelga de hambre y también su salud física. Si no existe ninguna evidencia de los deseos de la persona, el médico debe decidir si procede o no con la alimentación, sin interferencia de terceros.

20.    El médico puede considerar rara y excepcionalmente, si se justifica, no seguir las instrucciones que rechazan el tratamiento porque, por ejemplo, se piensa que el rechazo fue expresado bajo presión. Si luego de la reanimación y con sus facultades mentales restablecidas la persona en huelga de hambre insiste en su intención de ayunar, dicha decisión debe ser respetada. Es ético permitir que una persona en huelga de hambre determinada muera con dignidad, en lugar de someterla a repetidas intervenciones contra su voluntad. Los médicos que actúan contra un rechazo anticipado de tratamiento deben estar preparados para justificar su acción antes las autoridades pertinentes, incluidos los reguladores profesionales.

21.    La alimentación artificial cuando se utiliza en el interés clínico del paciente puede ser éticamente apropiada si una persona en huelga de hambre que está con sus capacidades está de acuerdo con ello. Sin embargo, conforme con la Declaración de Tokio de la AMM, cuando un preso rechaza los alimentos y a quien el médico considera capaz de comprender racional y sanamente las consecuencias de dicha decisión, no debe ser alimentado artificialmente. La alimentación artificial también puede ser aceptable si las personas incompetentes no han dejado instrucciones anticipadas sin presión que la rechacen, para preservar la vida de la persona en huelga de hambre o evitar una grave discapacidad irreversible. La hidratación rectal no es y nunca debe ser usada como forma de terapia para la rehidratación o apoyo nutricional en los pacientes en ayuno.

22.    Cuando un paciente es capaz de comenzar la alimentación oral, se deben tomar todas las precauciones para asegurar la implementación de las directrices más recientes sobre realimentación.

23.    Todos los tipos de intervenciones para la alimentación enteral y parenteral contra la voluntad de la persona en huelga de hambre mentalmente competente son consideradas “alimentación forzada”. La alimentación forzada nunca es éticamente aceptable. Incluso con la intención de beneficiar, la alimentación con amenazas, presión, fuerza o uso de restricción física es una forma de trato inhumano y degradante. Al igual que es inaceptable la alimentación forzada de algunos detenidos a fin de intimidar o presionar a otras personas en huelgas de hambre para que pongan término a su ayuno.

PAPEL DE LAS ASOCIACIONES MEDICAS NACIONALES (AMNs) Y LA AMM

24.    Las AMNs deben organizar y proporcionar programas educacionales que destaquen las dimensiones éticas de las personas en huelga de hambre, los enfoques médicos apropiados, tratamientos e intervenciones. Deben esforzarse para actualizar los conocimientos profesionales de los médicos.

Las AMNs deben tratar de ofrecer mecanismos para ayudar a los médicos que trabajan en prisiones, cárceles/centros de detención de inmigrantes que a menudo pueden enfrentar situaciones de conflictos, como lo estipula la Declaración de Hamburgo de la AMM, deben apoyar a cualquier médico que esté bajo presión para comprometer sus principios éticos.

Las AMNs tienen la responsabilidad de esforzarse para evitar las prácticas contrarias a la ética, posicionarse y pronunciarse contra las violaciones éticas e investigarlas debidamente.

25.    La Asociación Médica Mundial apoyará a los médicos y las AMNs enfrentadas a presiones políticas por defender una causa éticamente justificable, como lo estipula la Declaración de Hamburgo de la AMM.

Versión portuguesa

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
Revisada por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017
Y reafirmada con una revisión menor por el 221º Consejo de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCIÓN

Según la OMS, la tuberculosis es un importante problema mundial de salud pública. Los países de África y del Sudeste de Asia son los más afectados.

En los países en desarrollo, los índices de incidencia de la tuberculosis (TB) en las poblaciones nunca han sido tan altos debido a la alta prevalencia del SIDA, los grandes movimientos de población, la urbanización y la sobrepoblación. La incidencia y la gravedad de la enfermedad están estrechamente relacionadas con las condiciones de vida sociales y económicas de la población, como también la disponibilidad de recursos en el sistema de salud.

La Tuberculosis también es una amenaza importante a los pacientes con cáncer, trasplante de órganos y los que reciben terapias inmunológicas para diversas enfermedades.

La aparición de cepas de bacteria de tuberculosis resistentes a los medicamentos de primera línea se ha convertido en una amenaza importante para la salud pública y global en la forma de tuberculosis multirresistente (MDR-TB) y tuberculosis extremadamente resistente a los medicamentos (XDR-TB). Estas son indicadores de la creciente resistencia antimicrobiana cuyos factores son multifactoriales y complejos que necesitan un enfoque multisectorial.

El conocimiento de la comunidad y la educación y promoción de la salud pública son elementos esenciales en la prevención de la tuberculosis.

El examen en los grupos de alto riesgo como los PLHIV (los que viven con el VIH), el personal de salud de los países endémicos como también y la población vulnerable, migrantes, presos y sin techo debe ser considerado en cada contexto epidemiológico nacional como un elemento en la prevención de la tuberculosis. También se recomienda el examen sistemático de los contactos de las personas infectadas.

El rápido diagnóstico con exámenes moleculares y comenzar un tratamiento supervisado a diario temprano deben ayudar a detener la propagación de la enfermedad.

La vacunación contra la BCG (Bacilo Calmette-Guérin) lo más pronto posible después del nacimiento debe continuar, de conformidad con los parámetros de Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades del Pulmón (IUATLD), hasta que se disponga de una vacuna más eficaz.

También se considera imperativo intensificar la investigación y la innovación si se quiere tener éxito en abordar la epidemia y la resistencia emergente.

 

RECOMENDACIONES

Conforme con la Declaración de Oslo sobre los Determinantes sociales de la salud y la Declaración de Edimburgo sobre las Condiciones carcelarias y la propagación de la tuberculosis y otras enfermedades transmisibles, la Asociación Médica Mundial enfatiza que la tuberculosis es una enfermedad asociada con factores socioeconómicos como la pobreza, mala vivienda, desnutrición y estigma y recomienda que estos factores sean plenamente considerados e integrados en las políticas para terminar con la tuberculosis.

La AMM respalda las “estrategias para terminar con la TB” de la OMS y llama a todos los gobiernos, comunidades, sociedad civil y sectores privados a actuar juntos para terminar con la tuberculosis en el mundo.

La AMM, en consulta con la OMS y las autoridades de salud nacionales e internacionales, por lo tanto, seguirá abogando para crear conciencia en la comunidad sobre los síntomas de la tuberculosis y aumentar la capacidad del personal de salud en la identificación temprana y diagnóstico de los casos de TB y asegurar un tratamiento completo con el apoyo de un tratamiento centrado en el paciente, incluida la estrategia DOTS u otra terapia apropiada.

La AMM llama además a los:

Estados miembros a

  1. Asegurar un acceso equitativo a las intervenciones existentes de la tuberculosis.
  2. Obtener recursos económicos, materiales y humanos para la prevención y la investigación de la tuberculosis y del VIH/SIDA, incluidos el personal de salud con educación adecuada y la infraestructura de salud pública adecuada.
  3. Asegurar a los profesionales de la salud un acceso total a todo el material médico y de protección necesario para cuidarse del riesgo de infección y la propagación de la enfermedad.
  4. Promover esfuerzos para crear capacidad en los profesionales de la salud sobre el uso de los métodos de diagnóstico rápido, su disponibilidad en el sector público y el control de todas las formas de tuberculosis, incluidas la MDR y XDR.
  5. Abordar la carga de TB MDR y XDR en las poblaciones carcelarias al asegurarse que las pruebas de susceptibilidad a los medicamentos en aislamientos de pacientes con TB activa se realicen lo antes posible y cuando el cumplimiento del paciente sea un problema, implementar programas de terapia directamente observada.

Miembros constituyentes a

  1. Apoyar el programa nacional de tuberculosis al crear conciencia en los profesionales de la salud sobre la gestión de la TB y señalar tempranamente los casos en la comunidad.
  2. Difundir los métodos de prevención de la tuberculosis, incluida la higiene respiratoria, la etiqueta respiratoria de la tos y la expectoración segura.
  3. Instar a sus miembros a informar a las autoridades pertinentes sobre todos los pacientes diagnosticados con TB o que reciben un tratamiento para la tuberculosis oportunamente, a fin de iniciar un examen de contacto y un seguimiento adecuado hasta el término del tratamiento.
  4. Promover la creación de una fuerte farmacovigilancia y un monitoreo y administración activos de medicinas seguras para la TB, a fin de detectar, gestionar e informar sobre la toxicidad sospechada o confirmada de los medicamentos e instar a todos sus miembros a contribuir de manera activa con estos sistemas.
  5. Coordinar con su programa nacional de tuberculosis y difundir las directrices adoptadas a todos sus miembros.

 

Adoptada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y enmendada por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

INTRODUCCIÓN

1.      El VIH/SIDA, enfermedad crónica controlable, es una pandemia mundial que ha creado desafíos sin precedentes para los médicos y las infraestructuras de salud.

Además de representar una asombrosa crisis de salud pública, el VIH/SIDA también es fundamentalmente un problema de derechos humanos.

Muchos factores contribuyen a la propagación de la enfermedad, como la pobreza, la falta de vivienda, el analfabetismo, la prostitución, el tráfico de seres humanos, el consumo de drogas (substancias), el estigma y la discriminación y la desigualdad basada en el sexo.

Estos factores sociales, económicos, legales y de derechos humanos no sólo afectan la dimensión de salud pública del VIH/SIDA, sino que también a los médicos/personal de salud y pacientes individualmente, sus decisiones y relaciones.

Los esfuerzos para vencer a esta enfermedad también se ven limitados por la falta de recursos humanos y financieros disponibles en los sistemas de salud.

2.      La discriminación contra los pacientes de VIH/SIDA de parte de los médicos es inaceptable y debe ser eliminada completamente de la práctica de la medicina.

2.1       Todas las personas con VIH/SIDA tienen derecho a un apoyo, tratamiento y atención médica adecuadas con compasión y respeto por su dignidad humana.

2.2       Es contrario a la ética para el médico rechazar el tratamiento de un paciente cuya condición esté dentro del marco de su competencia, por el solo hecho de que el paciente es seropositivo.

2.3       Las asociaciones médicas nacionales deben colaborar con los gobiernos respectivos, grupos de pacientes y organizaciones nacionales e internacionales pertinentes para asegurarse de que las políticas nacionales de salud prohíban de manera clara y explícita la discriminación contra las personas con VIH/SIDA, incluidos los grupos vulnerables, como hombres que tengan relaciones con hombres y personas transgénero.

2.4       Las mujeres y hombres que tienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo tienen un mayor riesgo de discriminación. Las asociaciones médicas nacionales deben trabajar con los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias a fin de eliminar la discriminación para estos grupos desfavorecidos.

ATENCIÓN MÉDICA APROPIADA/COMPETENTE

3.          Los pacientes con VIH/SIDA deben recibir atención médica competente y apropiada en todas las etapas de la enfermedad.

4.          Si un médico no puede proporcionar la atención y los servicios que necesitan los pacientes con VIH/SIDA, debe derivarlos oportunamente a los médicos o establecimientos que tengan los equipos para prestar dichos servicios. Hasta que se realice el traspaso, el médico debe atender al paciente.

5.          Todos los médicos deben poder sospechar oportunamente e identificar las infecciones comunes y oportunistas, como la tuberculosis, infecciones fúngicas en los pacientes con VIH/SIDA y también VIH/SIDA sospechoso en presencia de estas infecciones, en especial en las personas a alto riesgo como los consumidores de drogas.

Deben oportunamente poder aconsejar al paciente sobre la relación entre estas infecciones con la infección del VIH.

6.      Los médicos y otros organismos profesionales apropiados deben asegurarse que los pacientes tengan una información precisa sobre los medios de transmisión del VIH/SIDA y las estrategias para protegerse de la infección.

Se deben tomar medidas innovadoras para asegurar que todos los miembros de la población y los grupos a riesgo en particular sean informados para este efecto.

La información pública y las estrategias deben reconocer que todos están en riesgo y tartar de explicar métodos para disminuirlo.

7.      Los médicos deben poder aconsejar eficazmente a todos los pacientes seropositivos sobre la actitud responsable que deben adoptar para evitar la propagación de la infección  sus parejas y la prevención de las infecciones oportunistas.

8.      Los médicos deben reconocer que mucha gente todavía piensa que el VIH/SIDA es una condena a muerte automática, por lo que no desea hacerse un examen.

