Adoptada por la 64a Asamblea General de la AMM, Fortaleza, Brasil, Octubre 2013
reafirmada con revisiones menores por la 215ª sesión del Consejo (en línea), Córdoba, España, octubre de 2020

INTRODUCCION

Durante las guerras y los conflictos armados, hospitales y otros establecimientos médicos a menudo han sido atacados y mal utilizados y los pacientes y personal médico ha sido asesinado o herido. Estos ataques constituyen una violación de las Convenciones de Ginebra (1949), los protocolos adicionales de las Convenciones de Ginebra (1977) y las políticas de la AMM, en particular la Declaración de la AMM sobre Protección e Integridad del Personal Médico en Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia (Montevideo 2011) y también las Regulaciones de la AMM en Tiempos de Conflictos Armados y otras Situaciones de Violencia (Bangkok 2012).

La Asociación Médica Mundial (AMM) ha sido activa al condenar los ataques documentados al personal médico y las instalaciones en los conflictos armados, incluidas las guerras civiles. Las convenciones de Ginebra y sus protocolos adicionales están diseñados para proteger al personal médico, los establecimientos médicos y sus pacientes en conflictos médicos internacionales y no internacionales. Las partes de ambos lados del conflicto tienen deberes legales y morales de no interferir en la atención médica para los heridos o enfermos combatientes y civiles y no atacar, amenazar o impedir las funciones médicas. Los médicos y otro personal de salud debe actuar y ser considerado neutro y no debe impedírsele que cumpla con su deber.

RECOMENDACIONES

  1. La AMM reitera la Resolución 2286 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en 2016 que condena los ataques y amenazas al personal médico y las instalaciones médicas en situaciones de conflicto y exige terminar con la impunidad de los responsables.
  2. La AMM llama a todas las partes en el conflicto sirio a garantizar la seguridad del personal de salud y sus pacientes, al igual que los establecimientos médicos y el transporte y respetar la obligación ética del personal de la salud de tratar a todos los pacientes, sin considerar quienes son, conforme con los Principios Eticos de la Atención Médica en Tiempos de Conflicto Armado y otras Emergencias, respaldados por las organizaciones de salud civiles y militares en 2015.
  3. La AMM llama a sus miembros a contactar sus gobiernos a fin de facilitar la cooperación internacional con las Naciones unidas, la Unión Europea u otros organismos internacionales con el objetivo de garantizar una prestación segura de atención médica al pueblo sirio.

Adoptada por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016
Y revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

La salud y la seguridad laboral y ambiental (SSLA) son parte integral de la salud pública y del sistema de atención primaria (SAP) en particular, ya que a menudo constituye el primer nivel de contacto de las personas, la familia y la comunidad con el sistema de salud nacional, para llevar la salud lo más cerca posible del lugar donde viven y trabajan las personas.

Los trabajadores representan al menos la mitad de la población mundial y son la columna vertebral de muchas economías, pero muchos pueden tener un acceso inadecuado a los servicios de salud laboral y ambiental ni trabajan en condiciones laborales seguras.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el trabajo decente como oportunidades de trabajo que son productivas y generan un ingreso justo con dignidad, igualdad y condiciones de trabajo seguras. A pesar de que el derecho a un trabajo decente está reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, cada 15 segundos muere un trabajador por accidente de trabajo o enfermedad, con una pérdida anual del 4% del PIB mundial.

A pesar de esto, la proporción de accidentes de trabajo y enfermedades laborales que son registradas e informadas es increíblemente muy baja. Se estima que menos del 1% de las enfermedades laborales son registradas.

Además, como muchos trabajadores enfrentan mayores presiones para cumplir con las exigencias de la vida laboral, muchos de ellos corren el riesgo de desarrollar estrés relacionado con el trabajo que ocurre cuando las exigencias del trabajo no coinciden o exceden las capacidades, recursos o necesidades del trabajador o cuando los conocimientos o habilidades de un trabajador individual o de un grupo para hacer frente no se corresponden con las expectativas de la cultura organizacional de una empresa. Un alto nivel de estrés puede provocar problemas de salud como agotamiento, depresión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares o incluso el suicidio.

Recientemente, y aún más debido a la pandemia de COVID, el mundo ha sido testigo de un mayor número de trabajadores que trabajan fuera de las instalaciones del empleador utilizando tecnologías de la información y la comunicación digitales, ya sea a tiempo completo o parcial. A pesar de los aspectos positivos, tiene su propio riesgo, ya que aísla a los empleados, especialmente a las personas que viven solas, y provoca un mayor nivel de estrés y ansiedad. Las largas horas de trabajo y la disponibilidad de los empleados, además de los límites reducidos entre la vida personal y profesional, pueden afectar el equilibrio entre la vida laboral y personal.  Es necesario que exista un entorno de trabajo digital saludable para garantizar la salud y la seguridad de los empleados.

Los Objetivos de Desarrollo Sustentable del Programa de Desarrollo de la ONU 3, 5, 8 y 13 piden medidas para la promoción de la salud para todas las personas de toda edad, igualdad de género, trabajo decente y manejo del impacto del cambio climático, la SSLA está bien posicionada para mantener el bienestar físico, mental y social de todos los trabajadores, lo que tiene como resultado la reducción de la pobreza, el desarrollo sustentable y salvar millones de vidas cada año.

Los médicos tienen un papel muy importante en la prevención, diagnóstico, monitoreo, tratamiento e información de los accidentes de trabajo y enfermedades laborales. Además, los médicos deben promover un entorno laboral igual, decente e inclusivo para todos independientemente del género, origen étnico, nacionalidad, religión, afiliación política, raza, orientación sexual o presencia de una discapacidad.

A pesar de que muchos gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores ponen un mayor énfasis en la prevención de las enfermedades laborales, la prevención no recibe la prioridad que merece por el alcance y la gravedad de la epidemia de las enfermedades laborales.

Los médicos y las asociaciones médicas pueden contribuir a la identificación de los problemas, la creación de sistemas nacionales de información y formulación de las políticas pertinentes en el campo de la SSLA.

Las condiciones de trabajo insatisfactorias e inseguras son la causa principal en el desarrollo de enfermedades laborales y accidentes de trabajo que son, a su vez, causa de mortalidad en los trabajadores.

