Adoptada por la 229ª Sesión del Consejo de la AMM, Montevideo, Uruguay, abril 2025

INTRODUCCION

Pilares de la medicina que hasta hace poco se consideraban incuestionables, como la evidencia científica, la dignidad humana y la solidaridad, se ven cada vez más cuestionados por la expansión de ideologías y posturas políticas que los rechazan o niegan.

En este contexto, la capacidad de los médicos para trabajar éticamente y acatar las normas de la profesión se ve amenazada, al igual que su autonomía; la intervención de la política, del sistema judicial o de la policía en el proceso asistencial es cada vez más una realidad en muchas partes del mundo.

También existe presión sobre los médicos que se ven obligados por sus gobiernos a tratar a los pacientes detenidos de manera poco ética. También se ejerce violencia abierta contra el personal sanitario y los centros de salud en zonas con conflictos armados y otras emergencias.

La presión ejercida sobre la autonomía profesional de los médicos y sobre su capacidad para acatar las normas éticas puede afectar negativamente la calidad de la atención prestada y, en última instancia, comprometer la confianza de la población en la profesión.

La Asociación Médica Mundial se fundó con el objetivo explícito de establecer los más altos estándares éticos y humanistas para la medicina en todo el mundo.

Estos estándares se ven cuestionados por ideologías y posturas políticas que rechazan los logros sociales de los últimos 80 años.

Sin embargo, la profesión médica debe seguir defendiendo con firmeza y determinación estos altos estándares éticos y humanistas.

 

RECOMENDACIONES

  1. La Asociación Médica Mundial y todos sus miembros constituyentes están firmemente comprometidos con la defensa de los estándares éticos de la profesión médica, tal como los ha establecido la propia profesión durante los últimos 80 años.
  2. Es una función esencial de la AMM y de sus miembros constituyentes promover un marco legal para la atención médica en todos nuestros países que respete las normas éticas de nuestra profesión y permita el ejercicio de la medicina conforme a ellas.
  3. La AMM insta a los gobiernos a garantizar la seguridad y la vida del personal sanitario cualesquiera que sean las circunstancias reales, permitiéndoles así cumplir con su deber de ayudar a cualquier paciente necesitado y actuar de acuerdo con sus principios éticos.
  4. La AMM debe defender activamente el honor de la profesión médica y los derechos del personal médico y de los pacientes dondequiera que se vean amenazados.
  5. Es deber de la AMM y de todos sus miembros constituyentes apoyar a los médicos y a sus organizaciones cuando su capacidad para cumplir las normas éticas establecidas por la AMM se vea amenazada o limitada por presiones políticas o judiciales indebidas.
  6. La Asociación Médica Mundial y todos sus miembros constituyentes apoyan y promueven firmemente la medicina científica y basada en hechos, incluidas las medidas terapéuticas y de salud pública basadas en la evidencia.
  7. La Asociación Médica Mundial exige respeto por la independencia de la investigación, de conformidad con los principios éticos consagrados en su Declaración de Helsinki.

Adoptada en la 191ª Sesión del Consejo de la AMM, Praga, República Checa, abril 2012
y cancelada y archivada por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020

 

Introducción

La AMM está muy preocupada por las recientes medidas adoptadas por el Gobierno turco que reducen de manera importante la autonomía profesional de la profesión médica en Turquía. En particular, el nuevo Decreto de Gobierno 663 sobre la Organización y Deberes del Ministerio de salud y sus Organizaciones Asociadas establece un Consejo de Profesiones de la Salud, controlado por el Ministerio de Salud y delega autoridad a este Consejo para ciertas funciones clave que deben mantenerse en la Asociación Médica de Turquía en conformidad con los principios de autonomía profesional y el auto gobierno de los médicos. La Asociación Médica Turca fue creada por el Parlamento Turco en 1953, mientras que el Decreto 663 fue aprobado por los ministros de Gobierno de Turquía en un proceso extraordinario que evitó el Parlamento.

Es muy preocupante que la Asociación Médica de Turquía ya no tiene autoridad para:

  • Establecer y publicar normas éticas sobre la conducta médica
  • Realizar investigaciones sobre supuestas negligencias de los médicos
  • Determinar sanciones disciplinarias contra los médicos en casos de negligencias
  • Crear un currículo médico central para educación médica, estudios especializados de postgrado y contenido y acreditación para la educación médica continua (todo esto era realizado antes en cooperación con la TMA y las universidades).