Los médicos deben asegurarse que los pacientes tengan información precisa sobre las opciones de tratamiento disponibles.

Los pacientes deben entender el potencial y la necesidad de comenzar temprano el tratamiento antirretroviral (TARV) para mejorar no sólo su condición médica, sino que también la calidad de sus vidas. La nueva estrategia es examinarse y tratarse.

Un TARV eficaz puede extender mucho el período en el que los pacientes pueden llevar una vida productiva sana, funcionando socialmente y en su lugar de trabajo y manteniendo su independencia.

El VIH/SIDA es ahora una condición crónica manejable.

Para el TARV se deben seguir  y las AMNs deben promover las normas de la OMS, en base a la práctica/evidencia, específicas para cada país.

9.      Los médicos deben ser conscientes de que la mala información sobre los aspectos negativos del TARV ha creado resistencia al tratamiento de parte de los pacientes en algunas áreas. Cuando se difunda una mala información sobre el TARV, los médicos y las asociaciones médicas deben tener como prioridad inmediata el requerir públicamente la fuente de la mala información y trabajar con la comunidad afectada de VIH/SIDA para contrarrestar los efectos negativos de esta mala información.

10.    Los médicos deben incitar la participación de redes de apoyo para ayudar a que los pacientes sigan el tratamiento ARV. Con el consentimiento del paciente, se debe proporcionar consejo y formación a los familiares a fin de ayudarlos a prestar atención

11.    Los médicos deben ser conscientes de las actitudes discriminatorias hacia el VIH/SIDA que están generalizadas en la sociedad y la cultura. Puesto que los médicos son los primeros y a veces los únicos en conocer la condición VIH de los pacientes, ellos deben poder aconsejar a los pacientes sobre sus derechos sociales y legales básicos y responsabilidades o bien enviarlos a consejeros especialistas en los derechos de las personas con VIH/SIDA.

12.    El médico debe conocer las normas actuales de prescripción disponibles sobre profilaxis pre y post exposición para cualquier paciente y personal de salud que pueda haber estado expuesto al VIH.

 

EXÁMENES

13.    Se debe exigir el examen obligatorio del VIH para la donación de sangre y los componentes sanguíneos destinados a la donación o a la elaboración de productos sanguíneos, los órganos y otros tejidos para trasplantes y el semen u óvulos recolectados para procedimientos de reproducción asistida.

Se deben fomentar las nuevas tecnologías que son más sensibles, específicas y que reducen  el período de detección del VIH, como el examen del ácido nucleico (EAN).

14.    El examen obligatorio del VIH realizado en una persona contra su voluntad es una violación de la ética médica y los derechos humanos.

15.    Los médicos deben explicar con claridad el propósito de un examen de VIH, las razones que lo recomiendan y las consecuencias de un resultado positivo.

Antes de realizar un examen el médico debe tener un plan de acción en caso de obtener un resultado positivo. Se debe obtener el consentimiento informado del paciente antes de llevar a cabo el examen.

16.    Aunque algunos grupos son catalogados de «alto riesgo», toda persona que ha tenido una relación sexual sin protección debe considerarse en riesgo.

Los médicos deben tener la iniciativa de recomendar el examen a los pacientes, basado en el entendimiento mutuo del nivel de riesgo y el potencial de beneficiarse con el examen. Se debe ofrecer habitualmente el examen de VIH  a las mujeres embarazadas y a las que resulten seropositivas se les debe ofrecer consejos inmediatamente y ofrecer el tratamiento TARV (al diagnóstico) a fin de evitar la transmisión del virus al feto y tratamiento de éste si es seropositivo.

17.    El examen voluntario anónimo del VIH debe estar disponible para toda persona que lo solicite, junto con mecanismos de apoyo para después del examen.

 

PROTECCIÓN CONTRA EL VIH EN EL CONTEXTO DE LA ATENCIÓN MÉDICA

18.    Los médicos y el personal de salud tienen derecho a un ambiente de trabajo seguro. Especialmente en los países en desarrollo, el problema de la exposición laboral al VIH ha contribuido a los altos índices de desgaste de la fuerza laboral de salud. En algunos casos, los empleados se infectan con el VIH y en otros casos, el temor a la infección lleva al personal de salud a dejar sus trabajos voluntariamente. Esta causa también produce que el personal de salud se niegue a tratar pacientes con VIH/SIDA. De igual modo, los pacientes tienen derecho a estar protegidos al máximo del contagio de VIH del personal de salud y en instituciones de salud.

18.1  Se deben implementar procedimientos adecuados de control de infecciones y precauciones universales compatibles con la mayoría de las normas nacionales e internacionales actuales, según corresponda, en todos los establecimientos de salud. Esto incluye procedimientos para el uso de TARV preventivo y oportuno para los profesionales de salud que han estado expuestos al VIH.

18.2  Si no hay dispositivos de seguridad apropiados para proteger a los médicos o los pacientes de la infección, los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben tomar medidas para corregir esta situación.

18.3  Los médicos que estén infectados con el VIH no deben tomar parte en ninguna actividad que cree un riesgo de transmisión de la enfermedad a otros.

En el contexto de una posible exposición al VIH, la actividad en la que el médico desee participar será el factor de control.

Pueden existir normas acordadas a nivel nacional, en caso comtrario un grupo de expertos apropiado o comité de personal de la salud deben establecerlas.

18.4 Al prestar atención médica, si existe riesgo de transmisión de una enfermedad infecciosa del médico al paciente, la información de ese riesgo al paciente no es suficiente; los pacientes tienen derecho a esperar que sus médicos no aumenten su exposición al riesgo de contraer una enfermedad infecciosa.

18.5  Si no existe riesgo, la revelación de la condición médica del facultativo a sus pacientes no servirá ningún propósito práctico.

18.6  El médico debe conocer las normas profesionales actuales para la profilaxis después de exposición del personal de la salud en caso de cualquier exposición accidental al VIH.

 

PROTECCIÓN DE LA PRIVACIDAD DEL PACIENTE Y LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA NOTIFICACIÓN

19.    El miedo al estigma y la discriminación es la fuerza que mueve la propagación del VIH/SIDA. Las repercusiones sociales y económicas de ser identificado como infectado son devastadoras e incluyen la violencia, rechazo de la familia y los miembros de la comunidad, pérdida de vivienda y de empleo.

La normalización de la presencia del VIH/SIDA en la sociedad a través de la educación pública es la única manera de disminuir las actitudes y prácticas discriminatorias. Hasta que esto se logre a nivel mundial o se encuentre un remedio, las personas que pueden estar infectadas pueden negarse a someterse a un examen para evitar las consecuencias.

Los efectos de que las personas no sepan su situación con respecto al VIH no sólo son desastrosos a nivel personal puesto que no reciben tratamiento, sino que también tiene altos índices de transmisión de la enfermedad que son evitables.

El miedo a la entrega no autorizada de información también representa una falta de incentivo para tomar parte en la investigación del VIH/SIDA y, por lo general, afecta la eficacia de los programas de prevención. La falta de confianza en la protección de la información médica personal sobre la situación del VIH es una amenaza para la salud pública en el planeta y constituye un factor principal en la propagación continua del VIH/SIDA. Al mismo tiempo, en ciertas circunstancias, el derecho a la privacidad debe equilibrarse con el derecho de las parejas (sexuales y de inyección de drogas) de las personas con VIH/SIDA a ser informadas de su posible infección. La falta al no informar a las parejas no sólo viola sus derechos, sino que produce los mismos problemas de salud de una transmisión evitable y atraso en el tratamiento.

20.    Todos los principios y deberes éticos estándares relacionados con la confidencialidad y la protección de la información de salud de los pacientes, estipulados en la Declaración de Lisboa de la AMM sobre los Derechos del Paciente, se aplican de igual manera para el VIH/SIDA. Además, las asociaciones médicas nacionales y los médicos deben considerar las circunstancias especiales y obligaciones (descritas a continuación) relativas al tratamiento de los pacientes con VIH/SIDA.

20.1  Las asociaciones médicas nacionales y los médicos deben, como prioridad, asegurarse que los programas de educación pública, prevención y orientación del VIH/SIDA contengan información explícita sobre la protección de la información del paciente, no sólo por el aspecto de la ética médica, sino por el derecho humano a la privacidad.

20.2  Se necesitan dispositivos de seguridad especiales cuando la atención de casos de VIH/SIDA incluye un equipo separado físicamente, con servicios a domicilios, familiares, consejeros, personal del caso u otros que necesitan información médica para prestar una atención completa y ayudar a aplicar los tratamientos. Además de la implementación de mecanismos de protección en la transmisión de información, se debe entregar una formación ética sobre la privacidad del paciente a todos los miembros del equipo.

Muchos países tienen legislación específica para proteger la privacidad de las personas seropositivas. Otros pueden considerar lo mismo.

20.3  Los médicos deben hacer todo lo posible para convencer a los pacientes con VIH/SIDA de avisar a todas sus parejas (sexuales o de inyección de drogas) sobre la exposición y posible infección. Los médicos deben ser competentes al aconsejar a los pacientes sobre las opciones para dar aviso a sus parejas. Estas opciones deben incluir:

20.3.1    Aviso a la pareja(s) por parte del paciente. En este caso, el paciente debe recibir consejos sobre la información que se debe entregar a la pareja y las estrategias para transmitirla con sensibilidad y de manera que sea entendida fácilmente. Se debe preparar un programa para comunicar el aviso y el médico debe realizar un seguimiento del paciente a fin de asegurarse que se ha dado el aviso.

20.3.2    Aviso a la pareja(s) por parte de terceros. En este caso, el tercero debe hacer todo lo posible para proteger la identidad del paciente.

20.4  Cuando todas las estrategias para convencer al paciente de que tome estas medidas hayan sido agotadas y si el médico conoce la identidad de la pareja(s) del paciente, el médico puede estar obligado, ya sea por la ley o por su conciencia, a tomar medidas y avisar a la pareja(s) de su potencial infección. Según el sistema existente, el médico dará aviso directamente a la persona en riesgo o entregará la información a una autoridad designada responsable de dar el aviso.

Los médicos deben conocer las leyes y regulaciones de la jurisdicción donde ejercen. En los casos en que el médico haya decidido revelar la información sobre la exposición, el médico debe:

20.4.1    informar al paciente de sus intenciones,

20.4.2    hasta donde sea posible, asegurar que la identidad del paciente sea protegida,

20.4.3    tomar las medidas apropiadas para proteger la seguridad del paciente, en especial en el caso de una mujer que sea vulnerable a la violencia intrafamiliar.

20.5  Sin considerar si es el paciente, el médico o un tercero que da el aviso, a la persona que conozca su potencial infección se le debe ofrecer apoyo y ayuda para que tenga acceso a los exámenes y al tratamiento.

20.6  Las asociaciones médicas nacionales deben formular normas para ayudar a los médicos a tomar decisiones sobre la notificación. Estas normas deben ayudar a los médicos a comprender los requisitos legales y las consecuencias de las decisiones, al igual que los aspectos médicos, psicológicos, sociales y éticos.

20.7  Según la legislación local y nacional que exige informar las nuevas infecciones de VIH, las enfermedades de transmisión sexual y las infecciones oportunistas, los médicos deben proteger la privacidad y la confidencialidad de todos los pacientes y mantener los niveles más altos de ética.

20.8  Las asociaciones médicas nacionales deben trabajar con los gobiernos para asegurarse que los médicos que cumplen con su obligación de notificar a las personas en riesgo, y que toman precauciones para proteger la identidad de sus pacientes, cuenten con la protección legal adecuada.

 

EDUCACIÓN MÉDICA

21.    Las asociaciones médicas nacionales deben ayudar en la formación y educación de médicos en las estrategias de prevención y los tratamientos más actuales disponibles para todas las etapas del VIH/SIDA e infecciones relacionadas, incluidas la prevención y la ayuda.

22.    Cuando sea apropiado, las asociaciones médicas nacionales deben colaborar con las ONGs y las organizaciones comunitarias, insistir y cuando sea posible ayudar en la educación de los médicos en los aspectos psicológico, legal, cultural y social del VIH/SIDA.

23.    Las AMNs deben apoyar totalmente los esfuerzos de los médicos que desean concentrar su experiencia en la atención del VIH/SIDA, incluso cuando esta enfermedad no esté reconocida como una especialidad o subespecialidad oficial en el sistema de educación médica.

24.    La AMM insta a sus asociaciones médicas nacionales a promover la inclusión de cursos designados y completos sobre el VIH/SIDA en los programas de educación médica de pre y postgrado, al igual que en la educación médica continua.

