Adoptada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCIÓN

La cirugía y la anestesia incluyen todos los campos clínicos y todos los profesionales de salud que tratan enfermedades y patologías quirúrgicas. Esto comprende, entre otros: la anestesia, obstetricia y ginecología, y cirugía, incluidas todas sus subespecialidades. Históricamente han sido una parte desatendida de la salud mundial, con muy pocas inversiones realizadas en el desarrollo de sistemas de salud quirúrgica, mientras que una cuarta parte estimada de la carga de enfermedad en todo el mundo se puede atribuir a enfermedades quirúrgicas. Además, la mayoría de la población mundial carece de acceso a una atención quirúrgica segura, oportuna y asequible.

Se necesita una fuerza laboral de 20 médicos especialistas en cirugía, anestesia y obstetricia por cada 100 000 habitantes para proporcionar al 80 % de la población mundial de atención quirúrgica esencial y de urgencia en 2 horas. Esto incluye atención quirúrgica y obstétrica de urgencia, como cesáreas y atención quirúrgica para evitar la muerte y la discapacidad debidas a enfermedades que probablemente se beneficien de tratamientos quirúrgicos como lesiones, cataratas y cáncer. La mayoría de los países con ingresos bajos y medios (LMIC, por sus siglas en inglés) están muy por debajo de este objetivo, con una necesidad especialmente grande en las regiones más pobres del mundo.

La falta de cirujanos puede verse incrementada por la falta de igualdad de género en la fuerza laboral quirúrgica, lo cual sigue siendo un desafío. A pesar del hecho de que, en varios países, hay más mujeres que hombres estudiantes de medicina, los hombres aún superan a las mujeres en el personal quirúrgico.

La cirugía y la anestesia han resultado ser rentables, especialmente en los LMIC. Las intervenciones quirúrgicas son tan rentables como las intervenciones de salud pública comunes, como los mosquiteros contra la malaria, los medicamentos contra el VIH o las vacunas infantiles.

El 60 % de los pacientes con cáncer y el 80 % de los pacientes con traumatismos necesitarán alguna forma de intervención quirúrgica durante su tratamiento. Teniendo en cuenta que tanto las enfermedades no transmisibles (ENT), como las lesiones, están en aumento a nivel mundial, se espera que la demanda de cirugías siga aumentando.

En 2015, la Asamblea Mundial de la Salud reconoció la cirugía y la anestesia como un componente vital de la Cobertura Universal de Salud (UHC, por sus siglas en inglés) a través de su Resolución 68.15 “Fortalecimiento de la atención quirúrgica y de anestesia esencial y de urgencia como un componente de la cobertura universal de salud”.

RECOMENDACIONES

La AMM recomienda a las autoridades nacionales pertinentes:

  1. Integrar la atención quirúrgica y de anestesia de calidad en todos los niveles de la atención sanitaria, incluida la atención sanitaria primaria integral para realizar la UHC y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
  1. Elaborar pautas y políticas específicas de cirugía y anestesia para sus respectivos países o jurisdicciones adapatadas a las capacidades y necesidades locales.
  1. Implementar políticas que regulen el proceso de delegación de funciones en cirugía y anestesia de acuerdo con la “Resolución de la AMM sobre la delegación de funciones de la profesión médica”.
  1. Invertir en el fortalecimiento del sistema sanitario y abogar por una mayor financiación y asignación presupuestaria para la cirugía y la anestesia sin privar a otras áreas de los fondos necesarios.
  1. Proporcionar la infraestructuranecesaria y las líneas de adquisición para que los hospitales brinden atención quirúrgica de alta calidad y segura.
  1. Garantizar que las políticas, incluidas las políticas sobre narcóticos y medicamentos regulados, no obstaculicen el acceso a los medicamentos quirúrgicos necesarios, incluidos los analgésicos y los agentes anestésicos.
  1. Establecer protocolos o pautas clínicos a nivel nacional o regional para garantizar que el uso de antibióticos en el período perioperatorio se prescriba de manera sostenible y de acuerdo con las pautas de resistencia a los antimicrobianos aplicables.
  1. Incluir la atención quirúrgica y las enfermedades en los cursos pertinentes para luchar contra el dogma de que la atención quirúrgica es demasiado costosa y compleja para brindarla en entornos con bajos recursos.
  1. Ofrecer oportunidades de formación de residencia equitativas a estudiantes de medicina de ambos sexos formados localmente en el campo de la cirugía y la anestesia, en función de las necesidades científicamente proyectadas del país o región de acuerdo con la “Declaración de la AMM sobre igualdad de género” y contribuyendo a la estrategia global sobre recursos humanos para la salud: la fuerza laboral de 2030.
  1. Permitir horarios de formación y de trabajo adaptables para acomodar la necesidad potencial de permiso por maternidad o paternidad, y un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, a fin de que los programas de formación sean más accesibles independientemente de las responsabilidades familiares del estudiante.
  1. Buscar la colaboración regional, nacional e internacional en ámbitos clínicos y académicos donde pueda faltar capacidad y recursos locales y donde la exposición pueda ser beneficiosa para quienes estén en áreas sin alta capacidad o recursos, como por ejemplo a través de programas de intercambio bilateral.
  1. Apoyar iniciativas nacionales de recogida de datos quirúrgicos, desarrollo de capacidades, defensa, planificación de políticas y fortalecimiento de sistemas a través de la colaboración con ONG, universidades, iniciativas de investigación, comunidades locales, bancos de desarrollo, organizaciones gubernamentales y otras partes interesadas.

La AMM se compromete a:

  1. Defender en foros locales, regionales y nacionales e internacionales a favor de la atención centrada en las personas, creando un sistema de atención sanitaria más holístico, ofreciendo servicios médicos, quirúrgicos, de salud mental y de salud preventiva en un enfoque nacional de UHC, apoyando la Resolución 68.15 de la WHA sobre “Fortalecimiento de la atención quirúrgica esencial y de urgencia y anestesia como un componente de la cobertura universal de salud”.

Adoptada por la 66a Asamblea General de la AMM, Moscú, Rusia, octubre 2015
y cancelada y archivada por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

La AMM reconoce que el movimiento masivo de personas a menudo sigue a las catástrofes que se derivan de un conflicto armado o fenómenos naturales cuando las poblaciones buscan escapar del peligro y las privaciones. El movimiento de masas actual de las poblaciónes, para escapar de los efectos de los conflictos armados, incluidos los bombardeos, la falta de acceso a servicios públicos, agua potable, la destrucción de viviendas, escuelas y hospitales, ha sido numéricamente mayor que cualquier movimiento de masas de población en más de 70 años.

Aunque la AMM reconoce que los países pueden tener preocupaciones sobre su capacidad para absorber un número significativo de nuevos inmigrantes, reconocemos que las personas que huyen de la guerra, o fenómenos naturales, lo hacen porque están desesperadas y con frecuencia se enfrentan a enfermedades potencialmente mortales. Tienen miedo por su salud, seguridad y bienestar y la de los familiares que los acompañan.

La mayoría de los países han firmado tratados internacionales dándoles obligaciones vinculantes para ofrecer ayuda y asistencia a los refugiados y solicitantes de asilo. La AMM considera que, cuando hay eventos, incluyendo eventos en curso, como los conflictos que generan las crisis de refugiados, los gobiernos deben aumentar sus esfuerzos para proporcionar asistencia a los necesitados.

Esto debe incluir garantizar el paso seguro de los refugiados y el apoyo adecuado después de entrar en países que ofrecen refugio. Reconociendo que la catástrofe de la que han huido, y las vicisitudes del viaje, pueden haber dado lugar a problemas de salud, es esencial que los países de acogida establezcan sistemas para proporcionar atención médica a los refugiados.