Además el Decreto 663 enmienda el Artículo 1 del reglamento constituyente de la TMA (originalmente elaborado y adoptado por el Parlamento) y elimina lo siguiente del mandato de la TMA: «asegurar que la profesión médica sea ejercida y promovida conforme con el bienestar y beneficio público e individual«. Como resultado de esta restricción de mandato, la TMA ya no tiene derecho de poner en tela de juicio medidas o regulaciones que afecten el derecho a la salud, la prestación de atención médica, la salud pública y el bienestar individual del paciente. Por ejemplo, los esfuerzos contra las restricciones a los procedimientos médicos para reembolsos bajo el sistema nacional de salud o iniciar acciones para abordar los peligros ala salud pública, como el uso de cianuro en la minería y procesamiento de la plata y el oro. La restricción del mandato de la TMA no sólo disminuye la independencia de los médicos, sino que también pone en peligro la salud de sus pacientes.

Por lo tanto,

Reafirmando su claro compromiso  con la independencia y autonomía profesional de la profesión médica, definidas en la Declaración de Madrid de la AMM sobre la Autonomía Profesional y Autorregulación, la Resolución de la AMM sobre Independencia de las asociaciones médicas nacionales, el Consejo de la AMM:

1.       Insta al  Gobierno en Turquía a retirar el Decreto 663 y restaurar a la Asociación Médica de Turquía sus deberes y responsabilidades en la autonomía y autorregulación profesionales, establecidas adecuadamente por el Parlamento en 1953, a través de un proceso democrático legítimo y transparente.

2.       Insta a todos los miembros del parlamento médicos, sin consideración de su afiliación política, a recordar sus deberes como líderes médicos y apoyar el derecho de la profesión médica a la autonomía y la autorregulación.

3.       Apoya y felicita a la asociación Médica de Turquía y a los miembros del Parlamento turco que han desafiado las recientes medidas y solicitado una revisión legal de este decreto por la Corte Constitucional.

4.       Llama a los médicos turcos y del mundo a unirse activamente en defensa de los esfuerzos para promover y apoyar la independencia profesional, el derecho a la salud y la salud del pueblo turco.

Esta Resolución fue adoptada en la 191ª Sesión del Consejo de la AMM, Praga, abril 2012.

Introducción

La Unión Económica y Monetaria de Africa Occidental (UEMOA) agrupa los ocho países de Africa Occidental que utilizan el franco CFA como moneda. Este instrumento de integración preconiza la libre circulación y establecimiento de los médicos en los países de la UEMOA.

Existe un Colegio de las Organizaciones de Médicos que reúne a las organizaciones de los países miembros de la Unión. Las organizaciones están a menudo bajo la supervisión de los Ministerios de Salud. Esta situación restringe la autonomía técnica  y administrativa e impide la buena gestión de la cartografía médica de la región, en perjuicio del acceso a la salud para las poblaciones.

Recomendación

Reiterando su Declaración de Madrid sobre la Autonomía Profesional y la Autorregulación y la Resolución sobre la Independencia de las Asociaciones Médicas Nacionales, la AMM pide que la independencia, autonomía profesional y la autorregulación sean garantizadas en los países de la Unión Económica y Monetaria de Africa Occidental.

Adoptada por la 189a sesión del Consejo de la AMM, Montevideo, Uruguay, Octubre de 2011 como resolución del Consejo, adoptada por la 62ª Asamblea General de la AMM, Montevideo, Uruguay, Octubre 2011 y reafirmada por la 217ª Sesión del Consejo de la AMM, Seúl (en línea), Abril 2021

 

Las asociaciones médicas nacionales han sido establecidas para ser representantes de  sus médicos y negociar en su nombre, a veces como un sindicato u organismo regulador, pero también como asociación profesional que representa la experiencia y conocimientos de los médicos en relación con las materias de salud pública y bienestar.

Representan las opiniones de la profesión médica, incluido el intento de asegurar la práctica de medicina ética, la prestación de atención médica de calidad y la adherencia a los altos estándares por todos los médicos.