 

INTEGRACIÓN DE LOS SERVICIOS DE VIH/SIDA CON OTRAS ACTIVIDADES DE MANEJO DE LAS ETS

25.    Las asociaciones médicas nacionales deben apoyar a los gobiernos a integrar los servicios de curación y prevención del VIH/SIDA con otras actividades de manejo de las ETS de manera integral.

Adoptada por la 45ª Asamblea Médica Mundial Budapest, Hungría, octubre 1993
Revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
Reafirmada por la 203ª Sesión del Consejo de la AMM, Buenos Aires, Argentina, abril 2016
y derogada y archivada por la 76.ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre de 2025

Introducción

Los médicos tienen el deber ético y la responsabilidad profesional de velar por los intereses de sus pacientes sin considerar la edad, sexo, orientación sexual, capacidad o discapacidad física, raza, religión, cultura, creencias, afiliación política, medios económicos o nacionalidad.

Este deber incluye la defensa de sus pacientes tanto como grupo (por ejemplo en la defensa de asuntos de salud púbica) y como personas.

A veces, este deber pueda entrar en conflicto con otros deberes legales, éticos o profesionales del médico, lo que le produce un dilema social, profesional y ético.

Los conflictos potenciales con la obligación del médico de defender a sus pacientes se pueden producir en varios contextos:

  1. Conflicto entre la obligación de defender y la confidencialidad – El médico está obligado éticamente, y a menudo de manera legal, a mantener en secreto la información personal de salud del paciente y toda información entregada por el paciente durante el ejercicio de los deberes profesionales del médico. Esto puede entrar en conflicto con la obligación del médico de defender y proteger al paciente cuando éste puede no ser capaz de hacerlo por sí mismo.
  2. Conflicto entre los intereses del paciente y lo que impone el empleador o el asegurador – Con frecuencia existe un conflicto potencial entre el deber del médico de lograr lo mejor para su paciente y lo que impone el empleador o asegurador del médico, cuyas decisiones pueden ser motivadas por factores económicos o administrativos que no están relacionados con la salud del paciente. Por ejemplo, las instrucciones del asegurador para prescribir sólo un medicamento específico, mientras que el médico estima que un medicamento distinto sería mejor para un paciente en particular o un asegurador que se niega a cubrir el tratamiento que el médico considera necesario.
  3. Conflicto entre los intereses del paciente y la sociedad – Aunque la principal obligación del médico es con su paciente, en ciertas circunstancias el médico tiene responsabilidades con la familia del paciente o con la sociedad también. Esto se puede producir en los casos de conflicto entre el paciente y su familia, en caso de pacientes menores o discapacitados, o en el contexto de recursos limitados.
  4. Conflicto entre los deseos del paciente y la opinión profesional o los valores morales del médico – Se supone que el paciente es el mejor juez de lo que es mejor para él y por lo general, el médico debe defender y consentir con los deseos de su paciente. Sin embargo, en algunos casos esos deseos pueden ser contrarios a su opinión profesional o valores personales.

RECOMENDACIONES

  1. El deber de confidencialidad debe ser importantísimo, excepto en los casos cuando el médico está obligado legal o éticamente a revelar dicha información a fin de proteger el bienestar del paciente, de terceros o de la sociedad. En estos casos, el médico debe hacer un esfuerzo razonable para comunicar al paciente la obligación de revelar el secreto y explicarle las razones de esto, a menos que sea evidente que esto no es aconsejable (como cuando explicarle aumente una amenaza). En ciertos casos, como en las pruebas genéticas o de VIH, el médico debe hablar con el paciente, antes de realizar la prueba, y darle ejemplos en los que pueda ser necesario revelar el secreto.
    El médico puede divulgar el secreto para proteger al paciente sólo en casos de pacientes menores o incapacitados ( ciertos casos de maltrato de niños o ancianos) y sólo cuando no hay medidas alternativas. En todos los otros casos, el secreto se puede revelar sólo con el consentimiento específico del paciente o de su representante legal o cuando sea necesario para su tratamiento, como en consultas entre los médicos.
    Cada vez que se deba revelar el secreto, sólo se debe hacer hasta donde sea necesario y sólo a la parte o autoridad correspondiente.
  2. En todos los casos en que las obligaciones del médico con su paciente entren en conflicto con las exigencias administrativas del empleador o asegurador, el médico debe esforzarse para cambiar la decisión del organismo empleador o asegurador. Su obligación primaria debe ser con el paciente.
    Se deben implementar mecanismos para proteger a los médicos que desean impugnar la decisión de los empleadores o aseguradores sin poner en peligro sus trabajos y resolver los desacuerdos entre los peofesionales médicos y los administradores en relación con la asignación de recursos.
    Estos mecanismos deben formar parte del contrato de empleo del médico. Estos contratos deben reconocer que las obligaciones éticas del médico están por sobre las obligaciones contractuales relacionadas con el empleo.
  3. El médico debe estar consciente y tomar en cuenta los factores económicos y otros antes de tomar una decisión sobre un tratamiento. No obstante, el médico tiene la obligación de defender a su paciente para que tenga acceso al mejor tratamiento disponible.
    En todos los casos de conflicto entre la obligación del médico con su paciente y su obligación con la familia del paciente o la sociedad, la obligación con el paciente debe prevalecer típicamente.
  4. Los pacientes competentes tienen derecho a determinar, en base a sus necesidades, valores y preferencias, lo que constituye para ellos el mejor tratamiento en una situación específica.
    A menos que sea una situación de emergencia, no se debe solicitar a los médicos participar en procedimientos que entren en conflicto con sus valores personales o su opinión profesional. En casos que no sean emergencias, el médico debe explicar al paciente que no puede cumplir con sus deseos y el paciente debe ser derivado a otro médico, si es necesario.

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, septiembre 1992,
revisada por la 57ª Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006,
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
Cancelada y archivada por la 76.ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre 2025

 

 

Introducción

Los muertos y heridos por accidentes de tránsito son un problema de salud pública importante. El informe Global status report on road safety 2015 de la Organización Mundial de la Salud indica que las muertes por accidentes de tránsito al año han alcanzado a 1,25 millón en el mundo, los países con ingresos más bajos tienen las tasas más altas de muertes por accidentes de tránsito.

Conducir bajo los efectos del alcohol es la causa de una gran cantidad de muertos y heridos producidos por los accidentes de tránsito. La prevalencia de conducir bajo los efectos del alcohol aumenta cada año en el mundo.

Un cambio en el comportamiento de los conductores con respecto al consumo de alcohol parece ser el enfoque más prometedor para evitar muertos y heridos por accidentes de tránsito. Las medidas que prohíban conducir bajo los efectos del alcohol producirán un notable mejoramiento en la seguridad vial y una apreciable disminución de la cantidad de muertos y heridos.

Consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol

La conducción de un vehículo implica la aceptación de ciertos riesgos. El conductor cuidadoso siempre estará consciente de los riesgos y al mismo tiempo se asegurará que el nivel del riesgo nunca alcance un punto inaceptable. El alcohol no sólo afecta la capacidad para conducir, sino que altera en el conductor la evaluación subjetiva del riesgo, de modo que conduce con más imprudencia.

Sin considerar la cantidad de alcohol consumido, la máxima concentración de alcohol en la sangre se alcanza:

  • después de media hora con el estómago vacío,
  • después de una hora con comidas.

Por otro lado, el cuerpo necesita mucho tiempo para eliminar el alcohol. Una persona en buen estado de salud elimina el alcohol a un ritmo que disminuye la concentración de alcohol en la sangre de 0,1 a 0,15 gramos por litro de alcohol cada hora. Por esto, la capacidad para conducir se mantiene alterada mucho después de que la persona ha dejado de beber.

El consumo excesivo del alcohol tiene consecuencias neurológicas y psiquiátricas de corto y largo plazo que pueden poner en peligro la seguridad vial.

Ciertos medicamentos interactúan negativamente con el alcohol, se sabe que en particular algunas combinaciones disminuyen la atención. Cuando se toman medicamentos, ya sea legales o ilegales, con alcohol, el efecto de éste se intensifica. La mezcla puede producir disfunciones mentales que son muy peligrosas para los conductores. Se debe enseñar e informar a los médicos sobre estos efectos farmacológicos.

Recomendaciones

1. La AMM reafirma su compromiso para trabajar a fin de disminuir el consumo excesivo del alcohol y para promover políticas y otras medidas de reducción de daños (Declaración de la AMM sobre el Alcohol, octubre 2015).

2. Los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben tener un papel activo en la promoción y defensa de la elaboración de políticas gubernamentales destinadas a disminuir la conducción bajo los efectos del alcohol.

Intervenciones de políticas

3. En la actualidad, la cantidad de alcohol permitida en la sangre varía según el país. Incluso una pequeña cantidad de alcohol tiene un efecto directo en el cerebro con alteraciones en niveles tan bajos como 0,3 gramos por litro. Por lo tanto, sería deseable bajar el nivel máximo de alcohol en la sangre permitido a un mínimo, pero no sobre 0,5 gramos por litro lo que es suficientemente bajo para permitir que el conductor promedio mantenga su capacidad de evaluar un riesgo.

4. La alta prevalencia especialmente en algunos países de conducir bajo los efectos del alcohol, puede justificar políticas más estrictas a las que los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben apoyar activamente. Por ejemplo, el conductor puede ser declarado incapacitado para conducir por un tiempo suficiente para asegurarse que ya no sea una amenaza para la seguridad vial en el futuro.

5. Las autoridades de gobierno deben considerar la implementación de restricciones en la venta o asequibilidad del alcohol, tal vez a través de impuestos, sistemas de licencias o límites para los días y horas de venta. También se debe considerar restringir la promoción de bebidas alcohólicas, incluida la publicidad y el auspicio de eventos.

6. En cada país se debe adoptar una edad mínima legal para la compra y el consumo de alcohol. Las autoridades de gobiernos deben considerar implementar una ley de nivel de alcohol en la sangre  más bajo o cero para los conductores jóvenes.

7. Deben existir consecuencias estrictas por vender bebidas alcohólicas a personas bajo la edad autorizada para comprar y consumir alcohol. Estas leyes deben aplicarse correctamente.

8. Todo conductor que se vea involucrado en un accidente de tránsito debe someterse a un control de concentración de alcohol en la sangre o de aliento.

9. La práctica de realizar alcoholemias aleatorias de aliento a los conductores debe ser intensificada y debe realizarse más investigación para encontrar otras maneras de controlar la orina, el aliento y la saliva, a fin de identificar a los conductores que no estén en condiciones y así evitar que conduzcan un vehículo.

10. Se deben crear y experimentar con aparatos que impidan que las personas con niveles no autorizados de alcohol en la sangre puedan poner en marcha o conducir el vehículo.

Intervenciones educacionales

12. Las intervenciones educacionales deben promover la moderación y la responsabilidad en el consumo de alcohol y tratar de disminuir la posibilidad de que alguien consuma alcohol y luego conduzca.

13. La información entregada por los médicos y los profesionales de la salud debe estar destinada a que cada conductor tome conciencia de conducir bajo los efectos del alcohol. Cuando los médicos y otros profesionales de la salud otorgan certificados de capacidad para conducir, pueden utilizar esta oportunidad para educar a los conductores y entregar un mensaje de prevención y responsabilidad personal.

14. En la mayoría de los países, los accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol afectan a adolescentes y adultos jóvenes en un grado desproporcionadamente alto, se deben utilizar todos los recursos para disminuir su consumo de alcohol. El problema del consumo de alcohol en los adolescentes y adultos jóvenes y su relación con la seguridad vial debe estar incluido en el currículo escolar para que una actitud responsable se convierta en la norma.

Intervenciones clínicas y de rehabilitación

15. Los médicos también deben participar a disminuir la posibilidad de conducción peligrosa a través de la desintoxicación y rehabilitación de los conductores ebrios. Estas iniciativas deben estar basadas en un análisis detallado del problema que se manifiesta en cada país o cultura. Sin embargo, en general, el alcoholismo es una condición médica que tiene relación con dificultades psicológicas o sociales e interpersonales que afectan a la familia y al entorno laboral o social.

16. Una persona alcohólica debe tener acceso a los servicios de rehabilitación. Cuando un conductor tiene un exceso de alcohol en la sangre (o su aliento), se deben examinar otros factores asociados a su consumo excesivo e incluirlos en el programa de rehabilitación. Estos programas de rehabilitación deben ser financiados con fondos públicos.

