La Asociación Médica Mundial insta a definir con mayor claridad las funciones de los profesionales no médicos para proteger la seguridad del paciente


En su 229ª Sesión del Consejo, celebrada en Montevideo, la Asociación Médica Mundial (AMM) hizo un llamamiento para una mayor claridad en lo que respecta a los títulos y las funciones de los profesionales no médicos. Tras las preocupaciones planteadas por la Asociación Médica Británica (BMA) sobre el uso de nuevas designaciones por parte de los asistentes médicos (como médicos asociados o anestesistas asociados), la resolución enfatiza que los títulos y las funciones de los profesionales de la salud no médicos deben ser transparentes para evitar la confusión pública y proteger la atención al paciente.

Si bien los asistentes médicos y otros profesionales no médicos desempeñan un papel importante en los equipos de atención médica bajo la supervisión adecuada de los médicos, títulos como «médico asociado» y «anestesista asociado» pueden inducir a error a los pacientes, quienes merecen transparencia sobre la formación y las credenciales de quienes les prestan atención. De igual manera, la AMM apoya la preocupación de la BMA de que términos tradicionalmente reservados para los médicos, como «profesional médico» o «con formación médica», no se amplíen para describir a estos profesionales no médicos.

“La terminología que se está adoptando en algunas áreas, en particular el uso del término ‘asociado’, resulta engañosa tanto para los pacientes como para los equipos de atención médica”, declaró el Dr. Ashok Philip, presidente de la AMM. “Es fundamental que estos profesionales sean reconocidos como asistentes, no como asociados, para reflejar con precisión su función de apoyo dentro de los equipos de atención médica y proteger la confianza y la seguridad de los pacientes”.

Además, la AMM enfatizó que estos profesionales no médicos deben contar con ámbitos de práctica claramente definidos bajo la supervisión de médicos. También es vital que la expansión de las funciones no médicas no afecte negativamente las oportunidades de capacitación ni los recursos disponibles para médicos y estudiantes de medicina. La inversión en la formación y el desarrollo de médicos plenamente cualificados debe seguir siendo una prioridad absoluta para garantizar los más altos estándares de atención al paciente.