Estas asociaciones también pueden hacer campaña o abogar a nombre de sus miembros,  con frecuencia en salud pública. Dicha defensa no siempre es apreciada por los gobiernos que pueden considerar que la defensa conlleva una oposición política, cuando en realidad está basada en el entendimiento de la evidencia médica y las necesidades de los pacientes y las poblaciones.

La AMM es consciente de que debido a estos esfuerzos de defensa algunos gobiernos intentan silenciar a la asociación médica al poner a sus propios representantes en puestos de autoridad para vehicular un mensaje que puedan tolerar mejor.

La AMM denuncia esta acción y exige que ningún gobierno interfiera en el funcionamiento independiente de las asociaciones médicas nacionales. Insta a los gobiernos a entender mejor las razones del trabajo de su asociación médica nacional, considerar la evidencia médica y trabajar con médicos para mejorar la salud y bienestar de sus poblaciones.

Adoptada por la 60a Asamblea General, Nueva Delhi, octubre 2009
y revisada por la 201a Sesión del Consejo de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015 

INTRODUCCION

Esta política busca identificar aquellos sectores en que pudiera aparecer algún conflicto de intereses durante la práctica cotidiana de la medicina y ayudar los médicos a resolver dichos conflictos en favor de los intereses de los pacientes. Se entiende que existe un conflicto de intereses cuando la opinión profesional sobre la atención directa de un paciente puede ser influenciada indebidamente por un segundo interés.

En algunos casos, tal vez baste con reconocer la existencia de un conflicto posible o real. En otros, será quizás necesario tomar medidas para resolver el conflicto. Algunos conflictos de intereses son inevitables y no hay nada inherentemente antiético en los conflictos de intereses en medicina, pero es la manera en que son abordados la que es crucial.

Tradicionalmente, además de la práctica clínica de la medicina y el cuidado directo de los pacientes,  los médicos han asumido diversas funciones y servido a otros intereses. Dichos intereses, la mayoría de los cuales son respetables y redundan en bien de la sociedad, incluyen la investigación, la formación de futuros médicos y de internos, así como actividades y cargos de gestión y administración. A medida que los intereses privados han ido aumentando en la medicina, en muchos lugares los médicos también han contribuido a su expansión con su experiencia, en calidad de consultores para empresas privadas (y a veces como empleados).

Aún cuando no hay duda que la participación de los médicos en muchas de estas actividades pueda ser definitivamente provechosa para el bien en general, el deber fundamental de cada médico sigue siendo la salud y el bienestar de sus pacientes. No hay que permitir que intereses ajenos puedan influenciar las decisiones de carácter clínico (ni siquiera tener la menor posibilidad de hacerlo).

Todo medico tiene el deber moral de examinar su propia conducta por conflictos de intereses potenciales, incluso si éstos no son del tipo de ejemplos o situaciones abordadas en este documento. Si no son reconocidos, los conflictos de intereses pueden afectar mucho la confianza del paciente en la profesión médica y también en el médico.

Es posible que los médicos puedan necesitar recursos adicionales, como en los casos de agrupaciones de especialistas, asociaciones médicas nacionales, o autoridades reglamentarias, y deben conocer las leyes y reglamentos nacionales en vigor.

RECOMENDACIONES

Investigación

Los intereses del médico y los del investigador pueden ser contradictorios. Cuando una misma persona asume ambas funciones, como es frecuente que ocurra, todo conflicto posible debe ser allanado, tomando las medidas necesarias para proteger al paciente, incluso revelándole la posibilidad de una posible situación conflictiva.

Tal como figura en la Declaración de Helsinki:

La Declaración de Ginebra de la Asociación Médica Mundial impone una obligación al médico cuando estipula, “velar ante todo por la salud de mi paciente” , y el Código Internacional de Ética Médica declara que “el médico debe considerar lo mejor para el paciente cuando preste atención médica”.

La Declaración de Helsinki estipula que  “Aunque el objetivo principal de la investigación médica es generar nuevos conocimientos, este objetivo nunca debe tener primacía sobre los derechos y los intereses de la persona que participa en la investigación”.

