Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016.
y reafirmada con cambios menores por la 218ª sesión del Consejo (en línea), Londres, Reino Unidooctubre 2021 

 

La Asociación Médica Mundial (AMM) observa con gran preocupación y repetidos ataques a los establecimientos de salud, personal de salud y pacientes desde el comienzo de la guerra en Siria en el 2011. Estos ataques han matado y herido a civiles y los más vulnerables entre ellos, niños y pacientesLa AMM recuerda que los establecimientos y el personal de salud, conforme al derecho internacional, deben ser protegidos por todas las partes del conflicto. 

Por lo tanto, la AMM: 

  • Lamenta profundamente y condena los constantes ataques a los establecimientos de salud, al personal de salud y los pacientes y los considera una violación a los derechos humanos. 
  • Llama a todos los países a implementar plenamente la Resolución 2286 de la ONU (2016) que exige a todas las partes de conflictos armados cumplir totalmente con sus obligaciones del derecho internacional, asegurar el respeto y la protección de todo el personal de salud y humanitario que trabaja de manera exclusiva en las tareas médicas, de sus medios de transporte y equipos, como también hospitales y otros establecimientos de salud. 
  • Exige una investigación inmediata e imparcial de los ataques contra los establecimientos y el personal de salud y que se tomen medidas con los responsables, conforme a la legislación nacional e internacional. 

 

 

Adoptada por la 66a Asamblea General de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015
y cancelada y archivada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

La AMM reconoce que el movimiento masivo de personas a menudo sigue a las catástrofes que se derivan de un conflicto armado o fenómenos naturales cuando las poblaciones buscan escapar del peligro y las privaciones. El movimiento de masas actual de las poblaciónes, para escapar de los efectos de los conflictos armados, incluidos los bombardeos, la falta de acceso a servicios públicos, agua potable, la destrucción de viviendas, escuelas y hospitales, ha sido numéricamente mayor que cualquier movimiento de masas de población en más de 70 años.

Aunque la AMM reconoce que los países pueden tener preocupaciones sobre su capacidad para absorber un número significativo de nuevos inmigrantes, reconocemos que las personas que huyen de la guerra, o fenómenos naturales, lo hacen porque están desesperadas y con frecuencia se enfrentan a enfermedades potencialmente mortales. Tienen miedo por su salud, seguridad y bienestar y la de los familiares que los acompañan.

La mayoría de los países han firmado tratados internacionales dándoles obligaciones vinculantes para ofrecer ayuda y asistencia a los refugiados y solicitantes de asilo. La AMM considera que, cuando hay eventos, incluyendo eventos en curso, como los conflictos que generan las crisis de refugiados, los gobiernos deben aumentar sus esfuerzos para proporcionar asistencia a los necesitados.

Esto debe incluir garantizar el paso seguro de los refugiados y el apoyo adecuado después de entrar en países que ofrecen refugio. Reconociendo que la catástrofe de la que han huido, y las vicisitudes del viaje, pueden haber dado lugar a problemas de salud, es esencial que los países de acogida establezcan sistemas para proporcionar atención médica a los refugiados.

Los gobiernos deben tratar de asegurar que los refugiados y solicitantes de asilo sean capaces de vivir con dignidad dentro de su país de refugio y hacer todos los esfuerzos para permitir su integración en la nueva sociedad. La comunidad internacional debe tratar de obtener una solución pacífica en Siria en las que la población pueda o bien permanecer en su país con seguridad o, si ya se han ido, regresar a salvo a casa.

La AMM reconoce que el movimiento masivo de la población causa estrés significativo en las poblaciones existentes de los países y también en aquellos que se convierten en refugiados. Creemos que los gobiernos y los organismos internacionales como las Naciones Unidas deben hacer más esfuerzos concertados para reducir las presiones que conducen a tales movimientos, incluido el rápido alivio después de los fenómenos naturales, y hacer más esfuerzos para evitar o poner fin a los conflictos armados. El restablecimiento de la seguridad de los alimentos, agua, vivienda, saneamiento, educación y salud, y la mejora de la seguridad pública, deberían tener un impacto significativo y reducir el número de refugiados. 

La AMM:

  • Reconoce que el proceso de convertirse en un refugiado es perjudicial para la salud física y mental;
  • Elogia a los países que han acogido y cuidado a los refugiados, especialmente los que actualmente huyen de Siria;
  • Pide a otros países  mejorar su disposición a recibir a los refugiados y solicitantes de asilo;
  • Pide a los gobiernos nacionales asegurar que los refugiados y solicitantes de asilo puedan vivir en dignidad al proporcionar acceso a los servicios esenciales;
  • Pide a todos los gobiernos trabajar juntos para tratar de poner fin a los conflictos locales, regionales e internacionales, y para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de las poblaciones;
  • Pide a todos los gobiernos que cooperen en la prestación de ayuda inmediata a los países que sufren los efectos de los fenómenos naturales, recordando que los que ya están más socioeconómicamente desfavorecidos se enfrentará a la mayor cantidad de desafíos;
  • Hace un llamamiento a los medios de comunicación globales a que informen sobre la crisis de los refugiados de una manera que respete la dignidad de los refugiados y las personas desplazadas, y a evitar la intolerancia y el prejuicio racial o de otro tipo en los informes.

