Asociación Médica Mundial condena brutal castigo


La Asociación Médica Mundial ha prometido apoyar a cualquier médico iraní que se niegue a participar en la amputación de los dedos de los prisioneros como forma de castigo.

En una carta redactada enérgicamente a las autoridades iraníes, la AMM expresa que ha sido informada sobre una sentencia reciente de cuatro hombres actualmente detenidos en la prisión de Urumieh en la provincia de Azerbaiyán Occidental, a “tener cuatro dedos de la mano derecha completamente cortados para que sólo les queden la palma de la mano y el pulgar”, según lo estipulado para ciertos tipos de robo en el Código Penal Islámico de Irán.

El Dr. Miguel Jorge, presidente de la AMM, escrib: “Estamos profundamente alarmados por este fallo que deliberadamente inflige dolor extremo, incapacidad irreversible y destruye la dignidad humana. Tales prácticas aborrecibles no pueden existir en un Estado gobernado por el estado de derecho. La amputación constituye un castigo grave, cruel, inhumano y degradante que la AMM condena enérgicamente como una violación patente del derecho internacional de los derechos humanos ”.

Agrega que bajo la ley iraní, la implementación de castigos corporales, como la amputación, requiere la presencia de un médico para la evaluación y ejecución del fallo.

“Al hacerlo, los médicos deben participar en la habilitación de la pena y, por lo tanto, en actos de tortura y otros castigos crueles, inhumanos o degradantes. Esta práctica es una violación directa de los valores éticos fundamentales de nuestra profesión y la condenamos sin reservas. Nuestro estándar es alentar a los médicos a honrar su compromiso de servir a la humanidad y resistir cualquier presión para actuar en contra de los principios éticos que rigen su dedicación a esta tarea. Por lo tanto, estamos decididos a apoyar plenamente a los médicos que se niegan a participar en esos actos inhumanos ”.

El Dr. Jorge concluye su carta pidiendo a las autoridades iraníes que pongan fin de forma inmediata e incondicional a ‘estos espantosos actos de crueldad’ y cumplan con sus obligaciones internacionales, en particular el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (que Irán ratificó en 1975) que prohíbe penas y tratos crueles, inhumanos o degradantes en todas las circunstancias y sin excepción.