Toda investigación debe efectuarse ante todo para bien del progreso de la ciencia médica. El médico nunca debe poner sus intereses financieros por sobre el bienestar de sus pacientes. Los intereses de los pacientes y la integridad científica deben ser el interés supremo.

Toda relación e interés pertinente o material entre médico e investigador debe ser notificada a los posibles participantes en la investigación, las juntas de ética de la investigación, los órganos reguladores de supervisión idóneos, revistas médicas y participantes en conferencias y el centro médico en el que se realiza la investigación.

Todas las pruebas de la investigación deben ser inscritas en un registro o archivo de investigaciones accesible al público.

Todas las partes deben firmar un contrato en el que se exponga claramente, como mínimo: la remuneración financiera del médico-investigador (que no debe superar el ingreso médico perdido), la propiedad de los resultados de la investigación (que debe quedar en manos del investigador), el derecho del investigador a publicar los resultados negativos, y el derecho del investigador a revelar a los participantes en el ensayo toda información pertinente en cualquier momento del estudio.

Los médicos-investigadores deben controlar  y acceder libremente a todos los datos del ensayo, y deben rehusar toda cláusula de no publicación.

Los médicos-investigadores deben asegurarse de que, cualesquiera que sean los resultados del estudio, su presentación o publicación no sean indebidamente retrasados u obstaculizados.

No se deben  aceptar comisiones por suministrar los nombres de posibles participantes en los ensayos, y la información sobre los pacientes no deberá ser revelada sin su consentimiento, excepto cuando lo exijan la ley o las autoridades reglamentarias.

Toda compensación recibida de los patrocinadores de los ensayos debe reemplazar aproximadamente el ingreso clínico perdido y debe estar relacionada con los esfuerzos y las responsabilidades del médico que realiza la investigación. Cuando la contratación es un desafío y toma mucho tiempo, se pueden  hacer pagos adicionales razonables para compensar al investigador clínico o institución específicamente por el tiempo y el esfuerzo para captar a participantes apropiados. No deben aceptarse primas excesivamente altas para aumentar las inscripciones a los ensayos.

Los médicos-investigadores deben rehusar todo pedido de examinar las solicitudes de donación o de informes sobre investigaciones efectuadas por colegas o competidores, cuando sus relaciones con ellos pudieran influenciar su juicio en la materia.

Los médicos-investigadores no deben tener intereses financieros en una compañía que patrocine un ensayo cuando tal interés financiero pueda ser afectado positiva o negativamente por los resultados de dicho estudio; no deben tener interés financiero directo por los resultados del estudio. No deben adquirir ni vender acciones de la compañía durante el estudio hasta que se hayan publicado sus resultados. Esta condición podría no aplicarse a los médicos que hayan creado un medicamento, aunque  sin haber participado en la contratación.

Los médicos-investigadores sólo deben de participar en ensayos clínicos cuando tengan relación con su experiencia médica, y deben tener una formación adecuada en la dirección de investigaciones y conocer los principios de ética de la investigación.

La propiedad intelectual debe ser decidida antes de iniciar la investigación, basándose en una contribución científica sólida.

Enseñanza

Las necesidades de formación de los estudiantes, así como la calidad de la experiencia que deban adquirir deben estar equilibradas con el interés supremo del paciente. Cuando exista un conflicto, los intereses del paciente tendrán prioridad.

Reconociendo que los estudiantes deben adquirir experiencia clínica con pacientes reales, los médicos-educadores deben asegurarse que habrá un control de acuerdo a su nivel de formación.

Se debe informar a los pacientes que su tratamiento clínico y quirúrgico podrá ser llevado a cabo, en ocasiones, por estudiantes y médicos en diferentes niveles de formación y se debe obtener su autorización, previo consentimiento.

Se debe informar a los pacientes la identidad y nivel de  formación de las personas que los van a atender.

La negativa del paciente a que médicos en distintos niveles de su formación  participen en su tratamiento no debe afectar la cantidad o calidad de la atención médica que reciban posteriormente.

Autorrecomendaciones y comisiones

Las recomendaciones y prescripciones (trátese de materiales específicos, como de servicios) deben de ser el resultado de una evaluación objetiva de la calidad del médico o del servicio al que ha sido recomendado el paciente.

