Declaración de la AMM con Normas para el Mejoramiento Continuo de la Calidad de la Atención Médica


Adoptada por la 49ª Asamblea Médica Mundial, Hamburgo, Alemania, noviembre 1997
enmendada por la 60ª Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, octubre 2009
y reafirmada con cambios menores por la 213ª Sesión del Consejo, Tiflis, Georgia, octubre 2019

 

INTRODUCCION

La finalidad de la atención médica es prevenir, diagnosticar o tratar las enfermedades, y mantener y promover la salud de la población. El objetivo de la revisión de la calidad de la atención médica es el mejoramiento continuo de la calidad de los servicios que se entregan a los pacientes y a la población, y de las maneras y medios para producir estos servicios. El objetivo final es mejorar los resultados en los pacientes y la salud de la población.

La obligación de mejorar continuamente la capacidad profesional y de evaluar los métodos utilizados ha sido por mucho tiempo un principio fundamental de los códigos de ética de los médicos. Estos estipulan que el médico tiene que mantener y mejorar sus conocimientos y experiencia. El debe recomendar sólo exámenes y tratamientos que se creen que son eficaces y adecuados, de acuerdo a la disponibilidad de la medicina basada en evidencias.

Los médicos y los establecimientos de atención médica tienen la obligación ética y profesional de esforzarse por tener un mejoramiento continuo de los servicios y de la seguridad del paciente, como se estipula en particular en el Código Internacional de Etica Médica, la Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente y la Resolución sobre la Estandarización en la práctica médica y la seguridad del paciente. Estas normas buscan reforzar las revisiones de la calidad y crear fundamentos éticos para dichas prácticas.

Estas normas éticas de mejoramiento continuo de la calidad se aplican a todos los médicos, los establecimientos que ofrecen servicios de atención médica a los pacientes y los que ofrecen los servicios de mejoramiento continuo de la calidad para ayudar a los médicos y organizaciones, los que pagan y regulan la atención, pacientes y otros implicados en el sistema de salud.

Obligación de establecer normas para un trabajo de buena calidad

Los profesionales, por definición, son responsables de especificar las normas que constituyen un trabajo de buena calidad y los procesos necesarios para la evaluación de dicha calidad. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben definir la atención de alta calidad y determinar los mejores métodos para medir la calidad de la atención prestada.

Obligación de recolectar información

A fin de evaluar la calidad de la atención, es necesario obtener información fidedigna sobre los pacientes y las poblaciones y también los procesos y resultados de la atención. La información de los pacientes, registrada por escrito, en el computador o de otra manera, debe ser escrita y preservada cuidadosamente, se deben tomar en cuenta las obligaciones del secreto, conforme con la Declaración de Taipei de la AMM. Los procedimientos, decisiones y otros asuntos relacionados con los pacientes deben ser anotados de manera que la información pueda servir para medir condiciones específicas disponibles cuando se necesiten.

Función de la educación profesional

Los profesionales de la salud deben tener posibilidades adecuadas de mantener y aumentar sus conocimientos y experiencia a través de la participación en educación médica continua o desarrollo profesional continuo. Las normas clínicas basadas en estándares profesionales para una atención de alta calidad deben ser elaboradas y estar a disposición fácilmente de los que las necesitan. La formación en salud debe incluir instrucción específica en técnicas de mejoramiento de la calidad, incluidas oportunidades de práctica para medir y mejorar la calidad. Los establecimientos de salud necesitan crear sistemas de calidad para uso propio y asegurar que se sigan las instrucciones contenidas en dichos sistemas.

El trabajo de buena calidad necesita recursos. Se deben realizar todos los esfuerzos para asegurar que se cuenta con el tiempo adecuado y los medios económicos para un trabajo de calidad.

Atención al uso inapropiado de los servicios

El uso inapropiado de los servicios de salud incluye el uso excesivo, subutilización y mal uso. La evaluación de la calidad en salud debe incluir un conjunto equilibrado de medidas en estas tres áreas.

El uso excesivo de los servicios ocurre cuando los servicios de salud se entregan, por ejemplo, en circunstancias en las que el potencial de daño excede el posible beneficio. Los médicos pueden mejorar la calidad al disminuir el uso excesivo y así evitar a los pacientes riesgos innecesarios que resultan de servicios de salud inapropiados.

La subutilización de los servicios es la falta de prestación de servicios de salud cuando es probable que produzcan un resultado favorable en el paciente. Los médicos deben esforzarse para ampliar el uso de los servicios de salud necesarios que son subutilizados.

El mal uso de los servicios ocurre cuando se realiza un diagnóstico incorrecto o cuando se ha seleccionado el servicio apropiado para un diagnóstico correcto, pero el paciente no recibe todo el beneficio potencial debido a un incidente adverso evitable. El mal uso de los servicios se puede disminuir en gran parte con la utilización de estrategias de manejo de riesgos y prevención de errores.

Control de la calidad: auditoría clínica

La participación activa en una autoevaluación crítica, a menudo a través de programas de auditoría clínica, es un mecanismo útil para los profesionales de la salud, incluidos los administradores de salud y médicos, y los establecimientos en los que trabajan, para mejorar la calidad de su trabajo. Las evaluaciones de revisión externa independiente y acreditación de la institución también se pueden utilizar cuando se realizan de manera apropiada y con debida atención a los potenciales efectos no deseados.