17. Los accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol pueden ser considerados como señal de otras conductas adictivas y violentas. Esto debe tomarse en cuenta en el tratamiento médico del paciente.

Intervenciones de la comunidad

18. Los interesados pertinentes deben idear estrategias para asegurar un transporte seguro a los domicilios cuando se consuma alcohol.

19. Eliminar el alcohol en los lugares de trabajo y en situaciones en las que los consumidores deben conducir, este debe ser el objetivo de las políticas de organización. La promoción de bebidas no alcohólicas es una herramienta importante para facilitar estas políticas.

Adoptada por la 42ª Asamblea Médica Mundial, Rancho Mirage, California, EE.UU., octubre 1990
y revisada por la 57Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016. 

Introducción

Los accidentes de tránsito graves son un problema de salud pública con consecuencias similares a las enfermedades como el cáncer y las cardiovasculares. Cerca de 1,2 millones de muertes y 20-50 millones de lesionados se producen en las carreteras de todo el mundo cada año. En 2020, se espera que los accidentes de tránsito sean la tercera causa de enfermedades y accidentes en el planeta.

Además del inmenso costo personal y social asumido por las víctimas de las colisiones de tránsito y sus parientes, los accidentes de tránsito tienen un impacto económico significativo. El costo económico de las lesiones y discapacidades producidas por los accidentes de tránsito, incluida la atención médica de urgencia y de rehabilitación, los costos de la discapacidad y los años de vida de las discapacidades alcanzan el 1% del producto interno bruto (PIB) de los países más pobres y el 1,5-2% de los más ricos. La mayoría de esta carga es asumida por el sector de salud.

Los accidentes de tránsito siguen en aumento en muchos países, en especial en las naciones con ingresos bajos o medios que en la actualidad representan el 85% de todas las muertes por accidentes de tránsito y son la segunda causa de muerte entre los jóvenes en el mundo.

La mayor parte de los accidentes de tránsito se pueden evitar con mejores medidas preventivas. Para combatir los accidentes de transito es necesario la responsabilidad compartida de muchos organismos, grupos y personas a nivel internacional, nacional y comunitario, incluidos los gobiernos, ONGs, industria, profesionales de la salud pública, ingenieros y entidades que aplican la ley.

Se reconoce ampliamente que la velocidad es el factor más importante de la seguridad vial, que afecta las probabilidades de que se produzca un accidente y la gravedad de las lesiones en una colisión. Un aumento promedio de la velocidad de 1 km/h es asociada con un 3% más de riesgo de accidente con heridos y un 5% más de riesgo de un accidente grave o fatal.

Sin embargo, los esfuerzos para disminuir las colisiones de tránsito y las lesiones también necesitan de un «enfoque sistémico» que reconozca y aborde los diversos factores que contribuyen al riesgo de accidentes de tránsito y las lesiones, incluidas las variables humanas, vehículos y diseño vial.

Para prevenir los accidentes de tránsito es necesario abordar los determinantes sociales de la salud – los factores sociales, económicos, ambientales y políticos que tienen una influencia en la salud de la población. Los países de ingresos bajos y medios, donde existe una infraestructura menos segura, menos estándares mínimos de seguridad de los vehículos y atención médica de urgencia de menor calidad, tienen las cifras más altas de accidentes de tránsito. De este modo, hay una interacción de los factores humanos, vehiculares y ambientales que intervienen antes, durante y después de una colisión. La intervención en cada una de estas etapas ayudará a disminuir la cantidad de colisiones y lesiones. Para lograr una intervención eficaz es necesario la educación pública y también la participación profesional en los campos de la ingeniería, el cumplimiento de la ley y la atención médica.

La intervención previa al accidente está destinada a evitar las colisiones y disminuir los factores de riesgos. Ejemplos: evitar que los conductores conduzcan cuando estén cansados (en especial los de vehículos pesados), distraídos o bajo la influencia de las drogas o el alcohol. Las políticas necesarias pueden incluir la prohibición del uso de teléfonos móviles en las manos y prohibición nocturna o licencias para graduados jóvenes. La intervención previa al accidente también incluye el establecimiento de normas de diseño del vehículo que aseguren que los vehículos están fabricados para utilizar las vías y no pueden ser conducidos a velocidades excesivas. Otras intervenciones incluyen el establecimiento y cumplimiento de límites de velocidad, instalación de cámaras de velocidad y mejoramiento del diseño vial para evitar colisiones.

El segundo nivel de intervención está destinado a evitar o disminuir los daños durante la colisión. Esta intervención incluye: cumplimiento del uso del cinturón de seguridad y sistema de retención para niños, exigencia de cascos para ciclistas, fabricación de vehículos equipados con aparatos de seguridad y con un diseño de protección contra las colisiones, disminución y cumplimiento de los límites de velocidad, retiro de objetos pesados y rígidos, como barreras divisorias de concreto o metal, postes de electricidad y barreras de contención de los costados de las carreteras.

La intervención después del accidente está destinada a salvar vidas y tratamiento para disminuir las lesiones, incluye mejor atención pre-hospitalaria y de urgencia y la rehabilitación.

Recomendaciones

1. La AMM respalda las conclusiones y recomendaciones clave del Informe sobre prevención de accidentes de tránsito de la OMS 2015 y pide su implementación de parte de sus asociaciones médicas nacionales miembros y sus gobiernos y organismos pertinentes.

2. El médico debe considerar los accidentes de tránsito como un problema de salud pública y reconocer su responsabilidad en la lucha contra este problema mundial.

3. Las asociaciones médicas nacionales y sus médicos miembros deben trabajar para convencer a los gobiernos y encargados de las políticas de la importancia de este tema y deben ayudar a adaptar la información empírica y científica a políticas viables.

4. Las asociaciones médicas nacionales y los médicos deben ser actores clave en la educación pública y deben incluir la seguridad vial en las actividades de promoción de la salud.

5. Los médicos deben participar en la recolección y análisis de información sobre colisiones de tránsito y las lesiones producidas, incluidos los sistemas de control de accidentes.

6. Los médicos deben trabajar para cambiar la actitud del público frente al tránsito vial, incluida la presión para mejorar el transporte público, tener ciclovías y veredas en buen estado para instar a un menor uso del automóvil y la adopción de opciones más saludables, como caminar y usar la bicicleta.

7. Los médicos deben abordar el factor humano y las razones médicas para las colisiones de tránsito, incluida aunque no limitada al uso de medicamentos prescritos o condiciones médicas que pueden afectar la conducción y buscar maneras de evitar y disminuir la gravedad de las lesiones.

8. Los médicos deben ejercer presión para lograr la implementación y el cumplimiento de las medidas antes mencionadas que han demostrado que disminuyen el riesgo y la gravedad de las colisiones de vehículos y evaluar su impacto.

9. Las asociaciones médicas nacionales y sus médicos miembros deben instar a la investigación y creación de mejores sistemas de formación y atención médica a todo nivel, incluidos sistemas eficaces de comunicación y transporte para localizar y evacuar a las víctimas, sistemas de atención de urgencia para proporcionar servicios de primeros auxilios que salven vidas y atención experta de traumatismos y rehabilitación, además deben ejercer presión para obtener más recursos destinados a proporcionar estos servicios.

Adoptada por la 41ª Asamblea Médica Mundial Hong Kong, septiembre 1989,
revisada por la 57Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y reafirmada por la 203ª Sesión del Consejo de la AMM, Buenos Aires, Argentina, abril 2016 

 

INTRODUCCION

  1. La investigación biomédica es esencial para la salud y bienestar de nuestra sociedad. Los avances en la investigación biomédica han mejorado mucho la calidad de vida y la duración de ésta a través de todo el mundo. Sin embargo, la posibilidad de la comunidad científica de continuar sus esfuerzos para mejorar la salud privada y pública se ve amenazada por un movimiento que tiene como finalidad eliminar el uso de animales en la investigación biomédica. Este movimiento está liderado por grupos radicales de activistas por los derechos de los animales, cuyos puntos de vista están considerados muy alejados de la principal corriente de actitudes públicas y sus tácticas van desde sofisticadas campañas para influenciar a legisladores, recolección de fondos, campañas de propaganda y desinformación, hasta violentos ataques a establecimientos de investigación biomédica y a científicos. Estos ataques violentos son perpetrados por un pequeño grupo de activistas comparados con los que usan medios pacíficos de protesta, pero tienen consecuencias serias y de amplio alcance.
  2. La magnitud de las violentas actividades de los defensores de los derechos de los animales es increíble y estas actividades se llevan a cabo en distintas partes del mundo. Varios grupos de defensores de los derechos de los animales se han responsabilisado por atentados con bombas a vehículos, instituciones, tiendas y domicilios particulares de los investigadores.
  3. La violencia de los grupos por los derechos de los animales ha tenido un efecto amedrentador en la comunidad científica a nivel internacional. Se ha intimidado a científicos, organismos de investigación y universidades para que alteren o incluso terminen importantes trabajos de investigación que dependen del uso de animales. Los laboratorios han sido obligados a invertir miles de dólares, que estaban reservados a la investigación, en la compra de sofisticados equipos de seguridad. Los jóvenes que podrían seguir una carrera en el campo de la investigación biomédica, cambian de parecer y optan por otras profesiones.
  4. A pesar de los esfuerzos de muchos grupos que luchan por proteger la investigación biomédica del activismo radical sobre los animales, la respuesta a los movimientos por los derechos de los animales ha sido fragmentada, con pocos fondos económicos y principalmente defensiva. Muchos grupos dentro de la comunidad biomédica no se atreven a adoptar una posición pública frente al activismo sobre los animales por temor a represalias. Como resultado de esto, el establecimiento de la investigación ha sido relegado a una posición defensiva. Se cuestionan sus motivaciones y se desafía repetidamente la necesidad de usar animales en la investigación.
  5. Si bien la investigación planificada y realizada adecuadamente que debe hacer uso de animales es necesaria para aumentar la atención médica de todas las personas, reconocemos también que se debe asegurar un trato humano de los animales en investigación. Se debe establecer una formación adecuada para todo el personal de investigación y se debe contar con una atención veterinaria apropiada. Los experimentos deben cumplir con las disposiciones o regulaciones que rigen el manejo humano, albergue, cuidado, trato y transporte de los animales.
  6. Las organizaciones internacionales médicas y científicas deben realizar una campaña más fuerte y cohesiva para contrarrestar la creciente amenaza a la salud pública que representan los activistas por los animales. Se debe crear un liderazgo y coordinación al respecto. Además, se deben entender claramente los derechos de los animales utilizados en la investigación médica y las obligaciones de los que la realizan.

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial afirma los siguientes principios:

  1. El uso de animales en la investigación biomédica es esencial para el progreso médico.
  2. La Declaración de Helsinki de la AMM exige que la investigación biomédica en seres humanos debe estar basada, cuando corresponda, en la experimentación animal, pero también exige que se respete el bienestar de los animales usados en la investigación.
  3. El trato compasivo de los animales usados en la investigación biomédica es esencial y los establecimientos de investigación deben cumplir con todas las normas que rigen el trato humano. Se debe proporcionar educación sobre estas normas a todos los investigadores en formación.
  4. Los animales sólo deben ser usados en investigación biomédica cuando está claro que su uso es necesario para lograr un resultado importante y cuando no se disponga de ningún otro método posible.
  5. La duplicación de experimentos con animales no debe producirse, a menos que sea justificado científicamente.
  6. El uso de animales para pruebas inútiles de productos cosméticos y sus ingredientes, alcohol y tabaco no debe ser respaldado.
  7. Aunque no se debe comprometer el derecho a la libertad de expresión, se debe condenar el elemento anárquico que existe entre los activistas por los derechos de los animales.
  8. Se debe condenar internacionalmente el uso de amenazas, intimidación, violencia y hostigamiento personal de los científicos y sus familias.
  9. Se debe solicitar un esfuerzo coordinado máximo de parte de los organismos encargados de hacer cumplir la ley, a fin de proteger a los investigadores y a los establecimientos de investigación de actividades de naturaleza terrorista.

Adoptada por la 47ª Asamblea General de la AMM, Bali, Indonesia, septiembre 1995
y revisada por la 57a Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

 

La salud de una comunidad o población está determinada por varios factores que van más allá de las causas de enfermedades tradicionalmente entendidas. Los determinantes sociales de la salud incluyen factores que afectan las opciones de estilo de vida, factores que afectan los marcos físico, psicológico y económico en los que viven las personas y los servicios de salud disponibles para la gente. La salud pública incluye el control, evaluación y planificación de una variedad de programas y actividades destinadas a las necesidades identificadas de la población y el sector de salud pública debe tener la capacidad de llevar adelante esas funciones eficazmente para mejorar la salud de la comunidad. Un principio clave de la política de salud pública debe ser la inclusión y la igualdad en salud. Los organismo de salud pública deben prestar especial atención a las poblaciones y comunidades cuyas condiciones sociales, económicas y políticas las ponen en mayor riesgo de problemas de salud que a la población en general.