Los gobiernos deben tratar de asegurar que los refugiados y solicitantes de asilo sean capaces de vivir con dignidad dentro de su país de refugio y hacer todos los esfuerzos para permitir su integración en la nueva sociedad. La comunidad internacional debe tratar de obtener una solución pacífica en Siria en las que la población pueda o bien permanecer en su país con seguridad o, si ya se han ido, regresar a salvo a casa.

La AMM reconoce que el movimiento masivo de la población causa estrés significativo en las poblaciones existentes de los países y también en aquellos que se convierten en refugiados. Creemos que los gobiernos y los organismos internacionales como las Naciones Unidas deben hacer más esfuerzos concertados para reducir las presiones que conducen a tales movimientos, incluido el rápido alivio después de los fenómenos naturales, y hacer más esfuerzos para evitar o poner fin a los conflictos armados. El restablecimiento de la seguridad de los alimentos, agua, vivienda, saneamiento, educación y salud, y la mejora de la seguridad pública, deberían tener un impacto significativo y reducir el número de refugiados. 

La AMM:

  • Reconoce que el proceso de convertirse en un refugiado es perjudicial para la salud física y mental;
  • Elogia a los países que han acogido y cuidado a los refugiados, especialmente los que actualmente huyen de Siria;
  • Pide a otros países  mejorar su disposición a recibir a los refugiados y solicitantes de asilo;
  • Pide a los gobiernos nacionales asegurar que los refugiados y solicitantes de asilo puedan vivir en dignidad al proporcionar acceso a los servicios esenciales;
  • Pide a todos los gobiernos trabajar juntos para tratar de poner fin a los conflictos locales, regionales e internacionales, y para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de las poblaciones;
  • Pide a todos los gobiernos que cooperen en la prestación de ayuda inmediata a los países que sufren los efectos de los fenómenos naturales, recordando que los que ya están más socioeconómicamente desfavorecidos se enfrentará a la mayor cantidad de desafíos;
  • Hace un llamamiento a los medios de comunicación globales a que informen sobre la crisis de los refugiados de una manera que respete la dignidad de los refugiados y las personas desplazadas, y a evitar la intolerancia y el prejuicio racial o de otro tipo en los informes.

Adoptada por la 50ª Asamblea General de la AMM, Ottawa, Canadá, octubre 1998,
reafirmada por la 59a Asamblea General de la AMM, Seúl, Corea, octubre 2008,
enmendada por la 61a Asamblea General de la AMM, Vancouver, Canadá, octubre 2010,
y porla 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unidooctubre 2021 

 

INTRODUCCION

A los efectos de esta Declaración, de acuerdo con el índice de la Organización Internacional para las Migraciones, “migrante” es un término general que refleja el entendimiento común de una persona que se muda de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, temporal o permanentemente, y por una variedad de razones.  

La AMM considera que la salud es una necesidad básica, un derecho humano y uno de los impulsores esenciales del desarrollo económico y social.   

Según la Organización Mundial de la Salud, el acceso universal a la salud implica que todas las personas y comunidades tengan acceso a servicios de salud integrales, sin barreras ni discriminación, de acuerdo con sus necesidades, dentro del marco de sistemas de salud equitativos y de apoyo.   

Recordando la Declaración de Ginebra de la AMM, la AMM subraya el deber de todo médico de no permitir consideraciones de edad, enfermedad o discapacidad, credo, origen étnico, género, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, posición social o cualquier otro factor que interfiera con el deber del médico con su paciente.  

La AMM subraya que los médicos deberían ofrecer asistencia en emergencias médicas de acuerdo con el Código Internacional de Ética Médica de la AMM.  

Teniendo en cuenta la Declaración de Ottawa sobre la Salud del Niño de la AMM y la Declaración de la AMM sobre la Evaluación Médica de la Edad de los Solicitantes de Asilo Menores No Acompañados, la AMM reitera que los niños deben gozar de protección especial, incluido el derecho a una atención médica adecuada sin discriminación. 