 

RECOMENDACIONES

  1. Los médicos deben tener un papel fundamental en la creación de una fuerza de trabajo que esté educada y cree conciencia en el lugar de trabajo sobre los determinantes sociales de la salud.
  2. Se debe dar a la salud y la seguridad laboral y ambiental (SSLA) la importancia necesaria en los estudios de medicina de pre y postgrado.
  3. Los médicos deben cooperar con las autoridades de salud y del trabajo para promover la salud y la medicina en el lugar de trabajo.
  4. Todos los trabajadores deben tener acceso a los servicios de la SSL en base a los riesgos desde el primer día de trabajo y más allá del ultimo día de trabajo para justificar las enfermedades laborales que tienen un largo período de latencia. Los contenidos de los servicios deben estandarizarse y la función de los médicos en la planificación y la implementación de los sistemas de la SSLA, que son esencialmente preventivos/protectores, debe ser reconocida.
  5. Los miembros constituyentes de la AMM deben actuar de manera proactiva y promover la expansión del alcance de los servicios de la SSLA, evitar y disminuir los accidentes de trabajo y las enfermedades laborales y proteger el medio ambiente. También deben promover la igualdad de género en el lugar de trabajo y motivar el mejoramiento de los sistemas de registro e información para los parámetros de la SSLA. También deben centrarse en la generación de capacidades, enseñanza y formación e investigación colaborativa.
  6. Los miembros constituyentes de la AMM, junto con los gobiernos, deben tener un papel activo, cuando corresponda, en la formulación y creación de un sistema nacional que facilite la prevención de la SSLA y de registro e información de las enfermedades laborales en sus respectivos países.
  7. El médico que examina a pacientes de compensación de trabajadores debe estar acreditado en medicina laboral y ambiental. Si el médico establece una relación entre el diagnóstico y las exposiciones laborales y ambientales, debe informarlo a través del sistema de información apropiado.
  8. Los accidentes de trabajo y las enfermedades laborales a menudo son abordados en el contexto de seguros y compensaciones. Cuando estos mecanismos no existan, los miembros constituyentes de la AMM deben abogar por la protección de los trabajadores a través de seguros o seguridad social.
  9. En el marco de los servicios prestados a un empleador, los médicos deben abogar para que los empleadores cumplan con los requisitos mínimos establecidos en las normas laborales internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en especial cuando estos requisitos no figuren en la legislación nacional.
  10. Los empleadores deben proporcionar un ambiente de trabajo seguro, reconocer y considerar el impacto de las condiciones de trabajo adversas para las personas y la sociedad.
  11. Los empleadores deben considerar promover y ofrecer vacunas esenciales a los empleados.
  12. Los miembros constituyentes de la AMM deben considerar crear organismos internos para tratar los problemas de los médicos que trabajan en SSLA e instarlos a contribuir a estudios científicos relacionados.
  13. Los gobiernos deben colaborar en establecer un sistema internacional para evaluar los peligros laborales y elaborar estrategias que protejan la salud de los trabajadores.
  14. Los gobiernos deben establecer marcos legislativos que protejan los derechos y la salud de los trabajadores, incluida la salud reproductiva y los efectos que tiene para la salud el trabajo en casa.
  15. Los gobiernos y las AMNs deben promover la creación de formación, programas de información e investigación en salud laboral para sus miembros.

 

Adoptada por la 60a Asamblea General de la AMM, Nueva Delhi, India, Octubre 2009
y reafirmada por la sesión 212 del Consejo de la AMM en Santiago, Chile, Abril 2019

1. El término “delegación de funciones” es utilizado en salud para describir una situación en la que una función desempeñada por un médico es transferida a un profesional de la salud con un nivel más bajo de formación y experiencia o a una persona formada específicamente para cumplir una función limitada solamente. La delegación de funciones existe en países con escasez de médicos y en los que no tienen este problema.

2. Un factor principal que produce la delegación de funciones es la escasez de trabajadores cualificados debido a la migración u otros motivos. En los países que enfrentan una gran escasez de médicos, la delegación de funciones puede ser utilizada para formar a profesionales de la salud o personas ajenas a este sector para que realicen funciones consideradas generalmente de la competencia de la profesión médica. La razón fundamental para la transferencia de estas funciones es que la alternativa sería que el servicio no sería prestado a los que lo necesitan. En estos países, la delegación de funciones está destinada a mejorar la salud de las poblaciones extremadamente vulnerables, en gran parte para paliar la escasez de profesionales de la salud o enfrentar problemas de salud específicos, como el VIH. En los países en los que la falta de médicos es alarmante se han establecido nuevos marcos de salud. Sin embargo, las personas que asumen las tareas de los médicos no tienen el vasto conocimiento y experiencia de los médicos y deben realizar dichas tareas según los protocolos, pero sin los conocimientos, experiencia y opinión profesionales para tomar buenas decisiones en caso de complicaciones u otros imprevistos. Esta práctica puede ser apropiada en países donde sin la delegación de funciones no habría ninguna atención, pero no se debe instaurar en los países donde la situación no es la misma.

3. En los países donde no existe una gran escasez de médicos, la delegación de funciones puede darse por diversas razones: sociales, económicas, profesionales, a veces con el pretexto de eficacia, ahorro u otras razones no confirmadas. Puede ser estimulada o, al contrario, impedida por profesionales que tratan de expandir o proteger su campo tradicional. Puede ser iniciada por las autoridades de salud, por profesionales de la salud suplentes y a veces por los mismos médicos. Puede producirse por el avance de la tecnología médica, que estandariza la puesta en práctica y la interpretación de ciertas funciones, por lo que permite que sean realizadas por personas que no son médicos o asistentes técnicos en lugar de los médicos. Esto se ha hecho en colaboración con la profesión médica. Sin embargo, hay que reconocer que la medicina nunca puede ser considerada sólo como una disciplina técnica.

4. La delegación de funciones puede existir en un equipo médico ya constituido, que  como resultado redistribuye los roles y las funciones aseguradas por los miembros de este equipo. También puede generar nuevo personal cuya función es ayudar a otros profesionales de la salud, específicamente médicos, al igual que personal formado para realizar tareas específicas.