Adoptada por la 64a Asamblea General de la AMM, Fortaleza, Brasil, Octubre 2013
reafirmada con revisiones menores por la 215ª sesión del Consejo (en línea), Córdoba, España, octubre de 2020

INTRODUCCION

Durante las guerras y los conflictos armados, hospitales y otros establecimientos médicos a menudo han sido atacados y mal utilizados y los pacientes y personal médico ha sido asesinado o herido. Estos ataques constituyen una violación de las Convenciones de Ginebra (1949), los protocolos adicionales de las Convenciones de Ginebra (1977) y las políticas de la AMM, en particular la Declaración de la AMM sobre Protección e Integridad del Personal Médico en Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia (Montevideo 2011) y también las Regulaciones de la AMM en Tiempos de Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia (Bangkok 2012).

La Asociación Médica Mundial (AMM) ha sido activa al condenar los ataques documentados al personal médico y las instalaciones en los conflictos armados, incluidas las guerras civiles. Las convenciones de Ginebra y sus protocolos adicionales están diseñados para proteger al personal médico, los establecimientos médicos y sus pacientes en conflictos médicos internacionales y no internacionales. Las partes de ambos lados del conflicto tienen deberes legales y morales de no interferir en la atención médica para los heridos o enfermos combatientes y civiles y no atacar, amenazar o impedir las funciones médicas. Los médicos y otro personal de salud debe actuar y ser considerado neutro y no debe impedírsele que cumpla con su deber.

RECOMENDACIONES

  1. La AMM reitera la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2016 que condena los ataques y amenazas al personal médico y las instalaciones médicas en situaciones de conflicto y exige terminar con la impunidad de los responsables.
  2. La AMM llama a todas las partes en el conflicto sirio a garantizar la seguridad del personal de salud y sus pacientes, al igual que los establecimientos médicos y el transporte y respetar la obligación ética del personal de la salud de tratar a todos los pacientes, sin considerar quienes son, conforme con los Principios Eticos de la Atención Médica en Tiempos de Conflicto Armado y otras Emergencias, respaldados por las organizaciones de salud civiles y militares en 2015.
  3. La AMM llama a sus miembros a contactar sus gobiernos a fin de facilitar la cooperación internacional con las Naciones unidas, la Unión Europea u otros organismos internacionales con el objetivo de garantizar una prestación segura de atención médica al pueblo sirio.

Esta Resolución fue adoptada en la 191ª Sesión del Consejo de la AMM, Praga, abril 2012.

La AMM reconoce que los ataques a los establecimientos de salud, profesionales de la salud y sus pacientes son un problema cada vez más común y el Consejo de la AMM denuncia todos esos ataques en cualquier país.

Estos a menudo ocurren durante los conflictos armados y también en otras situaciones de violencia, incluidas las manifestaciones contra el Estado. Los pacientes, incluidos los heridos durante las protestas, a menudo son de los segmentos más pobres y marginalizados de la comunidad y sufren en mayor proporción de graves problemas de salud que los que tienen más recursos económicos.

Los gobiernos tienen la obligación de asegurar que los establecimientos de salud y los que allí trabajan puedan funcionar en seguridad y sin interferencia del Estado ni de actores no estatales y proteger a los que reciben atención.

Cuando los servicios no están disponibles para los pacientes debido a la acción o no acción del gobierno, el gobierno, no el personal de la salud, debe ser responsable.

Puesto que en recientes y actuales conflictos en Bahréin y en Siria, los médicos, otro personal de salud y sus pacientes han sido agredidos en los establecimientos de salud, la AMM exige:

1)      Que los Estados cumplan con sus obligaciones hacia todos los ciudadanos y residentes, incluidos los manifestantes políticos, pacientes y personal de la salud y protejan los establecimientos de salud y su personal de interferencia, intimidación o agresiones.

2)      Que los gobiernos comiencen negociaciones importantes cuando dichas agresiones sean posibles, probables o ya estén sucediendo para detener las agresiones y proteger las instituciones y sus ocupantes.

3)      Que los gobiernos consideren cómo pueden contribuir positivamente al trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja para promover la seguridad en la prestación de la atención médica, a través del conocimiento de los conceptos de su proyecto Salud en Peligro.