Los médicos y sus asociaciones profesionales tienen la responsabilidad ética y profesional de velar por los intereses superiores de sus pacientes en todo momento. Esto incluye la colaboración con organismos de salud pública para integrar la atención médica de los pacientes con una mayor promoción de la salud del público.

Las funciones clave de los organismos de salud pública son:

1. Promoción de la salud:

  • Trabajar con las personas que proporcionan atención médica para informar y educar al público en general sobre su papel activo en la prevención y control de enfermedades, con estilos de vida saludables y el uso de servicios médicos de manera apropiada.
  • Asegurar que las personas dispongan de las condiciones de buena salud, incluidos los servicios médicos de alta calidad, distribuidores de agua seguros, buena nutrición, atmósferas descontaminadas y ambientes que ofrezcan oportunidades para ejercicio y recreación para toda la población.
  • Colaborar con las autoridades públicas responsables, a fin de elaborar políticas públicas sanas y crear ambientes donde sea fácil encontrar opciones de comportamiento saludables y desarrollar un capital humano y social.
  • Prevención: asegurar acceso a exámenes y otros servicios preventivos y atención curativa a toda la población.

2. Protección: supervisar y proteger la salud de las comunidades contra las enfermedades contagiosas y exposición a agentes contaminantes tóxicos, peligros en el trabajo, productos peligrosos y servicios de salud de mala calidad. Esta función incluye la necesidad de establecer prioridades, programas esenciales, obtener recursos requeridos y asegurar la disponibilidad de servicios de laboratorio de salud pública necesarios.

3. Vigilancia: identificar los brotes de enfermedades infecciosas y los patrones de enfermedades crónicas y lesiones, como también establecer un control apropiado o programas de prevención.

4. Evaluación de la Salud de la Población: evaluar las necesidades de salud de la comunidad y administrar los recursos para satisfacerlas, elaborar una política de salud que responda a las necesidades de salud específicas comunitarias y nacionales.

Los programas y actividades específicas que se realizan en cada jurisdicción (local o nacional) dependerán de los problemas y necesidades identificadas, la organización del sistema de atención médica, los tipos y alcance de las colaboraciones logradas y los recursos disponibles para enfrentar las necesidades identificadas.

Los organismos de salud pública se benefician mucho de la ayuda y la estrecha cooperación de los médicos y sus asociaciones profesionales. La salud de una comunidad o una nación se mide por la salud de todos sus residentes y los problemas de salud o médicos evitables que afectan a la persona afectan la salud y los recursos de la comunidad. Por lo tanto, la eficacia de los distintos programas de salud pública depende de la colaboración activa de los médicos y sus asociaciones profesionales con los organismos de salud pública y otros organismos gubernamentales y no gubernamentales.

El sector médico y el sector de salud pública pueden cooperar eficazmente con la difusión de la información de salud pública y programas de educación que promueven estilos de vida sanos y disminuyen los riesgos evitables para la salud, incluidos los del uso del tabaco, alcohol y otras drogas; actividad sexual que aumenta el riesgo de contagio del SIDA y de enfermedades transmitidas sexualmente; mala dieta e inactividad física, y niveles de inmunización inadecuados en la niñez. Por ejemplo, la educación de la salud puede disminuir mucho la morbilidad y mortalidad infantil, (por medio de la promoción de la alimentación de pecho y la educación sobre la nutrición para los padres y condiciones de apoyo en el trabajo y en la comunidad).

La responsabilidad formal de los organismos de salud pública es principalmente la vigilancia, investigación y control de enfermedades. Sin embargo, estas actividades no se pueden realizar eficazmente sin la cooperación activa y la ayuda de los médicos a nivel comunitario, que conocen los patrones de enfermedades individuales y comunitarias y que pueden dar aviso rápido a las autoridades de salud sobre los problemas que necesitan más investigación y medidas. Por ejemplo, los médicos pueden ayudar a identificar las poblaciones a alto riesgo para enfermedades particulares, como la tuberculosis; informar los casos de enfermedades contagiosas, como el sarampión, la tos convulsiva o la diarrea; y también exposición al plomo u otros productos y substancias químicas tóxicas en la comunidad o el lugar de trabajo. La estrecha colaboración entre los organismos de salud pública y los médicos y otros profesionales de la salud es muy importante para un sistema de monitoreo de enfermedades eficaz.

Aparte de la eficacia de los programas de salud pública existentes en una jurisdicción, las asociaciones médicas profesionales deben conocer las necesidades comunitarias y nacionales insatisfechas y defender las actividades, programas y recursos para satisfacer dichas necesidades. Estos esfuerzos deben hacerse en áreas de educación pública para la promoción de la salud y prevención de enfermedades; observación y control de peligros ambientales; identificación y publicidad de los efectos adversos o prácticas sociales que afectan la salud; o identificar y defender los servicios, como mejoramiento en el tratamiento de emergencia.

En jurisdicciones donde no se proporcionan adecuadamente los servicios básicos de salud pública, las asociaciones médicas deben trabajar con otros organismos de salud y grupos, a fin de establecer las prioridades para defensa y medidas. Por ejemplo, en un país o región con recursos limitados, que no tenga instalaciones de agua potable y alcantarillado para la mayoría de sus residentes, a este tipo de necesidades se les debe dar prioridad sobre nuevas tecnologías médicas que proporcionen servicios a sólo una pequeña parte de la población.

Algunos problemas de salud son extremadamente complejos y comprenden múltiples niveles de solución. Por ejemplo, los que tienen altos niveles de plomo en la sangre no sólo necesitan un tratamiento médico apropiado, sino también se debe determinar la fuente de contaminación y es necesario tomar medidas para eliminar el peligro. A veces las políticas que promueven la salud pública crean preocupación por el potencial impacto económico. Por ejemplo, una fuerte oposición a las políticas de control de tabaco puede originarse en regiones o grupos que obtienen mucho dinero por las plantaciones o procesamiento de tabaco. Sin embargo, la preocupación económica no debe debilitar un programa fuerte de defensa de salud pública contra el consumo de tabaco. Se debe oponer firmemente a la promoción de los productos derivados del tabaco y se debe hacer todo lo posible para disminuir el consumo de tabaco en los países en desarrollo.

Los médicos y sus asociaciones deben colaborar con las autoridades políticas y otras organizaciones para instar a los medios de comunicación a enviar mensajes positivos de educación de la salud en relación con la dieta, consumo de drogas, enfermedades de transmisión sexual, riesgo cardiovascular, etc.

Las asociaciones médicas deben pedir a sus miembros que informen a sus pacientes sobre la disponibilidad de los servicios de salud pública.

Adoptada por la 47ª Asamblea General Bali, Indonesia, septiembre 1995, y revisada por la 57Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 66ª Asamblea General de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015

 

Históricamente, muchas sociedades han considerado al paciente con enfermedad mental como una amenaza para los que lo rodean, en lugar de una persona que necesita ayuda y atención médica. Por falta de tratamiento eficaz, para evitar la conducta autodestructiva y agresiva hacia otras personas, muchas personas con enfermedad mental eran enviadas a asilos por largos períodos o de por vida.

En la actualidad, el progreso en el tratamiento psiquiátrico permite una mejor atención de los pacientes con enfermedad mental. Medicamentos eficaces e intervenciones psicosociales pueden dar resultados que van de un completo restablecimiento a recuperaciones de duración variable.

La adopción en 2006 de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad constituyó un gran paso para considerarlas como miembros de la sociedad con los mismos derechos que cualquiera. Es el primer tratado de derechos humanos completo del siglo 21. Su objetivo es promover, proteger y reforzar los derechos humanos y la dignidad de todas las personas con discapacidad, incluidas las que tienen deficiencia mental.

Los que tienen enfermedades mentales importantes y los que tienen discapacidad para aprender tienen el mismo derecho a servicios e intervenciones preventivas que los otros miembros de la comunidad, porque tienen a menudo más necesidades, ya que es más probable que tengan estilos de  vida no saludables.

Los pacientes  con morbilidad psiquiátrica también pueden sufrir enfermedades no psiquiátricas. Las personas con enfermedad mental tienen el mismo derecho a la atención médica que cualquier otro paciente. El psiquiatra y el profesional de salud que presta servicios de salud mental  debe derivar estos pacientes a otros profesionales apropiados cuando necesiten atención médica. Los profesionales de salud nunca deben declinar la prestación de la atención necesaria únicamente porque el paciente tiene una enfermedad mental.

El médico tiene las mismas obligaciones con todos los pacientes, incluidos los que tienen una enfermedad mental. Los psiquiatras y otros médicos que tratan a pacientes con enfermedades mentales deben respetar las mismas normas éticas como cualquier otro médico.

La principal obligación del médico es para con el paciente y no ser agente de la sociedad, excepto cuando un paciente representa un claro peligro para sí mismo o para otros debido a su enfermedad mental.

Responsabilidas del médico

El estigma y la discriminación asociados a la psiquiatría y a los enfermos mentales debe ser eliminada. Este estigma y discriminación puede desalentar a las personas que necesitan atención médica, lo que agrava su situación y los deja en riesgo de daño emocional o físico.

Los médicos tienen la responsabilidad de respetar la autonomía de todos los pacientes. Cuando los pacientes que son tratados por enfermedad mental tienen la capacidad de tomar decisiones, tienen el mismo derecho de tomar decisiones sobre su atención como cualquier otro paciente. Puesto que la capacidad para tomar decisiones es específica a la decisión que se tomará y puede cambiar en el tiempo, incluso como resultado de un tratamiento, los médicos deben evaluar continuamente la capacidad del paciente. Cuando un paciente no tiene la capacidad de tomar decisiones, los médicos deben obtener el consentimiento de un representante apropiado, conforme a las leyes vigentes.

La relación terapéutica fundada entre médico y paciente está fundada en la confianza mutua.  El médico tiene la responsabilidad de obtener el consentimiento informado del paciente para el tratamiento, incluidos los pacientes que son tratados por enfermedad mental. El médico debe informar a todos los paciente la naturaleza del  estado médico  psiquiátrico u otro y los beneficios esperados, resultados y riesgos de las alternativas de tratamiento.

Los médicos siempre deben basar las recomendaciones de tratamiento en su mejor opinión profesional y tratar a todos los pacientes con  diligencia y respeto, independientemente del lugar de la atención. El médico que trabaja en una institución de salud mental, el ejército o una cárcel, puede tener responsabilidades simultáneas ante la sociedad que crea conflictos con su principal obligación ante el paciente. En estas situaciones, el médico debe revelar el conflicto de intereses, a fin de disminuir al mínimo los posibles sentimientos de traición de parte del paciente.

El tratamiento y la hospitalización forzada de personas con enfermedades mentales es éticamente controversial. Aunque la legislación sobre la hospitalización y el tratamiento forzadas varía en el mundo, por lo general se reconoce que esta decisión de tratamiento sin el consentimiento informado del paciente o contra su voluntad es justificable éticamente sólo cuando: a) un grave trastorno mental impide que la persona tome sus propias decisiones sobre el tratamiento o b) la alta posibilidad de que el paciente pueda lesionarse o lesionar a otros.  El tratamiento y la hospitalización forzada deben ser excepcionales y los médicos deben utilizar este recurso sólo cuando exista gran evidencia de que es médicamente apropiado y necesario y deben asegurarse de que la persona sea hospitalizada por el período más breve posible, según las circunstancias. Cuando sea posible y conforme a la legislación local, los médicos deben incluir un abogado para los derechos de ese paciente en el proceso de decisión.

Los médicos  deben proteger la confidencialidad y la privacidad de todos los pacientes debe ser salvaguardada. Cuando la ley exija revelar información del paciente, el médico debe revelar sólo la información mínima pertinente necesaria y solamente a la entidad que tiene autoridad legal para pedir la información. Cuando los bancos de datos permiten el acceso o la transferencia de información de una autoridad a otra se debe  respetar la confidencialidad y dicho acceso o transferencia debe  cumplir plenamente con la ley vigente.

La participación de personas con enfermedades psiquiátricas en investigación debe estar en completo acuerdo con las recomendaciones de la Declaración de Helsinki.