Estos principios fundamentales de la AMM también se hacen eco de los principios establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. 

La Declaración de Lisboa de la AMM sobre los Derechos del Paciente estipula que toda persona tiene derecho, sin discriminación, a una atención médica adecuada. Sin embargo, la legislación nacional varía y a menudo no se ajusta a este principio fundamental.  

En todo momento, un gran número de migrantes solicitan protección, huyen de desastres naturales, la pobreza desesperada, la violencia y otras injusticias y abusos con efectos potencialmente muy dañinos para la salud física y mental. 

Recordando la Declaración de la AMM sobre los Conflictos Armados y la Declaración de la AMM sobre Salud y Cambio Climático, la AMM reconoce que el cambio climático, los desastres naturales, la guerra, los conflictos armados y otras emergencias, como los continuos conflictos civiles, los disturbios y la violencia, conducirán inevitablemente al desplazamiento de personas de sus hogares.  

La AMM está preocupada por la situación precaria de ciertas categorías de migrantes, como los refugiados, los solicitantes de asilo, los solicitantes de asilo rechazados, los migrantes indocumentados y las personas desplazadas, cuyo acceso a la atención médica a menudo se ve menoscabado, y donde en algunos países se requiere que los médicos intervengan fuera del alcance de su deber médico, en contradicción con la ética médica. 

Teniendo en cuenta los principios, las convenciones internacionales y las políticas de la AMM mencionados anteriormente, la AMM aboga por un compromiso firme y continuo de los médicos en la defensa de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, incluidos los migrantes de todo el mundo, al tiempo que hace las siguientes recomendaciones para sus miembros constituyentes y para los médicos: 

 

RECOMENDACIONES 

Los miembros constituyentes de la AMM deben: 

  • Priorizar la atención médica de los seres humanos por encima de cualquier otro interés personal, material, económico o político. 
  • Apoyar y promover activamente el derecho de todas las personas a recibir atención médica basándose únicamente en sus necesidades clínicas y denunciar la legislación y las prácticas que se oponen a este derecho fundamental. 
  • Hacer un llamamiento a los gobiernos para que lleguen a acuerdos políticos que faciliten la disponibilidad de recursos suficientes para la prestación de servicios de salud adecuados y coordinados para las poblaciones migrantes, incluidos los campamentos de refugiados donde las condiciones de vida los hacen más susceptibles a la propagación de enfermedades y virus. 
  • Instar a los gobiernos a que garanticen el acceso a unas condiciones de vida seguras y adecuadas y a unos servicios esenciales para todos los migrantes, incluso con el apoyo de los organismos donantes o filántropos, si es necesario. 
  • Promover la igualdad, solidaridad y justicia social, garantizando el acceso de los migrantes y los refugiados a los servicios de salud y sociales. 
  • Implementar políticas, medidas y compromisos que promuevan la salud de todos, sin discriminación, abordando los determinantes sociales de la salud relacionados con los migrantes y los refugiados. 

Los médicos: 

  • tienen el deber de brindar una atención médica adecuada, basada únicamente en la necesidad clínica, independientemente de la condición civil o política del paciente. 
  • Deben denunciar la legislación y las prácticas que impidan el cumplimiento de este deber. 
  • No pueden ser obligados a participar en ninguna acción judicial o punitiva contra migrantes, incluidos refugiados, solicitantes de asilo, solicitantes de asilo rechazados, migrantes indocumentados y o personas desplazadas, a retener el tratamiento médicamente necesario, ni a administrar ninguna medida de diagnóstico o tratamiento no justificado desde un punto de vista médico, como sedantes, para facilitar la deportación del país o la reubicación. 
  • Deben disponer de tiempo suficiente y contar con suficientes recursos, incluidos los servicios de interpretación, para evaluar la condición física y psicológica de los migrantes, incluidos los refugiados, solicitantes de asilo, solicitantes de asilo rechazados, migrantes indocumentados y personas desplazadas. 