5. Aunque la delegación de funciones puede ser útil en ciertas situaciones y a veces puede mejorar el nivel de atención al paciente, esta conlleva riesgos importantes. El principal es el deterioro de la calidad de la atención al paciente, en especial si la opinión médica y la toma de decisiones son transferidas. Además que el paciente puede ser atendido por un personal con menos formación, existen temas de calidad específicos, incluidos un contacto reducido entre médico y paciente, servicio fragmentado e ineficiente, falta de seguimiento adecuado, diagnóstico y tratamiento incorrectos y una incapacidad de hacer frente a las complicaciones.

6. Además, la delegación de funciones que despliega personal asistente en realidad puede aumentar la demanda en los médicos. Los médicos tendrán más responsabilidades como instructores y supervisores, lo que les quitará el poco tiempo para realizar muchas otras tareas, como la atención directa de los pacientes. También pueden tener más responsabilidades profesionales o legales por la atención prestada por el personal de salud bajo su supervisión.

7. La Asociación Médica Mundial expresa su gran inquietud por el hecho de que la delegación de funciones a menudo es instaurada por las autoridades de salud sin consultar a los médicos y a sus asociaciones profesionales que los representan.

RECOMENDACIONES

8. Por lo tanto, la Asociación Médica Mundial recomienda que todas las asociaciones médicas nacionales promuevan y  respalden las siguientes normas:

8.1 La calidad y la continuidad de la atención y la seguridad del paciente nunca deben verse comprometidas y deben ser la base para todas las reformas y la legislación relacionadas con la delegación de funciones.

8.2 Cuando se delegan las funciones de los médicos, estos y sus asociaciones profesionales deben ser consultadas y participar directamente desde el comienzo en todos los aspectos relacionados con la implementación de la delegación de funciones, en especial en la reforma de las legislaciones y reglamentos. Los médicos podrían considerar iniciar y formar un nuevo grupo de asistentes bajo su supervisión y conforme a los principios de seguridad y atención de pacientes apropiada.

8.3 Las normas para asegurar la calidad y los protocolos de tratamientos deben ser definidas, implementadas y supervisadas por los médicos. Los sistemas de acreditación deben ser elaborados e instaurados junto con la implementación de la delegación de funciones a fin de asegurar la calidad de la atención. Se debe definir con claridad las funciones que pueden  deben ser desempeñadas sólo por los médicos Específicamente, se debe estudiar con cuidado la función del diagnóstico y la prescripción.

8.4 En los países que tienen una escasez importante de médicos, la delegación de funciones debe ser considerada como una solución provisoria con una estrategia de salida bien definida. Sin embargo, cuando las condiciones en un país específico indiquen que esta solución sea probablemente duradera, es conveniente implementar una estrategia de sustentabilidad.

8.5 La delegación de funciones no debe reemplazar la creación de sistemas de salud sostenibles y que marchen con toda su capacidad. No se debe contratar empleados asistentes en detrimento de profesionales de la salud desempleados y subempleados. La delegación de funciones tampoco debe reemplazar la educación y formación de los médicos y de otros profesionales de la salud. Se debe tratar de formar y emplear a personal con mayor experiencia, en lugar de delegar funciones a personal con menos conocimientos.

8.6 La delegación de funciones no debe ser  considerada únicamente como una medida de economía, porque sus beneficios no están comprobados y porque las medidas motivadas por costos es probable que no produzcan resultados de calidad para beneficio del paciente. Se debe realizar un análisis verosímil de los beneficios de la delegación de funciones, a fin de evaluar los resultados en materia de salud, de rentabilidad y productividad.

8.7 La delegación de funciones debe ser complementada con medidas de incentivos para la retención de los profesionales de la salud, como un aumento de sus sueldos y mejoramiento de las condiciones de trabajo.

8.8 Las razones que justifican una delegación de funciones varían según el país, por lo que las soluciones que son adecuadas para un país no pueden aplicarse automáticamente a otro.

8.9 El impacto de la delegación de funciones en la marcha general de los sistemas de salud no está clara. Se deben realizar evaluaciones de las consecuencias de la delegación de funciones para el paciente y su salud, al igual que el rendimiento y la eficacia de la prestación  de la atención. En particular, cuando se aplica la delegación de funciones como respuesta a problemas de salud específico, como el VIH, se debe efectuar una evaluación y monitoreo regulares de todo el sistema de salud. Esta medida es esencial para asegurar que estos programas mejoran la salud de los pacientes.

8.10 La delegación de funciones debe ser estudiada y evaluada independientemente y no bajo los auspicios de los designados para asegurar o financiar las medidas de delegación de funciones.

8.11 Un factor principal que lleva a la delegación de funciones es la escasez de personal cualificado producida por la migración. Sin embargo, la delegación de funciones es sólo una respuesta frente a la escasez de fuerza laboral médica. Otros métodos, como una práctica en colaboración o un  enfoque colectivo, deben desarrollarse en forma paralela y ser considerados como la regla. La delegación de funciones no debe reemplazar la creación de equipos de salud solidarios e interactivos, coordinado por un médico en el que cada miembro puede aportar su propia contribución a la atención prestada.

8.12 Para que la práctica en colaboración tenga éxito, se debe mejorar la formación en liderazgo y trabajo en grupo. También debe entenderse claramente  para qué se forma a cada persona y lo que es capaz de hacer, las responsabilidades y un uso definido de la terminología aceptado uniformemente.

8.13 La delegación de funciones debe estar precedida por una revisión, análisis y discusión sistemáticas de las necesidades, costos y beneficios potenciales. No debe ser instaurada solamente como respuesta a otras evoluciones en el sistema de salud.

8.14 Se debe llevar a cabo una investigación para identificar los modelos de formación exitosos. El trabajo debe alinearse con los distintos modelos que existen en la actualidad. La investigación también debe recolectar y compartir información, evidencia y resultados. La investigación y el análisis deben ser completos e independientes, los médicos deben participar en el proceso.

8.15 Cuando sea apropiado, las asociaciones médicas nacionales deben colaborar con las asociaciones de otros profesionales de la salud para establecer la infraestructura de una delegación de funciones La AMM debe considerar la creación de un marco para intercambiar información sobre este tema en el que los miembros puedan discutir  sobre los avances en sus países y los efectos en la atención de pacientes y los resultados.