El médico nunca debe hacer uso de su posibilidades profesionales para violar la dignidad o los derechos humanos de ningún individuo o grupo y nunca debe permitir que los deseos personales, necesidades, sentimientos, prejuicios o creencias interfieran con el tratamiento del paciente. El médico nunca debe abusar de su autoridad  o aprovecharse  de la vulnerabilidad de un paciente.

Recomendaciones

Se insta a la Asociación Médica Mundial y a las asociaciones médicas nacionales a:

  1. Publicar esta Declaración y reafirmar las fundaciones éticas del tratamiento de pacientes con enfermedades mentales
  2. Al hacerlo, llamar al total respeto – en todo momento – de la dignidad y los derechos humanos de los pacientes con enfermedades mentales.
  3. Crear conciencia de la responsabilidad del médico en apoyar el bienestar y los derechos de  los pacientes con enfermedades mentales.
  4. Promover el reconocimiento de la relación privilegiada entre médico y paciente, en base a la confianza, el profesionalismo y la confidencialidad.
  5. Abogar por obtener recursos apropiados para satisfacer las necesidades de las personas con enfermedades mentales.

Adoptada por la 40a Asamblea Médica Mundial Viena, Austria, septiembre de 1988,
y revisada por la 57Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y por la 68ª Asamblea General de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

INTRODUCCIÓN

1.      La salud  no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino también es más que un estado de prosperidad física, psicológica y social; incluye la capacidad de las personas para adaptarse a la adversidad física, social y mental. Afecta muchos factores,  incluido el acceso a la atención médica, en especial los determinantes sociales de la salud (SDH) y su restablecimiento es también multidimensional. La sociedad tiene la obligación  hacer disponible el acceso a un nivel adecuado de atención para todos sus miembros, independientemente de la capacidad de pago.

2.      Los profesionales de la salud se enfrentan regularmente  a los efectos de falta de acceso a una atención adecuada y la desigualdad en salud y tienen una responsabilidad correspondiente de contribuir su experiencia para trabajar con los gobiernos a nivel local, regional y nacional para asegurarse que comprendan los determinantes sociales de la salud e integren una disminución de los factores que producen desigualdad en todas las políticas. Las políticas deben sugerir maneras de eliminar la desigualdad en salud.

3.      El acceso a la atención médica es un factor importante en la disminución a corto, mediano y largo plazo de las consecuencias de la mala salud, causada por condiciones sociales adversas y otras. El acceso es multidimensional y está limitado por factores como los recursos humanos, formación, finanzas, transporte, acceso geográfico, libertad de elección, educación pública, control de calidad y tecnología.

NORMAS

Personal de salud

4.      La prestación de atención médica depende mucho de la disponibilidad del personal de salud capacitado. La formación no sólo debe incluir competencias médico-sociales, sino enfatizar particularmente la comprensión de cómo los determinantes sociales de la salud afectan los resultados en la salud de las personas.

La distribución del personal de salud varía mucho, como la demografía en la mayoría de los países donde la población que envejece representa un gran desafío para los próximos años. Existe una mala distribución a nivel mundial. Aunque todos los países forman a los profesionales de la salud, el movimiento global, en especial de los países menos desarrollados a los del primer mundo, produce una escasez de personal. La creación de códigos de contratación ética puede ayudar a disminuir las actividades de contratación inapropiadas de parte de los Estados. Los códigos de contratación ética también deben ser aplicados a las agencias de contratación comerciales.

5.      Se necesita investigación para determinar la mejor combinación de los distintos personales de salud para los contextos de salud diferentes, a fin de satisfacer las necesidades de la población. La mala distribución en los países debe ser abordada a través de métodos para atraer al personal de salud a zonas rurales o remotas, u otras regiones con falta de personal, al menos para una parte de sus carreras. Se deben considerar conceptos innovadores para que el trabajo en las zonas con falta de servicios sea interesante, no se deben utilizar métodos de  contratación de castigo o de presión. Captar estudiantes que expresen el deseo de volver a sus ciudades de origen puede ayudar a aliviar el problema.

Formación

6.      La formación primaria del personal de salud  debe ser apropiada, accesible y de buena calidad, lo que hace que la formación sea costosa, el país de origen cubre este gasto. Los profesionales se trasladan a otros lugares para seguir con la formación secundaria, incluida una formación profesional más alta y la especialización para los médicos, también para ganar más dinero que puede ser enviado a sus hogares para ayudar a las familias y comunidades.

7.      La ambición por mejorarse es comprensible, los esfuerzos para aumentar la retención del personal de la salud deben incluir la consideración de instar al regreso al país de origen, con el uso de los nuevos conocimientos y experiencia para mejorar el acceso a la atención médica.

8.      Los países no deben contratar activamente de otros Estados. Incluso cuando lo hacen de forma pasiva, esta contratación debe hacerse conforme a las normas éticas y la Declaración de la AMM sobre Normas éticas para la migración internacional del personal de salud.

Financiamiento

9.      El acceso a la atención médica es esencial para toda la población. Cada país decide sobre los métodos para financiarla, atendiendo a sus propios recursos, a sus prioridades sanitarias y sociales y a las necesidades en salud. Los países deben crear sistemas de ingresos que reduzcan  la dependencia de los pagos del propio bolsillo y en los seguros de salud privados, puesto que aumentan las desigualdades entre los grupos de la población.

10.    Ningún sistema de financiamiento es ideal para cada país, el equilibrio exacto debe ser decidido a nivel local. Al tomar una decisión sobre los sistemas de financiamiento, los gobiernos deben entender la naturaleza esencial de la atención médica, el requisito absoluto de que esté disponible para todos, en base a la necesidad clínica y no en la capacidad de pago, y que el acceso pueda estar restringido por temores financieros. La elegibilidad no asegura el acceso, en especial si los esquemas de copago excluyen a los que tienen menos recursos financieros.

11.    Se deben utilizar medios innovadores para la prestación de atención médica completa, incluidas las asociaciones con privados y entidades comerciales que pueden proporcionar algunos elementos de atención médica especializada. Al hacer esto, los países deben asegurar que esto no limite la atención especializada a la clase más rica de su población ni tampoco esto debe ser visto como una preferencia por un modelo de salud privada.

12.    Las decisiones de limitar el acceso a elementos de la atención médica deben tomarse en base a información objetiva,  basada en la mejor información científica disponible sobre la eficacia y seguridad de los servicios de salud. Debe tener debate público sobre los conceptos involucrados y su aceptación. No se debe incluir nada que discrimine a los ancianos y las poblaciones vulnerables.

13.    El público debe tener acceso a información clara sobre los recursos de salud disponibles para ellos y cómo acceder a éstos. Se deben establecer procesos específicos para asegurar que la pobreza o el analfabetismo nunca serán una barrera al acceso a la atención.

Personas vulnerables y difíciles de contactar

14.    En cada país, es difícil hacer mensajes de salud para ciertos grupos de personas y que a menudo buscan  atención médica en una etapa avanzada de la enfermedad.

15.    Se deben utilizar una variedad de métodos para asegurarse que la gente difícil de contactar conozcan la disponibilidad de atención médica, sin costo directo, incluidos los métodos para disminuir el miedo y otras barreras al acceso.

16.    Cuando existan vulnerabilidades específicas, como discapacidad de aprendizaje o sensorial, las soluciones deben incluir la identificación y abordar dichas vulnerabilidades.

17.    El personal de salud tiene el deber de prestar atención médica sin ningún tipo de discriminación injusta

Transporte

18.    Los establecimientos de salud deben situarse en lugares de fácil acceso. Esto puede significar trabajar con las empresas de transporte local para asegurarse que los trayectos del transporte público pasen por los establecimientos. Se debe considerar hacer los establecimientos de salud más accesibles con métodos de transporte activo. Los pacientes deben viajar largas distancias para llegar a los establecimientos, en especial en zonas rurales o lugares alejados.

19.    Se debe proporcionar acceso al transporte a los pacientes que necesitan ser derivados a atención secundaria o especializada. Los que necesiten ayuda para acceder a la atención primaria también deben recibir apoyo. También se debe ofrecer transporte a los pacientes rurales aislados que necesitan un nivel de atención que sólo se puede encontrar en centros médicos metropolitanos. La telemedicina a veces  puede ser un sustituto aceptable al transporte de pacientes.

Disponibilidad geográfica

20.    Trabajar con otros profesionales de salud, como las matronas puede ser de ayuda. Deben ser integrados al sistema de salud, beneficiar de formaciones y ser asistidos para prestar una atención segura y eficaz y la derivación a un especialista si es necesario. Esto no se extiende al sistema de salud estatal que presta o financia la atención que no está basada en pruebas, incluidas las terapias complementarias.

Libertad de elección

21.    La libertad de elegir los profesionales de salud y las opciones de atención que ofrecen es un elemento esencial en todos los sistemas. Es necesario la capacidad de comprender esa opción y la libertad de elegir un proveedor entre las alternativas.

22.    Los obstáculos a la libertad de elección puede estar en el acceso a los recursos financieros, mala comprensión de las opciones, culturales, geográficas y otros factores. El acceso a la información sobre las opciones disponibles es crucial para realizar la elección informada apropiada.

23.    Las autoridades de la salud deben asegurarse que toda la población entienda cómo acceder a la atención médica y que tengan información objetiva sobre los diferentes proveedores.

24.    Una vez que una persona tenga acceso a la atención a través de un proveedor en particular o un médico, debe tener la oportunidad de considerar las opciones clínicas. El acceso a informaciones sistemáticamente disponibles es esencial para permitir la elección.

Educación pública

25.    La educación general es un determinante de la salud, mientras una persona haya recibido más educación, tiene mejores probabilidades de salud. En casos de problemas de salud, la educación previa puede ser un determinante de la velocidad a la que la persona tendrá acceso a la salud. La educación también ayuda a que las personas elijan apropiadamente las soluciones terapéuticas a las que tienen acceso.

26.    La educación específica sobre materias de salud puede ser importante en la planificación del estilo de vida. Aunque la educación por sí sola, por ejemplo, no impide que las personas fumen o consuman drogas o alcohol, puede ayudar a tomar decisiones sobre las conductas a riesgo.

27.    Un nivel general de conocimientos sobre salud ayuda a los pacientes a elegir entre las diferentes opciones de tratamiento y cumplir o cooperar con las exigencias de dicho tratamiento. También mejorará el autocuidado y las referencias indicadas por el paciente.

28.    Se deben implementar programas educacionales que ayuden a las personas a tomar decisiones informadas sobre su salud personal y la buena utilización del autocuidado y la atención prestada por un profesional. Estos programas deben incluir información sobre los costos y beneficios relacionados con tratamientos alternativos en  el contexto de la medicina moderna; el uso de servicios profesionales que permitan una detección temprana y tratamiento o prevención de enfermedades; responsabilidades personales en la prevención de enfermedades y el uso eficaz del sistema de atención médica. Los médicos deben participar activamente, cuando sea apropiado, en estas acciones educativas y se les debe proporcionar recursos adecuados para permitirles seguir dicha educación.

29.    La educación pública también ayuda a los gobiernos a hacer comprender mejor las medidas de salud pública, incluido el impuesto al tabaco, la prohibición de consumo de ciertos productos y las restricciones a la libertad individual por razones de salud. Cuando los gobiernos deben imponer mecanismos legislativos u otros regulatorios, es necesaria una campaña pública con explicaciones para que el público comprenda y las cumplan.

Garantía de calidad

30.    Los mecanismos de garantía de calidad deben ser parte de todo sistema de salud. Los médicos comparten la responsabilidad de asegurar la calidad de la atención médica y no deben permitir que otras consideraciones pongan en peligro la calidad de la atención prestada.

Tecnología

31.    La tecnología cumple un papel cada vez más importante en la prestación de los servicios de salud. El precio de compra de bienes es alto por la necesidad de servicios logísticos específicos, incluidos los técnicos y los locales adecuados. Las tecnologías avanzadas no están disponibles en todos los lugares, el acceso a sus beneficios debe ser bien planificada para asegurar que todos los pacientes que la necesitan la aprovechen, no sólo los que están cerca de los centros tecnológicos avanzados.

Circunstancias extraordinarias

32.    En circunstancias extraordinarias, incluidos los conflictos armados y las grandes catástrofes naturales, como los terremotos, los médicos tienen el deber de asegurar que los legisladores protejan el acceso a la atención, en especial para los más vulnerables y los que no pueden trasladarse a zonas más seguras.