Adoptada por la 53a Asamblea General de la AMM, Washington DC, EE.UU, octubre 2002,
enmendada por la 64ª Asamblea General de la AMM, Fortaleza, Brasil, octubre 2013,
y por la 72ª Asamblea General de la AMM (en línea), Londres, Reino Unido, octubre 2021

 

INTRODUCCIÓN

 Desde el inicio de la epidemia mundial del VIH, las mujeres y las niñas de muchas regiones se han visto afectadas por el VIH de forma desproporcionada. Las mujeres jóvenes (entre 15 y 24 años) y, en particular, las niñas adolescentes (entre 10 y 19 años) representan un número desproporcionado de las nuevas infecciones por VIH.

La desigualdad de género contribuye a la propagación del VIH. Puede aumentar las tasas de infección y reducir la capacidad de las mujeres y las niñas para hacer frente a la enfermedad. Con frecuencia, tienen menos información sobre el VIH y menos recursos para tomar medidas preventivas. La violencia sexual, una violación generalizada de los derechos de las mujeres, exacerba el riesgo de transmisión del VIH.

Muchas mujeres y niñas que viven con el VIH luchan contra el estigma y la exclusión, agravados por su falta de derechos. Las mujeres que enviudan a causa del SIDA o que viven con el VIH pueden tener que enfrentarse a disputas de propiedades con su familia política, que se complican por el acceso limitado a la justicia para defender sus derechos. Independientemente de si ellas mismas viven con el VIH, las mujeres generalmente asumen una carga desproporcionada de cuidado para otras personas que están enfermas o que mueren de SIDA, junto con los huérfanos que quedan. Esto, a su vez, puede reducir las perspectivas de educación y empleo. También puede disminuir significativamente los esfuerzos y las estrategias para la prevención de la transmisión de madre a hijo (PTMI).

El acceso a la atención médica, incluidas las estrategias tanto preventivas como terapéuticas, es un derecho humano fundamental. Esto impone al gobierno la obligación de garantizar que estos derechos humanos se respeten y protejan plenamente. Las desigualdades de género deben abordarse y erradicarse. Esto debería afectar a todos los aspectos de la atención médica.

La promoción y protección de los derechos reproductivos de las mujeres son fundamentales para el éxito final de la confrontación y resolución de la pandemia del VIH/SIDA.

 

RECOMENDACIONES

La AMM solicita a todas las asociaciones nacionales miembros que insten a sus gobiernos a emprender y promover las siguientes acciones:

  1. Desarrollar programas de empoderamiento para mujeres de todas las edades para garantizar que las mujeres tengan un mejor apoyo y estén libres de discriminación. Dichos programas deben incluir el acceso universal y libre a la educación sobre salud reproductiva y formación sobre habilidades para la vida.
  2. Desarrollar un programa para proporcionar pruebas del VIH y profilaxis después de la exposición en forma de antirretrovirales a todas las supervivientes de una agresión.
  3. Los gobiernos deben proporcionar acceso universal a la terapia y al tratamiento antivirales a todas las mujeres infectadas por el VIH, protegiendo su salud y, en el caso de mujeres embarazadas, evitando la transmisión de madre a hijo.
  4. Proporcionar pruebas universales del VIH a todas las mujeres embarazadas, con notificación a la paciente del derecho de rechazo, como componente rutinario de la atención perinatal, y dichas pruebas deben ir acompañadas de protección de la privacidad, asesoramiento básico y concienciación sobre el tratamiento adecuado, si es necesario.
  5. La notificación a la paciente debe ser coherente con los principios del consentimiento informado. También se debe proporcionar acceso universal y libre al tratamiento antirretroviral a todas las mujeres embarazadas con VIH positivo con el fin de evitar la transmisión del VIH de madre a hijo.