Adoptada por la 60a Asamblea General, Nueva Delhi, India, octubre 2009
Y revisada por la 73ª Asamblea General de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

1.La salud digital es un término general que hace referencia al “uso de tecnologías de información y comunicación en medicina y otras profesiones sanitarias para controlar enfermedades y riesgos para la salud y promover el bienestar”. La salud digital abarca la salud electrónica (e-Health) y áreas en desarrollo tales como el uso de ciencias informáticas avanzadas (incluidos el “big data”, bioinformática y la inteligencia artificial). Esta definición también incluye la telesalud, telemedicina y salud móvil (mHealth).

2. El término “salud digital” puede usarse indistintamente con “e-Salud”. Estos términos también incluyen en ellos lo siguiente: “Telesalud” o “telemedicina”: es el uso de ambos utilizan la tecnología de información y comunicaciones para prestar servicios de información y atención médica a (grande o pequeña) distancia. Se utiliza Son utilizados principalmente para servicios clínicos remotos, incluido el monitoreo del paciente en tiempo real, como en establecimientos de atención crítica. También sirven para consultas médico-paciente en las que el acceso es limitado debido a las programaciones o preferencias de los médicos o de los pacientes, o a limitaciones del paciente como la discapacidad física. De forma alternativa, pueden utilizarse para consultas entre dos o más médicos. La diferencia entre los dos términos es que la “Telesalud” también se refiere a los servicios clínicos y no clínicos remotos: apoyo preventivo de la salud, investigación, formación y educación médica continua para los profesionales de la salud.

3. Los avances tecnológicos y la creciente disponibilidad y asequibilidad de los dispositivos móviles han conducido a un aumento exponencial del número y la variedad de servicios de salud digital en uso tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Simultáneamente, este sector relativamente nuevo y en rápida evolución sigue estando prácticamente en gran parte sin regular, lo que podría tener posibles implicaciones éticas y de seguridad para los pacientes.

4. La fuerza impulsora detrás de la salud digital debe ser eliminar las deficiencias en la prestación de la atención o mejorar la calidad de la atención, la seguridad del paciente y la igualdad de acceso a los servicios que de otra manera no están disponibles. 

5. La salud digital difiere de la atención médica convencional en el medio utilizado, su accesibilidad y su efecto en la relación médico-paciente y los principios tradicionales de atención al paciente.

6. El desarrollo y la aplicación de la salud digital ha ampliado los canales tradicionales de prestación de la atención médica, permitiendo el acceso a la atención médica y la educación en salud, tanto en situaciones regulares como en emergencias. Al mismo tiempo, deben tenerse en cuenta su efecto sobre la relación médico-paciente, la responsabilidad, seguridad del paciente, las interacciones con múltiples partes interesadas, la privacidad y confidencialidad de la información, el acceso justo y los principios éticos y sociales. Sin embargo, el alcance y la aplicación de la salud digital, la telemedicina o la telesalud dependen del contexto. También deben tenerse en cuenta factores como los recursos humanos para la salud, el tamaño del área de servicio y el nivel de las instalaciones de salud.

7. Los médicos deben participar en la creación y la implementación de soluciones de salud digital para utilizarlas en la atención médica, a fin de asegurar que respondan a las necesidades de los pacientes y los profesionales de la salud.

8. Conforme al mandato de la AMM, esta declaración está dirigida principalmente a los médicos y a su función en el marco de la atención médica. La AMM insta a otras personas involucradas en salud a elaborar y adherir a principios similares, apropiado a su función en el sistema de salud.

Autonomía del médico

9. Deben existir límites aceptables en la relación médico-paciente necesarios para la prestación de una atención óptima, tanto en la práctica de la atención médica digital como en la física. La disponibilidad casi continua de la atención médica digital puede potencialmente interferir indebidamente en el equilibrio entre trabajo y vida personal de un médico debido a la disponibilidad virtual teórica de 24 horas del día, los 7 días de la semana. El médico debe informar a los pacientes sobre su disponibilidad y recomendarles servicios cuando no esté disponible.

10. Los médicos deben ejercer su autonomía profesional a la hora de decidir si la consulta de salud digital frente a la presencial es adecuada. Esta autonomía debe tener en cuenta el tipo de visita programada, la comodidad del médico con el medio y la evaluación del médico, junto con el paciente, del nivel de comodidad del paciente con este tipo de atención.

Relación médico-paciente

11. La consulta presencial debe ser el estándar de oro cuando se requiere un examen físico para establecer un diagnóstico, o cuando el médico o el paciente desean comunicarse en persona como parte del establecimiento de una relación confiable médico-paciente. Las consultas presenciales pueden ser preferibles en algunas circunstancias para hacer un balance de las señales no verbales y para las consultas donde puede haber barreras de comunicación o discusión sobre asuntos delicados. Idealmente, la relación médico-paciente, incluida en el contexto de la salud digital, debe basarse en una relación establecida previamente y un conocimiento suficiente del historial médico del paciente.

12. Sin embargo, en situaciones de emergencia y críticas o cuando el acceso a médicos no esté disponible más que a través de la telemedicina, se debe dar prioridad a este modo de atención, incluso cuando no exista una relación médico-paciente previa. La telemedicina podría emplearse cuando un médico no puede estar físicamente presente dentro de un período seguro y aceptable. También se podría utilizar para tratar a los pacientes en forma remota, incluida la autogestión y para las afecciones crónicas o para el seguimiento después del tratamiento inicial, cuando se haya demostrado que es segura y eficaz.

13. El médico que presta servicios de telemedicina debe estar familiarizado con la tecnología o deberá recibir recursos, formación y orientación suficientes en comunicación digital efectiva. Además, el médico debe tomar medidas esforzarse para garantizar que se maximiza la calidad de la comunicación durante una cita de salud digital. También es importante que los pacientes estén cómodos con la tecnología empleada. Cualquier deficiencia técnica significativa deberá anotarse en la documentación de la consulta y notificarse, si procede.

14. La relación médico-paciente se basa en la confianza mutua y el respeto. Por lo tanto, el médico y el paciente deben identificarse entre sí de forma fiable cuando se emplea la telemedicina. Sin embargo, se debe reconocer que a veces los terceros o los “sustitutos”, como un familiar, deben involucrarse en el caso de los menores, los desfavorecidos, los ancianos o en una situación de emergencia.

15. El médico debe dar instrucciones claras y explícitas al paciente durante la cita de telemedicina sobre quién tiene la responsabilidad continua de cualquier seguimiento necesario y atención médica continua.