La recomendación por parte de un médico, a instituciones de salud (por ejemplo laboratorios) donde no tenga actividades profesionales , pero sí un interés económico es reconocida como autorrecomendación. Esta práctica puede, en teoría, tener una gran influencia en las decisiones clínicas que se puedan tomar y no se la considera admisible, salvo cuando exista en la comunidad en cuestión la necesidad de dicha institución y que no haya posibilidad de encontrar otra de otro propietario (por ejemplo en comunidades rurales pequeñas), en tales casos el médico no deberá recibir ninguna gratificación mayor a la que obtendría un inversionista común.

Hay comisiones (o reparto de utilidades) cuando un médico recibe una retribución pecuniaria por haber enviado a un paciente a un doctor específico, o con miras a un servicio especial a cambio de determinada retribución. Esta práctica no es admisible.

Consultorios

Por conveniencia de los pacientes, muchos consultorios médicos se sitúan en proximidad geográfica de otros servicios médicos, tales como laboratorios, farmacias o centros ópticos. El médico no debe recibir ninguna compensación pecuniaria ni otros beneficios por enviar pacientes a dichos servicios, ni por estar situado geográficamente en su proximidad. Los edificios propiedad de un médico no deben cobrar arriendos superiores o inferiores a los precios del mercado.

No deben venderse, productos no medicinales (que no tienen ninguna relación con  la salud del paciente o la práctica de la medicina) ni productos médicos no certificados por la ciencia en los consultorios médicos. Los productos médicos certificados por la ciencia pueden ser vendidos en los consultorios médicos y los precios deben limitarse a cubrir los gastos necesarios para tenerlos a disposición y los productos deben ofrecerse de tal manera  que el paciente no se vea presionado a adquirirlos.

Conflictos entre organismos o instituciones

De forma creciente, las instituciones de salud, sobre todo, se ven sometidas a diferentes presiones que amenazan varias de sus funciones y numerosas academias de medicina han empezado a buscar nuevas fuentes de ingresos. Se deben instaurar  políticas a fin de impedir que estas nuevas fuentes puedan entrar en conflicto directo con los valores y las misiones de las instituciones (por ejemplo, financiamiento de escuelas de medicina por tabacaleras).

Los distintos organismos e instituciones médicas (entre ellos, las escuelas de medicina, los hospitales, las asociaciones médicas nacionales y centros de investigación) deben elaborar, y aplicar cuando fuese posible, directrices sobre los conflictos de intereses para el conocimiento y uso de sus empleados y miembros.

Médicos-investigadores y muchos otros, se beneficiarían con la elaboración de directrices institucionales sobre conflictos de intereses que les ayudarán a revelar adecuadamente e identificar con claridad situaciones en las que un conflicto de intereses pudiera excluirles de participar en un estudio de investigación u otras actividades.

Las instituciones universitarias y de salud deben hacer una distinción clara entre los comités directivos que deciden sobre las inversiones, la transferencia de tecnologías, y la sección de investigación de la institución.

Los documentos sobre política deben contener orientación  sobre las exigencias en materia de difusión, o para poner fin a una participación en el proceso de decisión, para las personas en situación conflictiva a causa de una investigación patrocinada, de acuerdos de consultores, inversionistas privados o acuerdos de licencias.

Adoptada por la 55a Asamblea General de la AMM, Tokio, Japón, octubre 2004,
enmendada por la 60a Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y por la 71ª Asamblea General de la AMM (en línea), Córdoba, España, octubre 2020 

 

INTRODUCCION

En el tratamiento de sus pacientes el médico usa medicamentos, instrumentos, herramientas de diagnóstico, equipo y materiales que son creados y producidos por empresas comerciales. La industria posee recursos para financiar la investigación y programas de desarrollo caros, para los cuales los conocimientos y la experiencia de los médicos son esenciales. Además, el apoyo de la industria permite el progreso de la investigación médica, las conferencias científicas y la educación médica continua que puede beneficiar a los pacientes y a todo el sistema de atención médica. La combinación de los recursos económicos y el conocimiento del producto aportados por la industria y los conocimientos profesionales de cada médico permite el desarrollo de nuevos procedimientos diagnósticos, medicamentos, terapias y tratamientos, lo que produce grandes avances en la medicina.