RECOMENDACIONES

33.    Los determinantes sociales de la salud afectan mucho el acceso a la atención médica y también impactan directamente en la salud. Los médicos deben trabajar con los gobiernos para asegurar que tomen medidas eficaces con respecto a los DSS.

34.    El acceso a la salud requiere una vigilancia sistemática, a fin de asegurar  que se cumplan las condiciones apropiadas. Estas incluyen lo siguiente:

34.1  Tener un sistema de salud apropiado, universal, solidario e igualitario. Establecimientos bien equipados, disponibles en todo el país, con centros de salud y su personal profesional con financiamiento suficiente y sostenible, con personas tratadas en base a sus necesidades y no a su capacidad de pago.

34.2  La elección del paciente debe incluir a qué establecimiento acceder.

34.3  El acceso a información adecuada para todos es esencial para elegir y cooperar con los proveedores de salud.

34.4  La educación es un determinante social y un factor clave de la cooperación en la prestación de atención médica y promueve el autocuidado responsable con apoyo accesible.

34.5  Los profesionales de la salud deben ser libres de desplazarse por el mundo, en especial para  acceder a posibilidades de educación y profesionales.  Esta movilidad no debe afectar la disponibilidad de recursos, en especial en los países donde son escasos.

34.6  Los médicos deben contar con criterios éticos trasparentes y eficaces para trabajar en zonas sobrepobladas o más desfavorecidas.

34.7  La prestación de atención médica requiere de las medidas de los gobiernos en todos los niveles, trabajar con las poblaciones para asegurarse que la  gente comprende  el beneficio de esta atención y que puede acceder a ella.

34.8  Los médicos cumplen una función importante para asegurar que la planificación tenga sentido clínico, sea comunicada correctamente a la población en cuestión y que los pacientes no estén en peligro por recursos inadecuados, mala planificación u otros defectos en los sistemas.

34.9  Los médicos conocen el sistema de salud y esto los obliga a desempeñar un papel de conciencia social sobre los determinantes sociales de la salud y el  acceso a la atención médica por si mismos o a través de sus asociaciones médicas representativas.

34.10   Las asociaciones médicas deben trabajar con sus miembros para promover el acceso a los sistemas de salud que respondan igualitariamente a las necesidades de las poblaciones.

Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
Derogada y archivada por la 76.ª Asamblea General de la AMM, Oporto, Portugal, octubre de 2025

INTRODUCCION

La obesidad infantil es una enfermedad grave y una preocupación importante de salud pública que afecta a muchos niños. La obesidad infantil es una epidemia creciente y un desafío para los países desarrollados y en vías de desarrollo. Debido a su prevalencia en aumento y su impacto inmediato y a largo plazo en la salud, incluida la predisposición a la diabetes y las anomalías cardiovasculares, la obesidad infantil debe ser considerada como un problema serio de salud pública. El aumento de la obesidad infantil se puede atribuir a varios factores:

  • Estudios recientes indican que la publicidad dirigida a los niños tiene una gran influencia en las tendencias en compras y preferencias alimenticias de los hogares en todo el mundo. Las ofertas especiales, reducciones de precios a corto plazo, otras promociones de precios y publicidad en las redes sociales y medios tradicionales tienen todos una función para aumentar la demanda del producto.
  • Muchas publicidades están en conflicto con las recomendaciones nutricionales de los organismos médicos y científicos. La publicidad en televisión de alimentos y bebidas con poco o sin valor nutricional con frecuencia es difundida en horarios de muchos telespectadores niños y está destinada a promover el deseo de consumir estos productos aunque no se tenga hambre. La publicidad aumenta la respuesta emocional de los niños a los alimentos y explota su confianza. Estos métodos y técnicas son utilizados en los medios de comunicación no tradicionales, como redes sociales, juegos de video y sitios destinados a niños.
  • La selección de comidas poco sanas, un estilo de vida sedentario y la falta de ejercicio contribuyen a la obesidad infantil. El sedentarismo es la característica más preponderante en el mundo occidental hoy en día. Muchos niños pasan más tiempo que nunca frente a las pantallas y muy raramente realizan actividades físicas.
  • Las corporaciones y conglomerados internacionales que producen alimentos y bebidas no siempre están sujetos a reglamentaciones regionales que regulan el etiquetado de los alimentos. La preocupación por las ganancias pueden ser a expensas de su responsabilidad corporativa por el medio ambiente y los problemas de salud pública.
  • Los productos que contienen gran cantidad de azúcar, grasa y sal agregadas pueden ser adictivos, en especial cuando se combinan con potencionadores de sabor. En algunos países, no todos los ingredientes están sujetos a etiquetado y los fabricantes a menudo se niegan a comunicar información sobre los métodos utilizados para aumentar al máximo el consumo de sus productos. Los gobiernos deben exigir que todos los ingredientes de los alimentos y bebidas aparezcan claramente en las etiquetas, incluidos aquellos exclusivos destinados a aumentar el consumo del producto.
  • Las disparidades socioeconómicas también tienen correlación con las crecientes tasas de obesidad infantil.  La relación entre vivir en la pobreza y la obesidad infantil temprana sigue afectando de manera negativa la salud en la vida adulta[1]. La exposición a la contaminación ambiental, exámenes médicos esporádicos, acceso insuficiente a alimentos nutritivos y actividad física limitada producen obesidad y otras enfermedades crónicas que son más frecuentes en niños que viven en la pobreza.

 RECOMENDACIONES

1. Es necesario un programa completo para evitar y abordar la obesidad en todos los segmentos de la sociedad, con un énfasis específico en los niños. Este enfoque debe incluir iniciativas sobre precios y disponibilidad de alimentos nutritivos, acceso a la educación, publicidad y comercialización, información, etiquetado y otras áreas específicas a regiones y países. Se recomienda un enfoque similar al del tabaco en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

2. Los estudios internacionales enfatizan la importancia de adoptar un enfoque integrado de la educación y la promoción de la salud. La inversión en educación es clave para disminuir al mínimo la pobreza, mejorar la salud y proporcionar beneficios económicos.

3. La educación de calidad en un marco formal de la edad de 2-3 años, combinada con actividades de enriquecimiento para los padres y un suministro suficiente de alimentos y bebidas nutritivos, puede ayudar a disminuir el porcentaje de obesidad en adolescentes y reduce las consecuencias para la salud a lo largo de la vida. La inclusión de comidas y sabores sanos a temprana edad parecen ser factores positivos en la prevención de la obesidad infantil.

4. Los gobiernos deben invertir en educación relacionada con la elaboración del menú, compra de alimentos incluido un presupuesto, almacenamiento y preparación, de modo que la gente esté mejor preparada para planificar el consumo de alimentos.

5. Los gobiernos deben tratar de regular la disponibilidad de alimentos y bebidas con poco valor nutritivo, a través de una serie de métodos incluido el precio. Se debe prestar atención a la disponibilidad de establecimientos que venden alimentos de poco valor nutritivo cerca de los colegios. Los gobiernos deben tratar de convencer a los fabricantes de reformular los productos, a fin de reducir sus efectos generadores de obesidad. Cuando sea posible, los gobiernos y las autoridades locales deben tratar de administrar la densidad de dichos establecimientos en el área.

6. Los gobiernos deben considerar aplicar impuestos a los alimentos no nutritivos y bebidas azucaradas y utilizar las ganancias adicionales percibidas para financiar la investigación y los estudios epidemiológicos, destinados a evitar la obesidad infantil y disminuir el riesgo de enfermedad.

7. Los ministerios de salud y de educación deben regular las comidas y bebidas que son vendidas y servidas en los establecimientos educacionales y de salud.

8. Dada la relación probada entre la duración del consumo de los medios y los efectos adversos para el peso de los niños, la AMM recomienda que la publicidad de los productos que no son nutritivos esté restringida durante la programación de televisión y otras formas de información destinadas a los niños. Los reguladores deben saber que los niños ven programas de televisión destinados a adultos y deben asegurarse que la legislación y reglamentación también restrinjan la publicidad de estos programas.

9. Los gobiernos deben trabajar con expertos en salud independientes para producir una guía sólida sobre alimentos y nutrición, sin participación de la industria alimentaria.

10. Los gobiernos y las autoridades locales deben subsidiar y promover actividades sanas a sus ciudadanos, incluido el poner a disposición espacios seguros para caminar,  andar en bicicleta y otras formas de actividad física.

11. Los padres tienen una responsabilidad fundamental en incentivar la participación deportiva de sus hijos. Los colegios deben incluir actividades físicas en sus rutinas diarias. La participación en deportes debe ser posible para todos independientemente de su situación económica.

12. Las asociaciones médicas nacionales deben apoyar o elaborar normas y reglamentos para asegurar que reflejen los conocimientos actuales de la prevención y el tratamiento de la obesidad infantil.

13. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer ver a la opinión pública el problema de la obesidad infantil y destacar la necesidad de luchar contra la prevalencia creciente de la obesidad y su carga para la salud y la economía.

14. Las clínicas y las organizaciones de salud deben emplear a profesionales con formación apropiada para ofrecer clases y consultas sobre la selección de las cantidades adecuadas de alimentos y bebidas nutritivos y lograr niveles óptimos de actividad física para los niños. También deben asegurarse que sus establecimientos sean ejemplares en la entrega de opciones de comida sana.

15. Los establecimientos educacionales deben emplear a profesionales con formación apropiada que enseñen los estilos de vida sanos desde una edad temprana y permitan que todos los niños, cualquiera sea su estrato social, practiquen actividades físicas regulares.

16. Los médicos deben aconsejar a los padres y niños cómo llevar una vida sana y enfatizar su importancia, deben identificar lo más pronto posible la obesidad en sus pacientes, en especial los niños. Deben derivar a los pacientes con obesidad a los servicios apropiados en cuanto sea posible y realizar seguimientos regulares.

17. Los médicos y los profesionales de la salud deben recibir educación sobre la evaluación nutricional, la prevención y tratamiento de la obesidad. Esto se puede realizar con el reforzamiento de las actividades de EMC enfocadas en la medicina nutricional.


[1] WHO Commission on Social Determinants of Health (Closing the Gap in a Generation) 2008

Adoptada por la 48ª Asamblea General, Somerset West, Sudáfrica, Octubre 1996,
y revisada su redacción po
la 174ª Sesión del Consejo, Pilanesberg, Sudáfrica, Octubre 2006
y cancelada por la 69ª Asamblea General de la AMM, Reykjavik, Islandia, Octubre 2018

RECONOCIENDO QUE:

  1. El médico tiene la obligación de prestar a sus pacientes un servicio médico competente y de informar a las autoridades apropiadas sobre los médicos que ejercen de manera antiética o que comenten fraude o engaño (Código Internacional de Etica Médica) y
  2. El médico debe tener la libertad de expresar su opinión clínica y ética sin interferencia externa inapropiada, y
  3. Los comités de ética, comités de credenciales y otras formas de revisión por la profesión han sido establecidos desde hace tiempo, reconocidos y aceptados por la medicina organizada para controlar la conducta profesional del médico y, cuando corresponde, imponer restricciones razonables sobre la libertad profesional absoluta del médico, y

REAFIRMANDO QUE:

  1. La autonomía profesional y el deber de tener una autorregulación son requisitos esenciales de la atención de alta calidad y por lo tanto, es un beneficio del paciente que se debe preservar;
  2. Y como resultado de que la profesión médica tiene la responsabilidad permanente de apoyar, participar y aceptar una revisión apropiada de la profesión, que sea realizada de buena fe.

POSICION

  1. El servicio profesional del médico debe ser considerado distinto de los servicios comerciales y mercancías, no es menos porque el médico está sujeto a normas éticas específicas, que incluyen la dedicación para prestar una atención médica competente (Código Internacional de Etica Médica).
  2. Cualquiera sea el proceso judicial o regulador establecido por un país, toda opinión sobre la conducta profesional del médico debe tomar en cuenta la evaluación de los colegas médicos, quienes por su formación y experiencia, comprenden la complejidad de los asuntos médicos en cuestión.
  3. Todo procedimiento para considerar reclamos de pacientes que no estén basados en una evaluación de buena fe realizada por sus colegas sobre las acciones u omisiones del médico es inaceptable. Dicho procedimiento perjudica la calidad general de la atención médica ofrecida a todos los pacientes.