16. En consulta con dos o más profesionales de la misma o de diferentes jurisdicciones, el médico de cabecera sigue siendo responsable de la atención y coordinación del paciente. El médico es responsable y debe supervisar los protocolos, las conferencias y la revisión del historial clínico en todos los entornos y circunstancias. Los médicos que proporcionan asesoramiento deben ser capaces de ponerse en contacto con otros profesionales y técnicos de la salud, así como con los pacientes, de forma oportuna.

Consentimiento informado

17. El consentimiento informado adecuado requiere que el paciente sea informado o tenga la capacidad y otorgue el consentimiento específico para el tipo de salud digital que se utiliza. Toda la información necesaria sobre las características distintivas de la salud digital, en general, y la telemedicina, en particular, debe ser explicada por completo a los pacientes, incluido, entre otros: explicar cómo funciona la telemedicina; cómo programar citas; cuestiones de privacidad; la posibilidad de fallo tecnológico, incluidas las violaciones de la confidencialidad; el posible uso secundario de los datos; protocolos de contacto durante las visitas virtuales; prescribir políticas y coordinar la atención con otros profesionales de la salud. Esta información debe proporcionarse de forma clara y comprensible sin ejercer presión o influencia indebida en las opciones voluntarias del paciente y tomar en cuenta los conocimientos percibidos del paciente sobre salud y otras limitaciones de recursos específicas al tipo de salud digital en uso.

Calidad de la atención

18. El médico debe asegurar de que el estándar de atención proporcionado a través de la salud digital sea adecuado y al menos equivalente a cualquier otro tipo de atención proporcionada al paciente, teniendo en cuenta el contexto, la ubicación y el momento específicos, y la disponibilidad relativa de la atención presencial. Si un estándar de atención no se puede satisfacer mediante la tecnología digital, el médico debe informar al paciente y sugerir una forma de prestación de atención médica alternativa.

19. El médico debe tener protocolos claros y transparentes para proporcionar salud digital como directrices de práctica clínica, siempre que sea posible, para orientar la prestación de la atención en el entorno digital, reconociendo que podría ser necesario realizar ciertas modificaciones para adaptarse a circunstancias específicas. Los cambios en las directrices de la práctica clínica para el entorno digital deben ser aprobados por la asociación o el órgano rector o regulador apropiado. Si la solución de salud digital está equipada con soporte de práctica clínica automatizado, este soporte debe estar basado estrictamente en lo profesional y de ninguna manera estar influenciado por intereses económicos.

20. El médico que preste servicios digitales debe seguir todos los requisitos normativos y protocolos y procedimientos pertinentes relacionados con el consentimiento informado (verbal, escrito y grabado); la privacidad y la confidencialidad; la documentación; la propiedad de los historiales de los pacientes; y los comportamientos de video/teléfono adecuados.

21. El médico consultado que presta atención a través de la telesalud debe mantener un registro claro y detallado de los consejos proporcionados, la información recibida en qué se basó la recomendación y el consentimiento informado del paciente.

22. El médico debe ser consciente y respetar los desafíos e incertidumbres particulares que puedan surgir cuando esté en contacto con el paciente a través de la telecomunicación. El médico debe estar preparado para recomendar el contacto directo entre el paciente y el médico siempre que sea posible si cree que es lo mejor para el paciente o que mejorará el cumplimiento.

23. Las posibilidades y debilidades de la salud digital en emergencias deben identificarse debidamente. Si es necesario utilizar la telemedicina en una emergencia, el asesoramiento y las sugerencias de tratamiento se verán influidos por la gravedad de la afección médica del paciente y la alfabetización tecnológica y sanitaria del paciente. Para asegurar la seguridad del paciente, las entidades que prestan servicios de telemedicina deben establecer protocolos para las derivaciones de servicios en situaciones de emergencia.

Resultados clínicos

24. Las entidades que proporcionan programas de salud digital deben supervisar y esforzarse continuamente por mejorar la calidad de los servicios para lograr los mejores resultados posibles.

25. Las entidades que proporcionan programas de salud digital deben contar con un protocolo sistemático de recopilación, evaluación, monitoreo y notificación de resultados sanitarios significativos, datos de seguridad y eficacia clínica. Los indicadores de calidad deben identificarse y utilizarse. Al igual que todas las intervenciones sanitarias, la tecnología digital debe probarse para comprobar su eficacia, eficiencia, seguridad, viabilidad y rentabilidad. Los datos de garantía y mejora de la calidad deben compartirse para mejorar su uso equitativo.

26. Se insta a las entidades que implementan la salud digital a informar de las consecuencias no intencionadas para ayudar a mejorar la seguridad del paciente y promover el desarrollo general del ámbito. Se anima a los países a implementar estos principios rectores en su propia legislación y regulación.

Equidad de la atención

27. Aunque la salud digital puede proporcionar un mayor acceso a las poblaciones distantes y desatendidas, también puede exacerbar las desigualdades existentes debido, entre otras cosas, a la edad, raza, posición socioeconómica, factores culturales o problemas de alfabetización. Los médicos deben ser conscientes de que ciertas tecnologías digitales pueden no estar disponibles o no ser asequibles para los pacientes, lo que impide el acceso y amplía aún más la brecha de los resultados sanitarios.

28. La supervisión y evaluación de las tecnologías digitales deben implementarse y monitorearse con cuidado para evitar la desigualdad de acceso a estas tecnologías. Cuando proceda, los servicios sociales o de salud deben facilitar el acceso a las tecnologías como parte de los paquetes de prestación básicos, a la vez que toman todas las precauciones necesarias para garantizar la seguridad y privacidad de los datos. El acceso a las tecnologías vitales no debe denegarse a nadie en función del estado financiero o de la falta de experiencia técnica.

Confidencialidad y seguridad de los datos

29. Para asegurar la confidencialidad de los datos, se deben utilizar medidas de protección de datos reconocidas oficialmente. Los datos obtenidos durante una consulta digital deben asegurarse para evitar el acceso no autorizado y las violaciones de la información identificable del paciente a través de medidas de seguridad y privacidad adecuadas y actualizadas. Si se producen violaciones de la seguridad de los datos, se debe notificar inmediatamente al paciente conforme a la legislación.

