Las autoridades medicas acogen con beneplacito las proximas medidas de cumplimiento del tratado nuclear


La entrada en vigor hoy, del Tratado sobre la prohibición de armas nucleares de las Naciones Unidas, ha sido muy bien acogida por la Asociación Médica Mundial (AMM).

Este Tratado forma ahora parte integrante del derecho internacional, siendo vinculante, pues,  para todos aquellos Estados que lo ratifiquen.

 

En una declaración, el Presidente de la AMM, Dr. David Barbe, señala que se trata de un paso capital hacia la prevención de una guerra nuclear, añadiendo además que: «La Covid-19 ha mostrado hasta qué punto es de vital importancia que el mundo se una para luchar contra esta mortífera pandemia. De esta misma manera tiene que unirse para prohibir el recurso a las armas nucleares, que son todavía más mortíferas».

 

El Dr. Barbe recalcó asimismo la responsabilidad que tienen los miembros de la AMM de recordarle a sus gobiernos las terribles consecuencias sanitarias de la utilización de armas nucleares, así como de instarles  -de la manera más vigorosa posible-  a que liberen al mundo de las armas nucleares. «En tanto que médicos tenemos la obligación de preservar la vida, de salvaguardar la salud de nuestros pacientes y de ponernos plenamente al servicio de la humanidad»,  señaló también el Dr. Barbe.

 

La AMM, junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Consejo Internacional de Enfermeras, la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear y la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública, publicamos hoy conjuntamente la presente declaración de acogida con beneplácito de la entrada en vigor del Tratado.

 

Las mismas declaran que: «Acabar con las armas nucleares, antes de que pongan fin al género humano y a otras formas de vida, constituye un imperativo sanitario y humanitario urgente. El Tratado representa un paso decisivo hacia la erradicación de las armas nucleares. Así pues, instamos a todas las Naciones a que no desaprovechen la oportunidad que les brinda el Tratado de firmarlo, ratificarlo y aplicarlo fielmente».