Adoptada por la 63ª Asamblea General de la AMM, Bangkok, Tailandia, octubre 2012 y
Enmendada por la 74ª Asamblea General de la AMM, Kigali, Ruanda, octubre 2023

INTRODUCCION

Las Naciones Unidas establece que la esterilización forzada u obligada es una violación fundamental de los derechos humanos, incluido el derecho a la salud, a la información y la privacidad, y el derecho a estar libre de tortura y otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante. Las Naciones Unidas también afirman que las poblaciones específicas se ven afectadas de manera desproporcionada por la esterilización forzada u obligada, incluidas las mujeres, las mujeres que viven con el VIH, las niñas y mujeres indígenas y de minorías étnicas, las personas con discapacidad y las personas transgénero e intersexuales.

La AMM reconoce que ninguna persona, sin consideración de su edad, enfermedad o discapacidad, credo, origen étnico, género, nacionalidad, afiliación política, raza, cultura, orientación sexual, posición social o cualquier otro factor, debe ser sometida a una esterilización forzada u obligada.

Una amplia variedad de métodos anticonceptivos, incluida la esterilización, deben estar accesibles y ser económicamente abordables para cada persona. El Estado tiene que cumplir una función para asegurar que estos servicios estén disponibles, junto a organizaciones privadas, caritativas y de terceros.

Al igual que otros tratamientos médicos, la esterilización sólo debe ser realizada en un paciente competente después de una elección informada y de haber obtenido de la persona su consentimiento libre y válido. Cuando un paciente no es competente, la decisión válida sobre el tratamiento debe tomarse en conformidad con el mejor interés del paciente y también los requerimientos legales pertinentes y las normas éticas de la profesión médica, antes de llevar a cabo el procedimiento. La esterilización de los que no pueden dar su consentimiento debe ser extremadamente rara y hecha sólo con el consentimiento del reemplazante que toma la decisión.

La AMM condena las prácticas en las que un Estado o cualquier otro actor intente pasar por alto los requisitos éticos necesarios para obtener un consentimiento libre y válido para la esterilización, que debe ser:

  • Libre de presiones materiales o sociales;
  • No debe ser condición para otra atención médica (incluido el aborto seguro), beneficios sociales, seguros, institucionales u otro y
  • Obtenido cuando la persona no enfrente un elemento de estrés que limite su capacidad de discernimiento, como detención o una urgencia médica (a menos que la esterilización sea por la urgencia).

RECOMENDACIONES

Recordando los valores éticos centrales de la profesión médica consagrados en su Código Internacional de Etica Médica y la Declaración de Ginebra : el Juramento del Médico y su histórico compromiso contra la tortura y otro trato cruel, inhumano o degradante, la AMM condena la esterilización forzada u obligada y llama a:

Sus miembros constituyentes

  1. Manifestarse en contra a dichas prácticas contrarias a la dignidad humana;
  2. Apoyar la prestación de servicios o intervenciones de esterilización segura y ética, con el debido respeto de la integridad física y mental de las personas, incluida la garantía de sus opciones reproductivas autónomas;

Médicos

  1. Estar alerta a las situaciones y entornos en los que existe el riesgo de esterilización forzada u obligada, en particular para las personas vulnerables y desproporcionadamente afectadas, para garantizar que el consentimiento sea válido y otorgado libremente y oponerse a toda forma de participación en la esterilización forzada u obligada.

Adoptada por la 48ª Asamblea General, Somerset West, Sudáfrica, octubre 1996,
enmendada por la 58a  Asamblea General, Copenhague, Dinamarca, octubre 2007
Y reafirmada con una revisión menor por la 207ª sesión del Consejo de la AMM, Chicago, Estados Unidos, octubre 2017

 

Introducción

La AMM reconoce que los embarazos no deseados y los embarazos demasiado seguidos pueden tener un efecto adverso grave para la salud de la mujer y de sus hijos. Estos efectos pueden incluir la muerte prematura de la mujer. Los hijos en la familia también pueden sufrir hambre, maltrato o abandono, lo que puede producir la muerte o problemas de salud, cuando las familias no pueden alimentar a todos sus hijos. El funcionamiento social y la capacidad para lograr su potencial completo también pueden verse afectados.

La AMM recuerda su Declaración de Ottawa sobre la Salud del Niño y respalda el derecho universal a la salud de todos los niños en el mundo.

La AMM reconoce los beneficios para la mujer que puede controlar su fertilidad. Se le debe ayudar a que pueda elegir por ella misma y también a plantear esto a su pareja. La capacidad de hacerlo por opción y no por azar es un componente principal de la salud física y mental de la mujer, como también de bienestar social.

El acceso a métodos adecuados de control de fertilidad no es universal, muchas de las mujeres más pobres en el mundo casi no tienen acceso. El conocimiento sobre cómo funciona su cuerpo, información sobre cómo controlar su fertilidad y los materiales necesarios para realizar esa elección son derechos universales y básicos para todas las mujeres.

El 5º Objetivo de Desarrollo Sostenible, meta 6 pide el “acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos”.

 

Recomendaciones

La AMM recomienda que las asociaciones médicas nacionales:

  • Promuevan los beneficios de la educación para la planificación familiar, colaboren con los gobiernos, ONGs y otros grupos a fin de proporcionar servicios y asistencia seguros y de alta calidad.
  • Exijan a los gobiernos asegurarse que dicha información, materiales, productos y servicios estén disponibles sin consideración de nacionalidad, credo, raza, religión o nivel socioeconómico.