30. Las tecnologías de salud digital generalmente implican la medición o la introducción manual de datos médicos, fisiológicos, de estilo de vida, actividad y ambientales para cumplir su propósito principal. La gran cantidad de datos generados también puede ser utilizado para investigación y otros objetivos para mejorar en la prestación de la atención médica y la prevención de enfermedades. Sin embargo, este uso secundario de los datos personales de Msalud puede tener un uso indebido y abusivo.

31. Deben implementarse políticas y salvaguardas sólidas para regular y asegurar la recogida, almacenamiento, protección y tratamiento de los datos de los usuarios de la salud digital, especialmente los datos de salud personal para asegurar el consentimiento informado válido y garantizar los derechos del paciente.

32. Si los pacientes creen que se han infringido sus derechos de privacidad, pueden presentar una reclamación ante el responsable de privacidad de la entidad en cuestión o ante las autoridades de protección de datos, según conforme a las normativas locales.

Principios legales

33. Debe elaborarse un marco legal claro para abordar la posible responsabilidad derivada del uso de tecnologías digitales. Los médicos solo deben practicar la telemedicina en los países o jurisdicciones en los que tengan licencia para hacerlo y deben observar el marco legal y las normas definidas por el país/jurisdicción donde los médicos originan la atención y los países donde ejercen. Los médicos deben asegurarse de que su exoneración médica incluya la telemedicina y la cobertura de salud digital.

34. Se deben establecer modelos de reembolso adecuados en consulta con las asociaciones médicas nacionales y los proveedores de atención médica para garantizar que los médicos reciban el reembolso adecuado por proporcionar servicios de salud digital.

Principios específicos de la tecnología de salud móvil

35. La salud móvil (mHealth) es una forma de salud electrónica (eHealth) para la que no existe una definición fija. Se ha descrito como una práctica médica y de salud pública respaldada por dispositivos móviles, como teléfonos móviles, dispositivos de monitoreo de pacientes, asistentes digitales personales (PDA) y otros dispositivos destinados a ser utilizados en conexión con dispositivos móviles. Incluye servicios de voz y mensajes cortos (SMS), aplicaciones (apps) y el uso del sistema de posicionamiento global (GPS).

36. Debe distinguirse claramente entre las tecnologías de salud móvil utilizadas con fines de hábitos de vida y aquellas que requieren la experiencia médica de los médicos y que cumplen la definición de dispositivos médicos. Estas últimas deben estar debidamente reguladas y los usuarios deben poder verificar la fuente de información proporcionada, ya que podrían potencialmente recomendar tratamientos no científicos o que no estén basados en evidencias. La información proporcionada debe ser completa, clara, fiable, no técnica y fácilmente comprensible para los no entendidos.

37. El trabajo concertado debe mejorar la interoperabilidad, fiabilidad, funcionalidad y seguridad de las tecnologías de salud móvil, por ejemplo, a través del desarrollo de normas y planes de certificación.

38. Las evaluaciones integrales e independientes deben llevarse a cabo regularmente por autoridades competentes con la experiencia médica adecuada para evaluar la funcionalidad, las limitaciones, la integridad de los datos, la seguridad y la privacidad de las tecnologías de salud móvil. Esta información debe hacerse pública.

39. La salud móvil solo puede contribuir positivamente a las mejoras en la atención si los servicios se basan en fundamentos médicos sólidos. A medida que se desarrollen pruebas de utilidad clínica, los hallazgos deben publicarse en revistas arbitradas y ser reproducibles.

 

RECOMENDACIONES

  1. La AMM reconoce el valor de la salud digital para complementar las formas tradicionales de gestionar la salud y prestar atención médica. La fuerza impulsora detrás de la salud digital debe ser mejorar la calidad de la atención y la equidad en el acceso a los servicios que de otro modo no estarían disponibles.
  2. La AMM enfatiza que los principios de la ética médica, tal como se describen en la Declaración de Ginebra: La Promesa del Médico y el Código Internacional de Ética Médica, deben respetarse en la práctica de todas las formas de salud digital.
  3. La AMM recomienda que la enseñanza y formación de la alfabetización y las habilidades en salud digital se incluyan en la educación y formación médica y en el desarrollo profesional continuo.
  1. La AMM insta a los pacientes y médicos a ser exigentes en el uso de la salud digital y a ser conscientes de los posibles riesgos e implicaciones.
  1. La AMM recomienda más investigación en salud digital para evaluar la seguridad, eficacia, rentabilidad, posibilidad de implementación y los resultados de los pacientes.
  1. La AMM recomienda monitorear los riesgos del uso excesivo o inapropiado de las tecnologías de salud digital y el posible impacto psicológico en los pacientes y garantizar que los beneficios de dichas tecnologías superen los riesgos.
  1. La AMM recomienda dar una atención especial a las discapacidades del paciente (audiovisuales o físicas) y a los pacientes menores de edad cuando se utilice la salud digital.
  1. Cuando proceda, las asociaciones médicas nacionales deben fomentar la elaboración y la actualización de normas éticas, directrices de práctica, legislación nacional y acuerdos internacionales sobre práctica sanitaria digital.
  1. La AMM recomienda que otros organismos reguladores, asociaciones profesionales, organizaciones, instituciones y la industria privada supervisen el uso adecuado de las tecnologías de salud digital y comuniquen ampliamente sus resultados.

 

 

 

Adoptada por la 65ª Asamblea General de la AMM, Durban, Sudáfrica, Octubre 2014
y reafirmada por la 217ª Sesión del Consejo de la AMM, Seúl (en línea), Abril 2021
y cancelada y archivada por la 75ª Asamblea General de la AMM, Helsinki, Finlandia, octubre 2024

Introducción

Informes fiables indican que los trabajadores migrante en Qatar sufren explotación y violación de sus derechos. Las necesidades básicas de los trabajadores, como acceso a suficiente agua y alimentos, no son satisfechas. Menos de la mitad de los trabajadores tienen acceso a la salud. Cientos de trabajadores ya han muerto en los sitios de construcción desde 2010, cuando el país se prepara a recibir el Mundial de Fútbol de la FIFA[1] en 2022. Los trabajadores no tienen la libertad de irse cuando ven que la situación es desesperada o que su salud corre peligro, ya que sus pasaportes han sido confiscados.