Sin embargo, pueden producirse conflictos de intereses entre los médicos y la empresa comercial y pueden perjudicar la atención de los pacientes y también la reputación de la profesión médica. El deber del médico es evaluar objetivamente lo que sea mejor para el paciente y promover la relación médico-paciente, mientras que las empresas comerciales deben producir ganancias para los dueños con la venta de sus propios productos y competir por los clientes. Consideraciones comerciales pueden afectar la objetividad del médico, en especial si el médico depende de alguna manera de la empresa.

En lugar de prohibir toda relación entre los médicos y la industria, es preferible establecer normas para este nexo. Estas normas deben incluir principios clave de información, transparencia, prevención de conflictos de intereses y promover la capacidad del médico para actuar por el bienestar del paciente.

Las normas que regulan las relaciones entre los médicos y las empresas comerciales deben entenderse según los valores éticos fundamentales de la AMM, como se estipulan en particular en la Declaración de Ginebra, Declaración sobre Conflicto de Intereses, Declaración de Seúl sobre Autonomía profesional e independencia clínica y el Código internacional de ética médica.

La autonomía y la independencia clínica de los médicos deben ser principales en todas las decisiones médicas de los pacientes, independientemente del entorno de la práctica, ya sea patrocinado por el gobierno, privado, con fines de lucro o sin fines de lucro, financiado por inversionistas, empleadores de compañías de seguros u otros.

Los planes de estudio de las escuelas de medicina y los programas de residencia deben incluir cursos educativos sobre la relación entre las empresas y la profesión médica en vista de los principios y valores éticos de la profesión.

RECOMENDACIONES

Conferencias Médicas 

  1. Estas pautas relacionadas con conferencias médicas se aplican, cuando corresponda, a eventos corporativos, tales como eventos educativos y actividades promocionales, incluidos para artículos de utilidad médica, patrocinados por una empresa comercial.
  1. Los médicos pueden asistir a las conferencias médicas auspiciadas en parte o totalmente por una entidad comercial, si cumplen con los siguientes principios:
  • El principal objetivo de la conferencia es el intercambio de información profesional o científica en beneficio de la atención del paciente.
  • La hospitalidad durante la conferencia debe ser secundaria al intercambio profesional de información y no debe exceder lo que es usual a nivel local y generalmente aceptable.
  • El médico no debe recibir pago directamente de una entidad comercial para costear los gastos de viaje, habitación y comidas en la conferencia para él o un acompañante o compensación por su tiempo, a menos que esté permitido por ley o por la política de su asociación médica nacional o a no ser que sea un honorario razonable por su intervención en la conferencia.
  • El nombre de la entidad comercial que entrega subvención económica será dada a conocer públicamente a fin de permitir a la comunidad médica y a la opinión pública la evaluación justa de la información presentada en vista de la fuente de financiamiento. Además, los organizadores y oradores de la conferencia son transparentes y comunican toda afiliación financiera que pueda influenciar potencialmente actividades educacionales o cualquier otro resultado substancial que pueda derivarse de la conferencia.
  • De acuerdo con las Normas para las intervenciones mediáticas promocionales de los médicos, el material que presenta el médico debe ser científicamente preciso y otorgar una revisión equilibrada de las posibles opciones de tratamiento y no debe ser influenciado por la organización auspiciadora.
  1. Además, una conferencia puede ser reconocida para la educación médica continua/desarrollo profesional continuo (CME/CPD) sólo si cumple con los siguientes principios:
  • Las entidades comerciales que son auspiciadores, como las compañías farmacéuticas o empresas del sector de aparatos médicos, no tendrán influencia en el contenido, presentación, elección de oradores o publicación de resultados.
  • El financiamiento de una conferencia será aceptado sólo como una contribución a los costos generales de la reunión.
  • La independencia de los contenidos de la conferencia esté garantizada.