Adoptada por la 48ª Asamblea General, Somerset West, Sudáfrica, octubre 1996
y revisada en su redacción por la 174ª Sesión del Consejo, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006
y revisada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

 

Introducción

Recordando su Declaración de Washington sobre las Armas Biológicas, su Resolución sobre la Prohibición de Armas Químicas y su Declaración sobre Armas Nucleares, la Asociación Médica Mundial condena el uso de todo tipo de armas – convencionales, biológicas, químicas y nucleares – que tengan el potencial de producir un inmenso sufrimiento humano y muchas muertes, junto con efectos catastróficos para el ecosistema de la tierra, disminución de los alimentos en el mundo y mayor pobreza. El uso de estas armas contra el ser humano está opuesto a los deberes y responsabilidades del médico de preservar la vida.

Cuando las naciones entran en guerra o comienzan a fabricar armamento, por lo general no consideran los efectos del uso que el armamento tendrá en la salud de los civiles que no participan en el conflicto, y en la salud pública en general, a corto o a largo plazo.

Sin embargo, la profesión médica debe enfrentar los efectos inmediatos y a largo plazo de la guerra para la salud, en especial los efectos de diferentes tipos de armamento, incluida la amenaza de guerra nuclear, química y biológica.

Es considerable el potencial de conocimientos científicos y médicos para contribuir a la fabricación de nuevos sistemas de armamento, destinados a personas y poblaciones específicas, o contra sistemas del cuerpo del ser humano. Esto incluye la fabricación de armas destinadas a afectar los sistemas anatómicos o fisiológicos, como la visión, o que utilicen los conocimientos sobre similitudes y diferencias genéticas del ser humano.

En la actualidad no existen normas que se utilicen comúnmente para medir los efectos de las armas en la salud. En el Derecho Internacional Humanitario se estipula que son ilegales las armas que produzcan heridas que causen «sufrimientos innecesarios o males superfluos». Estos términos no están definidos y necesitan interpretación cuando se apliquen normas objetivas, a fin de que la ley sea eficaz.

El médico puede ayudar a establecer los normas respecto a las armas que producen heridas o sufrimientos tan extremos como para aplicar los términos del Derecho Internacional Humanitario.

Estas normas ayudarían a los abogados que utilizan el Derecho Internacional Humanitario a hacer una evaluación de la legalidad de las nuevas armas que se fabrican en la actualidad, en comparación con un sistema de evaluación objetivo y acordado de los efectos médicos, e identificar las violaciones de la ley, una vez que se apruebe.

La participación del médico en la elaboración de dichas normas objetivas es esencial, si se quiere integrar en el proceso legal. Sin embargo, se debe reconocer que los médicos se oponen firmemente a todo uso de armamento contra el ser humano.

Recomendaciones

La AMM considera que el desarrollo, la fabricación y la venta de armas para uso contra el ser humano es detestable. Para apoyar la prevención y disminución de heridas por armas, la AMM:

  • Apoya los esfuerzos internacionales para definir normas objetivas que midan los efectos de las armas actuales y futuras, y que puedan utilizarse para terminar con el desarrollo, fabricación, venta y uso de dicho armamento.
  • Exhorta a las asociaciones médicas nacionales para que exijan a sus respectivos gobiernos que cooperen con la recopilación de la información necesaria para establecer normas objetivas.
  • Hace un llamado a las asociaciones médicas nacionales para que apoyen y motiven la investigación sobre los efectos en la salud pública global del uso de armas, y para que publiquen los resultados de dicha investigación a nivel nacional e internacional. Esto asegurará de que tanto los gobiernos como la opinión pública sean conscientes de las consecuencias a largo plazo en la salud, del uso de armas para las personas que no participan en conflictos y para las poblaciones.

Adoptada por la 29ª Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, octubre 1975
y revisada en su redacción por la 170ª Sesión del Consejo, Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2005
por la 173ª Sesión del Consejo, Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2006

y revisada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016

Introducción

El médico tiene el privilegio y el deber de ejercer su profesión al servicio de la humanidad, preservar y restituir la salud mental y corporal sin prejuicios personales y aliviar el sufrimiento de sus pacientes. El debe mantener el máximo respeto por la vida humana, aun bajo amenaza, y jamás utilizar sus conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad.

Para fines de esta Declaración, la tortura se define como el sufrimiento físico o mental infligido en forma deliberada, sistemática o caprichosamente por una o más personas, que actúan solas o bajo las órdenes de cualquier autoridad, para forzar a otra persona a entregar informaciones, hacerla confesar o por cualquier otra razón.

Declaración

1. El médico no deberá favorecer, aceptar o participar en la práctica de la tortura o de otros procedimientos crueles, inhumanos o degradantes, cualquier sea el delito atribuido a la víctima, sea ella sospechosa, acusada o culpable, y cualquiera sean sus creencias o motivos y en toda situación, incluido el conflicto armado o la lucha civil.

2. El médico no proporcionará ningún lugar, instrumento, substancia o conocimiento para facilitar la práctica de la tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, o para disminuir la capacidad de resistencia de la víctima a soportar dicho trato.

3. Cuando el médico preste asistencia médica a detenidos o prisioneros que son o podrían ser interrogados más adelante, debe ser muy cuidadoso para asegurar la confidencialidad de toda información médica personal. El médico debe informar a las autoridades correspondientes toda violación de la Convención de Ginebra.

4. Como se estipula en la Resolución de la AMM sobre la Responsabilidad de los Médicos en la Documentación y la Denuncia de Casos de Tortura o Trato Cruel, Inhumano o Degradante y como una excepción a la confidencialidad profesional, el médico tiene la obligación ética de informar los maltratos, cuando sea posible con el consentimiento de la persona, pero en ciertas circunstancias cuando la víctima no puede expresarse libremente, sin consentimiento explícito.

5. El médico no utilizará o permitirá que se use, en lo posible, conocimientos o experiencia médicos o información de salud específica de las personas con el fin de facilitar o ayudar de otra manera el interrogatorio, ya sea legal o ilegal, de dichas personas.

6. El médico no deberá estar presente durante ningún procedimiento que implique el uso o amenaza de tortura, o de cualquiera otra forma de trato cruel, inhumano o degradante.

7. El médico debe gozar de una completa independencia clínica para decidir el tipo de atención médica para la persona bajo su responsabilidad. El papel fundamental del médico es aliviar el sufrimiento del ser humano, sin que ningún motivo, personal, colectivo o político, lo aleje de este noble objetivo.

8. En el caso de un prisionero que rechace alimentos y a quien el médico considera capaz de comprender racional y sanamente las consecuencias de dicho rechazo voluntario de alimentación, no deberá ser alimentado artificialmente, como se estipula en la Declaración de Malta de la AMM sobre las Personas en Huelgas de Hambre. La decisión sobre la capacidad racional del prisionero debe ser confirmada al menos por otro médico ajeno al caso. El médico deberá explicar al prisionero las consecuencias de su rechazo a alimentarse.

9. Recordando la Declaración de Hamburgo de la AMM sobre el Apoyo a los Médicos que se Niegan a Participar o a Tolerar la Tortura u Otras Formas de Trato Cruel, Inhumano o Degradante, la Asociación Médica Mundial respalda e insta a la comunidad internacional, asociaciones médicas nacionales y colegas médicos a apoyar al médico y a su familia frente a amenazas o represalias recibidas por haberse negado a aceptar el uso de la tortura y otras formas de trato cruel, inhumano o degradante.

10. La Asociación Médica Mundial pide a las asociaciones médicas nacionales que insten a los médicos a continuar su formación profesional y educación sobre derechos humanos.

Adoptada por la 41ª Asamblea Médica Mundial Hong Kong, septiembre 1989
y revisada en su redacción en la 126ª Sesión del Consejo Jerusalén, Israel, mayo 1990
y la 170ª Sesión del Consejo Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2005,

y reafirmada por la 200ª Sesión del Consejo de la AMM, Oslo, Noruega, abril 2015
y,
con revisiones menores, por el 227º Consejo de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

INTRODUCCION

Las personas mayores presentan patologías múltiples como problemas motores, psíquicos y de orientación. Debido a esto, necesitan ayuda en sus actividades diarias, circunstancia que puede llevar a un estado de dependencia. Esto puede hacer que sus familias y la comunidad los consideren como una carga y posteriormente limiten o nieguen la atención y servicios.

El maltrato o el abandono de las personas mayores se puede manifestar de diversas maneras: físico, psicológico, emocional, financiero o material y médico. Las diferencias en la definición de maltrato de ancianos presentan dificultades al comparar las causas y naturaleza del problema. Se han propuesto algunas hipótesis preliminares sobre la etiología del maltrato de ancianos, incluidas: la dependencia de otros para prestar atención y servicios, falta de lazos familiares estrechos, violencia familiar, falta de recursos económicos, psicopatología de la persona que maltrata, falta de apoyo comunitario y factores institucionales, como bajas remuneraciones y malas condiciones de trabajo que contribuyen a actitudes pesimistas de las personas a cargo.

El fenómeno de maltrato de ancianos es cada vez más reconocido por establecimientos médicos y organismos sociales. El primer paso para prevenir el abuso y el abandono de los ancianos es aumentar la conciencia y conocimiento entre los médicos y otros profesionales de la salud. Una vez que se han detectado los casos de alto riesgo y sus familias, los médicos pueden participar en la prevención primaria del maltrato, al referir dichos casos a centros de servicios sociales y comunitarios apropiados. Los médicos también pueden participar al entregar ayuda e información directamente a los pacientes y sus familias, sobre los casos de alto riesgos. Al mismo tiempo, los médicos deben utilizar la atención y la sensibilidad para mantener la confianza y confidencialidad del paciente, en especial en el caso de pacientes competentes.

Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial adopta los siguientes principios generales sobre el maltrato de las personas mayores.

Principios generales

  1. Las personas mayores deben tener los mismos derechos a atención, bienestar y respeto que los demás seres humanos.
  2. El médico tiene la responsabilidad de ayudar a evitar todas las formas de maltrato de los pacientes adultos mayores.
  3. Si el médico es consultado por una persona mayor directamente, el hogar de ancianos o la familia, debe velar por que el paciente reciba la mejor atención posible.
  4. El médico que constate o sospeche de maltrato, como se define en esta Declaración, debe discutir la situación con los encargados, sea la familia o el hogar de ancianos. Si se confirma que existe maltrato o si se considera una muerte sospechosa, el médico debe informar a las autoridades correspondientes.
  5. Para garantizar la protección de la persona mayor en cualquier ambiente, no debe haber restricciones a su derecho de elegir libremente el médico. Las asociaciones médicas deben luchar para que dicha libre elección sea respetada en el sistema médico-social.
  6. La Asociación Médica Mundial también presenta las siguientes recomendaciones a los médicos que tratan a las personas mayores y exhorta a todos sus miembros constituyentes a dar publicidad a esta Declaración entre sus miembros y la opinión pública.

 

RECOMENDACIONES

Los médicos que atiendan personas mayores deben:

  1. hacer mayores esfuerzos para crear una relación de confianza con los pacientes a fin de instarlos a pedir atención médica cuando sea necesario y a sentirse cómodos cuando confíen en el médico.
  2. proporcionar una evaluación y tratamiento médico por los daños producidos por el abuso y/o abandono
  3. intentar establecer o mantener una relación terapéutica con la familia (por lo general, el médico es el único profesional que mantiene un contacto duradero con el paciente y la familia), y mantener en la máxima medida posible la confidencialidad del paciente.
  4. informar toda sospecha de casos de maltrato o abuso de ancianos, conforme a la legislación local.
  5. utilizar un equipo multidisciplinario de tratantes de las profesiones médica, servicio social, salud mental y legal, cada vez que sea posible, y
  6. estimular la generación y utilización de recursos comunitarios de apoyo que presten servicios domiciliarios, reposo y disminución del estrés, para las familias de alto riesgo.

 

 

Adoptada por la 37ª Asamblea Médica Mundial Bruselas, Bélgica, octubre 1985,
revisada en su redacción por la 170ª Sesión del Consejo Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2005,
y por la 66ª Asamblea General, Moscú, Rusia, octubre 2015,
y reafirmada con revisiones menores por el 227º Consejo de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

 

La Asociación Médica Mundial favorece la igualdad de oportunidades en todas las actividades en asociaciones médicas, educación y capacitación médicas, empleo y todos los otros ejercicios profesionales médicos, sin ningún tipo de discriminación.

La Asociación Médica Mundial se opone rotundamente a que a un médico debidamente titulado se le nieguen los privilegios y obligaciones como socio de una asociación médica, a causa de cualquier factor de discriminación.

La Asociación Médica Mundial exhorta a la profesión médica y a cada miembro de las asociaciones médicas, a hacer todo lo posible por evitar cualquier situación que niegue los derechos, privilegios o responsabilidades.