A pesar de las peticiones de organizaciones internacionales de trabajo y derechos humanos, como la ITUC (Confederación Sindical Internacional) y Amnistía Internacional, la respuesta del Gobierno de Qatar para solucionar la situación no ha sido adecuada. La FIFA ha sido ineficiente y no ha asumido toda la responsabilidad para facilitar mejoramientos en las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores.

La Asociación Médica Mundial recuerda que la salud es un derecho humano que debe ser protegido en toda situación.

La Asociación Médica Mundial está preocupada porque los trabajadores migrantes están en constante riesgo en los sitios de construcción en Qatar y su derecho a libertad de movimiento y derecho a la salud y condiciones de trabajo no son respetados.

RECOMENDACIONES

1. La AMM insta al Gobierno de Qatar y a las empresas constructoras a asegurar la salud y seguridad de los trabajadores migrantes.

2. La AMM exige a la FIFA, como organización responsable del Mundial de Fútbol, que tome medidas inmediatas para cambiar la sede del Mundial a la brevedad posible.

3. La AMM insta a sus miembros a contactar a sus gobiernos a fin de facilitar la cooperación internacional con el objetivo de que la salud y seguridad de los trabajadores migrantes en Qatar esté asegurada.

 


[1] Fédération Internationale de Football Association

Adoptada por la 44ª Asamblea Médica Mundial Marbella, España, septiembre 1992,
y revisada por la 57ª Asamblea General de la AMM, Pilanesberg, Sudáfrica, octubre 2006,
y por la 67ª Asamblea General de la AMM, Taipei, Taiwán, octubre 2016.  

 

Introducción

Los muertos y heridos por accidentes de tránsito son un problema de salud pública importante. El informe Global status report on road safety 2015 de la Organización Mundial de la Salud indica que las muertes por accidentes de tránsito al año han alcanzado a 1,25 millón en el mundo, los países con ingresos más bajos tienen las tasas más altas de muertes por accidentes de tránsito.

Conducir bajo los efectos del alcohol es la causa de una gran cantidad de muertos y heridos producidos por los accidentes de tránsito. La prevalencia de conducir bajo los efectos del alcohol aumenta cada año en el mundo.

Un cambio en el comportamiento de los conductores con respecto al consumo de alcohol parece ser el enfoque más prometedor para evitar muertos y heridos por accidentes de tránsito. Las medidas que prohíban conducir bajo los efectos del alcohol producirán un notable mejoramiento en la seguridad vial y una apreciable disminución de la cantidad de muertos y heridos.

Consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol

La conducción de un vehículo implica la aceptación de ciertos riesgos. El conductor cuidadoso siempre estará consciente de los riesgos y al mismo tiempo se asegurará que el nivel del riesgo nunca alcance un punto inaceptable. El alcohol no sólo afecta la capacidad para conducir, sino que altera en el conductor la evaluación subjetiva del riesgo, de modo que conduce con más imprudencia.

Sin considerar la cantidad de alcohol consumido, la máxima concentración de alcohol en la sangre se alcanza:

  • después de media hora con el estómago vacío,
  • después de una hora con comidas.

Por otro lado, el cuerpo necesita mucho tiempo para eliminar el alcohol. Una persona en buen estado de salud elimina el alcohol a un ritmo que disminuye la concentración de alcohol en la sangre de 0,1 a 0,15 gramos por litro de alcohol cada hora. Por esto, la capacidad para conducir se mantiene alterada mucho después de que la persona ha dejado de beber.

El consumo excesivo del alcohol tiene consecuencias neurológicas y psiquiátricas de corto y largo plazo que pueden poner en peligro la seguridad vial.

Ciertos medicamentos interactúan negativamente con el alcohol, se sabe que en particular algunas combinaciones disminuyen la atención. Cuando se toman medicamentos, ya sea legales o ilegales, con alcohol, el efecto de éste se intensifica. La mezcla puede producir disfunciones mentales que son muy peligrosas para los conductores. Se debe enseñar e informar a los médicos sobre estos efectos farmacológicos.

Recomendaciones

1. La AMM reafirma su compromiso para trabajar a fin de disminuir el consumo excesivo del alcohol y para promover políticas y otras medidas de reducción de daños (Declaración de la AMM sobre el Alcohol, octubre 2015).

2. Los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben tener un papel activo en la promoción y defensa de la elaboración de políticas gubernamentales destinadas a disminuir la conducción bajo los efectos del alcohol.

Intervenciones de políticas

3. En la actualidad, la cantidad de alcohol permitida en la sangre varía según el país. Incluso una pequeña cantidad de alcohol tiene un efecto directo en el cerebro con alteraciones en niveles tan bajos como 0,3 gramos por litro. Por lo tanto, sería deseable bajar el nivel máximo de alcohol en la sangre permitido a un mínimo, pero no sobre 0,5 gramos por litro lo que es suficientemente bajo para permitir que el conductor promedio mantenga su capacidad de evaluar un riesgo.

4. La alta prevalencia especialmente en algunos países de conducir bajo los efectos del alcohol, puede justificar políticas más estrictas a las que los médicos y las asociaciones médicas nacionales deben apoyar activamente. Por ejemplo, el conductor puede ser declarado incapacitado para conducir por un tiempo suficiente para asegurarse que ya no sea una amenaza para la seguridad vial en el futuro.

5. Las autoridades de gobierno deben considerar la implementación de restricciones en la venta o asequibilidad del alcohol, tal vez a través de impuestos, sistemas de licencias o límites para los días y horas de venta. También se debe considerar restringir la promoción de bebidas alcohólicas, incluida la publicidad y el auspicio de eventos.

6. En cada país se debe adoptar una edad mínima legal para la compra y el consumo de alcohol. Las autoridades de gobiernos deben considerar implementar una ley de nivel de alcohol en la sangre  más bajo o cero para los conductores jóvenes.

7. Deben existir consecuencias estrictas por vender bebidas alcohólicas a personas bajo la edad autorizada para comprar y consumir alcohol. Estas leyes deben aplicarse correctamente.

8. Todo conductor que se vea involucrado en un accidente de tránsito debe someterse a un control de concentración de alcohol en la sangre o de aliento.

9. La práctica de realizar alcoholemias aleatorias de aliento a los conductores debe ser intensificada y debe realizarse más investigación para encontrar otras maneras de controlar la orina, el aliento y la saliva, a fin de identificar a los conductores que no estén en condiciones y así evitar que conduzcan un vehículo.