Obsequios

  1. Para mantener la confianza entre los pacientes y los médicos, éstos deben rechazar:
  • dinero en efectivo o equivalente y otros obsequios para beneficio personal de una entidad comercial.
  • Los obsequios destinados a influenciar la práctica clínica, incluida la prescripción directa de incentivos.
  1. Los médicos pueden aceptar:
  • Las ayudas promocionales, siempre que el obsequio tenga un valor mínimo y no tenga relación con ninguna estipulación acerca de que el médico prescriba cierto medicamento, utilice ciertos instrumentos o materiales o derive pacientes a ciertos establecimientos.
  • Los obsequios de cortesía cultural, de manera ocasional conforme a las costumbres locales si el obsequio tiene valor mínimo y no tiene relación con la práctica de la medicina

Investigación

  1. El médico puede realizar investigación financiada por una entidad comercial, ya sea a nivel individual o institucional, si se cumple con los siguientes principios:
  • El médico estará sujeto solamente a la legislación, los principios éticos y normas de la Declaración de Helsinki y opinión clínica cuando realice investigación y no permitirá presión externa sobre los resultados de su investigación o su publicación.
  • Si es posible, el médico o la institución que desee comenzar una investigación contactará más de una fuente comercial para solicitar fondos de financiamiento.
  • La información personal identificable sobre los pacientes de la investigación o participantes voluntarios no debe proporcionarse a la compañía auspiciadora sin el consentimiento de las personas involucradas.
  • El médico puede recibir compensación por su investigación si está basada en el tiempo y el trabajo, pero de ninguna manera puede estar relacionada con los resultados de la investigación.
  • Los resultados de una investigación deben ser publicados con el nombre de la entidad auspiciadora, junto con una declaración que dé a conocer quién solicitó la investigación. Esto se aplicará en casos de auspicio directo o indirecto, total o parcial.
  • Las entidades comerciales permiten la libre publicación de los resultados de una investigación.
  • Siempre que sea posible, la investigación financiada por empresas comerciales debe ser gestionada por entidades sin fines de lucro interpuestas, como institutos o fundaciones.

Asociación con Entidades Comerciales

  1. El médico no puede asociarse con una entidad comercial, como consultor o miembro de un consejo asesor, a menos que la asociación cumpla con los siguientes principios:
  • La asociación no comprometerá la integridad del médico.
  • La asociación no entrará en conflicto con las obligaciones del médico para sus pacientes.
  • Las asociaciones u otras relaciones con una entidad comercial serán dadas a conocer totalmente en todas las situaciones pertinentes, como conferencias, intervenciones personales, artículos, informes y contribuciones de influencia a la misión de las asociaciones médicas u otras entidades de salud sin fines de lucro.

Adoptada por la 60a Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y revisada por la 70ª Asamblea General de la AMM, Tiflis, Georgia, octubre 2019

 

La AMM reafirma la Declaración de Seúl sobre la autonomía profesional y la independencia clínica de los médicos

La profesión médica debe tener un papel central en la regulación de la conducta y actividades profesionales de sus miembros, velando para que su ejercicio profesional sea en beneficio de los intereses de los ciudadanos.

La regulación de la profesión médica desempeña un papel esencial en asegurar y mantener la confianza pública en las normas de atención y de conducta que pueden esperar de la profesión médica. Esta regulación requiere una participación profesional independiente muy fuerte.

Los médicos aspiran a la creación o mantenimiento de sistemas de regulación que protejan de la mejor manera los más altos estándares posibles de atención para todos los pacientes. Los modelos profesionales pueden constituir el marco para realzar y asegurar el derecho del médico de tratar a sus pacientes sin interferencia, basado en su mejor opinión clínica. Por lo tanto, la AMM insta a sus miembros constituyentes y a todos los médicos a trabajar con los organismos reguladores y a tomar medidas apropiadas para asegurar que sistemas eficaces estén implementados. Estas medidas deben ser informadas por los siguientes principios:

  1. A los médicos se les confiere un alto grado de autonomía profesional e independencia clínica, por lo que pueden hacer recomendaciones basadas en sus conocimientos y experiencia, evidencia clínica y comprensión holística de los pacientes, incluido lo mejor para ellos sin influencia externa indebida o inapropiada. Esto se explica con más detalles en la Declaración de Seúl.
  2. La regulación de la profesión debe ser proporcional y facilitadora y no ser engorrosa y estar basada en un modelo que se aplique a cada médico por igual, que proteja y beneficie a los pacientes, que está basado en un código ético. La planificación y la prestación de todos los tipos de atención médica están basados en un modelo ético y conocimientos médicos en base a evidencia actual que rigen a todos los médicos. Este es un elemento principal de profesionalismo y protege a los pacientes. Los médicos son los mejores cualificados para juzgar las acciones de sus pares frente a estas normas, si se consideran las circunstancias locales pertinentes.
  3. La profesión médica tiene una responsabilidad continua de estar fuertemente regulada o de autorregularse. La autoridad del control final y la toma de decisiones debe incluir al médico, basada en su formación médica específica, conocimientos y experiencia. En los países con autorregulación profesional, los médicos deben asegurarse que esto mantenga la confianza del público. En los países con un sistema de regulación mixto, los médicos deben asegurarse que se mantenga la confianza profesional y del público.
  4. A los médicos en cada país se les insta a considerar establecer, mantener y participar activamente en un sistema proporcionado, justo, riguroso y transparente de regulación profesional. Estos sistemas están destinados a equilibrar los derechos del médico a dar su opinión médica libremente con obligación de hacerlo sensata y moderadamente.
  5. Las asociaciones médicas nacionales deben hacer todo lo posible para promover y apoyar el concepto de regulación bien informada y eficaz entre sus miembros y el público. A fin de evitar cualquier potencial conflicto de intereses entre su representante y los roles de regulación, se debe asegurar la separación de los dos procesos y prestar una atención rigurosa a un sistema de regulación transparente y justo que garantice al público su independencia e imparcialidad.
  6. Todo sistema de regulación profesional debe realzar y asegurar:
    • la entrega de alta calidad de la atención médica segura  y competente para los pacientes
    • la competencia del médico que presta la atención
    • la conducta profesional, incluida la ética, de todos los médicos y
    • la protección de la sociedad y los derechos del paciente
    • la promoción de la confianza de los pacientes, sus familias y el público
    • la garantía de la calidad del sistema de regulación
    • la mantención de la confianza de los pacientes y la sociedad
    • la solución de los potenciales conflictos de intereses
    • el compromiso con las responsabilidades profesionales generales
  7. A fin de asegurar que se ofrece al paciente una atención continua de calidad al paciente, los médicos deben participar activamente en el proceso de desarrollo profesional continuo, incluida la práctica reflexiva, para actualizar y mantener sus conocimientos clínicos, experiencia y competencia. Los empleadores y la administración tienen la responsabilidad de permitir que los médicos cumplan con este requisito.
  8. La conducta profesional de los médicos siempre debe estar dentro de los límites del código de ética en vigor en cada país. Las asociaciones médicas nacionales deben promover entre los médicos una conducta profesional y ética para beneficio de sus los pacientes y las violaciones a la ética deben ser reconocidas rápidamente, informadas a las autoridades reguladoras pertinentes y aplicar medidas. Los médicos están obligados a intervenir de manera oportuna para asegurar que los colegas afectados no pongan en riesgo a los pacientes o colegas y reciban asistencia apropiada con un programa de salud para médicos o una formación apropiada que les permita un regreso a la práctica activa segura.
  9. Cuando los procesos judiciales o casi judiciales terminen, y si el caso es adverso para el médico, el organismo regulador debe publicar los resultados e incluir información sobre las medidas correctivas adoptadas. Las lecciones aprendidas de cada caso se deben en lo posible considerar y utilizar en los procesos de educación profesional. El proceso de regulación debe asegurar que la incorporación de dichas lecciones sea fluido, en lo posible.
  10. Instar a las asociaciones médicas nacionales a ayudarse mutuamente para enfrentar los nuevos, desafíos, incluidas las potenciales amenazas para la regulación profesional. Es esencial para beneficio de los pacientes el intercambio de información y experiencia entre las asociaciones médicas nacionales.
  11. Cualquiera sea el proceso judicial o regulador establecido por un país, toda opinión sobre la conducta profesional del médico debe tomar en cuenta la evaluación de los colegas médicos, quienes por su formación y experiencia, comprenden la complejidad de los asuntos médicos en cuestión.
  12. Un sistema eficaz y responsable de regulación profesional no debe servir o proteger internamente a la profesión. Las asociaciones médicas nacionales deben ayudar a sus miembros a comprender que la regulación profesional, en los países donde exista debe mantener la seguridad, apoyo y confianza del público en general, incluidos sus derechos relacionados con la salud, como también el honor de la profesión.