Los profesionales de la salud y las instituciones deben registrar sistemáticamente y reflexionar sobre incidentes adversos y errores médicos con el propósito de aprender y mejorar la calidad. Esto debe ocurrir en un ambiente de confianza (y confidencialidad cuando sea apropiado) y para evitar activamente una cultura de la culpa.

Evaluación interna y externa de la calidad

A nivel individual, todo médico debe actualizar continuamente sus conocimientos y experiencia y autoevaluar de manera crítica su capacidad.

En las organizaciones, la calidad de la atención médica puede ser evaluada con métodos internos y externos.

Cada establecimiento de salud debe establecer sistemas internos de mejoramiento de la calidad para su propio uso y asegurarse que se sigan las instrucciones de dichos sistemas, los que deben incluir como actividades continuas una revisión clínica interna de los pares, revisión y aprendizaje de los incidentes adversos, revisión de los métodos de examen y tratamiento y sus resultados, observación de la capacidad de la organización para tomar medidas y observación de la información que entregan los pacientes.

Las iniciativas de revisión externa de la calidad, como una revisión externa y auditoría, deben hacerse con una frecuencia que corresponda a la evolución del campo y cada vez que exista una razón especial. Toda revisión debe considerar el ajuste de riesgo de la población de pacientes que se estudia.

Ya sea interna o externa, si los resultados de cualquier evaluación de calidad tienen oportunidades importantes de beneficio o amenazas de daño para la organización o las personas evaluadas, se debe poner atención a las potenciales consecuencias peligrosas y no intencionales de dicha evaluación. Es muy importante el monitoreo de los resultados de la evaluación del mejoramiento de la calidad y las estrategias de intervención en el tiempo, se debe poner atención a sus efectos en las poblaciones de pacientes vulnerables.

Los protocolos a usarse en la revisión de la calidad deben poder copiarse y ser transparentes. Los mecanismos de llamado deben formar parte de los protocolos.

Secreto de la historia clínica de los pacientes

La historia clínica de los pacientes es un accesorio inestimable en el mejoramiento continuo de la calidad. Al igual que con todos los otros accesos a la información basada en los pacientes, es necesario el consentimiento del paciente. Si no se puede obtener el consentimiento, se debe hacer todo lo posible para asegurar que la historia clínica de los pacientes sea anónima o tenga un seudónimo para el uso en el mejoramiento de la calidad. De todas maneras, la historia clínica de los pacientes utilizada para el mejoramiento de la calidad debe ser accesible sólo para los que necesitan verla para el mejoramiento de la calidad.

Secreto de la revisión

Para que una revisión sea exitosa todas las partes involucradas deben participar y reconocer su importancia. Se recomienda obtener un consentimiento informado voluntario de los que serán revisados. En un equipo de salud, debe poderse evaluar el trabajo de cada médico. La información sobre la evaluación de un médico no debe ser publicada sin su consentimiento. Se recomienda obtener el consentimiento antes de publicar información sobre la evaluación de un médico.

Los establecimientos que prestan servicios pueden informar a sus pacientes sobre los resultados de la revisión de la calidad.

Si las revisiones se dan a conocer al público, se debe monitorear cuidadosamente para constatar los efectos, propuestos o no propuestos, de dicho informe público de los datos de desempeño.

Revisión ética de las actividades del mejoramiento de calidad

Se deben respetar los códigos nacionales de ética médica y los principios y normas éticos relativos al mejoramiento continuo de la calidad, auditoría y revisión clínica.

El mejoramiento de la calidad debe ser parte integral de las operaciones de cada organización de salud. Como tal, la mayoría de los proyectos de revisión del mejoramiento continuo de la calidad no necesitan la aprobación de un comité de ética. Sin embargo, si surgen dudas sobre asuntos específicos o si un proyecto presenta un riesgo mínimo comparado con los procedimientos existentes para la atención, entonces el proyecto se debe presentar a un comité de ética o consejo de revisión institucional apropiados. Si dicha revisión ética formal es necesaria, la debe realizar un comité cuyos miembros conozcan las técnicas de mejoramiento de la calidad.

Competencia e imparcialidad del revisor

El revisor tiene que ser experimentado en técnicas de mejoramiento y en auditoría clínica, como también en el campo relativo a la revisión. Cuando se revise la atención médica, el revisor debe ser un médico cuyos conocimientos y experiencia son aceptados por los que se sometan a la revisión.

El revisor debe ser imparcial e independiente. Debe conocer las actividades de los que serán revisados, debe ser objetivo en su informe y las conclusiones deben basarse en una evaluación crítica de las observaciones y hechos. No se debe permitir que asuntos comerciales o competitivos tengan alguna influencia en el contenido del informe del revisor.

Separación de las revisiones de la calidad y la supervisión de las autoridades

El mejoramiento de la calidad de los servicios y de los sistemas de atención médica es un requisito para todo médico y establecimiento. No es supervisión de las actividades profesionales y se debe mantener separada de esto. Los resultados de la revisión o auditoría de las actividades de los médicos deben ser utilizados por las autoridades supervisoras sólo previo acuerdo separado entre ellas y los médicos involucrados, a menos que la legislación nacional estipule otra cosa. Estas actividades deben realizarse dentro del marco legal local y no deben exponer a los médicos participantes a litigios.

Declaración
Auditoría, Evaluación, Gestión de la calidad, Información, Normas, Seguridad de los pacientes