10. Se deben crear y experimentar con aparatos que impidan que las personas con niveles no autorizados de alcohol en la sangre puedan poner en marcha o conducir el vehículo.

Intervenciones educacionales

12. Las intervenciones educacionales deben promover la moderación y la responsabilidad en el consumo de alcohol y tratar de disminuir la posibilidad de que alguien consuma alcohol y luego conduzca.

13. La información entregada por los médicos y los profesionales de la salud debe estar destinada a que cada conductor tome conciencia de conducir bajo los efectos del alcohol. Cuando los médicos y otros profesionales de la salud otorgan certificados de capacidad para conducir, pueden utilizar esta oportunidad para educar a los conductores y entregar un mensaje de prevención y responsabilidad personal.

14. En la mayoría de los países, los accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol afectan a adolescentes y adultos jóvenes en un grado desproporcionadamente alto, se deben utilizar todos los recursos para disminuir su consumo de alcohol. El problema del consumo de alcohol en los adolescentes y adultos jóvenes y su relación con la seguridad vial debe estar incluido en el currículo escolar para que una actitud responsable se convierta en la norma.

Intervenciones clínicas y de rehabilitación

15. Los médicos también deben participar a disminuir la posibilidad de conducción peligrosa a través de la desintoxicación y rehabilitación de los conductores ebrios. Estas iniciativas deben estar basadas en un análisis detallado del problema que se manifiesta en cada país o cultura. Sin embargo, en general, el alcoholismo es una condición médica que tiene relación con dificultades psicológicas o sociales e interpersonales que afectan a la familia y al entorno laboral o social.

16. Una persona alcohólica debe tener acceso a los servicios de rehabilitación. Cuando un conductor tiene un exceso de alcohol en la sangre (o su aliento), se deben examinar otros factores asociados a su consumo excesivo e incluirlos en el programa de rehabilitación. Estos programas de rehabilitación deben ser financiados con fondos públicos.

17. Los accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol pueden ser considerados como señal de otras conductas adictivas y violentas. Esto debe tomarse en cuenta en el tratamiento médico del paciente.

Intervenciones de la comunidad

18. Los interesados pertinentes deben idear estrategias para asegurar un transporte seguro a los domicilios cuando se consuma alcohol.

19. Eliminar el alcohol en los lugares de trabajo y en situaciones en las que los consumidores deben conducir, este debe ser el objetivo de las políticas de organización. La promoción de bebidas no alcohólicas es una herramienta importante para facilitar estas políticas.

Adoptada por la 53Asamblea General de la AMM, Washington DC, Estados Unidos, octubre 2002 
Reafirmada con una revisión menor por la 192º Consejo de la AMM, Bangkok, Tailandia, octubre 2012
y por el 221º Consejo de la AMM, Berlín, Alemania, octubre 2022

 

INTRODUCCION

Según la OMS, se aplican miles de millones de inyecciones en el mundo cada año en atención médica y muchas son inseguras.

Las enfermedades más comunes que se contagian con inyecciones inseguras son la hepatitis B, la hepatitis C y el SIDA.

Los médicos prescriben o aplican inyecciones. Por esto, están en una posición privilegiada para introducir cambios de conducta que puede llevar al uso seguro y adecuado de las inyecciones.

La AMM reconoce que las inyecciones inseguras se producen por una educación inadecuada, el uso excesivo de inyecciones y prácticas inseguras, que incluyen agujas sin esterilizar o esterilizadas inadecuadamente, múltiple uso de jeringas, el uso indebido de equipos y suministros o la eliminación inapropiada de agujas desechadas.

Las inyecciones inseguras son una pérdida de recursos de salud costosos que se puede evitar fácilmente con intervenciones integradas, que crean estrategias de promoción efectivas a nivel local, nacional y regional.

La actitud del médico y las prácticas inapropiadas puede ser un factor determinante en el uso excesivo de inyecciones «terapéuticas», suponiendo de manera incorrecta que la satisfacción del paciente depende de la prescripción de inyecciones o el aceptar incentivos para su uso innecesario.

Es necesario crear un cambio de conducta en los pacientes y profesionales de la salud para disminuir el uso excesivo de inyecciones y lograr inyecciones seguras.

Las inyecciones seguras evitan daños para el receptor, el proveedor y la comunidad y evita la difusión de diferentes patógenos que pueden ser producidos por inyecciones inseguras, como la hepatitis B y C y el VIH. En este sentido, es un componente necesario de la prevención de estas infecciones.

 

RECOMENDACIONES

Considerando que la disminución de las inyecciones inseguras en la atención médica incluye a diferentes partes, la AMM hace un llamado a los:

Miembros constituyentes a

  1. Cooperar con sus gobiernos o con otras autoridades apropiadas para elaborar políticas nacionales eficaces sobre el uso seguro y apropiado de las inyecciones, incluido el financiamiento adecuado, la evaluación de las prácticas actuales de inyección y la preparación de un plan integrado.
  2. Elaborar un plan que apoye el abastecimiento de suministros de inyecciones, medidas para hacer cumplir las normas de esterilización adecuadas cuando sea necesario, la manipulación de las agujas desechadas y de programas de educación para impedir el uso excesivo de inyecciones como también promover las prácticas de inyecciones seguras.

Médicos del mundo a

  1. Educar a los pacientes sobre la acción y eficacia equivalentes de los medicamentos no inyectables.
  2. Prescribir medicamentos no inyectables cuando sea posible y promuevan el uso de medicamentos no inyectables que son alternativas viables.
  3. Sólo utilizar medicamentos inyectables si es seguro y apropiado y apliquen inyecciones de manera que no causen daños al receptor, el proveedor y la comunidad;
  4. Sólo utilizar los recipientes para objetos cortantes desechables a fin de eliminar seguramente el material quirúrgico (por ejemplo, agujas, hojas, etc.), no se deben volver a utilizar las fundas de los instrumentos afilados, y si es posible usar jeringas auto desechables.
  5. Crear conciencia sobre los riesgos que presentan las inyecciones inseguras y ayuden a producir cambios de conducta en los pacientes y profesionales de salud para promover las inyecciones seguras y apropiadas. La educación en esta área debe enfatizar que las agujas no se deben volver a cubrir.